El bloqueo yanqui contra Cuba no tiene fronteras
Quienes dentro o fuera de Cuba pretenden minimizar los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero establecido hace más de medio siglo por los Estados Unidos contra su pequeña vecina del Caribe, han tenido en estos días nuevas pruebas de esta grave violación del derecho internacional.
La víctima más reciente es la empresa de bebidas energéticas Red Bull North America, la cual fue obligada a pagar casi noventa mil dólares de multa por filmar un documental en Cuba sin la autorización del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Y desde hace varias semanas el gobierno estadounidense pretende reclamar al Banco Nacional de París, Paribas, el pago de la astronómica cifra de diez mil millones de dólares por supuestas violaciones del bloqueo contra Cuba y otros países.
A inicios del pasado mes de mayo la Compañía American Internacional Group, que opera seguros y servicios financieros internacionales, fue multada por casi 280 mil dólares por mantener lazos comerciales con Cuba.
Unos días antes el castigo recayó en la Agencia de Viajes Decolar.com, que tiene sede en Argentina, la cual debió desembolsar 2 millones 800 mil dólares por haber realizado transacciones que Washington prohíbe.
En estos tres ejemplos se puede comprobar hasta dónde no sólo se mantiene, sino que se ha intensificado, el bloqueo yanqui contra Cuba y sus gravísimos efectos extraterritoriales.
Para Cuba, víctima de este bloqueo genocida, el costo ha sido de más de un millón de millones de dólares, y todo ello a pesar de que hace más de veinte años y por abrumadora mayoría, la Asamblea General de la ONU ha condenado el bloqueo y exigido su inmediato levantamiento.
Pero los gobiernos de Estados Unidos se burlan del Derecho Internacional y de la Carta de las Naciones Unidas, se sienten por encima de la ley, y atropellan no solamente a Cuba y al resto del mundo, sino también a los propios ciudadanos estadounidenses impedidos de viajar libremente a la Mayor de las Antillas, y a los empresarios norteamericanos a quienes se les prohíbe negociar con un archipiélago situado a 90 millas de sus costas.
La Habana, 30 de junio de 2014
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