viernes, 12 de febrero de 2016

Che Guevara asmático en Bolivia traición del comunismo Mario Monje y Harry Villegas Pombo que sobrevivio Lazaro David Najarro Pujol

CHE: EL GRITO DE GUERRA ESTA LLEGANDO A OÍDOS RECEPTIVOS.

POR: Lázaro David Najarro Pujol

Con el triunfo de la Revolución Cubana, el primero de enero de 1959, se crea un conjunto de  condiciones en América Latina para lograr la independencia de los pueblos de la región y constituir repúblicas democráticas burguesas en el contexto del pensamiento revolucionario y progresistas que existían en el mundo.
El actual general de brigada Jarry Villegas— asegura que el Comandante Ernesto Che Guevara tenía el pleno convencimiento de que se podía construir, en cada nación del continente, una patria con todos y para el bien de todos, como aspiraba José Martí, en la que el respeto a la dignidad plena del hombre sería el precepto de la lucha en las repúblicas latinoamericanas.
Como él mismo afirmaba, estaba dispuesto a ofrecer el concurso de sus modestos esfuerzos en cualquier lugar del mundo. Ese era el sentimiento de Ernesto y así lo había expresado en su mensaje a la Tricontinental.
“Toda nuestra acción es un grito de guerra contra el imperialismo... En cualquier lugar que nos sorprenda la muerte, bienvenida sea, siempre que ese, nuestro grito de guerra, haya llegado hasta un oído receptivo y otra mano se extienda para empuñar nuestras armas”
El Che plantea apoyar la lucha en el Congo y convierte en realidad sus sueños. Pero ante los obstáculos de la Organización de Estados Africanos el Che decide retirar del Congo al grupo de guerrilleros. Posteriormente marcha a Bolivia donde comienzan las contradicciones con Mario Monje, Secretario General del Partido Comunista de Bolivia
EL 31 de diciembre de1966, EL Che escribió en su diario de campaña:
“La conversación con Monje se inició con generalidades pero pronto cayó en su planteamiento fundamental resumido en tres condiciones básicas: Primera: Él renunciaría a la dirección del partido, pero lograría de éste al menos la neutralidad y se extraerían cuadros para la lucha. Segunda: La  dirección político—militar de la lucha correspondería a él mientras la revolución tuviera un ámbito boliviano. Y Tercera: Él manejaría las relaciones con otros partidos sudamericanos, tratando de llevarlos a la posición de apoyo a los movimientos de liberación( Puso como ejemplo a Duglas Bravo)
“Le contesté que el primer punto quedaba a su criterio, como secretario del Partido, aunque yo consideraba un tremendo error su posición. Era vacilante y acomodaticia y preservaba el nombre histórico de quienes debían ser condenados por su posición claudicante. El tiempo me daría la razón.
“Sobre el tercer punto, no tenía inconveniente en que tratara de hacer eso, pero estaba condenado al fracaso. Pedirle a Cordovila que apoyara a Duglas Bravo era tanto como pedirle que condonara un alzamiento dentro de su partido. El tiempo también sería el juez.
“Sobre el segundo punto no podía aceptarlo de ninguna manera. El Jefe Militar sería yo y no aceptaba ambigüedades en esto. Aquí la conversación de estancó y giró en su circulo vicioso”.
Como explicara Fidel posteriormente, Mario Monje, por su puesto, no tenia ninguna experiencia guerrillera ni había librado jamás un combate, sin que por otro lado su autoconceptuación de comunista lo obligase siquiera a prescindir del grosero y mundano chovinismo que ya habían logrado superar los próceres que lucharon por la primera independencia:
“Con semejante concepto de lo que debe ser la lucha antiimperialista en este continente, tales “jefes comunistas” no han rebasado siquiera el nivel internacionalista de las tribus aborígenes que sojuzgaron los colonizadores europeos en la época de la conquista”.
Las contradicciones con Mario Monje continuaron. El Secretario del Partido Comunista de Bolivia no tuvo tampoco la valentía de plantear su decisión de NO participar en la lucha.
