Tal como ocurriría con el
brutal atentado a una aeronave de Cubana de Aviación, acaecido el 6 de octubre
de 1976, la administración norteamericana de turno y las subsiguientes, trataron
de camuflar la verdad comprometedora. Informes amarillentos y envejecidos por
el tiempo descansan en alguna oficina de la CIA, bajo la tutela permanente de
sus oficiales y directores, entre ellos varios hechos que tienen su origen en
la administración norteamericana de Eisenhower, dedicada a desarrollar la más
agresiva guerra sucia contra Cuba, encargando a la CIA, con Allan W. Dulles a
la cabeza para cumplir tal cometido. Dulles encargó de estos planes a Joseph
Caldwell King (J.C. King), quien era en ese entonces Jefe de la División del
Hemisferio Occidental de la CIA y ya había comunicado a su Director, el 11 de
diciembre de 1959, la "peligrosidad" de Cuba para EE UU y recomendó,
a la vez, la realización de planes para la eliminación física de Fidel Castro y
otros dirigentes cubanos.
Por instrucciones directas
de Dulles, el coronel CIA J.C. King, estableció contactos directos con
numerosos contrarrevolucionarios proclives a participar en acciones violentas
contra Cuba, ayudado por Howard Hunt, sobre todo con aquellos directamente
vinculados a la recientemente derrocada dictadura de Fulgencio Batista, entre
los que se destacaron Rolando Masferrer, Manuel Artime Buesa, líder del
Movimiento de Recuperación Revolucionaria (MRR); José Ignacio Rasco, jefe
del Movimiento Demócrata Cristiano (MDC), Aureliano Sánchez Arango, jefe de la
triple A; Manuel "Tony" Varona, jefe de la Organización Auténtica;
Justo Carrillo Hernández de la Organización Montecristi; así como una variada
gama de políticos y esbirros, entre los que sobresalió Eladio Ceferino del
Valle (Lado o Yito), uno de los integrantes de la Operación 40 de la CIA, la
que se formó mediante decreto presidencial apenas 13 días después del atentado
al vapor La Coubre. Por supuesto, Eladio del Valle pasó a ser miembro de este
engendro identificado con las siglas WH-4 y a través del cual se implementaría
el Plan de Operaciones Encubiertas contra Cuba.
EL SUCIO HISTORIAL DE DEL
VALLE
Nacido en Cuba, el 26 de
agosto de 1921, fue un incondicional partidario de la dictadura de Fulgencio
Batista. Ocupando un cargo dentro del Congreso y fue concejal. Al salir de Cuba
rumbo a Miami, hizo valer las relaciones que había establecido en la Isla con
funcionarios de la CIA y del FBI, así como con algunos capos de la Cosa Nostra,
para insertarse en los grupos terroristas radicados en esa ciudad floridana.
Desde los primeros meses de su estadía en EE UU realizó actividades violentas
contra Cuba en unión de otros individuos vinculados a la CIA como David Ferrie
y Sergio Arcacha Smith, con quien forma el Comité por Cuba Libre, grupo
terrorista que recibió financiamiento de la CIA y de la mafia ítalo americana.
Se conoce que Eladio del Valle contrató a David Ferrie para que lanzara bombas
incendiarias contra objetivos cubanos, pagándole 1 000 USD por incursión. Del
Valle usaba una tienda de comestibles en Miami como tapadera para guardar
grandes cantidades de armas y explosivos para emplearlas en sus sabotajes
contra la Isla. Nunca fue molestado por el FBI ni la CIA ya que, al igual que
Ferrie, trabajaba para ambas agencias.
Eladio del Valle contrató a
David Ferrie, un piloto de línea aérea primero, le vuelan en varias redadas
cubano. Del Valle pagó Ferrie $ 1.000 por viaje, cuando la misión era lanzar
bombas contra incendios en los campos de caña de azúcar y Ferrie aterrizó en
una carretera desierta para recoger a los refugiados.
