sábado, 10 de junio de 2017

FELAP Rosa Miriam Elizalde cubana de la UPEC museo Che Guevara de Buenos Aires

Texto: Rosa Miriam Elizalde, Cubadebate.

 

Palabras de Rosa Miriam Elizalde, Vicepresidenta de la UPEC, en el “Foro Internacional sobre

periodismo, comunicación y globalización”, del XII Congreso de Federación Latinoamericana

de Periodistas (FELAP), Buenos Aires Argentina, el 26 de mayo de 2017.

 

Permítanme, compañeros, compartir tres hechos vinculados con el tema de este foro, y una

propuesta final para FELAP:

 

Solo Estados Unidos es soberano

 

¿En la era de internet, es Estados Unidos el único país soberano? En el mundo de hoy solo

Estados Unidos es soberano. Desde que Internet se convirtió en el sistema nervioso central

de la economía, la investigación, la información y la política, las fronteras estadounidenses

extendieron sus límites a toda la geografía planetaria, aunque los viejos mapas digan otra

cosa.

Su fuerza parece difusa, porque está encubierta con números IP, nombres de dominios,

cables transatlánticos, conexiones satelitales y una retórica de la neutralidad que nos

vende el sueño de que estamos en la ruta del desarrollo y el progreso. Sin embargo, nunca

fue más imperial ese país que cuando se convirtió en el zar del ciberespacio, con total

inconciencia de que su modelo de acceso, dependiente de las lógicas del mercado y la

depredación ecológica, no solo cava la tumba de nuestros nietos, sino la de los suyos.

Los “señores de las redes” están trayendo una nueva e intensa concentración comunicativa

y cultural mucho más global que la de las industrias culturales transnacionales o nacionales.

En la actualidad hay pocas instituciones públicas en un nivel nacional o global que puedan

enfrentar estas cuestiones. No existe Estado-nación que pueda remodelar esa red por sí

solo, aún cuando ejecute normativas locales de protección antimonopólicas e impecables

políticas de sostenibilidad en el orden social, ecológico, económico y tecnológico.

Todavía menos puede construir una alternativa viable desconectado de llamada “sociedad

informacional”, cuya sombra –intangible, pero por eso no menos real-, alcanza incluso a

quienes están fuera de la Internet.

La red es el corazón de un sistema supranacional, el ciberespacio, que se ha agregado a la

realidad del planeta como una nueva capa a la atmósfera donde, como dijo Fidel Castro en

el Congreso de la FELAP celebrado en La Habana en 1999, lo más globalizado en el mundo

de hoy es la desinformación y la mentira.

Según datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, América Latina es la región

más dependiente de los EEUU en término del tráfico de Internet. Más del 90 por ciento de

la información electrónica de la región pasa por algún nodo administrado directa o

indirectamente por Estados Unidos, fundamentalmente por el llamado “NAP de las

Américas”, en Miami, y se calcula que entre un 80 y un 70 por ciento de los datos que

intercambian internamente los países latinoamericanos, también van a ciudades

estadounidenses, donde se ubican 10 de los 13 servidores raíces que conforman el código

maestro de la Internet.  ¿Se puede hablar de soberanía y sostenibilidad si la mayoría de las

comunicaciones en vez de acercar a nuestros países, los alejan? ¿Qué autoridad ostentamos

si nuestras comunicaciones pasan por el escrutinio de los puntos de control y espionaje en

Estados Unidos, al que como tontos útiles les pagamos por ello un ciberpeaje?   ¿Hay

independencia cuando las estrategias de un país al final acatan los caprichos de las

empresas de Internet, que básicamente venden al mejor postor nuestros contenidos, con

un considerable derroche de recursos y energía?

 

Conectividad efectiva

 

“Hay que rendirse a la evidencia: aquí y ahora vivimos bajo el control de una especie de

Imperio de la vigilancia”, decía Ignacio Ramonet.

Ese es una primera mirada del problema. Veamos una segunda: tal escenario está

encadenado con un programa más amplio para América Latina de control de los contenidos

y de los entornos de participación de la ciudadanía. Un buen tema para el magnífico

“Proyecto Censurado”, de la Universidad de Sonoma, con el cual colabora Ernesto Carmona,

es cómo ha evolucionado la operación de “conectividad efectiva”, aprobada por el Comité

de Relaciones Exteriores del Senado en el 2011. Se trata de un plan, declarado en un

documento público del Congreso estadounidense, para “expandir” los Nuevos Medios

Sociales en el continente enfocados en la promoción de los intereses norteamericanos en

la región.  El documento explica cuál es el interés de los Estados Unidos en las llamadas

redes sociales del continente:  “Con más del 50% de la población del mundo menor de 30

años de edad, los nuevos medios sociales y las tecnologías asociadas,  que son tan populares

dentro de este grupo demográfico, seguirán revolucionando las comunicaciones en el futuro.