Fidel aclara: “Pero Monje, no satisfecho del resultado, se dedicó a sabotear el movimiento, interceptando en La Paz a militantes comunistas bien entrenados que iban a unirse a las guerrillas.”
Realmente era posible el éxito de la guerrilla en Bolivia y defender consecuentemente a esa nación y después de Bolivia irradiad hacia los países limítrofes.
El Comandante en Jefe Fidel Castro, considera que el Che no concebía la lucha en Bolivia como un hecho aislado:
“Sino como parte de un movimiento revolucionario de liberación que no tardaría en extenderse a otros países de América del Sur. Era su propósito organizar un movimiento sin espíritu sectario, para que a él se incorporasen todos los que quisieran luchar por la liberación de Bolivia y demás pueblos sojuzgados por el imperialismo en América Latina.”
III
El Destacamento de guerrilleros en Bolivia, comandado por Ernesto Che Guevara, había iniciado sus movimientos militares el 7 de noviembre de 1966, mes que sirvió para la exploración del terreno, la organización de campamentos y la búsqueda de contactos.
A pesar de los vergonzosos, ridículos e inmerecidos reclamos de mando de Mario Monje,  el Che  resumió el último mes del año con optimismo:
“Se ha completado el equipo de cubanos con todo éxito; la moral de la gente es buena y sólo hay pequeños problemitas. Los bolivianos están bien aunque sean pocos. La actitud de Monje puede retardar el desarrollo de un lado pero contribuir por otro, al liberarme de compromisos políticos. Los próximos pasos, fuera de esperar más bolivianos, consisten en hablar con Guevara y con los argentinos Mauricio y Jozami.”
En definitiva el Che tenía que sentirse optimista, pero Mario Monje había esperado el nuevo año en el campamento guerrillero con el fracaso de su mundano proceder. Así esta reflejado en el diario de Ernesto:
“Por la mañana, sin discutir conmigo, Monje me comunicó que se retiraba y que presentaría su renuncia a la dirección del partido el día 8 de enero. Su misión había acabado según él. Se fue con la apariencia de quien se dirige al patíbulo. Mi impresión es que al enterarse por Coco de mi decisión de no ceder en las cosas estratégicas, se aferró a ese punto para forzar la ruptura, pues sus argumentos son inconsistentes.
Por la tarde, reuní a todo el mundo y le expliqué la actitud de Monje, anunciando que realizaríamos la unidad con todos los que quieran hacer la revolución y vaticiné momentos difíciles y días de angustia moral para los bolivianos; trataríamos de solucionarles los problemas mediante la discusión colectiva o con los comisarios.”
En el primer mes del año transcurrió sin grandes contratiempos, sólo el presentimiento del Che con relación a la posición de Monje.
“Como lo esperaba, la actitud de Monje fue evasiva en el primer momento y traidora después. Ya el partido está haciendo armas contra nosotros y no sé dónde llegará, pero eso no nos frenará y quizás, a la larga, sea beneficioso (casi estoy seguro de ello). La gente más honesta y combativa estará con nosotros, aunque pasen por crisis de conciencia más o menos graves. Guevara, hasta ahora, ha respondido bien. Veremos cómo se portan él y su gente en el futuro.”
El Destacamento continuó los preparativos para nuevas incursiones. Los combatientes cubanos, aunque entrenados y fogueados militarmente, comprendieron pronto que las condiciones geográficas para la guerra de guerrilla en Bolivia eran distintas a las de Cuba.
En estas adversidades la guerrilla continuó avanzando paralelo al río. El 17 de marzo de 1967 el Che escribió en su Diario de Campaña:
“Otra vez la tragedia antes de probar el combate. Joaquín apareció a media mañana; Miguel y Tuma habían ido a alcanzarlo con buenos trozos de carne. La odisea había sido seria: no pudieron dominar la balsa y ésta siguió Ñacahuasu abajo, hasta que les tomó un remolino que la tumbó, según ellos, varias veces. El resultado final fue la pérdida de varias mochilas, casi todas las balas, 6 fusiles y un hombre: Carlos. Este se desprendió en el remolino junto con Braulio pero con suerte diversa: Braulio alcanzó la orilla y pudo ver a Carlos que era arrastrado sin ofrecer resistencia. Joaquín ya había salido con toda la gente, más adelante, y no lo vio pasar. Hasta ese momento, era considerado el mejor hombre de los bolivianos en la retaguardia, por su seriedad, disciplina y entusiasmo.
