sábado, 13 de octubre de 2012

Cuba y el Che Guevara Fidel Castro ron Triunfo de Chavez Venezuela Chaubloqueo Museo Che Guevara Toto a31

 

 

Por Cuba con emisiones periódicas le lleva la información del acontecer internacional relacionado con nuestro país y las batallas que libra por su pueblo y su soberanía; contiene espacios noticiosos y de opinión, seleccionados de medios de prensa internacional o generados desde nuestro país.  ISSN 1819-4044

 

 

 

Año 10 Número 85 | Fecha 2012-10-12

TITULARES

Opinión

"LA CLAVE ESTÁ EN SER AUDACES Y CREATIVOS" por Patricia Grogg

HUMANOS, ¿O NO?, EN TIEMPOS DE CAMBIO por Tania Chappi Docurro

TRIUNFO DE CHÁVEZ: UNA OFRENDA PARA EL CHE por José Steinsleger

UNOS TRAGOS DE HABANA CLUB POR FIDEL CASTRO por Yohandry Fontana

ELECCIONES EN VENEZUELA: LOS MEDIOS ANTICUBANOS Y SU SUEÑO FRACASADO por Vincenzo Basile

Opinión

"LA CLAVE ESTÁ EN SER AUDACES Y CREATIVOS"

por Patricia Grogg

Entrevista a Ricardo Torres, académico del Centro de Estudios de la Economía Cubana

Cuba ha sufrido una crisis económica profunda y permanente en los últimos 20 años y no se puede esperar que la cantidad de problemas acumulados desde entonces se resuelvan en poco tiempo, alertó el profesor e investigador Ricardo Torres.

Quien juzgue por ese camino el éxito o no de los "Lineamientos de la política económica y social" del gobernante Partido Comunista de Cuba y la Revolución, virtual hoja de ruta para la actualización del modelo impulsada por el presidente Raúl Castro, "nada conoce de ciencias sociales y está enviando una señal errónea", dijo Torres en entrevista con IPS.

IPS: ¿El ritmo de las reformas es lento solo por decisión gubernamental o también obedece a factores internos y externos?

Ricardo Torres: No estoy totalmente de acuerdo con ese criterio de que el ritmo de los cambios es lento. Depende de la óptica con que se mire el proceso.

Si entendemos todo lo que se deriva de los "Lineamientos" del Partido y la Revolución como un proceso de cambio social, hay que recordar que estos tienen menos de dos años de vida, lo cual no es mucho en estos casos.

Si se juzga respecto de las necesidades y las aspiraciones de la gran mayoría del pueblo cubano, incluso diría del gobierno, entonces sí puede que sea lento. Hay elementos del proceso interno que retrasan enormemente los cambios y el primero de todos es la inexperiencia ante lo inédito de las transformaciones.

IPS: ¿Qué otros factores internos frenan los cambios?

RT: Se ha dicho muchas veces, pero no está de más repetirlo. La mente de las personas es lo más difícil de cambiar y, si han hecho algo de determinada manera durante 50 años, no es fácil que acepten hacerlo de modo diferente en poco tiempo. Incluso en algunos casos ya será imposible el aprendizaje ante lo nuevo.

También hay un problema de intereses. Los cambios afectan a determinados grupos y sectores de la población y, por tanto, se van a oponer, utilizando los recursos que estén a su alcance para impedirlos o, al menos, para dilatar o entorpecer su avance. Es una reacción natural de protección de toda persona ante aquello que lo puede afectar.

IPS: ¿También influye el contexto externo? ¿En qué sentido?

RT: Desde el punto de vista internacional hay muchos aspectos que retrasan las transformaciones en Cuba. El primero de todos es la política exterior de Estados Unidos, que no ayuda al pueblo cubano, porque está basada en el falso supuesto de que lo único bueno y positivo para este país es un cambio de régimen tal cual lo entienden ellos.

Ese supuesto es válido para Washington, pero no para la vida del pueblo cubano. Este país tiene que cambiar todo lo que debe cambiar, pero lo va hacer en su propio interés y para beneficio de la sociedad, no porque un gobierno extranjero piense que es importante para nosotros hacer esto o aquello.

