viernes, 7 de junio de 2013

Desaparecido asesinado celador argentino escritor periodista poeta Roberto Santoro Zelmar Michelini Llamas de Madariaga Alberto Costa Haroldo Conti




De: Dlia Hrmosi [mailto:cernadasno@yahoo.com.ar]
Enviado el: viernes, 07 de junio de 2013

Asunto: En el Día del periodista: A Roberto Santoro

Roberto Santoro, poeta, periodista, trabajador de la educación, hijo, marido, padre, hermano, argentino, desaparecido.
Antes de que se lo llevaran dijo al último compañero con el que pudo hablar: “Vienen por mí, cuidá a los chicos”  En la amada memoria de mi compañero educador, de mi compatriota argentino, al que sólo conocí por su obra, saludo a los periodistas dignos de ser como él, hombres simples abocados a una tarea grande que puede costar la propia vida, sólo por relatar la verdad en su tiempo, por ser los testigos de la historia. Por ser humana, soy acreedora de la pena que corresponde a quienes me robaron su vida, exijo juicio y castigo, no perdono, no me olvido y simplemente no me reconcilio. Delia Hermosí DNI 4.246.907
El 3 de junio de 1976 Roberto Santoro escribió una carta dirigida a la Confederación de Escritores Latinoamericanos, con sede en México, para denunciar y difundir la desaparición de personas. Allí menciona el arresto del director del periódico Alberdi y el secuestro de Haroldo Conti y Alberto Costa, entre otros periodistas y escritores. Denuncia también la golpiza a que fue sometido Enrique Llamas de Madariaga ( La Razón ) y el secuestro y asesinato del periodista y ex senador uruguayo Zelmar Michelini. Veamos algunos fragmentos de la carta “Hasta aquí los datos que poseo. El presidente, no obstante, habla de la libertad y de la democracia. Se liberan los precios. Hay cesantías en masa. Distribuyen una cartilla para prevenir actividades subversivas en las escuelas. El presidente dice que rechaza la prensa complaciente, la planta Ford de General Pacheco, que ocupa 4800 trabajadores, cierra por cinco semanas. EEUU acepta el plan del ministro de Economía, hombre ligado a los monopolios; los obispos hablan de paz y rezan. Borges declara que la literatura y el arte son formas de placer (...) Lo cierto es que los compañeros siguen presos y es necesario que ustedes, a través de la Confederación de Escritores Latinoamericanos, nos den una mano, la de la solidaridad (...) y a favor de la causa popular testimonien el atropello de las burguesías sobre el proletariado (...) Hermanos, discúlpenme la letra, no tengo máquina donde estoy. Compréndanme, compréndannos. De todas maneras somos optimistas. Esto recién ha comenzado. El presente es de lucha, el futuro es nuestro”  
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El 1ro de junio de 1977, mientras las clases en el turno noche en la Escuela Nacional de Educación Técnica nº 25 del barrio de Once se desarrollaban con normalidad, tres hombres se acercaron preguntando por uno de los preceptores, Roberto Santoro. Uno de ellos dijo ser hermano de un alumno. Cuando el buscado se presentó, los desconocidos lo redujeron por la fuerza esgrimiendo armas de fuego. En medio de los gritos y la desesperación de los presentes, se lo llevaron.