Estas tecnologías pueden favorecer el cambio político, mejorar la eficiencia del gobierno ,

y contribuir al crecimiento económico…

Los medios sociales y los incentivos tecnológicos en América Latina sobre la base de las

realidades políticas, económicas y sociales serán cruciales para el éxito de los esfuerzos

gubernamentales de EE.UU. en la región”.  Este documento resume la visita de una comisión

de expertos a varios países de América Latina para conocer in situ las políticas y

financiamientos en esta área,  además de entrevistas con directivos de las principales

empresas de Internet y funcionarios norteamericanos. Concluye con recomendaciones

específicas para cada uno de nuestros países, que implican: “aumentar la conectividad y

reducir al mínimo los riesgos críticos para EEUU. Para eso, nuestro gobierno debe ser el líder

en la inversión de infraestructura”.  Y añade: “El número de usuarios de los medios sociales

se incrementa exponencialmente y como la novedad se convierte en la norma, las

posibilidades de influir en el discurso político y la política en el futuro están ahí”.

¿Qué hay detrás de este modelo de “conectividad efectiva” para América Latina? La visión

instrumental del ser humano, susceptible a ser dominado por las tecnologías digitales.

El gobierno de Estados Unidos valora la posibilidad de que unas herramientas creen una

simulación de base y a partir de ahí se derrumben sistemas políticos que no les resulten

convenientes. ¿Qué parte de la operación de “conectividad efectiva” ha operado desde

las redes sociales en la situación que vive hoy Venezuela, y antes vimos en Bolivia, Brasil,

Ecuador y Argentina.

 

La era del Big Data

 

Y un tercer elemento. El más reciente estudio sobre Comunicación Estratégica en América

Latina, el Latin American Communication Monitor del 2017, que consultó a casi mil

profesionales de la región, vaticina que la variable fundamental con la que se gestionarán

los procesos comunicativos en nuestro continente, es el Big Data. No hay otro modo de

llegar a los grandes públicos dispersos y fragmentados en esta era de la masificación de

los medios.   El Big Data –que es aquella capacidad de procesar datos que solo tienen las

máquinas- y la Inteligencia Artificial permiten a la información interpretarse a sí misma y

adelantarse a nuestras intenciones. Solo las grandes empresas están en capacidad de saber

más de nosotros que nosotros mismos y lo más preocupante, tal situación revela lo fácil

que está siendo convertir a las cacareadas democracias en dictaduras de la información

dispuestas a encerrar a cada ciudadano en una burbuja observable, parametrizada y

previsible. La política se ha convertido en tecnopolítica. Los partidos políticos son empresas

que compiten en un mercado de los votantes y que capitaliza en las urnas, de acuerdo con

el poder de procesamiento de la información, como hemos visto en

la campaña de Donald Trump.  A partir de algoritmos que han probado que con 100 likes

de una persona en Facebook se puede predecir su orientación sexual, sus opiniones

religiosas y políticas, su nivel de inteligencia y de felicidad; que con 250 likes, se puede

adivinar el resultado de un test de personalidad mejor que como lo haría la pareja del

individuo, y que con unos pocos likes adicionales, se puede saber más de una persona que

ella misma, la compañía Cambridge Analytica construyó un perfil psicométrico personal para

cada adulto de EEUU, a través de bases de datos comerciales y análisis de redes sociales.

Su herramienta le permitió a los expertos de la campaña de Donald Trump monitorear los

datos de 210 millones de estadounidenses y ajustar los mensajes exactamente a los intereses

y gustos particulares de cada individuo, proporcionando así el margen clave para la victoria

del republicano.  Desde tiempos inmemoriales, la autoridad política ha estado estructurada

de manera que, hacia dentro, unos pocos han gobernado a otros muchos mientras que,

hacia fuera, el sistema internacional se ha organizado de forma jerárquica con un pequeño

centro de poder y una gran periferia. En los dos casos, la dominación se ha basado en la

superior capacidad tecnológica. ¿Por qué iban a ser las cosas diferentes ahora en

el imperio de la vigilancia”, como llama a este estado de cosas Ignacio Ramonet?