Tal como está diseñada actualmente, esa política (estadounidense) no favorece para nada este proceso de transformaciones que vive la isla y crea resistencia en determinados sectores del gobierno y de la población. Además, obstaculiza el desarrollo económico y social, porque deja a Cuba en desventaja para competir en el mercado internacional.

IPS: ¿Estamos hablando del embargo?

RT: No soy político, sino economista, y responsablemente le digo que el bloqueo estadounidense tiene un efecto adverso sobre la economía y la sociedad cubana, imposible de desconocer.

Cada año cuesta dinero y también calidad de vida para el pueblo cubano.

Lo que no podemos decir es que todos los problemas de Cuba se deban al bloqueo económico de Estados Unidos. Ni el bloqueo es responsable de todas las malas decisiones que hemos tomado en estos 50 años en algunos ámbitos.

IPS: La situación es difícil para la población cubana, muchas personas se declaran pesimistas y no ven luz al final del túnel. ¿Cómo se puede mantener el consenso en tales circunstancias?

RT: Yo le veo salida y esta es una opinión muy personal. Para nosotros es clave ser audaces y creativos. Puede darse el caso de que nos veamos encerrados en un círculo vicioso que obligue a tomar una medida inesperada y radical, que aparentemente rompa el consenso. Si es de interés a largo plazo para el país, habrá que hacerlo y explicarlo.

Estoy pensando en la relación con Estados Unidos, en la actitud hacia la empresa privada, en la descentralización efectiva y real de la toma de decisiones, en la manera en que a veces se coordinan o se rigen las relaciones económicas del país o las internacionales, en general. Todo eso requiere un cambio de mentalidad importante.

IPS: ¿Considera usted que Cuba tiene condiciones para el desarrollo?

RT: Claro que sí, para crecer y desarrollarse. Lo que hace falta es estrategia, visión de futuro y romper con muchos dogmas que siempre están presentes en la mayoría de los casos.

IPS: ¿Diría usted que para ese empeño existe voluntad política?

RT: Sí, yo creo que la hay y también existe una aspiración legítima de todo el pueblo cubano. Prueba de la voluntad política es que hoy se observa una nueva visión, más pragmática, más ajustada a la realidad, que es más flexible a la hora de tomar decisiones y tiene más en cuenta las condiciones reales de la isla.

Por otra parte, la academia está teniendo un rol más importante en la toma de decisiones. Yo creo que esa es una feliz iniciativa de este proceso de transformaciones. Por supuesto, no siempre estamos conformes con el nivel de participación que tenemos y queremos más.

Si nos dedicamos a tiempo completo a investigar determinados temas relevantes para Cuba, queremos que se aproveche ese conocimiento, porque en definitiva nuestro interés como economistas, entiendo yo de la mayoría, es que nuestro país progrese y que todos sus habitantes puedan llevar una vida más cómoda y plena.

Fuente: IPS

Para enviar comentarios acerca de este artículo haga clic aquí

ir a titulares

HUMANOS, ¿O NO?, EN TIEMPOS DE CAMBIO

por Tania Chappi Docurro

Después de asistir a varios Último Jueves de la revista Temas, pensaba que ya ninguno podía asombrarme. Al llegar a este, sabía perfectamente —al menos eso creía— lo que iba a ocurrir: los panelistas empezarían con las aristas teóricas, el público calentaría el debate con preguntas y opiniones tendientes a analizar, cuando no a macerar la realidad cubana (siempre asiste alguien más interesado en culpar de todo al gobierno que en dialogar con el resto de los presentes); el panel cobraría bríos y se zambulliría en los problemas de la cotidianidad. No obstante, abundaron las sorpresas.

“¿Valores en crisis?” fue el asunto planteado ante los concurrentes, quienes en sillas, asientos improvisados y hasta en las escaleras, colmaron la sala Fresa y Chocolate del ICAIC, junto con los disertantes Laura Domínguez, sicóloga y profesora de la Universidad de La Habana; Wilfredo Mederos, primero maestro emergente en la educación primaria y, en la actualidad, docente de la Facultad de Ciencias de la Educación; Monseñor Carlos Manuel de Céspedes, párroco de San Agustín, pedagogo del Seminario de San Carlos y San Ambrosio; e Israel Rojas, músico, integrante del conocido dúo Buena Fe.