“Joaquín informó que había visto al Rubio y al Médico en la otra banda y ya les había ordenado hacer una balsita y volver. A las 14 aparecieron con su cuenta de peripecias y sinsabores, desnudos y con el Rubio descalzo. La balsa se les descalabró en el primer remolino. Salieron a la orilla casi donde lo hiciéramos nosotros. Nuestra partida está fijada para mañana temprano y Joaquín lo hará por el medio día. Espero encontrarme con noticias mañana mismo en el curso del día. La moral de la gente de Joaquín parece buena.”
El agua turbia del río se depositaba en recipientes y se dejaba en reposo para que se asentara. La mitad de esa agua se convertía en fango y la restante se mantenía turbia. Esa agua había que beberla.
En Bolivia cuando viene turbonadas se produce en el río lo que los nativos de la zona denominan borrachera de los peces, porque el fango y el agua aquella penetran en las traquea de los peces grandes, los cuales quedan flotando moribundos.
IV
La fuerza guerrillera en Bolivia, aún sin un adecuado nivel de preparación militar de la mayoría de sus integrantes se dispone emboscar al Ejército.
Al abandonar el campamento el día 22, el destacamento agrupaba a solo 47 hombres, contando incluso a los visitantes.
“Se había ordenado una emboscada de 5 hombres hacia adelante en el río y una exploración de 3 hombres, encabezados por Antonio, con Miguel y el Loro.
“Pacho fue de observación a la loma pelada, que domina la casa de Argañaraz pero no observó nada. A la noche regresaron los exploradores y les espeté una descarga abundante.”
El 23 de marzo comenzaron las acciones militares contra fuerzas de la Cuarta División, con acantonamiento en Camirí, al mando del mayor Hernán Plata Ríos. El Che aplicó la experiencia de Fidel Castro en la Sierra Maestra, al utilizar un equipo de asesoramiento para resolver problemas complejos. En lugar de dejar en la primera emboscada a Marco y a Miguel, que eran los jefes de la vanguardia, designa a Eliseo Reyes Rodríguez, el capitán San Luis, que se desempeñaba como miembro del Estado Mayor.
Los soldados se internaron en territorio guerrillero por el cause del Río Ñancaguasú el grupo integro cayo en la emboscada tendida por el destacamento. El Che escribió en su Diario de campaña el día 23.
“Día de acontecimientos guerreros. Pombo quería organizar una góndola hasta arriba para rescatar mercancía, pero yo me opuse hasta aclarar la sustitución de Marcos. A las 8 y pico llegó Coco a la carrera a informar que había caído una sección del ejército en la emboscada.”
El 24 el Che resumía la campaña del día anterior..
“El botín completo es el siguiente: 16 mausers, 3 morteros con 64 proyectiles, 2 Bazucas, 2000 tiros de mausers, 3 Usis con 2 cargadores cada una, una 30 con dos cintas. Hay 7 muertos y 14 prisioneros, incluyendo 4 heridos. Se manda a Marcos a hacer una exploración la que no arroja nada, pero los aviones bombardean cerca de la casa nuestra.
“Mandé a Inti a hablar por última vez con los prisioneros y ponerlos en libertad, desnudándolos de toda prenda que sirva menos a los dos oficiales con los que se habló aparte y salieron vestidos. Al Mayor, se le dijo que le dábamos hasta el 27 a las 12.00 para retirar los muertos y les ofrecimos una tregua para toda la zona de Lagunillas si él se quedaba por aquí, pero contestó que se retiraba del Ejército. El capitán informó que había reingresado al Ejército hacia un año, a pedido de la gente del partido y que tenía un hermano estudiando en Cuba; además, dio los nombres de otros dos oficiales dispuesto a colaborar.”.
el mes de marzo, a decir del propio Che, estuvo pletórico de acontecimientos pero el panorama general se presentó con varias características, fundamentalmente fue una etapa de consolidación y depuración para la guerrilla. Aunque, como escribió en su diario:
“Evidentemente, tendremos que emprender el camino antes de lo que yo creía y movernos dejando un grupo en remojo y con el lastre de 4 posibles delatores. La situación no es buena, pero ahora comienza otra etapa de prueba para la guerrilla, que le ha de hacer mucho bien cuando la sobrepase.”
