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julio 2019.-
Palestina. Un tal Kushner
“La batalla la termina ganando el poderoso cuando la voz de la justicia
desaparece y se impone la de los medios de comunicación”. “Hánzala rompe el
muro” Autor, Ruz Shumali Mesleh.
Quienes dirigen a Trump
planifican y construyen la estructura internacional del sionazismo. La relación
entre medios de difusión propagandista, bancos y complejo industrial militar ha
conseguido una concentración de poder de dimensiones globales, para emplearse
con toda su crudeza allí donde el capitalismo imperial ha previsto imponerse.
No hay límite para sus aspiraciones, ni en la forma ni en el fondo, para lo
cual tiene que tirarse el consenso en torno a los organismos internacionales y
acabar con el Derecho internacional. El recurso de que disponen los impulsores
de Trump es la fuerza, lo que llaman valor es el dinero y el fin son las
riquezas de los demás. El sionazismo dispone de medios de difusión de
propaganda, también es dueño de los bancos y maneja el mundo financiero, y con
su dinero alimentan y se sirven del complejo armamentístico. Es el
funcionamiento del sistema, sin retroalimentación se pararía y se
autodestruiría.
De los pertenecientes al círculo
del poder sionazi que planifican y construyen la estructura internacional
referida, destaca públicamente el clan Kushner, un grupo al que sus medios de
difusión cuidan para que no se conozca su procedencia. Si tenemos en cuenta que
la inmensa mayoría de ellos, a nivel mundial, pertenecen a las cadenas
financieras sionistas, la explicación se desprende como fruta madura. Su
intento de dominio de Oriente Próximo arranca con la neocolonización de
Palestina. Por eso, cualquier discusión política sobre ese país, su pueblo
martirizado y el futuro que el imperialismo quiere echarle encima, debe pasar
por comprender quién es el protagonista destacado hoy por hoy de ese clan:
Jared Kushner. Esta es una cara del sionazismo, la de Netanyahu es otra. La
información que expongo aquí la extraigo del libro de Daniel Estulin “La
trastienda de Trump”, perteneciente al capítulo titulado “Los negocios
entre la mafia rusoisraelí y Trump”:
“Entre los delitos federales y
algunos estatales por los que socios de Trump/Kushner han sido condenados
o investigados encontramos fraude informático, extorsión, blanqueo de dinero,
sobornos y violaciones de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero,
asalto en primer grado, homicidio, obstrucción a la justicia, contrabando,
asociación criminal, evasión de impuestos, prostitución y juego ilegal.
La compleja naturaleza de la red
y las subredes de grupos criminales que hacen negocios con la familia Trump y/o
Kushner habría precisado que Comey pidiera más recursos para que el FBI
persiguiera las conexiones Trump/Kushner con las operaciones de blanqueo de
dinero que han ayudado a financiar la campaña de Trump. Estas organizaciones
criminales incluyen cuentas bancarias secretas, paraísos fiscales offshore y
empresas pantalla.
… Jared Kushner e Ivanka Trump se
han afiliado a una sinagoga jabad de Washington D.C. Los padres de Jared,
Charles y Seryl Kushner, han donado 342.500 dólares a instituciones jabad en
los últimos años. En 2005, Charles Kushner se declaró culpable de 18 cargos de
contribuciones ilegales a campañas electorales, evasión de impuestos y soborno
de testigos y pasó un año en la prisión de Montgomery, Alabama. En 2016,
Charles Kushner donó 100.000 dólares al Comité de Acción Política de Trump,
Make America Great Again. Las Chabad Jouses de todo el mundo han sido
identificadas por las agencias de protección de la ley como frentes del crimen
organizado y el espionaje israelíes. (Las chabad son centros de propaganda sionista).
El clan
Kushner
La otra cara de la casa blanca de
Trump es el imperio de negocios de la familia Kushner. “El yerno de Trump,
Jared Kushner, son los ojos y los oídos del Mossad israelí en la Casa Blanca de
Trump. Su padre, el excondenado por delitos federales Charles Kushner, es un
activo del Mossad desde hace tiempo y ayudó a organizar la operación de
chantaje israelí mediante seducción gay al gobernador de Nueva Jersey Jim
McGreevey. El seductor, Golan Cipel, consiguió que McGreevey lo propusiera como
jefe de Seguridad Nacional del estado de Nueva Jersey, una posición clave que
permitió a Israel destruir las pruebas que tenían las fuerzas de la ley de ese
estado sobre la participación de Israel en la organización de los ataques del
11-S.
