Un desafío: salvaguardar la unidad de la familia humana
Leonardo Boff*
Existe el peligro real de que la familia humana se bifurque en dos. Una, la de aquellos que se benefician de los avances tecnológicos de la biotecnología y nanotecnología y disponen de todos los medios posibles de vida y de bienestar, cerca de mil seiscientos millones de personas, pudiendo prolongar la vida hasta los 120 años, que corresponde a la edad posible de las células. Y la otra humanidad, los más de cinco mil cuatrocientos millones restantes, barbarizados, entregados a su suerte, pudiendo vivir como mucho hasta los 60-70 años con las tecnologías convencionales, en un cuadro perverso de pobreza, miseria y exclusión.
Este foso proviene del horror económico producido en la escena histórica por la dominación del capital globalizado, especialmente del especulativo, bajo la regencia cruel del neoliberalismo radical. Considerándose triunfante frente al socialismo real, cuyo derrocamiento se dio a finales de los años 80, aquel ha exacerbado sus principios: la competición, el individualismo, la privatización, la difamación de todo tipo de política y la satanización del Estado, reducido al mínimo. Cerca de 200 megacorporaciones, cuyo poder económico equivale al de 182 países, dirigen, junto con los organismos del orden capitalista como el FMI, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio, la economía mundial según el principio de la competición, sin el más mínimo sentido de cooperación ni de respeto ecológico hacia la naturaleza. Todo se ha vuelto mercancía, desde el sexo a la religión, en un deseo de acumulación desenfrenada de riquezas y servicios a costa de la devastación de la naturaleza y de la precarización ilimitada de los puestos de trabajo.
El peligro consiste en que los muy ricos creen un mundo sólo para ellos, que rebajen los derechos humanos a una necesidad humana que debe ser atendida por los mecanismos del mercado (por lo tanto sólo tiene derechos quien paga y no quien es simplemente una persona humana), que hagan de los diferentes desiguales y de los desiguales no semejantes, a los cuales se les niega prácticamente la pertenencia a la especie humana. Son otra cosa, aceite quemado, ceros económicos.
En Occidente, que hegemoniza el proceso de globalización, la idea de igualdad nunca triunfó políticamente: Quedó limitada al discurso religioso-cristiano, de contenido idealista. Ese déficit de una cultura igualitaria favorecería la bifurcación de la familia humana. Puede triunfar una edad de las tinieblas mundial que se abatiría sobre toda la humanidad. Sería volver a la barbarie.
El desafío a ser enfrentado es hacer todo lo necesario para mantener la unidad de la familia humana, habitando la misma Casa Común. Todos somos Tierra, hijos e hijas de la Tierra, y para los cristianos, creados a imagen y semejanza del Creador, hemos sido hechos hermanos y hermanas de Cristo y templos del Espíritu. Todos tienen derecho a ser incluidos en esta Casa Común y a participar de sus dones.
Para dar cuerpo a este desafío necesitamos una ética humanitaria distinta, que implica rescatar los valores ligados a la solidaridad, la empatía y la compasión. Es importante recordar que fue la solidaridad/cooperación la que permitió a nuestros antepasados, hace algunos millones de años, dar el salto de la animalidad a la humanidad. Cuando salían a recolectar alimentos no los comían individualmente, como hacen los animales, sino que reunían los frutos y la caza, los llevaban a su grupo de iguales y los repartían solidariamente entre todos. De este gesto primordial nació la sociabilidad, el lenguaje y la singularidad humana. Será todavía la solidaridad irrestricta, a partir de abajo, la compasión que se sensibiliza ante el sufrimiento del otro y de la Madre Tierra, la que garantizará el carácter humano de nuestra identidad y de nuestras prácticas. Vergonzosamente fue lo que les faltó a los grandes acreedores internacionales que, ante la tragedia del tsunami del sudeste asiático, no perdonaron los 26 mil millones de deuda de aquellos países flagelados. Solamente pospusieron un año el pago.