Las noticias del encuentro victorioso del Ejercito de Liberación Nacional de Bolivia acapararon todo el espectro radial, ocasionaron diversos comunicados y una conferencia de prensa de Barrientos.
El parte Oficial difundido ocultaba la verdad al pueblo. El Estado Mayor de la guerrilla redactó un mensaje dirigido a los bolivianos, titulado: Frente a la mentira reaccionaría, la verdad revolucionaria, en el que se describe la realidad del combate de la madrugada del 23 de marzo de 1967 y se dan a conocer los nombres de los muertos, heridos y prisioneros del Ejército.
Abril se inició con mucha tensión; los exploradores avisaron de movimientos de pequeños grupos de soldados por la zona de Ñacahuasu. Los guerrilleros se mantuvieron alerta y ubicaron emboscadas, pero NO ocurrieron enfrentamientos.
                El Comando se puso en marcha nuevamente y utilizó el mismo camino donde había tendido la emboscada el día 23 de marzo. El panorama era impresionante, según describió, el Che, el tres de abril, en su Diario de Campaña:
“Salimos a las 3 y 30 y caminamos lentamente hasta pasar el codo del atajo a las 6 y 30 y llegar al borde de la finca a las 8 y 30. Cuando pasamos frente a la emboscada, en los cuerpos, de los 7 cadáveres no quedaba más que unos esqueletos perfectamente limpios, en los que las aves de rapiña habían ejercido su función con toda responsabilidad. Mandé dos hombres (Urbano y Ñato) a hacer contacto con Rolando y por la tarde nos trasladamos a la quebrada de Piraboy donde dormimos ahítos de vaca y maíz.
Los días de marcha tensa a través de las márgenes del Ñacahuasu continuaron, aunque el 8 y el 9 de abril transcurrieron con pocas novedades. El día 10 ocurrió el segundo enfrentamiento con el ejército.
Pronto el Che recibe las primeras noticias, con un saldo desagradable: Jesús Suárez Gayol estaba herido de muerte. “Y Muerto llegó al campamento”. Fue la primera sangre cubana derramada.
“La emboscada estaba compuesta por 8 hombres de la retaguardia -1 refuerzo de 3 de la vanguardia distribuidos a ambos lados del río. Al informar de la llegada de los 15 soldados, Inti pasó por donde estaba el Rubio y observó que éste estaba en muy mala posición, pues era claramente visible desde el río. Los soldados avanzaban sin mayores precauciones pero explorando las márgenes en busca de sendas y por una de éstas se internaron chocando con Braulio o Pedro antes de penetrar en la emboscada. El fuego duró unos segundos, quedando sobre el terreno 1 muerto y 3 heridos, más 6 prisioneros; al rato cayó también un suboficial y se escaparon 4. Junto a un herido encontraron al Rubio ya agonizante: su garand estaba trabado y una granada, con la espoleta suelta, pero sin estallar, estaba a su lado. No se pudo interrogar al prisionero por su estado de gravedad, muriendo al rato, así como el teniente que los mandaba.”
En toda esa zona, río arriba en Ñacahuasú, estaba desplegada una compañía del ejército, integrada por 100 hombres, pero sólo 15 cayeron en la emboscada de la guerrilla. No obstante el Che decidió, entonces con el auxilio de la vanguardia, mantener emplazados a un grupo de combatientes.
Las pérdidas del ejercito ascendieron a 10 muertos y 30 prisioneros, 6 de ellos heridos, incluyendo al mayor Sánchez Castro.
Los soldados estaban bajo las ordenes de la Cuarta División, pero con elementos de varios regimientos mezclados, entre ellos rangers, paracaidistas y soldados de la zona de Nacahuasú, casi niños.
Cumpliendo un principio del Ejército de Liberación Nacional fueron curados los heridos enemigos con los escasos medios y pusieron en libertad a todos los prisioneros, previa explicación de los objetivos de la lucha revolucionaria.