Ahora, el hijo de Charles Kushner
es el asesor experto del presidente Trump. En Abril de 2017, Kushner acompañó
al presidente del Estado Mayor Conjunto, el general Josep Dunford, en un viaje
a Irak. En Irak, comandantes militares expertos de Estados Unidos e Irak
informaron a Kushner y Dunford sobre las actividades en Irak contra el Estado
Islámico de Irak y el Levante (DAESH). Sin duda, esta información acabó en manos
del Gobierno de Netanyahu en Israel, un Gobierno que ayudó a crear y sigue
alimentando a DAESH.
Las empresas de Kushnery el
Kushner Real Estate Group tienen una relación estrecha con el banco israelí
Hapoalim y la importante aseguradora Harel, del mismo país. El banco
Hapoalim es el principal objetivo de boicot internacional, liquidaciones y
sanciones contra Israel por su actividades financieras en los territorios
ocupados de Cisjordania”.
Una vez sabido quiénes son
Kushner y su clan, el submundo en el que se forman y cómo establecen sus
relaciones de conquista, podemos comprender mejor el objetivo de la Conferencia
de Barhein, establecer la próxima neocolonización de la totalidad de Palestina,
su Acuerdo del Siglo, o lo que el Pueblo Palestino ha llamado “la bofetada del
siglo”.
Se ha dicho que la Conferencia de
Barhein ha resultado un fracaso porque no ha asistido la representación de
Palestina, y apenas ningún otro país, tan sólo Arabia Saudí, EUA, Bahrein, y
Egipto y Jordania, con baja representación. El capo Kushner quiere que
Palestina finalice su existencia, y ha prometido dinero inexistente, busca la
etapa que le falta, el paso siguiente a los establecidos hasta hoy: impedir el
retorno de los refugiados, enterrar los derechos del Pueblo Palestino a su
Estado y su soberanía, disolver su existencia en los países de alrededor, hacer
que el mundo acepte la ilegalidad de robar Jerusalen, y olvidar a los
prisioneros Palestinos y los más de 70 años de crímenes de guerra y Lesa
Humanidad que el sionazismo ha cometido en su intento de conquista: olvidar el
capítulo de todo lo que signifique Palestina. En otra dimensión vemos que
Israel actúa así en el resto del mundo hermanado con EEUU, forman, financian,
arman y dirigen a las bandas terroristas en Siria, e intervienen directamente
bombardeando, atentando contra Irán, colaborando en la guerra contra Yemen,
invadiendo el espacio aéreo de Líbano, removiendo el suelo de todo Oriente para
crear inseguridad, inestabilidad, crear condiciones para acrecentar la guerra.
De la misma forma hemos visto como preparan golpes de Estado en Venezuela, tan
lejos de Oriente Próximo, y sus medios de propaganda lo silencian mientras
muestran la mayor animadversión contra esos pueblos que se les resisten.
Ahora bien, nos hacemos algunas
preguntas: ¿cómo es posible que casi sólo los atacados pidan ayuda y reciban
sólo el voto en la ONU?
Trump y el capo Kushner han hecho
la labor de parte aguas, han dividido hasta el aire, y el camino que trabajan
contra la conciencia del mundo, los consensos en torno al Derecho Internacional
y las leyes, siguen teniendo éxito. La prueba de su éxito es su avance sobre
Palestina. ¿No será que hay más de un Kushner? ¿Dónde? Los Kushner no
originales le siguieron a Barhein, pero también otros esperan fuera de Barhein.
¿Pero qué esperan?: que les caiga el dinero de los comerciantes del templo. El
Pueblo Palestino desprecia a los suyos, y cada Pueblo de toda la región de
Oriente Próximo sabe quiénes son sus Kushner, esos que se han formado en el
robo y el crimen.
Kushner les ha paralizado, emiten
palabras, ¿pero qué hacen? Esperan. Los segundos Kushner esperan a que el plan
del Kushner original les otorgue un pequeño papel en la obra de la historia,
esperan a que el plan avance. Lo del fracaso del Acuerdo del Siglo en Barhein
se queda vacío de contenido si no se establece la unidad movilizadora, si esa
unidad no se transmite al exterior, si no se impulsa la presión para salvar
Palestina. ¿Cuántos Kushner hay?
