domingo, 22 de julio de 2012

Poderoso caballero es Don Dinero servicios de salud en Estados Unidos tanto tienes tanto vales org1

x-cr-puzzleid: {342237F1-6F38-4DBC-987F-EF4943BF798B}

Enlace_Cuba@gruposyahoo.com [mailto:Enlace_Cuba@gruposyahoo.com] En nombre
de La Polilla
Domingo, 15 de Julio de 2012

Carácter clasista de los servicios de salud en Estados Unidos

Por Salvador Capote*


<http://api.ning.com:80/files/dnFzKnIyGRYQmWwITClIU7zk8ADfaf6rn3u7PaPcgQcKSl
UUVB-Mm*EEkB*-b3QR85NbSH00dyAqu4iNmFAeix-mJeG1WQUW/RCBaez_UnparchealasaludUS
Ada.JPG
>


Es muy curioso que en Estados Unidos, donde las diferencias de clase son tan
acentuadas, sea prácticamente un tabú el referirse a las clases sociales. Se
habla de los ricos ("the wealthy") y de los pobres ("the poor") pero
expresiones como "clase dominante", "clase privilegiada", "clase obrera o
trabajadora", etc., no se mencionan. En contraste, se utiliza mucho el
término "clase media", seguramente porque refuerza el mito según el cual, a
despecho de las desigualdades de ingresos y de riquezas acumuladas, las
diferencias sociales resultan irrelevantes ya que todos los ciudadanos,
ricos o pobres, son iguales ante la ley, tienen acceso a servicios de
educación y salud y disfrutan de los bienes de consumo. Siguiendo esta línea
de pensamiento, si Estados Unidos es, en esencia, una nación de clase media,
no hay lugar para la lucha de clases. Nada, por supuesto, más alejado de la
verdad, pero la falacia se mantiene y se refuerza mediante el discurso
oficial y su eco abarcador de todos los medios.

La realidad es que la clase media estadounidense se ha ido debilitando y
reduciendo, a un ritmo inquietante y peligroso para el sistema capitalista,
desde hace más de treinta años. Se habla de la brecha creciente entre ricos
y pobres pero apenas se alude a la que se abre también profundamente entre
los ricos y la clase media y a la que se difumina entre la clase media y los
pobres.

La situación se ilustra convenientemente mediante la "pirámide de Samuelson"
[1]. Si construimos una pirámide con bloques de los que usan los niños para
jugar, y cada pequeño cubo representa un ingreso de $1,000, el vértice de la
pirámide sería más alto que la torre Eiffel para el 0.75 % de la población
norteamericana, mientras que para la mayoría de la población no sobrepasaría
una yarda de altura sobre el nivel del suelo. Si en lugar del ingreso
utilizamos la riqueza acumulada como referente, el pico de la pirámide ya no
alcanzaría la altura de la torre Eiffel sino la del Monte Everest.

Saco esto a colación, porque los avales otorgados por la Corte Suprema a la
Ley de Salud Asequible ("Affordable Care Act") más conocida por "Obamacare",
en medio de una virulenta oposición republicana, colocan de nuevo bajo
luminarias el hecho de que decenas de millones de ciudadanos norteamericanos
carecen de seguro médico, no son beneficiarios de cuidados preventivos de
salud, o son discriminados por las compañías de seguros debido a condiciones
patológicas preexistentes.

El sistema de salud de Estados Unidos depende demasiado de equipamiento
auxiliar de alta tecnología. Es el más costoso del mundo y absorbe alrededor
de un 14 % del producto nacional bruto. En consecuencia, aquellos que poseen
un buen seguro de salud reciben generalmente atención médica de primera
calidad, aunque desprovista con frecuencia de calidez humana, mientras un
segmento sustancial de la población no recibe o recibe limitadamente los
beneficios del sistema. Es por este motivo que Estados Unidos, a pesar de
que invierte en la esfera médica mucho más que cualquier otro país, no logra
ponerse al frente en ninguno de los índices de salud y, por el contrario, en
muchos de ellos ocupa un vergonzoso lugar detrás de países con muchos menos
recursos.

Otro enfoque erróneo es que los problemas de salud se consideran comunmente
como problemas individuales o, cuando más, confinados al campo de la
medicina. Sin embargo, los problemas de salud están íntimamente vinculados
al funcionamiento de toda la comunidad y a los problemas sociales en todas
partes del mundo. Muchas enfermedades están ligadas directa o indirectamente
a la pobreza o al hecho de pertenecer a una minoría racial o étnica. El
SIDA, por ejemplo, o la drogadicción, requieren para combatirlos no sólo una
coordinación global sino también el encontrar soluciones a los problemas
sociales que favorecen su aparición y diseminación.

Existe sin duda una relación inversamente proporcional entre la salud y la
clase social a la que se pertenece. En el sector de la población que se
encuentra por debajo de la línea de pobreza, la mortalidad infantil es más
alta y se presenta una mayor incidencia de toda una serie de patologías como
afecciones respiratorias, diabetes, deficiencias nutricionales, artritis,
incapacidades físicas, enfermedades infecciosas y mentales. Por otra parte,
mientras más abajo en la escala social mayor es la probabilidad de ser
víctima de accidentes y de actos criminales.