Raúl Garcés, subdirector de la revista Temas y moderador del encuentro, abrió el intercambio con un llamado a “trascender los estereotipos y frases hechas” —bien abundantes, por cierto— existentes alrededor de esta problemática. La óptica general de las intervenciones que siguieron  tendió a reconocer que sí existe una situación compleja respecto a los valores, una crisis no solo cubana, sino de carácter global, pero en la Isla tiene solución si actuamos de inmediato. Ni llegamos al cataclismo, ni podemos dormirnos en los laureles.

Sin conflictos no hay cambio

“Dentro de la sicología, la categoría crisis tiene dos acepciones: una es negativa, en tanto momento de desestructuración, ante determinadas circunstancias que crean tensiones; la otra, plantea que la crisis es la fuerza impulsora del desarrollo, porque las personas crecen por las contradicciones entre ellas y el medio, y consigo mismas, pues todos tenemos un ideal respecto con el individuo que deseamos ser”, precisó Laura Domínguez.

Al decir de Monseñor Carlos Manuel de Céspedes: “Se menciona la crisis de valores en Cuba como si fuera algo exótico, completamente nuevo. Podemos hablar de un mundo que se acaba, pero no se está acabando el mundo porque  haya unos valores nuevos y otros, ya no se cultiven.” Recordó cuando en 1959 se realizó un Concilio Vaticano. Alguien le preguntó al Papa para qué lo había convocado y el pontífice respondió: ‘Para que entre aire fresco en la Iglesia’. "Y creo que ese aire fresco es lo que a veces llamamos crisis, pero se trata de una crisis constructiva, y es un aire fresco al que no podemos renunciar”.

Israel Rojas confiesa que luego de viajar fuera de Cuba ha reevaluado la situación nacional. “Los problemas de valores que tenemos son pequeños en comparación con los que he visto en otros países. Lugares donde la existencia no vale un medio, donde ser devoto de un equipo deportivo puede costar la vida solo por ir a ver un partido”.

El criterio de un grupo de estudiantes llegó a través de las palabras de Wilfredo Mederos. Algunos de ellos le comentaban recientemente que no percibían en Cuba una crisis de valores, sino diferencias entre la visión que ellos tienen del mundo y la de otras generaciones.

Si por un lado no debemos temer a la crisis, sí necesitamos prestar mucha atención a los valores que se relegan y a ciertos otros que emergen y son defendidos en nombre de la pluralidad y la diversidad. Sobre ello comentó desde el auditorio, entre otros, el intelectual cubano Desiderio Navarro: “Tengamos presente que la pluralidad no es en sí misma valiosa, puede ser una pluralidad de basuras. Se habla de los valores siempre en sentido positivo y eso es un error, porque también hay valores que no lo son, como el individualismo”.

Ojos nuevos sobre arenas movedizas

“No es cierto que la juventud esté perdida”, y resulta provechoso que no sea simple repetidora de las acciones de sus padres y abuelos, insistieron panelistas y concurrencia. Sin embargo, emergieron matices.

Desde hace 36 años Laura Domínguez imparte clases en la Facultad de Sicología de la UH. Allí se ha especializado en estudiar la adolescencia y la juventud, “periodos complejos, pues en ellos se produce un acelerado desarrollo de los componentes morales de la personalidad; y en la juventud, en particular, se establecen los valores como formaciones complejas de la personalidad, los cuales son realmente asumidos y reguladores del comportamiento cuando se vuelven convicciones”. Su experiencia le permite afirmar: hay jóvenes activos, pero una parte no despreciable de la masa juvenil es inerte. “Y creo que lo es —discurrió— porque se lo damos todo, sin dejar que se lo ganen ellos. Además, a nivel mundial, se produce el florecimiento de una filosofía posmoderna que incentiva a pensar en que lo que vale es el aquí y el ahora y limita la capacidad de las personas para proyectarse hacia al futuro a través de planes y metas, un importante indicador de la personalidad madura, proyección que cada quien realiza en función de los valores que posee".

