miércoles, 18 de julio de 2012

Iniciativa Buenos Aires - Declaración principios de orientación política Roberto Páez González Cristina Fernandez de Kirchner polit1

Iniciativa por Buenos Aires, siguiendo la consigna de Unión, Organización y Solidaridad, manifiesta su deseo de ser factor de unidad, extender su capacidad de consulta a todo el kirchnerismo, ayudar a generar fuerzas de proposición en la Ciudad de Buenos Aires, participar en la batalla cultural y en las movilizaciones populares y apoyar a las agrupaciones que aspiran a que la Capital Federal sea parte del Proyecto Nacional y Popular que lideraCristina Fernández de Kirchner.

 

 

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS DE ORIENTACIÓN POLÍTICA

 

INICIATIVA POR BUENOS AIRES

 

Milita -desde la Ciudad de Buenos Aires, República Argentina- por la unión latinoamericana, apoyando los procesos de convergencia e integración, tales como la Unasur, el Alba, el Celac y el Mercosur y los logros democráticos, cultural y económicamente independientes de los países de Nuestra América, así como las luchas políticas solidarias de nuestros pueblos en pos de la realización de la Patria Grande.

1. PROYECTO NACIONAL. Argentina se reencuentra con su inserción suramericana. La justicia social, el espíritu democrático y la soberanía política constituyen juntos el punto de partida del resurgimiento de la libertad y la igualdad en la perspectiva de una sociedad animada por principios de un socialismo nacional y latinoamericano. De cara a nuestra historia, rechazamos todos los genocidios habidos y nos sentimos involucrados por el federalismo originario de la República. Condenamos todas las expresiones de racismo y xenofobia y las discriminaciones por razones de religión, género, color de piel u otras, entendiendo que es una responsabilidad del Estado garantizar su erradicación, con una prédica laica y leyes democráticas que protejan la igualdad de derechos. Proponemos que los ciudadanos puedan compartir una visión humanista, porque nadie es instrumento de los demás y todos somos responsables de nuestros actos.

 

2. LA INDEPENDENCIA CULTURAL. Es indispensable para el proyecto nacional, que requiere un pensamiento auténtico, un enfoque de los problemas nacionales a partir de nuestra realidad, sin perjuicio de aprovechar todas las conquistas intelectuales de la humanidad.

 

3. LA INDEPENDENCIA ECONÓMICA. Es la base material e intelectual con la que podemos producir, distribuir y consumir bienes y servicios, tomando como referencia prioritaria los intereses del pueblo argentino en materia de equidad, responsabilidad y satisfacción de nuestras necesidades materiales y espirituales, y poniendo nuestros recursos naturales al servicio del hombre y no de la especulación. La independencia económica debe permitir alcanzar las metas de una industrialización adecuada al crecimiento del mercado interno y el pleno empleo, como bases estables del bienestar social. No se la puede lograr sin la intervención del Estado democrático que está fortaleciendo esta orientación.

 

4. LA REVALORIZACIÓN DE LA POLÍTICA. La democracia se ejerce según la Constitución -si bien ésta puede ser reformada- pero también mediante la movilización participativa de los ciudadanos. El 54,11% de votos a favor de la Presidenta es una muestra de esta revalorización. Y las nuevas ganas culturales expresadas en los festejos del Bicentenario, el pesar colectivo por el fallecimiento del expresidente Kirchner y las constantes manifestaciones por los derechos humanos y otras conquistas en los últimos años aseveran que la voluntad popular gusta de expresarse de manera directa en los espacios públicos sin ser un apéndice de marionetistas burocráticos, ni como idea abstracta de la voluntad, sino como voluntad que expresa los deseos de felicidad del pueblo.

5. LA INCLUSIÓN SOCIAL. La revalorización de la política y el espíritu participativo tienen las metas de la lucha inmediata por la inmediata inclusión de todos los argentinos, erradicando a corto plazo la indigencia y la pobreza, mediante la redistribución del ingreso, las reformas legales relativas a la tenencia de la tierra, el uso social y ambientalmente justo de los recursos naturales, la previsión de la soberanía alimentaria, la equidad de género, la educación y la salud públicas, mediante la adecuación de los instrumentos legales, actividades institucionales del Estado y políticas de participación democrática de los ciudadanos.

6. LA PROMOCIÓN DE MUJERES, TRABAJADORES Y JÓVENES. Porque es preciso que se produzca un transvasamiento generacional, social y de género en la vida pública, partiendo del mejoramiento inmediato de sus condiciones laborales, educativas y de existencia en general; para lo cual también hace falta la expresión de la solidaridad intergeneracional que cuide de ancianos y niños con la alta calidad de la protección social que el Estado y la comunidad deben asegurar.

 

7. LA PROTECCIÓN DE LA NATURALEZA Y LA PRECAUCIÓN ECOLÓGICA. Estando en Buenos Aires o recorriendo el país y aun el mundo, el ciudadano de Buenos Aires puede y debe tener un rol social y personal en la defensa del medio ambiente. Después de dos siglos de desarrollo industrial en el mundo -sin conciencia ecológica, depredatorio del entorno natural- tenemos que ser conscientes de las amenazas ya planteadas y oponernos a la merma de la calidad de vida humana a la que se llega por su degradación. Es preciso impulsar un crecimiento económico y líneas de investigación en ciencia y técnica aplicadas que se atengan al principio de precaución ecológica y que respeten a la naturaleza.

 

8. LA CIUDAD DE BUENOS AIRES ES NUESTRA CAPITAL FEDERAL. La Ciudad no puede vivir dándole la espalda al país, sino que debe servirlo como una vitrina de las calidades y atributos de nuestros territorios y poblaciones, favoreciendo el conocimiento mutuo. También, la nuestra es una capital latinoamericana que puede vivir con orgullo y respeto las relaciones de fraternidad con nuestros compatriotas de la Patria Grande.

9. LA CONCIENCIA NACIONAL. Tener conciencia propia en la Ciudad de Buenos Aires es ser de Buenos Aires y defender una conciencia nacional. Lo otro, tanto en la historia, como en la realidad actual, no es más que disfrutar del gozo semicolonial de vivir en una factoría rica (o menos rica) haciéndole el caldo gordo a los poderes fácticos, con el cortoplacismo egoísta del sálvese quien pueda.

 

 

Viviana Gómez - Roberto Páez González

 

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