La esperanza de vida aumenta cuando se tiene mejor acceso a servicios
médicos de calidad, a una dieta más variada y nutritiva y a una más amplia
información sanitaria; cuando se vive en casas más confortables e
higiénicas, se realizan trabajos menos agotadores, peligrosos y alienantes,
se dispone de más tiempo para el descanso y la recreación, y se poseen los
medios para viajar y disfrutar de los deportes, el arte y la cultura en
general.

Los servicios de salud en Estados Unidos se corresponden con el sistema de
estratificación de la sociedad. La distribución de los servicios médicos y
su calidad siguen una pauta comercial y se fundamentan eminentemente en el
lucro y no en la necesidad. La ganancia como base de las prestaciones de
salud es mucho más acentuada en Estados Unidos que en el resto de los países
desarrollados.

Las desigualdades de clase se acentúan en relación con la pertenencia a
minorías étnicas o raciales. Las minorías reciben generalmente cuidados de
salud de menor calidad que la población blanca, incluso en aquellos casos en
que los ingresos son similares y sus seguros médicos ofrecen, en teoría, la
misma cobertura.

Los amplios recortes a los programas de asistencia social realizados por la
administración Reagan dejaron trágicas secuelas ya que los trabajadores de
bajos salarios no pudieron pagar el alto y creciente costo de los seguros
médicos privados y, al mismo tiempo, quedaron excluidos de la ayuda
gubernamental.

El que carece de seguro de salud puede, en caso de emergencia por enfermedad
o herida grave, acudir a los hospitales estatales o del condado. El problema
consiste en que estos hospitales suelen quedar muy lejos de donde vive el
paciente, están siempre abarrotados, carentes de personal y sus presupuestos
no alcanzan para cubrir todas las necesidades. No es de extrañar, por tanto,
que los hospitales adonde van los pobres tengan las tasas más altas de
mortalidad.

Cualquier intento de reforma se enfrenta a la oposición de poderosas
corporaciones médicas, farmacéuticas ("Big Pharma"), empresariales y de
compañías de seguros, principalmente. Las tímidos cambios intentados por la
administración Clinton en 1993 fueron bloqueados por los intereses que
actúan a través del Congreso.

La reforma de salud de la administración Obama, que hasta el año 2014 no
desplegará toda su fuerza, tendrá que superar todavía muchos obstáculos, y
el aspirante presidencial Mitt Romney ha prometido revocarla si resultase
electo. La ley es muy importante porque aumenta notablemente la cobertura de
los servicios médicos y es un alivio para la población más necesitada pero,
no exageremos su potencial de cambio, la nueva ley no resuelve ninguno de
los graves problemas estructurales del sistema de salud, problemas que se
derivan de una estratificación social altamente polarizada, una injusta
distribución de la riqueza y desigualdades institucionalizadas.

En el mejor de los casos, si la reforma logra al fin imponerse y tener
éxito, estará todavía muy lejos de satisfacer el principio de que el pueblo
tiene derecho a recibir servicios de salud universales y gratuitos,
principio que sólo en la pequeña isla asediada del Caribe se aplica de
manera integral y consecuente.

[1] Paul Samuelson (1915-2009): Premio Nobel en Ciencias Económicas. Uno de
los fundadores de la Economía Neo-Keynesiana. Se opuso a los recortes de
impuestos a los ricos del presidente George W. Bush.


*Bioquímico cubano, actualmente reside en Miami. Trasmite con cierta
regularidad por Radio Miami el Programa "La Opinión del Día", que aparece
poco después en laradiomiami.com. Es colaborador de Areítodigital.net;
participa, con la Alianza Martiana, en la lucha contra el Bloqueo impuesto a
Cuba por Estados Unidos.

Imagen agregada RCBáez
--
Lic. Rosa Cristina Báez Valdés "La Polilla Cubana"
Moderadora Lista Cuba coraje, Coord. Red Social Hermes
<http://auto-hermes.ning.com/> para Cuba y A. Latina y miembro fundador de
la Red de Trincheras Amigas

@LaPolillaCubana

http://cubacoraje.blogspot.com/
http://auto-hermes.ning.com/profile/RosaCBaez

http://elblogdelapolillacubana.wordpress.com
<http://elblogdelapolillacubana.wordpress.com/>
http://lapolillacubana.blogcip.cu <http://lapolillacubana.blogcip.cu/>
http://lapolillacubana.typepad.com <http://lapolillacubana.typepad.com/>
http://bloguerosrevolucion.ning.com/profile/RosaCBaez

http://5heroes.multiply.com <http://5heroes.multiply.com/>
http://losqueremoslibres.blogspot.com/

¡JUNTOS PODEMOS LOGRARLO!
Libertad a los 5
¡YA!