“Por supuesto, hay que atender la situación de los valores en Cuba y en el mundo. En investigaciones efectuadas por el Centro de Investigaciones Sicológicas y Sociológicas, bajo la dirección de la Dra. María Isabel Domínguez, se evaluó el impacto de los años 90 sobre la juventud cubana. Y aparecían, como resultado de dicho impacto, la disminución y poco desarrollo de la conciencia de igualdad, problemas en cuanto a la socialización, deterioro en los valores, falta de motivación para la continuación de estudios, lo que dio lugar a la deserción escolar. También aumentó la pasividad juvenil hacia el desempeño de labores sociales y económicas, el éxodo migratorio alcanzó un nivel muy elevado, casi comparable con el que se produjo en los años 60; se generaron indicadores de desajuste social, como el aumento del alcoholismo, la violencia, y la aparición y desarrollo de la prostitución”, refirió.

Alguien del público ensalzó la actuación de los jóvenes en diversos sectores y tareas importantes para la Isla. Otro de los presentes aseveró: “pero ellos ven a sus mayores en crisis, además de vivir grandes cambios, hasta hace poco rechazados por la dirección del país”.

Numerosas interrogantes se formulan por el profesor Wilfredo Mederos y “los jóvenes del grupo en el que yo me desenvuelvo. Si hablamos hoy de patriotismo, ¿cómo la juventud puede ser patriota, qué alternativas tiene? ¿Asumir simplemente lo que se le orienta? Siento que nuestro país tiene muchas potencialidades para ser un mejor país, para generar valores, y eso no se explota. Me pregunto por qué no. ¿Por qué nuestras ideas muchas veces no las podemos aplicar? ¿Acaso pensar en una Cuba mejor es renunciar a la Revolución?”

Solo en los cuentos de hadas

Hombres y mujeres perfectos, resplandecientes de intachable virtud en cualquier circunstancia, nunca han morado sobre la Tierra. Entre las opiniones recurrentes en el pasado Último Jueves, escuchamos: en los seres humanos los valores no crecen ajenos al mundo exterior, sobre ellos inciden factores económicos, políticos, sociales, culturales. Incluso, una de las asistentes nos sorprendió con un pensamiento de Martí que todos los cubanos, erróneamente, creemos conocer bien: “Ser bueno es el único modo de ser dichoso. Ser bueno es el único modo de ser libre. Pero, en lo común de la naturaleza humana, se necesita ser próspero para ser bueno”.

“Hoy padecemos una crisis económica mundial y eso se expresa también en los valores de las personas —reflexionó la Dra. Domínguez—. El hombre piensa como vive, no vive como piensa. Marx afirmó que para hacer política, filosofía y arte, el hombre primero necesita comer, vestirse y poseer un techo donde guarecerse".   

“Desiderio Navarro se refirió, como aspecto central en los problemas que estamos confrontando, a la contradicción entre los valores declarados y los valores practicados. Al respecto, en una investigación que acabo de concluir con estudiantes de primer año de diferentes carreras de la UH, constaté que los alumnos encuestados declaran como valores importantes en el desempeño de su especialidad, en primer lugar la profesionalidad; en segundo, la responsabilidad; en tercero, la honestidad; en cuarto, la solidaridad; y en quinto y último, ojo con esto, el compromiso social. En este sentido, tendríamos que profundizar en futuras investigaciones para poder predecir si estos valores hoy declarados, también serán valores asumidos en su futura practica profesional, ya que nuestra realidad ha conducido a que algunos le den a una persona más valor por lo que tiene, que por lo que es.”

Esa última premisa la oímos a menudo en canciones de moda muy criticadas por exaltar de igual modo el machismo, la violencia contra la mujer, la procacidad. Para el integrante de Buena Fe, el pecado original no puede achacarse al género musical, pues “el reguetón es la sombra de un fenómeno mayor, latente casi siempre en los sectores donde las concepciones sobre la escuela, la familia, están más difusas”.

Los valores no se fortalecen por decreto

Tal opinó uno de los espectadores y otros lo apoyaron. Si inquieta a los reunidos en la sala Fresa y Chocolate la manera en que los cubanos, en lo personal, vivencian determinados valores, también les preocupa la responsabilidad de quienes guían hoy al país, de las instituciones, de quienes son formadores de opinión. Al respecto, afloraron disímiles incoherencias entre lo que se pretende y lo usual en el día a día.

