E L F A R O L
(A mi tío TOTO y a la profundidad
de su entendimiento)
Optimista en tu revancha
cenando apostàs con copas
de vino tinto y de rosas
por humor y carcajadas,
poco oyendo y en voz alta
tu sed sin nudo en garganta
bebe y saliva así broncas
Con impecable prestancia
de gran fuerza arrolladora
si a las pilchas no dàs bola
la figura te engalana,
los pirulos que te encanan
denuncian, mas no te atrapan
ni seca al vino en tu boca.
Brindando experiencia sabia
tus consejos como rosas
libran con intento aroma
y al tallo espinas clavadas,
heridas que no te sanan
son para adentro lágrimas
y huele irónico que moja.
Premisas intencionadas
con aliento y bondadosas
pícaras porque no sonsas
que advierten propias pifiadas:
“si hay mucha gente apilada
atà tu lengua macabra
por si es fiesta electrónica”.
Son discursos tus palabras
para todos los que oigan
en bares de luz y sombra
y en veredas ciudadanas,
en un tren que aprieta caras
y entre el Lacar y montañas
sólo tu sordera te ahonda.
De onda y con chispa mágica
tu alerta parece broma
la intriga que te diploma
en un explorador almas
te impone insólitos dramas:
desde compasivas palmas
a navaja peligrosa.
Ya tu ruta empecinada
y rebelde y revoltosa
te abre puertas misteriosas
de equivoco y censuradas,
los prohibidos te entusiasman:
¡qué bolonquis no te llaman
si tu mambo los gestiona!
Para el panal del mañana
los purretes si te importan
en piel te pica cual roncha
y en tu memoria se inflama,
candente farol con llama
(lumbre en lo que no se banca)
te agita abejas morosas.
Enfarola’o en una marcha
la protesta te convoca,
los que ríen, los que lloran,
son tu calle, son tu plaza,
son tu nervio, son tu gracia,
son la tristeza encarnada
tu rayadura asombrosa.
El postre de la velada
dulce de leche con torta
que sin pausa se devora
tu avidez apasionada:
¡por los sabores que se hallan
y las migas acabadas
de la hiel milica en milhojas!
El oporto en la mirada
hasta tus ojos sonroja
ya después de varias horas
hay fuego de tierra helada,
con la bandera mangueada
tu despedida declama
cual grito que te desahoga
ALE
Alejandro Perpiñal Vitacologna (Mayo 2017)