Al siguiente día fue sepultado Jesús Suárez Gayol en una pequeña fosa a flor de tierra por la falta de materiales. Después cayo combatiendo el capitán San Luis.
A decir del Che “el 25 de abril fue un día negro, porque Eliseo Reyes Rodríguez, San Luis, estaba herido de gravedad. Un balazo le había partido el fémur y todo el paquete vasculonervioso. Murió antes de poder hacer algo por él.”
NO obstante la caída en combate de Jesús Suárez Gayol y el capitán San Luis, la moral del Ejército de Liberación Nacional de Bolivia, comandado por Ernesto Che Guevara, era buena. Todos los combatientes habían aprobado su examen preliminar de guerrilleros.
Radio Habana Cuba transmitió una noticia de reporteros chilenos indicando que las guerrillas tenían tanta fuerza que ponían en jaque a las ciudades.
Las operaciones del Ejército de Liberación Nacional de Bolivia, bajo las ordenes del Comandante Ernesto Che Guevara, iban en aumento y las posibilidades de éxitos eran en cada jornada más reales.
El Che realizaba cada tres meses una valoración del comportamiento de cada combatiente. El general de brigada Harry Villegas afirma que jefe de la guerrilla tenía una capacidad de síntesis extraordinaria.
El 14 de junio el Che recuerda el cumpleaños de su hija Celita. Él cumple 39 años y escribe:
Se acerca inexorablemente una edad que da que pensar sobre mi futuro guerrillero, por ahora estoy «entero».
Las posibilidades de éxito del Comando en cada momento era más real. Desde Ñacahuasú hasta Río Grande existía un dominio absoluto por la guerrilla que fue extendiendo sus zonas de operaciones.
“Nuestra tarea más urgente es restablecer el contacto con la Paz y reabastecernos de equipo militar y médico y lograr la incorporación de unos 50 ó 100 hombres de la ciudad.”
Ante los evidentes síntomas de debilidad y rápido deterioro del régimen boliviano el Che expresó:
“El gobierno se desintegra rápidamente, lástima no tener cien hombres más en estos momentos.”
Desde el punto de vista militar los meses de mayo y junio se comportaron favorablemente para la guerrilla a pesar de la falta de total contacto con la capital de Bolivia y la ausencia de incorporación de campesinos a la lucha. NO obstante, los combatientes adquirieron una moral muy alta y segura, mientras que el ejército continuaba desorganizado y su táctica no mejoraba.
El 26 de junio de 1967 parecía que transcurría tranquilamente. El Che había enviado 5 combatientes a remplazar a los emboscados en el camino de Florida, cuando se escucharon disparos. Harry Villega, Pombo, fue herido en una pierna y Carlos Coello, Tuma, en el vientre. Así está reflejado en el diario:
“Los llevamos rápidamente a la casa para operarlos con lo que hubiera. La herida de Pombo es superficial y sólo traerá dolores de cabeza su falta de movilidad, la de Tuma le había destrozado el hígado y producido perforaciones intestinales; murió en la operación. Con él se me fue un compañero inseparable de todos los últimos años, de una fidelidad a toda prueba y cuya ausencia siento desde ahora casi como la de un hijo. Al caer pidió que se me entregara el reloj y como no hicieron para atenderlo, se lo quitó y se lo dio a Arturo. Ese gesto revela la voluntad de que fuera entregado al hijo que no conoció, como había hecho yo con los relojes de los compañeros muertos anteriormente. Lo llevaré toda la guerra.”
Los combatientes revolucionarios se enfrentaron en Bolivia a obstáculos incalculables. No era sólo el combate con el enemigo sino también las vicisitudes de la vida guerrillera.
El asma golpeaba sistemáticamente al jefe guerrillero. Eran noches completas sin poder dormir y sin la posibilidad de medicamentos para mitigar los efectos de la enfermedad, pero su voluntad fue venciendo ese obstáculo.
EL 30 de julio el Che anotó en su diario de Campaña:
“El asma me apuró bastante y estuve toda la noche despierto. “
El Che consideraba que las tareas más urgentes eran restablecer los contactos, incorporar combatientes y lograr medicinas.