Acerca de una caricatura política obscena, irrespetuosa, publicada por un periódico cubano de alcance nacional, comentó una profesora de ética y sociología: “Mis alumnos me preguntaron cómo explicarlo desde los valores. Solo pude responder: ‘Es politiquería barata’. En la sociedad no solo puede haber transformaciones económicas, políticas, también son necesarias las de orden espiritual y eso era una aspiración martiana. No se logró ni se está logrando ahora”.

No cabe duda alguna a Israel Rojas, urge renovar en Cuba la manera de trasmitir los valores, las instituciones implicadas. “Conocí en la Sierra Maestra a un señor que durante 30 años trabajó en una bloquera y vivía en una casa de guano —relató—. Jamás se construyó una de bloques. Sus hijos nunca lo comprendieron, como no lo comprendería nadie, eso es obvio. Cuando se jubiló le dieron un diploma y adiós. ¿Hasta qué punto los instrumentos que tenemos para jerarquizar un modelo de hacia dónde debe ir la sociedad y cómo estimularlo, funcionan? Otro ejemplo: ¿En cuántas películas norteamericanas se escucha, e incluso si el filme está bien hecho emociona oírlo, el himno nacional?, ¿en cuántas cubanas lo escuchamos? En la TV los spot de ¿Grabaste? no llegan a los televidentes. En eso los creadores tenemos responsabilidad”.

Según el arquitecto y urbanista Mario Coyula, en muchos problemas a los que nos enfrentamos ha incidido la gran “defoliación” realizada tras el triunfo revolucionario de 1959. Entonces se eliminaron numerosos aspectos negativos inherentes a la burguesía, y a la par “buenos modales, normas de convivencia”.

Sobre ambos comentarios versó la siguiente opinión de Monseñor Carlos Manuel de Céspedes. “Un maestro de tolerancia fue José Martí, quien tenía sus ideas y las mantuvo hasta el final de su vida, pero era incapaz de expresarse de manera vituperable de quienes no pensaban como él. Tenía amigos que no fueron independentistas, entre ellos el autonomista Nicolás Azcárate".

“En cuanto a la barrida generalizada que se hizo en 1959: la Revolución barrió con valores reales de aquella sociedad, eso no debió suceder, pero es bueno que ocurran revoluciones que obliguen a cambiar cosas y a crear sociedades más justas”.

Rafael Hernández, director de Temas, acotó: “Lo del 59 no fue una defoliación, sino una chapea. Y éramos muchos los que estábamos chapeando entonces, no era la Revolución la que estaba echando un tóxico. Lo fundamental que se chapeó no fueron los valores de la burguesía, sino la desigualdad. Y se sembró la idea de la igualdad, que es un valor muy importante”. A continuación, introdujo un giro, para mí inesperado, en su razonamiento: “Eso valió la pena, siempre que ese valor pueda seguir sobreviviendo. La cuestión es cómo podemos preservarlo. ¿A través de clases de moral y cívica? Estoy a favor de ellas, pero ¿realmente creemos que podemos cambiar la mentalidad solo con conferencias? Años atrás si se establecieron nuevos valores fue porque cambiaron las prácticas; al abrirse el país a la participación de la gente, cambiaron las conductas de las personas. Ahora, ¿sin que cambien las jerarquías establecidas, el acceso al poder, pueden transformarse la mentalidad y los valores?”

Amores son acciones y no buenas razones

“Hemos pasado de los valores individuales a los valores a nivel de la nación. Pregunto: ¿qué vamos a hacer para preservar lo que queremos para Cuba?", terció en este punto Raúl Garcés.

“Una vía es la actividad que la persona realiza —propuso Laura Domínguez—, pero no cualquier actividad es formadora de valores, lo son solo aquellas que adquieren para el sujeto un sentido sicológico. Otro camino fundamental es la relación que establece el sujeto con quien le rodea (familia, escuela, amistades, vínculos profesionales, etcétera.) Toda comunicación no es formadora, para poder llegar al joven y al no tan joven, se tiene que partir del diálogo, no puede ser una comunicación basada en el monólogo. El profesor ha de ser ejemplo, si él no está convencido de una cosa, cómo va a convencer a los demás, y es uno de los grandes problemas que tenemos. Porque los maestros precisan estar bien preparados, en cualquier nivel de la enseñanza, no solo para trasmitir conocimientos, sino para formar personalidades. En esto son responsables igualmente el Estado, el Partido, la FMC, los CDR, la Asociación de Combatientes; es decir,  la sociedad en su conjunto y todas sus instituciones".

