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Homenaje a Emilio Roig en el 126 aniversario de su natalicio
En la mañana de hoy, viernes 21 de agosto, historiadores, trabajadores de la Oficina del Historiador y amantes de la historia de Cuba se reunieron en el Palacio de Lombillo para recordar al Historiador de la Ciudad, Emilio Roig de Leuchsenring, en el 126 aniversario de su natalicio. ... ampliar en este Semanario
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La exposición «Emilio Roig de Leuchsenring» está dedicada al 126 aniversario del natalicio de Emilito (23 de agosto de 1889).
Organizada por el Archivo, la Fototeca y la Biblioteca Histórica Cubana y Americana Francisco González del Valle, la exposición «Emilio Roig y los Congresos Nacionales de Historia», constituye un homenaje al también creador de estos eventos que, iniciados en 1942, tuvieron el objetivo principal de «promover el mayor auge de los estudios históricos, y alentar su cultivo, así como difundir el conocimiento de la historia más allá del círculo de los especialistas hasta el corazón mismo del pueblo, a fin de que ese conocimiento lleve a la reafirmación permanente de la fe cubana en la evolución histórica de la nacionalidad y estimule el más sano patriotismo», según acuerdo de la Sociedad Cubana de Estudios Históricos e Internacionales.
Presidida por Lesbia Méndez, directora de Patrimonio Cultural de la Oficina del Historiador, la inauguración de la muestra contó con las palabras de Argel Calcines, editor general de Opus Habana, «desde donde— al decir de Méndez— se hace una labor de continuidad de la obra del propio Emilito Roig, y por eso es que consideramos que él era, en este minuto, la persona más indicada para que ilustrara el trabajo que ha hecho ese colectivo de trabajo, muy especialmente el trabajo de Natacha Moreira y Gloria Álvarez, curadoras de la exposición».
Por su parte, Calcines expresó su gratitud por estar presente en este «acto de alta connotación simbólica», pues desde 1969 la Oficina del Historiador de la Ciudad ritualmente ha venido celebrando el natalicio de Roig de Leuchsenring, a quien calificó de configurador de la cultura histórica: «Es mucho más que el historiador académico que escribe libros y ofrece disertaciones y conferencias; es un historiador que actúa, que combate en determinados momentos…». En este sentido, apuntó la importancia de tener en cuenta el contexto epocal en el que ocurren los acontecimientos históricos que analizamos. Ello nos permite entender la batalla librada por Roig durante los Congresos Nacionales de Historia, por rescatar la figura del Padre Félix Varela, retirar la estatua de Fernando VII de la Plaza de Armas y poner en su lugar la del Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes, así como reconocer a la masonería cubana como la identidad que más aportó a la independencia de Cuba. Estas ideas fueron abordadas durante los dos primeros congresos celebrados, respectivamente, en 1942 y 1943, cuando tenía lugar la Segunda Guerra Mundial y coexistían a nivel internacional los regímenes nazi-fascistas. Estas revalorizaciones «obedecen al contexto en el que está actuando Roig al enfrentar al bloque hispano-cubano de corte falangista».
«Unido a este —agregó— hubo otro capítulo importante de revalorización histórica, y es que Cuba no debe su independencia a los Estados Unidos, como mismo se titula uno de los trabajos fundamentales de Roig». Esta idea constituyó una importante respuesta al carácter simplista y carente de rigor histórico de muchos libros de Historia de Cuba que «hablaban de la Guerra Hispano-Norteamericana, obviando la decisiva participación del Ejército Libertador en el resultado de la Guerra Necesaria». Precisamente fue durante el segundo Congreso Nacional de Historia que se tomó como acuerdo nombrar a la guerra independentista culminada en 1898 como Guerra Hispano-cubanoamericana. Este acuerdo fue convertido en Ley del Congreso el 16 de mayo de 1945.
Antes de finalizar, Calcines expresó, refiriéndose a la muestra inaugurada en el Palacio de Lombillo: «Cada uno de esos documentos que se han exhumados, y que hoy forman parte de la exposición apuntan hacia la revalorización y justipreciación de la figura de Emilio Roig de Leuchsenring, quien constituye un precursor de lo que hoy forma parte del constructo intelectual de la nación cubana. Somos legatarios de la obra de Emilio Roig, mientras que Eusebio Leal es el configurador de la cultura histórica que le ha dado sentido de continuidad a lo que hizo Roig. Lo que hoy ustedes ven aquí es la maduración de la prédica de Leal entre sus propios colaboradores».
La exposición «Emilio Roig y los Congresos Nacionales de Historia» está conformada por un total de 34 fotografías, de las cuales 19 testimonian la dinámica interna que caracterizó a los 13 Congresos organizados por Roig de Leuchsenring, y 15 retratos que permiten visualizar a los historiadores que presidieron cada una de estas ediciones. Además se exhiben, entre otros documentos, tarjetas de identificación de los delegados e invitados a los Congresos, programas de actos, publicaciones en las que aparecen algunos discursos de inauguración o de clausura pronunciados en diferentes ediciones, trabajos periodísticos que en varios períodos históricos se han realizado acerca de estos importantes eventos, además de condecoraciones recibidas por Roig de Leuchsenring, como por ejemplo el Diploma de Reconocimiento de Mérito que le otorgara la Alta Cámara de la Gran Logia de la isla de Cuba por los servicios prestados a la Masonería Cubana.
Celia María González
Opus Habana
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Imagen superior: Inauguración de la exposición «Emilio Roig y los Congresos Nacionales de Historia», en el Palacio de Lombillo el 21 de agosto. Imagen derecha: Argel Calcines, editor general de Opus Habana, y Lesbia Méndez, directora de Patrimonio Cultural, durante la presentación. Sobre estas líneas: vista de la sala transitoria donde se exhibe la muestra.
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Imagen superior: Modelos de distintivos de los Congresos Nacionales de Historia, diseñados por Heriberto Portell Vilá (Colección Facticia 1200/64. Biblioteca Histórica Cubana y Americana Francisco González del Valle). Sobre estas líneas: El Historiador de la Ciudad, Emilio Roig de Leuchsenring durante una de las sesiones de trabajo del noveno Congreso Nacional de Historia, celebrado en Cárdenas y dedicado al Centenario de la Bandera Cubana.
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