El gobierno de Estados Unidos comenzó a crear condiciones psicológicas para una eventual intervención directa de sus tropas en Bolivia. La prensa radial y escrita empezaron a saturar a la opinión pública de que fuerzas extranjeras al mando del Che Guevara integradas por combatientes cubanos, chinos, europeos y comandantes vietcongs habían invadido a Bolivia.
Con el objetivo de abortar la cadena de victorias del Comando Guerrillero en Bolivia, bajo las órdenes de Ernesto Che Guevara, el gobierno de Estados Unidos envió asesores militares para la preparación de unidades contra guerrilleras y crearon condiciones psicológicas para una eventual intervención directa de sus tropas.
El Ejército de Liberación Nacional de Bolivia continuó su curso y el acosamiento a los soldados, ahora más preparados.  Para desorientar a las compañías enemigas, los guerrilleros se internaban en la selva y posteriormente regresaban al campamento.
Los 22 combatientes que integraban el comando guerrillero iniciaron el desplazamiento el primero de agosto rumbo a Río Grande. El avance era muy lento como consecuencia de las dificultades del terreno y la vegetación. Había que caminar con precaución, analizar el sonido de los árboles, de los animales y las personas.
La yegüita en la que montaba el jefe de la guerrilla estaba cansada. El Che perdió el control y le metió un cuchillazo en el cuello del animal abriéndole una buena herida
El 8 de agosto ante la situación adversa que atravesaba la guerrilla, el Che se reunió con todos los combatientes:
—Estamos en una situación difícil; el Pacho se recupera pero yo soy una piltrafa humana y el episodio de la yegüita prueba que en algunos momentos he llegado a perder el control; eso se modificará pero la situación debe pasar exactamente sobre todos y quien no se sienta capaz de sobrellevarla debe decirlo. Es uno de los momentos en que hay que tomar decisiones grandes; este tipo de lucha nos da la oportunidad de convertirnos en revolucionarios, el escalón más alto de la especie humana, pero también nos permite graduarnos de hombres; los que no puedan alcanzar ninguno de estos dos estadios deben decirlo y dejar la lucha.
Al día sigue, el comandante Ernesto Che Guevara se encontraba aún enfermo, adolorido del pie y con fiebre, mientras que Alberto Fernández Montes de Oca, Pacho, que estaba herido, superaba sus dolencias. El 14 el Che anotó en su diario:
“Día negro. Fue gris en las actividades y no hubo ninguna novedad, pero a la noche el noticiero dio noticias de la toma de la cueva adonde iban los enviados, con señales tan precisas que no es posible dudar. Ahora estoy condenado a padecer asma por un tiempo no definible. También nos tomaron documentos de todo tipo y fotografías. Es el golpe más duro que nos hayan dado; alguien habló. ¿Quién? Es la incógnita.”
Seis días después de escucharse la noticia, al Che le dio un fuerte ataque de asma a media noche.
Al amanecer continuaron la marcha lenta bordeando farallas y quebradas. Benigno llevaba más de 10 días sin aparecer. Esa era una de las preocupaciones del Che. En las siguientes jornadas la guerrilla continuó desesperantes búsquedas de salidas. Era indispensable cruzar una cadenita de montañas para llegar a Río Grande. Por fin llegaron Benigno, Ñato y julio.
El 31 de agosto el grupo de retaguardia dirigido por Joaquín fue guiado por el traidor Honorato Rojas a una emboscada en las márgenes del vado de Puerto Mauricio en Río Grande. En la emboscada resultaron muertos Apolinar Aquino, Walter Arencibia, Tamara Bunke Bider (Tania la guerrillera argentina), Moisés Guevara, Gustavo Machín, Israel Reyes y Juan Vitalio Acuña. Además Fredi Maimura es hecho prisionero y asesinado; Restituto José Cabrera evade la emboscada y José Castillo es hecho prisionero.
La noticia la escuchó el Che, dos días después, aunque no le dio credibilidad:
“La radio trajo una noticia fea sobre el aniquilamiento de un grupo de 10 hombres dirigidos por un cubano llamado Joaquín en la zona de Camiri; sin embargo, la noticia la dio la Voz de las Américas y las emisoras locales no han dicho nada.”
