martes, 30 de septiembre de 2014

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SEP   2014

Enrique Gorriarán Merlo en la memoria  Escrito por  Lois Pérez Leira

 

 

Enrique Gorriarán Merlo 

 

Hoy se cumplen 8 años del fallecimiento de Enrique Gorriarán Merlo ocurrido el 22 de septiembre del 2006.

 

Había nacido en San Nicolás de los Arroyos el 18 de octubre de 1941. Como los jóvenes de su época fue un entusiasta del revolución cubaba y admirador del Che Guevara. En los años 60 se integra en el Partido Revolucionario de los Trabajadores PRT. En 1970 en el V congreso del PRT es uno de los fundadores del Ejército Revolucionario del Pueblo, junto a  Mario Roberto Santucho su líder máximo. El 15 de agosto es protagonista de una de las fugas más cinematográficas,  la de  la cárcel de Rawson.  Con el apoyo del Gallego Palmeiro desde el exterior,  un grupo de destacados dirigente de distintas organizaciones revolucionarias entre ellos Santucho,  Fernando Vaca Narvaja Marcos Osatinski, Roberto Quieto, Domingo Menna y Enrique Gorriarán Merlo logran secuestrar un avión y  llegar hasta Chile, para luego trasladarse a Cuba.

A finales de 1976 cuando en la Argentina se había desatado el golpe de Estado del General Videla, varios militantes del ERP fueron enviados a Nicaragua, para ayudar a la guerrilla sandinista. Con el triunfo de la revolución el gobierno revolucionario de este país,  le dio la tarea de fundar el Departamento de Seguridad del  Estado.

Una de las misiones de ese departamento fue ajusticiar al dictador Anastasio Somoza, siendo el propio Gorriarán el encargado de hacerlo, el 17 de septiembre de 1980, en Asunción del Paraguay.

Al regresar la democracia en la Argentina, funda con compañeros de procedencias ideológicas distintas el Movimiento Todos por la Patria.

El 23 de  Enero de 1989, ante la información que tenía sobre  un posible  golpe de Estado contra el Presidente Alfonsín. Intenta ganarles de mano a  los golpistas y realiza el copamiento militar del Cuartel de la Tablada, en el Municipio de la Matanza. El objetivo era llamar la atención y abortar el golpe. La reacción militar fue tremenda. Durante dos días las fuerzas represivas le causaron la muerte de  39 militantes,  de los cuales 9 fueron fusilados cuando se encontraban en condición de prisioneros. 

La acción fue muy temprano. Los noticieros de la mañana comenzaron a dar noticias de los hechos, de forma confusa. Nadie sabía si eran militares o un grupo guerrillero.

Recuerdo que era una mañana calurosa de enero. Por la tarde ya los medios de comunicación hablaban de que se trataba de guerrilleros, nadie podía imaginar que fuera el Movimiento Todos por la Patria.  La táctica política hasta ese momento había sido de confluencia política de los cristianos con el marxismo, en una posición de izquierda reformista.

Ya ese día por la noche teníamos la confirmación que se trataba de una acción de Gorriarán y de su organización. Toda la izquierda se apresuró a condenar la acción. Recuerdo que al otro día por la mañana, cuando aún seguían los combates totalmente desproporcionados, redacte un comunicado en nombre de la agrupación 11 de Marzo, condenando el asalto al cuartel.

El acontecimiento desato una feroz persecución con los militantes de “Todos por la Patria” que en la mayoría de los casos, no estaban enterados de que iba suceder esta acción armada.

Por aquel entonces yo vivía a tan solo a tres kilómetros del cuartel y se escuchaban los ruidos  del enfrentamiento. Mi militancia política después de abandonar el partido Comunista, se centraba en la izquierda peronista.