Wilfredo Mederos reclamó “ser parte y a la vez formar parte, porque muchas veces nos quieren hacer partícipes de algo sin que nosotros lo hayamos decidido. Por ahí debe ir el camino: lograr mayor y verdadera participación de las personas. Mientras eso no exista, aumentará la distancia entre lo que se hace y los valores que necesitamos”.

A favor del socialismo participativo —asombrados quedaron algunos de los presentes— se pronunció Monseñor Carlos Manuel de Céspedes. “Debe haber una participación de todos: las diversas tendencias sociales, los organismos oficiales, la familia, la iglesia, las sociedades culturales, los escritores, los artistas; cada uno tiene algo que aportar. Y del diálogo entre ellos puede surgir esa sociedad en la que todos estemos de acuerdo aunque pensemos diferente sobre diversos asuntos”.

El privilegio de la última palabra recayó sobre Israel Rojas. “Lo primero es trabajar para que las placitas tengan comida. Hay que seguir haciendo todo lo posible para garantizar una independencia económica para el país, eso es una condición indispensable”, manifestó. Y para concluir —eso sí no podía esperarlo nadie— abogó por algo que los periodistas cubanos hemos solicitado en varias ocasiones: “junto con la política cultural resulta necesario acabar de establecer una ley de prensa, para a partir de ahí comenzar a crear un imaginario social creíble, y que los medios de comunicación puedan presentar de manera crítica y creíble al noble guajiro que nunca robó un ladrillo en su vida, y el valor de la honestidad vuelva a ser coherente”.

Sin dudas la vida en Cuba hoy, y las reflexiones que suscita, es mucho más rica que cualquier idea preconcebida.

Fuente: La Jiribilla

Para enviar comentarios acerca de este artículo haga clic aquí

ir a titulares

TRIUNFO DE CHÁVEZ: UNA OFRENDA PARA EL CHE

por José Steinsleger

En la crónica Sin olvido. Crímenes en La Higuera, los investigadores cubanos Adys Cupull y Froilán González transcribieron los apuntes del periodista inglés Richard Gott en la tarde del 9 de octubre de 1967, cuando el helicóptero que transportaba el cadáver del Che aterrizó en Vallegrande.

El corresponsal de The Guardian, escribió: “…la operación fue dejada en manos de un hombre en traje de campaña, quien –y todos los puntos convergen– era incuestionablemente uno de los representantes del servicio de inteligencia de Estados Unidos y, probablemente, un cubano”.

Cuarenta y cuatro años después, el 13 de abril de 2011, en el transcurso de un acto en homenaje a veteranos de la derrotada invasión mercenaria de Playa Girón (Cuba, 1961), la presidenta del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, Ileana Ros-Lehtinen, se fotografió en el Capitolio de Washington con el misterioso personaje: Félix Rodríguez, el asesino del Che.

¿Cuán cierto será que las ideas del Che han sido degradadas a mera iconografía de llaveros, tacitas y playeras? Creo que la interrogante se responde sola, pues también sus enemigos se han encargado de evocar, por la negativa, su memoria.

No satisfecha con el homenaje referido, doña Ileana (a quien los cubanos de Cuba llaman con el cariñoso apodo de Loba Feroz), sufrió una crisis de histeria en septiembre pasado, cuando la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), envió un correo electrónico interno con una imagen del Che para celebrar el "mes de la cultura hispana"

La fotografía mostraba un carruaje de La Habana tirado por un caballo, pasando al lado de un mural con la foto del Che. Doña Ileana comentó: "Sin duda, la EPA podría haber elegido la imagen de una persona hispana que realmente poseía los atributos que muestran nuestra orgullosa identidad hispana". O sea que el Che no descendería, en línea directa, del virrey de Perú José de la Serna Martínez de Hinojosa y Trujillo (1770-1832).

Dos verdades: la una, relativa a la imagen mercantilizada del Che. Y la otra, que por aparecer en los estandartes de cuanto movimiento insurgente o juvenil irrumpe en los cuatro puntos de la Tierra obligó a que en los recientes Juegos Olímpicos el gobierno inglés girase instrucciones a la policía de Londres para impedir el ingreso a los estadios a los que usaran playeras con la imagen del Che.