Los días posteriores transcurrieron sin grandes contratiempos desde el punto de vista militar. Pero el 26 el Che anotó en su diario de campaña la palabra Derrota para luego precisar:
“Llegamos al alba a Picacho donde todo el mundo estaba de fiesta y es el punto más alto que alcanzamos, 2 280 metros; los campesinos nos trataron muy bien y seguimos sin demasiados temores, a pesar de que Ovando había asegurado mi captura de un momento a otro. Al llegar a la Higuera, todo cambió, habían desaparecido los hombres y sólo alguna que otra mujer había. Coco fue a casa del telegrafista, pues hay teléfono y trajo una comunicación del día 22 en el que el subprefecto de Valle Grande comunica al corregidor que se tienen noticias de la presencia guerrillera en la zona y cualquier noticia debe comunicarse a Valle Grande donde pagaran los gastos; el hombre había huido, pero la mujer aseguró que hoy no se había hablado porque el próximo pueblo, Jagüey, están de fiesta.”
Los últimos días de septiembre fueron de tensión. Parecía para el grupo del Che, un mes de recuperación, pero la emboscada en que cayeron Miguel, Coco y Julio malogró todo y la guerrilla había quedado en una posición peligrosa. El día 30, el comando se encontraba a unos 2 kilómetros de Río Grande. Iniciaron entonces, una lenta y fatigosa marcha nocturna.
“Otro día de tensión. Por la mañana, Radio Balmaceda de Chile anunció que altas fuentes del Ejército manifestaron tener acorralado al Che Guevara en un cañón selvático. Las emisoras locales, en silencio; Parece que puede ser una infidencia y tienen la certeza de nuestra presencia en la zona. Al poco rato comenzó el trasiego de soldados de uno a otro lado. A las 12 pasaron 40 en columnas separadas y arma en ristre y fueron a parar a la casita donde hicieron campamento y establecieron una vigilancia rigurosa.”
VI
El mes de octubre de 1967 se mostraba complejo. El número de combatientes del grupo guerrilleros encabezado por Ernesto Che Guevara se reduce con la detención de León y Camba, quienes ofrecieron abundantes noticias al Ejército.
Las jornadas se tornaban largas, innecesariamente intensas y, en ocasiones, en absoluta calma. Así transcurrieron los primeros 5 días de octubre. El 7 por la madrugada la guerrilla inició la marcha hasta un afluyente cercano y efectuó una exploración exhaustiva para determinar el rumbo futuro. La radio chilena informó de una noticia censurada que indicaba que había 1880 soldados en la zona. El médico, Octavio de la Concepción de la Pedraja, continuaba muy mal de salud.
El Che realiza sus últimas anotaciones en su Diario de Campaña:
“Se cumplieron los 11 meses de nuestra inauguración guerrillera sin complicaciones, bucólicamente; hasta las 12,30 hora en que una vieja, pastoreando sus chivitos entró en el cañón en que habíamos acampado y hubo que apresarla. La mujer No ha dado ninguna noticia fidedigna sobre los soldados, contestando a todo que no sabe, que hace tiempo que no va por allí. Sólo dio información sobre los caminos; de resultados del informe de la vieja se desprende que estamos aproximadamente a una legua de Higueras y otra de Jagüey y unas dos de Puracá. A las 17 y 30, Inti, Aniceto y Pablito fueron a casa de la vieja que tiene una hija postrada y una medio enana; se le dieron 50 pesos con el encargo de que no fuera a hablar ni una palabra, pero con pocas esperanzas de que cumpla a pesar de las promesas.
Al atardecer el reducido grupo de guerrilleros inició la fatigosa marcha con una luna muy pequeña y dejando mucho rastro por el cañón. No se observaba casas, pero sí sembradíos de papas.
El 8 de octubre, a la una de la tarde, en una estrecha quebrada donde se proponían esperar la noche para romper el cerco, una numerosa tropa enemiga hizo contacto con el reducido grupo de guerrilleros: Se inició un desigual combate. El destacamento se enfrentó heroicamente a los soldados hasta el anochecer, desde posiciones individuales, ubicadas en el lecho de la quebrada y en sus bordes superiores.