Los servicios de inteligencia quisieron aprovechar este acontecimiento para involucrarme a mí y a otros compañeros del  peronismo revolucionario,  en esta acción. Un compañero de la Juventud Radical de la Junta Coordinadora de la Matanza, Carlos Vázquez que por aquellos años era concejal me advirtió que los servicios querían involucrarme en estos acontecimientos.  Alertándome del seguimiento que me hacían desde un Ford Falcón. Poco tiempo después, el golpe que supuestamente estaba preparando Saúl Menem y  Mohamed Alí Seineldín,  no se perpetró, aunque Menem meses después accedió al gobierno tras su contundente triunfo electoral.

En 1990 me traslade a vivir a Galicia. La traición de Menem acelero me decisión de regresar a mi tierra de nacimiento. Con el transcurrir de los años comenzaron a realizarse campañas por los presos de la Tablada, especialmente a través de la Liga por los Derechos del Hombre y el Partido Comunista Argentino. Entre los detenidos en la cárcel de Caseros había dos hijos de españoles,  Joaquín Ramos de origen gallego y Luis Ramos de origen canario.

Por aquel entonces yo era el director de emigración de la Confederación Intersindical Galega y tomamos estos dos casos desde la perspectiva de la solidaridad. Nuestro objetivo era  que cumplieran la pena según acuerdos bilaterales en cárceles españolas.

Con este objetivo les realizamos   la primera visita a Joaquín y a Luis junto Manuel Mera, que por aquel entonces era el presidente de la CIG.

Aquella visita a la cárcel de Caseros me marcó para toda la vida. Al ver aquellas condiciones infrahumanas  en que vivían, hacía que cada día redobláramos nuestra solidaridad. El encuentro  con los presos hombres fue muy emotivo (las compañeras presas estebaban en la cárcel de Ezeiza). Durante varias horas tomamos mate, con varias docenas de facturas que habíamos comprado. Al regresar mi objetivo, mi deseo más solidario era conseguirles su traslado. Movimos cielo y tierra. Llevamos este caso a los más altos niveles del gobierno español, hasta el propio Manuel Fraga presidente de la Xunta de Galicia se preocupó y pidió por estos dos descendientes de españoles. La campaña dio resultado y fueron trasladados Joaquín y Luis al Estado español. Tras algunos meses de condena fueron puestos en libertad.

A pesar de esta victoria quedaban el resto de compañeros y seguimos desde nuestras posibilidades nuestro apoyo solidario. Fue en otro de mis viajes que conseguí visitar a Gorriarán Merlo en la cárcel de Devoto, que había sido condenado a cadena perpetua tras su detención en México..

El pelado estaba en un una celda que era un pequeño departamento bastante grande, que daba a un patio. Aquel primer encuentro duró varias horas. Hablamos de todo, de sus orígenes vascos, de Nicaragua, del gallego Fernández Palmeiro. Le comente que estaba por viajar a Guatemala y me paso el contacto con varios comandantes de la Guerrilla de este país. Por aquel entonces Gorriarán comenzaba a teorizar sobre una propuesta política nueva, que a mi modo de ver, seguía siendo reformista. La misma era parte de su estrategia para poder conseguir su libertad.

Algunos meses después Gorriarán y sus compañeros lanzaron una huelga de hambre que duro 162 días. En otro de mis viajes me coincidió con esta huelga y fui a visitarlo al hospital donde estaba internado. Recuerdo que a pesar de estar muy debilitado, su ánimo seguía firme y haciendo planes de futuro. Años después en el 2003 fue indultado por el gobierno de Eduardo Duhalde. En el 2006 lanzo una nueva agrupación política llamada Partido para el Trabajo y Desarrollo. Cuando nadie lo preveía el 23 de septiembre después de sentir un fuerte dolor en el pecho, fue trasladado al Hospital Argerich, falleciendo de un paro cardiaco.

A pesar de haberse convertido en una controvertida figura de la izquierda revolucionaria Gorriarán Merlo el “Pelado”, fue una de las figuras más destacadas del movimiento revolucionario latinoamericano. Aun hoy es recordado con mucho respeto y admiración en toda América central, especialmente en Nicaragua, donde una  biblioteca lleva su nombre.

 

Modificado por última vez en Lunes, 22 Septiembre 2014 19:14

 

Publicado en America latina

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