En 2007, con motivo del 40 aniversario de la caída del Che, escribimos que de la justicia de la comparación entre las unas y otras imágenes del guerrillero heroico, depende “…la claridad y la transparencia de la imagen”. O dicho de otro modo: ¿qué imagen nos interesa proyectar del Che?

Sin respuestas de cajón, la inquietud ofrece cierto grado de complejidad. En particular, para los que lejos del "guevarismo" y sus teorías, llevan al Che en sus corazones. Pacifistas y tolerantes a la carta, abstenerse: ni por asomo, aludimos a los que se regodean con la besucona dicotomía "violencia/no violencia".

El legado del Che fue como el de Leonardo, aquel mago del Renacimiento que nunca finalizaba sus proyectos, dejándolos en bocetos o a medio hacer para que sus discípulos los continuaran. ¿No dijo el Che que había pulido su voluntad “…con delectación de artista”?

Los expertos en "Historia del Derrotismo" podrán sostener que las luchas revolucionarias de Miranda, Bolívar, Hidalgo, Morelos, Guerrero, fueron como las del Che, perdedoras. Sin embargo, habrá de repararse en que la gallardía de la que todos ellos dieron ejemplo, permitió que nuestros pueblos empezaran el siglo desempolvando sus bocetos, y poniéndolos al día con los nuevos ideales de la emancipación.

En Vallegrande, el inglés Gott apuntó que el Che “…fue quizá la única persona que tratara de encaminar las fuerzas radicales en todo el mundo, en una campaña concentrada contra Estados Unidos. Ahora está muerto, pero es difícil imaginar que sus ideas mueran con él”.

Me parece que en todo lo relativo al Che (y lamento si los inspectores de revoluciones caen en profunda depresión), habrá que revalorar el término "ideas" haciéndole un corte de manga al vocablo "ideología", inescrutable y resbaladizo concepto de origen germano.

El legado del Che fue la continuación de nuestro propio Renacimiento político, puesto en acción por don Francisco de Miranda hace más de 200 años. Prueba de ello la encontramos en el satélite de comunicaciones que lleva su nombre (lanzado en septiembre último desde el desierto de Gobi en el marco de la cooperación China-Venezuela), que transmitió al mundo la arrolladora victoria de Hugo Chávez.

No viene al caso especular acerca de cuál hubiera sido la posición del guerrillero heroico frente a la revolución bolivariana. Pero guardo la sensación de que no bien se conocieron los resultados de los comicios presidenciales, el espíritu de Miranda se habrá dicho: … ¡qué linda ofrenda para el Che!

Fuente: La Jornada

Para enviar comentarios acerca de este artículo haga clic aquí

ir a titulares

UNOS TRAGOS DE HABANA CLUB POR FIDEL CASTRO

por Yohandry Fontana

Cada dos o tres meses Twitter mata a Fidel Castro, y cuando uno comienza a seguirle la pista a la cosa, por lo general,  la punta aparece en Miami, la cloaca de la información mundial.

Me imagino que el tablazo de Hugo Chávez en Venezuela, con más de 8 millones de votos por el socialismo,  los tiene que haber mareado mucho. Bueno, cuentan que algunos diarios tenían sus planas listas para anunciar la victoria de Capriles. No sé a dónde fueron a parar esos papeles, ni me interesan.

Fidel Castro ha estado al tanto de la victoria de Hugo Chávez; y el propio Chávez ha confirmado que se cartea con Fidel, y que le ha enviado un saludo de felicitación por la victoria de las elecciones. Pero nada de eso importa, el asunto es volver a asesinar a Fidel, una vez más. En eso la CIA tiene el récord, ya que en más de 600 ocasiones trató de hacerlo, sin resultados.

En la mañana, la prensa cubana informaba del homenaje de Raúl y Fidel a los próceres cubanos por el 144 aniversario del inicio la lucha de independencia. Pero nada de esto fue consultado por algunos medios internacionales que han mordido el anzuelo.

Twitter, desde que ando en esto de las redes sociales, unas 5 veces ha matado a Fidel y a otros líderes mundiales. Es un virus con el que, poco a poco, aprendemos a vivir.

Por lo demás, yo tengo que darle una mala noticia a los terroristas del Sur de la Florida: Fidel Castro está vivo.