El interés de la CIA y de
otras organizaciones de derecha hacia Eladio del Valle se puso de manifiesto en
varias oportunidades, a pesar de sus vínculos con el narcotráfico, el
contrabando de armas y su condición delictiva, hecho al que hace referencia un
informe del FBI identificado como 1003-78541 MM 2-379, en el que se destacó:
“La Oficina del Buró está consciente que del Valle ha estado involucrado
en actividades ilegales actividades en el pasado, incluyendo las operaciones de
narcotráfico....”
Sin embargo, como se
manifiesta en un Memorándum de las Fuerzas Armadas y Civiles Anti-Comunistas
(FAYCA), escrito el 18 de octubre de 1960 por José A. Benítez, presidente del
Comité Demócrata del Estado de Puerto Rico y dirigido a D. William Pauley
[Pawley], (REF: CIA, envío 2 de noviembre 1960. NARA # D0740), se
recomienda el apoyo de la CIA y del senador Smathers a Eladio del Valle, vecino
de 8245 Collins Avenue, Miami Beach, Florida, para los planes del mismo de
realizar una invasión contra Cuba.
En el documento se pone de
relieve que Eladio del Valle estaba especulando con un plan de invasión a Cuba,
debidamente organizado e implementado, lo que fue creído por José A. Benítez.
Este plan, tal vez fruto de una afiebrada imaginación de Eladio del Valle o de
un intento de estafar a los potenciales promotores del mismo, consistía en
introducir 150 hombres armados dentro de la isla, todos con experiencia militar
en el ejército de Batista, a los que se sumarían miembros del Ejército Rebelde
cubano en una de las provincias de la Isla. Posteriormente, a los diez días
posteriores de realizada la invasión, se abriría otro frente en otra provincia
de Cuba. De la misma manera, Eladio del Valle promueve en su plan la creación
de células saboteadoras en la capital cubana.
“Si somos capaces de
ofrecer ayuda para él, sus sacrificios mejores resultados que lo que le permite
trabajar por sí mismo. (…) Él no tiene ninguna relación con otros dirigentes
cubanos activos en sus planes, a pesar de que es un amigo personal de ellos.”
Continúa el Memorándum de
Benítez: “A medida que ya cuenta con su propia fuerza, hecho y lograr por
sus propios sacrificios, que deben proporcionar los 150 hombres con equipos
adicionales que han de realizarse por los mismos los de Cuba dispuestos a
unirse a ellos. (…) Además, me imagino, un poco de ayuda financiera para la las
familias de los que van por ahí puede traer una favorable reacción.”
Otro MEMORANDO dirigido al
Director del FBI (100-378541) por parte de SAC, Miami (2-379) (P) y fechado el
22 de junio de 1966, se refiere a Eladio Ceferino del Valle Gutiérrez en
relación con varios aspectos, entre los que se destaca que del Valle emplea sus
barcos de pesca para realizar operaciones de narcotráfico desde Panamá y
República Dominicana. A la par. Hace referencia a la investigación de Aduanas
sobre la operación de Masferrer en Cayo Marathon y cómo una acusación a del
Valle por narcotráfico puede poner sobre aviso a Masferrer.
Luego de realizar varias
acciones terroristas dentro de Cuba, tales como ataques a embarcaciones y quema
de campos de caña, Eladio se vinculó estrechamente a la conspiración para
asesinar al presidente Kennedy, reclutado por la CIA y la Cosa Nostra. Según
declaró el agente encubierto del FBI, Harry Dean en 1975, Eladio del Valle fue
uno de los gatilleros que asesinaron a Kennedy, aunque su acusación fue
desoída. Años después, esta versión fue confirmada por Antonio de la Cuesta
(Tony), capturado en Cuba el 29 de mayo de 1966, mientras realizó una
infiltración por la zona de Monte Barreto, en el barrio capitalino de Miramar.
De la Cuesta también involucró a Herminio Díaz García, fallecido durante la
referida infiltración, como otro de los conspiradores en el magnicidio contra
JFK.