Palestina: El yate de Kushner en
el desierto
¿A qué se puede comparar el plan
de Jared Kushner? Un diseño para un yate de lujo para navegar en las arenas del
desierto. Para tomar en serio el plan del yerno de Donald Trump hay que estar
bendecidos con amnesia. Hay que desechar la realidad de nuestras conciencias
para poder leer un texto lleno hasta rebosar de promesas vacías y clichés de
anunciantes.
¿Qué realidad? El total control
israelí del espacio, la tierra y lo que está debajo de ella, del agua, las
personas, sus matrimonios y sus vidas, su libertad de movimiento, su propiedad,
sus esperanzas y su libertad.
Hablar, por ejemplo, sobre el
“acceso limitado de los agricultores palestinos a la tierra, el agua y la
tecnología” sin aclarar explícitamente que es Israel quien los limita es reírse
en la cara de los lectores. Así que Sam Bahour, un activista social, consultor
de negocios y analista de las políticas israelíes palestino-estadounidense
decidió responder Kushner con humor algo cansado.
«Lo ha conseguido. 136 páginas de
nada, a todo color y con fotos también“, ha escrito en una carta abierta “de un
estadounidense a otro”. Bahour ha leído la totalidad del plan en la
terraza de su casa de El Bireh, en Cisjordania, “que tiene enfrente al
asentamiento ilegal israelí de Psagot”. Analiza cómo encaja el asentamiento en
el plan de Kushner. “Veo que encaja a la perfección, porque no tienen ni
siquiera que insinuar que existe. Lo sé, nosotros los palestinos no deberíamos
preocuparnos por las inconveniencias factuales sobre el terreno”.
En los últimos 26 años se han
publicado miles de documentos de posición y propuestas de proyectos de las
instituciones palestinas e internacionales, y todos ellos utilizado las mismas
palabras que adornan las pilas de iniciativas del consorcio dinastía Trump:
empoderamiento, sector privado, entorno empresarial, espíritu emprendedor,
competitividad de las exportaciones palestinas, zonas industriales, mejorar la
movilidad, adecuar el sistema educativo e integrar a las mujeres en el mundo
laboral.
Pero los autores de estos trabajos previos al menos comenzaron desde el punto de partida esencial de reconocer la realidad. Sabían que era imposible hablar en semejante jerga de moda sobre el desarrollo económico palestino sin exigir la eliminación de las prohibiciones israelíes que lo encadenan. Incluso los informes del Banco Mundial señalan que la economía palestina pierde cientos de millones de dólares al año por el control de Israel sobre el 60 por ciento de Cisjordania (zona C). Esta es, al parecer, la parte que el embajador estadounidense en Israel, David Friedman, al igual que sus amigos en los asentamientos, afirma que Israel tenía derecho a retener.
Hasta el momento, miles de millones de dólares se han vertido en la Franja de Gaza y en Cisjordania en nombre de los nobles objetivos de la competitividad del sector privado y una economía floreciente, las hermanas gemelas de la paz. En realidad, lo que estos mismos fondos han hecho durante más de un cuarto de siglo ha sido mitigar los desastres económicos que Israel ha causado y sigue causando a la sociedad palestina mediante el robo continuo de sus recursos naturales (agua, rocas y minerales, gas natural), prohibiciones y limitaciones de movimientos y la creación de enclaves sofocantes rodeados de asentamientos violentos, cada vez mayores, que se atiborran de tierra y agua.
Los fondos destinados al desarrollo se convirtieron en caridad para una población empobrecida a la que Israel impide realizar su potencial económico y creativo. Las naciones donantes prefieren desperdiciar miles de millones que obligar a Israel a frenar la voracidad de sus asentamientos. Así es como Europea y los contribuyentes estadounidenses subvencionan el proyecto de ocupación colonial. Ahora, después de bloquear sus contribuciones, los EEUU han previsto que los países árabes subvencionen la ocupación israelí en su lugar.
Los fondos que se canalizan hacia salarios y proyectos permitieron a la OLP crear una capa burocrático-empresarial que preserva el status quo (aceptando la atomización geográfica y la coordinación de la seguridad con Israel), en vez de desarrollar una nueva estrategia que lo cuestione. Pero como los donantes del pasado no borraron la realidad, la dirección palestina podía seguir fingiendo que estaba al servicio del objetivo de un estado palestino independiente.
El yate de Kushner en el desierto ni siquiera permite ese espejismo: ese es su aspecto más positivo.
Haaretz. Traducción: Enrique García para Sinpermiso. Extractado por La Haine.
Texto completo en: https://www.lahaine.org/cE6T
http://www.resumenlatinoamericano.org/2019/07/09/palestina-un-tal-kushner/