 

Qué hacer

 

He tratado de enfocar mi intervención en temas en los que, desgraciadamente, todavía

están lejos de los debates profesionales y de los programas de los movimientos progresistas

en América Latina. Sobran los discursos satanizadores o hipnotizados de la Sociedad

Informacional, pero faltan programas para intervenir en las políticas públicas y para

generar líneas de acción y trabajo definidas que ayuden a construir un modelo

verdaderamente soberano de la información y la comunicación en nuestro continente.

Todavía no se ha logrado concretar en la región un canal propio de fibra óptica, que fue

un sueño de UNASUR y sigue siendo una asignatura pendiente en América Latina. No

tenemos una estrategia sistémica y un marco jurídico homogéneo y fiable que minimice el

control norteamericano, asegure que el trafico de la red se intercambie entre países vecinos,

fomente el uso de tecnologías que aseguren la confidencialidad de las comunicaciones,

preserve los recursos humanos en la región y suprima los obstáculos a la comercialización

de instrumentos y servicios digitales avanzados que producimos en nuestro patio.   Debería

ser una cuestión clave en los debates políticos y profesionales sobre comunicación, y

particularmente, en aquellos donde se discutan la equidad y el desarrollo. Creo que FELAP

puede y debe involucrarse en este esfuerzo e impulsar redes de observatorios que, además

de ofrecer indicadores básicos y alertas sobre la colonización de nuestro espacio digital,

permitan recuperar y socializar las buenas prácticas de uso de estas tecnologías y las

acciones de resistencia en la región, a partir de la comprensión de que él éxito o el fracaso

frente a estas nuevas desigualdades depende de decisiones políticas.   Como advertía un

compañero en el magnífico video de esta mañana, necesitamos reivindicar la lucha

individual para mantener un pensamiento crítico, preservar los datos personales y

encriptar los mensajes… Y deberíamos también luchar por una Carta universal que dé

garantías jurídicas a nuestros derechos en Internet, como reclama Ignacio Ramonet en su

libro más reciente.  Ernesto Vera, presidente de honor de la FELAP y de la UPEC, que tan

hermoso homenaje ha recibido de este Congreso, nos llamaba a unir la verdad dispersa

como oposición a la mentira organizada. Pero no olvidemos que la mentira nunca viaja

sola y ahora el control y la manipulación, sus eternos compañeros, tienen un poder

inaudito en el universo digital que asusta a quien no lo comprende. 

El poder tecnocientífico es una nueva modalidad de poder y no deberíamos

entretenernos con las Arcadias ideales. Pero sí podemos pelear, aprender

a lidiar con este mundo y resistir.     Juntos.  

 

 

en este link verás el video sobre nuestro museo.

https://www.youtube.com/watch?v=jGPLj1nGEsY

Argentina: El Che lives on! Get lost in Buenos Aires ...

www.youtube.com

Izquierdista entusiasta, y a su forma, compañero revolucionario Eladio Gonzalez muestra el contenido de su afamado museo Che Guevara en Caballito, Buenos Aires..

 

 

 

informó el Museo “ ERNESTO CHE GUEVARA ” de Caballito, CABA

calle Rojas 129, esq. Yerbal, Buenos Aires  (AAC 1405) Argentina

Visitar lunes a viernes de 10 a 19 hs. (corrido) – entrada libre y gratuita

Escuela de Solidaridad con Cuba “ CHAUBLOQUEO ”

Registro donantes voluntarios de Células Madre  (INCUCAI)

Coordinador ex Mesa Vecinal Participativa en Seguridad de Caballito

Tel.  4 903 3285   Irene Rosa Perpiñal  -  Eladio González (Toto)  

email -  museocheguevara@fibertel.com.ar      

Blog museo   http://museocheguevaraargentina.blogspot.com/

Blog accidentes  -  http://nomuertesevitables.blogspot.com  protege a hijos y nietos

Facebook    https://www.facebook.com/museoernestocheguevara/# 

ó     https://www.facebook.com/eladio.gonzalez.376

Lea libro Cuba Existe, es Socialista y No está en Coma del Arq. Rodolfo Livingston en http://estudiolivingston.com.ar/libros/cubaexiste.php  y emocionate.

en Sao Paulo Brasil buscá  http://museuvirtualcheguevara.blogspot.com.br/"

Tango nuestro baile  https://www.facebook.com/manuel.gonzalezmeg?hc_ref=NEWSFEED

¡ Salven a los argentinos !.....   “las ballenas”.    

Las Islas Malvinas fueron, son y serán siempre ARGENTINAS.