Como dijera el escritor español José Zorrilla en su "Don Juan Tenorio" : "Los muertos que vos matáis gozan de buena salud"

Y bueno, como lo de Marta Beatriz Roque, al que le guste el aguacate que se lo coma. A mí lo que me encanta es la piña colada y el agua de coco con Habana Club, y los tragos de esta noche van a la salud de Fidel Castro.

Fuente: Yohandry´s weblog

Para enviar comentarios acerca de este artículo haga clic aquí

ir a titulares

ELECCIONES EN VENEZUELA: LOS MEDIOS ANTICUBANOS Y SU SUEÑO FRACASADO

por Vincenzo Basile

Durante meses, las elecciones venezolanas han estado al centro de la atención de los medios anticubanos más ultraderechistas radicados en Miami o en España que han intentado, con el apoyo de los medios más importantes del mundo, cualquier vía para respaldar a Enrique Capriles contra el presidente Chávez.

Todos los citados medios han tratado más de una vez de difundir noticias manipuladas en el intento de favorecer la campaña política del candidato opositor. En ese sentido, dichos medios han inventado una y otra vez el inminente fallecimiento del presidente Chávez debido a su enfermedad cancerosa, un supuesto parentesco de Capriles con Simón Bolívar y las más catastróficas consecuencias -anunciadas por el fanático, belicista y xenófobo candidato presidencial norteamericano Romney- que una victoria de Chávez tendría para la seguridad de todo el hemisferio, en términos de narcotráfico, terrorismo islámico y armas nucleares (es decir, lo que los Estados Unidos han financiado por el mundo durante los últimos sesenta años).

En esos últimos días -tras las elecciones venezolanas que se pronunciaron una vez más en favor del presidente bolivariano- dichos medios, expresión de una estrecha pero aún poderosa élite fascista anticubana, nos han dado una verdadera muestra de hasta que punto son capaces de aceptar la libertad ajena y, sobre todo, hasta que punto están dispuestos a sacrificar los intereses del pueblo de Cuba.

Emblemático, pero no único, resultaba un editorial publicado por Diario de Cuba que titulaba “Oxígeno para La Habana. El triunfo de Hugo Chávez es una pésima noticia para los cubanos de a pie” y que escribía que para Cuba esto significa la continuidad de una ayuda económica privilegiada. Venezuela es su primer socio comercial […] El triunfo electoral de Chávez es, por tanto, una pésima noticia para los cubanos de a pie, pues libra a Raúl Castro de las presiones que podrían obligarlo a implementar los cambios necesarios.

Análogamente, Martinoticias hablaba de la victoria de Hugo Chávez como un alivio para Cuba y El Nuevo Herald definía dicha victoria como una mala noticia para la democracia ya que ahora los aliados del hemisferio estarán más dispuestos a profundizar el Socialismo del Siglo XXI en sus propios países y, sobre todo, eso constituye un gran alivio para el régimen de los hermanos Castro en Cuba, ya que remueve el riesgo de que Venezuela ponga fin a los envíos de petróleo subsidiado.

Son evidentes las razones que justifican porque todos los citados medios anhelaban la derrota del presidente Chávez en Venezuela y lo que soñaban para una Cuba postchavista. En una muestra de total odio al pueblo cubano y de desprecio por su efectivo bienestar, según esos medios, la derrota bolivariana habría llevado a Cuba en una suerte de nuevo periodo especial y -repitiendo el discurso político fascista y terrorista que desde hace décadas motiva el bloqueo contra Cuba y ha inspirado también los atentados terroristas contra las instalaciones turisticas en la década de los noventa- el hambre y la pobreza del pueblo cubano hubieran finalmente realizado su sueño incumplido ocasionando la tan añorada caída del castrismo, cueste lo que cueste, pase lo que pase.

Fuente: Capítulo Cubano

Para enviar comentarios acerca de este artículo haga clic aquí

ir a titulares


Estos textos pueden ser reproducidas libremente (siempre que sea con fines no comerciales) y se cite la fuente.
Las opiniones del Autor no tienen que coincidir necesariamente con las del Consejo Editorial del Boletín.

Si no desea seguir recibiendo este boletín haga click aquí

Cubarte, 2008.