programas de TV que tenía en MIAMI BITCH (en realidad es beach) . El idioma inglés es casi perfecto, observen que las dos palabras suenan idéntico y una es metáfora viva de la otra. Toto de Caballito Soho.
Datos ocultos sobre las elecciones en Cuba
Acaban de celebrarse elecciones en Cuba.
Y resulta curioso que, en un país presentado en los medios de todo el mundo
como un “estado totalitario”, haya participado en ellas el 90 % de la
población, sin que el voto –al contrario que en algunos países de la región-
sea obligatorio (1).
De hecho, ninguna crónica internacional
narra suceso alguno de intimidación o amenaza contra personas que decidieron no
acudir a votar.
foto - un millón de cubanos se reunen en la Plaza de la Revolución de La Habana CUBA, la gigantesca bandera cubana cubre el frente de un edificio y el gigantesco rostro de Ernesto Che Guevara nos da envidia a los argentinos.
La llamada “disidencia” cubana
–caracterizada en los medios como “oposición política”- proponía como fórmula
de protesta contra estos comicios la abstención, el voto nulo o el voto en
blanco (2). Pero, a pesar de todos sus esfuerzos, la suma total de todas las
modalidades de boicot (abstención más boletas blancas y nulas) no superó el 16
% (3).
Sin embargo, el mensaje común de la gran prensa
internacional sobre estas elecciones coincide con el de esta “disidencia” que
apenas moviliza seguidores. Para ambos, las elecciones cubanas son un mero
formalismo (4).
Para demostrar la supuesta falta de
legitimidad de las elecciones cubanas, algunos medios han difundido diversas
falsedades sobre sus procedimientos. Por ejemplo, que las candidaturas son
propuestas por el Partido Comunista. La agencia británica Reuters
afirmaba que la “lista de 612 diputados (fue) seleccionada por el Partido
Comunista para la Asamblea Nacional” (5). La Cadena Ser, radio
del grupo español Prisa, decía que “el Partido Comunista Cubano (PCC) (…) copa
todos los puestos relevantes en las diferentes instituciones” (6). Nada de esto
es cierto. El Partido Comunista de Cuba no interviene en el proceso electoral,
que se realiza en dos fases: la primera, realizada en octubre del pasado año,
fue la de los comicios municipales. Allí, cualquiera, en su barrio, pudo
proponerse o proponer como candidata a otra persona de su vecindario, fuera
militante del Partido o no (7).
foto - un cubano coloca su sufragio en la urna, custodiada por dos escolares de primaria, que saludan con su manitos en la frente y en voz alta dicen " Votóóó.. "
También lo pudieron hacer los llamados
“disidentes” que, en las rarísimas ocasiones en que han participado, jamás han
sido electos en las asambleas de base.
Este derecho que tiene la población cubana
a participar directamente en la composición de las candidaturas es algo
desconocido en la mayor parte de las supuestas “democracias” occidentales (8).
En una segunda fase, la realizada este
pasado domingo, la población votaba por sus representantes provinciales y para
la Asamblea Nacional o parlamento. En la lista de candidaturas para este
parlamento, se incluía un 50 % de delegados o delegadas de barrio que fueron
electos por la población en la primera fase municipal (9). Por ello, si algún
“disidente” hubiera sido elegido desde la base, habría tenido opción de llegar
al Parlamento.
Pero hay otros datos y detalles que los
medios prefieren no contar, porque contrastan con la realidad de las
“democracias estándar”. Por ejemplo, que el Parlamento cubano ha conseguido la
paridad entre hombres y mujeres sin necesidad de cuotas por ley; que el
promedio de edad es de 48 años, y que los jóvenes menores de 25 son el 18 % de
la Asamblea, algo que destruye el mito de la “gerontocracia” cubana; que la
población negra o mestiza ocupa el 37 % de los escaños; o que el parlamento
–lejos del elitismo de otros países- acoge un completo arco iris social de
artistas, líderes religiosos, campesinas, estudiantes u obreros metalúrgicos,
que no cobran salario alguno por su trabajo parlamentario (10).
foto - anciana cubana está por votar, la bandera con estrella de 5 puntas cuelga en esa aula de escuela secundaria, dos alumnas custodian las urnas y alzan sus manos a la frente para gritar ¡ votóoo ! cuando el ciudadano introdujo ya en la urna su papeleta. Mudo testigo es Ernesto Che Guevara que engalana las paredes de todas las aulas cubanas.
Para entender el modelo electoral de Cuba,
y no aplicar comparaciones mecánicas con el vigente en otras sociedades, es
necesario tomar en cuenta dos elementos clave: uno, la composición
socio-clasista del país, radicalmente distinta a la de las polarizadas
sociedades capitalistas de su entorno; y dos, la guerra y bloqueo económico
impuestos al país por la mayor potencia del mundo, elemento condicionante
número uno para la posible ampliación de espacios políticos y sociales en la
Isla.
Pero parece que a los medios
internacionales les resulta menos incómodo enjuiciar la democracia cubana
aplicando los viejos cánones de la desgastada democracia burguesa.
*Coordinador de Cubainformación.
¿Conoce usted que hay Cinco luchadores antiterroristas cubanos presos injustamente en cárceles de Estados Unidos?
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