De: Froilan y Adys [mailto:froilan@cubarte.cult.cu]
martes, 02 de junio de 2015 07:08 p.m.
Desde México.
Doña Fili, tiene 90 años y recorrió los 20 kilómetros. El ejemplo de estas mujeres viene desde Morelos y Guerrero. No lloran, no ofenden, piden justicia por los desaparecidos de Ayotzinapa.
DE LA INDIGNACIÓN A LA ORGANIZACIÓN
Alberto Híjar Serrano
El Primer Encuentro de Comunidades del Valle de Anáhuac por Ayotzinapa, fue inaugurado el domingo 31 de mayo por Doña Fili. Desde sus 90 años bien vividos, la mitad en Los Pedregales, Doña Fili centró su participación en “lo mucho que el gobierno nos ha quitado” y en las solidaridades para la defensa de lo construido con el trabajo de los pobres más pobres incluyendo a los jornaleros super explotados y los yaquis amenazados por los destructores de su ambiente. Los yaquis fueron recibidos por Los Pedregales y las madres de los 43 están bien representadas por quienes llegan como a su casa con las mujeres del barrio. Una piedra de Los Pedregales les entregó, otra para Luis sobreviviente de Ayotzinapa, una más para Alberto Híjar como reconocimiento a los intelectuales compañeros de lucha. Menuda, pequeña de cuerpo, con un corte de pelo posmoderno con rape de los costados y un flequillo al frente, Doña Fili recorrió el 26, octavo aniversario de la masacre de Ayotzinapa, los 20 kilómetros que van de la terminal Taxqueña del metro en el sur, hasta el Ángel de la Independencia. Regresó en metro y se fue a pie a su casa a unos tres kilómetros. Su resistencia física camina a la par de su lucidez combativa.
Hay repliegues, dijo Doña Fili y en efecto, narré en mi introducción al Encuentro lo ocurrido en Nicaragua con la insurrección masacrada día a día por el ejército de la dictadura. Ante la necesidad de cerrar filas y organizar el ataque definitivo, el repliegue a Masaya, cerca de Managua costó vidas valiosas pero permitió organizar la combatividad para regresar y lograr que el dictador Somoza huyera. Ahora que las marchas dejan de ser numerosas, el repliegue organiza en las asambleas articulaciones y vínculos. Se gana claridad de que el enemigo es el Estado y para vencerlo, hay que oponerse a la compra-venta capitalista con la corrupción mundializada. Esto es lo que le da a Ayotzinapa dimensión internacionalista por lo que tiene de denuncia de la crueldad extrema del Estado capitalista. El repliegue exige no sólo coordinar acciones sino plantear la construcción de un programa de largo plazo donde el pueblo deje de ser una noción demagógica y confusa distinto a la consigna de Lucio Cabañas: ser pueblo, hacer pueblo, estar con el pueblo. Nada de sociedad civil con reivindicaciones menores de servicios públicos y derechos ciudadanos sin interés por el poder, sino sociedad política que crece por todas partes no sólo como repudio a los partidos políticos del Estado corrupto que los financia generosamente, sino como proceso organizativo para el largo plazo.
Esto exige un programa que se descubre en los vínculos y articulaciones de las organizaciones en lucha. Por ejemplo, los compañeros de Xochimilco sufren despojo y abandono de sus sistemas productivos a pesar de que las chinampas son patrimonio de la humanidad. Diego Rivera las pintó en Palacio Nacional como parte de las aportaciones de la América indígena a la humanidad. Tierra-territorio-terruño es la trilogía defendida por los de Xochimilco a la par de la oposición de Los Pedregales a la Ciudad del Futuro que cobijada por el gobierno del D.F, ocupará el enorme terreno de una planta de asfalto para llenarla de centros trasnacionales, torres de oficinas y departamentos de lujo y algun parquesito como concesión a las necesidades ambientales. El problema de la tierra remite al del agua y a la oposición organizada contra las mineras. Ahora es Perú donde Germán Larrea y su grupo minero enfrentan protestas y repudios populares especialmente en Arequipa. De aquí la exigencia de la autodefensa popular y de la democracia directa sin mediación del Estado y los partidos, tal como ocurre en Cherán y en comunidades de Oaxaca y Chiapas. La organización combativa de los pueblos de Morelos, Puebla y Tlaxcala afectados por los proyectos de dos termoeléctricas para beneficio de los consorcios trasnacionales y los contratistas corruptos del gobierno, advierten la necesidad de controlar la distribución y la generación de la energía eléctrica por representaciones populares autenticas.