El Comandante en Jefe Fidel Castro, al reflexionar entorno a ese combate escribió:
“No hay ningún sobreviviente de los que combatieron en las posiciones más próximas al Che. Como junto a él estaban el médico, cuyo  grave estado de salud se ha señalado antes y un guerrillero peruano también en muy malas condiciones físicas, todo parece indicar que el Che hizo el máximo esfuerzo para proteger la retirada a un lugar más seguro, de esos compañeros, hasta caer herido. El médico no fue muerto en ese mismo combate, sino varios días más tarde, en un punto no muy distante de la quebrada del Yuro. Lo abrupto del terreno rocoso e irregular hacía muy difícil y a veces imposible el contacto visual de los guerrilleros entre sí. Los que defendían la posición por la otra entrada de la quebrada a varios cientos de metros del Che, entre ellos Inti Peredo, resistieron el ataque hasta el oscurecer en que lograron despegarse del enemigo y dirigirse hacia el punto previamente acordado de concentración.”
El Che cae herido. Los proyectiles le penetraron en las dos piernas. Un disparo hizo contacto con el cañón de su fusil M—2, inutilizándolo totalmente. La pistola que portaba se encontraba sin proyectiles. Las heridas impidieron al Che caminar, pero no eran mortales.
Un numeroso grupo de soldado se le echan encima. El jefe guerrillero fue trasladado al pueblo de Higueras. Se negó a discutir ni una sola palabra con sus captores. Un oficial embriagado que intentó vejarlo recibió una bofetada en pleno rostro.
En La Paz, Bolivia, el alto mando tomó la decisión de asesinar al Comandante Ernesto Che Guevara.
Inmediatamente la orden llegó al poblado de la Higueras. El Mayor Miguel Ayoroa y el coronel Andrés Selnich, rangers entrenados por los norteamericanos, instruyeron al suboficial Mario Terán a cumplir la orden de asesinato. Muy cerca de allí se escucharon varios disparos. El Che comprendió que se acababan de asesinar a dos guerrilleros. Como Mario Terán No tenía valor para dispararle al Che entró embriagado a la escuela de la Higuera, donde estaba el prisionero. El jefe guerrillero miró fijamente al verdugo que vacilaba:
—¡Dispare! ¡No tenga miedo!
El oficial se retiró y de nuevo sus superiores le repitieron la orden. Entró al recinto donde estaba el Che y le apuntó a la cintura.
Los proyectiles le penetraron de la cintura hacia abajo. El Comandante Ernesto Che Guevara quedó inerte sobre un charco de sangre y con los ojos abiertos.
El Comandante en Jefe Fidel Castro consideraba que el grupo guerrillero, dirigido por el Che tenía posibilidades de triunfo:
“Sí se sigue con cuidado el hilo de los acontecimientos se verá que aún cuando el número de hombres con que contaba en el mes de septiembre, algunas semanas antes d su muerte, era muy reducido, todavía la guerrilla mantenía su capacidad de desarrollo y algunos cuadros bolivianos, como los hermanos inti y Coco Peredo, se iban ya destacando con magnificas perspectivas de jefes. Fue la emboscada de Higueras, única acción exitosa del Ejército contra el destacamento que mandaba el Che, matándole la vanguardia e hiriéndole varios hombres más en pleno día, cuando se trasladaban a una zona campesina de mayor desarrollo político.”



informó el Museo “ ERNESTO CHE GUEVARA ” de Caballito, CABA
calle Rojas 129, esq. Yerbal, Buenos Aires  (AAC 1405) Argentina
Visitar lunes a viernes de 10 a 19 hs. (corrido) – entrada libre y gratuita
Escuela de Solidaridad con Cuba “ CHAUBLOQUEO ”
Registro donantes voluntarios de Células Madre  (INCUCAI)
Coordinador Mesa Vecinal Participativa en Seguridad de Caballito
Tel.  4 903 3285   Irene Rosa Perpiñal  -  Eladio González (Toto)  
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