Un minuto en el infierno.
Siendo aproximadamente las 3.00 PM del 5 de abril del
2014, el Agente de Seguridad del Palacio de Bellas Artes abre las puertas para
dejar entrar al grupo de personas que, ansiosamente, esperaba para participar
en la inauguración de la exposición “No agradezcan el silencio”, de Alexis
Leyva Machado (Kcho)
Ya dentro, después de abrazos y saludos a los héroes
presentes, a familiares de los Cinco, a amigos cubanos y extranjeros muy bien
identificados con nuestra lucha, vibró mi corazón con la letra y música de
nuestro Himno Nacional, cantado por el coro Entrevoces, pero seguidamente
comienza a apoderarse de mi una escalofriante sensación, al ver en pantalla a
una persona con uniforme color naranja, que tras una pared a sólo cinco metros
de mí, era conducida en ese instante hacia El Hueco, siguiéndose el protocolo
de este tipo de prisión, al tiempo que se escuchaba la voz del carcelero
dándoles indicaciones. Le sigue con el mismo procedimiento otra persona, y
ambas representaban a Gerardo Hernández y a Ramón Labañino, cuando fueron
sometidos al confinamiento que por 17 meses los mantuvo el imperio como
castigo, como a Tony, a Fernando y a René, antes de ser llevados al amañado
juicio.
En ese momento miré hacia Fernando y René, allí
presentes, y percibí en sus rostros que estaban rememorando aquel difícil
momento, pero más que eso, que su mente y alma estaban en sus tres hermanos,
nuestros hermanos, que aún permanecen
encerrados, y quizás en estos momentos estén en El
Hueco por cualquier indisciplina de otro.
A Mirtha, recordando la sonrisa de su hijo Tony, a
Elizabeth pensando en los problemas médicos de Ramón sin ser atendido, y a
Adriana, añorando el abrazo que jamás ha vuelto a recibir de Gerardo, las
imagine con el corazón en una trituradora, pero erguidas como las marianas que
nos inyectan energía para continuar en la batalla.
Luego de las palabras de agradecimiento de Fernando, de
René explicando el origen del proyecto, y de Kcho refiriéndose a la
conversación que sostuvo con Tony, pasaron los familiares primero y otros
invitados después, a la exposición de Tony y a la réplica de El Hueco que da la
posibilidad de vivir, por un instante, el martirio que por más de 15 años
sufrieron Fernando y René, y siguen sufriendo Tony, Ramón y Gerardo.
La invitación es estar 5 minutos encerrado, pero este
primer día solamente se estaba visitando, y sólo me bastó un minuto en El
Hueco, concentrándome en que estaba encerrado injustamente sin fecha de salida,
y me sentí en el infierno, y cuando comenzó a faltarme el aire, pensé en la
valentía de nuestros patriotas, en su firmeza, en su convicción de no claudicar
jamás, me incorpore como el soldado de la Patria forjado por Fidel, y fue entonces que
comprendí ser digno de estar en ese Hueco, para desde ahí estar más cerca de
nuestros héroes.
Visite, amigo, esta gran obra que a través de la cultura
toca la sensibilidad humana, alrededor de la causa de los Cinco, y demuestra
una vez más por qué exigimos para hoy, no para mañana, la libertad de Gerardo,
Tony y Ramón, algo que se concretará cuando el Presidente Barack Obama se de
cuenta que el jurado ya está formado por millones de personas, del cual usted
forma parte, y dictaminó que los liberaran ¡YA!
Prof. Luis Matos
5/04/2014