La raíz campesina de todo esto exige articulación y propuestas técnicas y de relaciones de producción reivindicadas por las escasas resistencias sindicales sin poder para organizar un movimiento obrero poderoso. A cambio, crece en el mundo el problema de los migrantes forzados y de las organizaciones que los apoyan dirigidas por curas y monjas en México. La defensa de los contratos colectivos, de los plenos derechos a prestaciones y servicios disminuidos o anulados por las contrataciones temporales, es punto programático para el largo plazo.
Educación y salud públicas plenas explican la insurgencia magisterial en peligroso combate contra la falsa democracia electoral, de modo de denunciar a los responsables de las reformas educativa, laboral y fiscal en perjuicio de los trabajadores y del pueblo en general. En la mira del Estado y los empresarios más poderosos están las Normales Rurales y toda la formación de maestros opuestos a la instrucción tecnócrata. De aquí el repudio de los noticieros, la CONCANACO y los señoritos del Grupo México opuestos a la decisión electorera del Estado al suspender la evaluación obligatoria de los maestros.
En el Encuentro en un amplio salón al lado del hermoso jardín de la Iglesia de la Resurrección en Santo Domingo- Los Pedregales estuvieron comunicadores honrados de la K-Huelga, nacida y crecida como radio del movimiento estudiantil de entresiglos y también estuvo Telesur con central en Caracas. Organizar y articular las perseguidas radios comunitarias y la prensa de las organizaciones comunitarias es una construcción necesaria de poder evidenciado en el breve y elocuente video exhibido al principio del encuentro del domingo 31, de amplia circulación en las redes sociales. Se alimentan agencias de prensa con dimensión internacionalista.
Los testimonios de las madres y del sobreviviente de la masacre del 26 y 27 de septiembre en Iguala, prueban el crimen de Estado y la necesidad de la solidaridad organizada para el largo plazo. Hablaron de sus penurias de pobres, de las solidaridades, de los desencantos ante las trampas y engaños del Estado, de la urgencia de apoyar a los familiares dedicados a recorrer México y el mundo, y a entender los usos y costumbres campesinos para no imponer sino vincular y articular. No nos cansamos, fue el Estado, nuestra lucha es su lucha, insistieron el joven sobreviviente Luis, Cristina Benavides, Bertha Nava, mamá de Julio Cesar Ramírez Nava identificado como muerto. Quedó claro el rechazo del Estado que cuatro veces ha negado la entrevista con el 27 Batallón con sus impenetrables instalaciones. Doña Cristina Benavides invita a la marcha del próximo 26 a las 16:00 horas y al plantón de 43 horas que se instalará frente a la Secretaría de Gobernación. Es esta la hora de la organización y la continuidad, insistió Luis, continuidad que viene desde Morelos y Guerrero, Juan Álvarez e Ignacio Manuel Altamirano, los combatientes humildes como el legendario Cirgüelo, de los hermanos Vidales que organizaron campesinos y comerciantes en pequeño, de los hermanos Escudero que construyeron en Acapulco un justiciero y efectivo poder popular. En fin, de los cívicos de Genaro Vázquez, de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas y su dirigente Lucio Cabañas y la actualización en la lucha heroica de la presa política Nestora Salgado, de la CETEG y las autodefensas en acción constante.
Junio 1º, 2015
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