Otra versión lo colocó en
Dallas, Texas, el 22 de noviembre de 1963, en la escena del asesinato de
Kennedy, como uno de los francotiradores, junto a Loran Eugene Hall, dueño de
un amplio historial criminal en EE UU y vinculado a la CIA y a la Cosa Nostra.
Loran Hall se movió indistintamente por Luisiana, Florida y Texas, preparando
actividades terroristas contra Cuba. Usaba el seudónimo de Lorenzo Pascillo y,
según se sabe, perteneció a los Minutemen. En realidad, Hall era un informante
del FBI y de la CIA.
Loran Hall desapareció por
arte de magia y se cree que fue asesinado por la CIA.
LA MANO ASESINA DE LA CIA
LE COBRA LAS CUENTAS
El fiscal especial que
investigó el asesinato de John F. Kennedy caso, Jim Garrison, tuvo marcado
interés en entrevistar a Eladio del Valle para esclarecer su participación, y
la de otras personas, en la conspiración, pero no pudo dar con su paradero. La
razón era simple: Eladio del Valle fue asesinado el 23 de febrero de 1967, a la
1:30 a.m., como resultado de un disparo en el corazón, apenas antes de que
fuera asesinado su amigo de correrías y conspirador, David Ferrie. Su muerte
ocurrió en la esquina de la 37 avenue y la 7 Street, en el North West de Miami.
Su cadáver fue encontrado dentro de un auto, un Cadillac Fleetwood del año
1966, estacionado en ese parqueo, según detalló el detective A V Giordano del
Departamento de Homicidios.
La Oficina Forense del
Condado de Dade se refirió en un Informe Forense denominado Caso N º 420 A, a
las causas de la muerte de Eladio del Valle, quien por ese entonces vivía en el
3101 NE 164 Street, en North Miami Beach, y contaba con 45 años de edad.
Según el reporte de la
autopsia, realizado por el médico forense Peter L. Lardizábal, el cuerpo de
Eladio del Valle presentó laceraciones en el cuero cabelludo y un pinchazo que
en el lado izquierdo del pecho. Rigor mortis completo en el cuello, la
mandíbula y todas las extremidades.
Las investigaciones
condujeron hacia Teodosio Bahadue, a quien se le levantaron cargos por
homicidio en el caso y quien solicitó recurso de Habeas Corpus HC-3237, el 15
de agosto de 1969, dictándose su libertad tras el pago de una fianza de 50 000
USD.
En la declaración inicial
de Teodosio Bahadue ante las autoridades, realizada el 27 de febrero de
1967, Bahadue dijo ser vecino de 5890 W. 14th Lane, en Hialeah, y dijo
trabajar en la venta de equipos en un taller ubicado en el 301 Palm
Avenue y 1491 E. 4th Avenue en Hialeah. Manifestó conocer a Eladio del Valle
desde hacía 4 años y tener relaciones comerciales a través de una compañía de
exportación de equipamiento usado hacia República Dominicana, la
Untiem_Marine, ubicada Drive South River, Miami, y usando a Santiago Rey
Perna, gerente del hotel Ambassador como contacto.
En el interrogatorio
Bahadue dijo que del Valle recibió una llamada de un tal Sánchez, pero éste no
estaba en la tienda. Luego intentó llamar a Sánchez cerda de 6 veces. El
interrogado reconoció que Eladio del Valle “tenía un montón de enemigos en
la política.” Bahadue reconoció a Masferrer como uno de estos enemigos.
Bahadue reconoció que del
Valle estaba vinculado al contrabando de armas y venta de oro con varias
personas, entre las que destacó a John Gallagher, de la ciudad de Boston,
así como a Marco Guin, residente en Miami.
El asesinato de Eladio del
Valle quedó impune y la investigación condujo a un atolladero. Nunca se
encontró a su asesino, como tampoco al de su socio David Ferrie. Otra vez la
CIA eliminó a quien le sirvió como terrorista, informante y asesino. Era,
simplemente, comprometedor y descartable.
Percy Francisco Alvarado
Godoy
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