Sobre el 16 de junio de 1955 cuando aviadores argentinos bombardearon por sorpresa la Plaza de Mayo, la Casa de Gobierno, la Plaza del Congreso y el Departamento de Policía.
"Para quienes no hay escapatoria posible ante la historia es
para los mierdas de los aviadores que después de asesinar
gente a mansalva se van a Montevideo a decir que cumplieron
con su fe en Dios; es impresionante que la gente llore porque le
quemaron su iglesia dominguera, pero le parece la cosa más
natural del mundo que revienten la cantidad de "negros" que
reventaron. No te olvides que muchos de ellos fueron a morir
por un ideal -pues eso de la compulsión no puede ser cierto
sino en parte, en todo caso- y que cada "negro" tenía su familia
a quien mantener, y que los tipos que dejan en la calle a la
familia del negro son los mismos que se van al Uruguay a darse
golpes en el pecho por su hazaña de machos."
Ernesto Guevara, 20 de julio de 1955, respuesta a una
carta de su madre.