Sin el gesto del buen samaritano que se inclina sobre los caídos a la vera del camino o la voluntad de infinita compasión del bodhisatwa, que renuncia a penetrar en el nirvana por amor a la persona que sufre, al animal quebrantado o al árbol reseco, difícilmente haremos frente a la inhumanidad cotidiana que se está naturalizando a nivel brasilero y mundial.
En la perspectiva de los astronautas, de aquellos que tuvieron el privilegio de ver la Tierra desde fuera de la Tierra, Tierra y Humanidad forman una sola entidad, compleja pero una. Ambas están ahora amenazadas. Ambas tienen un mismo destino común y se enfrentan juntas al futuro. Su salvaguarda constituye el contenido principal de un sueño ancestral: todos sentados a la mesa, en una inmensa comensalidad, disfrutando de los frutos de la buena y generosa Madre Tierra.
Si el cristianismo y los demás caminos espirituales no ayudan a realizar este sueño y no llevan a las personas a concretarlo, no habremos cumplido la misión que el Creador nos reservó en el conjunto de los seres, que es la de ser el ángel bueno y no el satán de la Tierra. No habremos escuchado ni seguido a Aquel que dijo: "Vine a traer vida y vida en abundancia" (Jn 10,10).
Es importante que tomemos conciencia de nuestra responsabilidad, sabiendo que ninguna preocupación es más fundamental que cuidar de la única Casa Común que tenemos y lograr que toda la familia humana, superando las contradicciones que existen siempre, pueda vivir unida dentro de ella con un mínimo de cuidado, de solidaridad, de hermandad, de compasión y de reverencia ante el Misterio de todas las cosas, que producen la discreta felicidad durante el corto tiempo que nos es concedido pasar por este pequeño, bello y radiante Planeta.
¿Una utopía? Sí, pero necesaria si queremos sobrevivir.
*Leonardo Boff ha escrito: Proteger la Tierra- salvar la vida. Cómo escapar del fin del mundo, Nueva Utopía, Madrid 2012.
Traducción de Mª José Gavito Milano
Gobiernos y periodismo del mundo cómplices de Trump por Eladio González toto
90 por ciento de los gobiernos del mundo, HAN SIDO por 55 años y SON cómplices
del holocausto espiritual que ha sufrido el pueblo cubano. Estados Unidos decidió en 1961
aislar a todos los habitantes de la isla. Con su pecaminosa, inhumana y genocida actitud
separó a once millones de seres humanos del resto de la humanidad. Repitió multiplicado trescientas veces al ghetto de Varsovia hitleriano, desgajando de la PATRIA HUMANIDAD a esta pequeña hija que es Cuba. Pequeña pero no por ello menos necesaria, para el saludable equilibrio de la raza humana. Anualmente estos gobiernos cómplices emiten en la ONU un hipócrita voto contra el bloqueo "lavándose como Poncio Pilatos las manos" para luego hacer el juego que dicta el despótico pero "democrático" dueño del mundo. La UNIÓN EUROPEA obedece la voz del amo también y bloquea a los hermosos locos que ostentan la MENOR
MORTALIDAD INFANTIL de toda América (del Norte, del Centro y del Sur). El gobierno de Israel no tolera que los revolucionarios cubanos tengan CERO en Desnutrición Infantil y a pesar de que millones de judíos murieron en el Holocausto ( ¿cómplicidad mundial por no intervenir? ) los israelitas son hoy quienes votan año tras año para que se perpetúe el BLOQUEO – GHETTO a la patria de José Martí. Y la humanidad se pierde la hermosa y fructífera experiencia de interactuar con el criterio amoroso, la ciencia, la cultura, el arte y la experiencia de vida cubanas. En Argentina mi patria de cada mil niñitos nacidos vivos mueren doce antes del año de vida. La prohibición de vincularnos a ellos y a su experiencia médica hace que no podamos aprender como es que de mil cubanitos nacidos mueran solo CUATRO en el primer año de vida. Ellos "ahorran" ocho niños, nosotros vemos morir a nuestros ocho finaditos ("Ay, ay, ayaya, yita pobre, pobre mi guagüita". Al rincón más apartado del planeta que haya sido tocado por la tragedia llega primero y donado el plasma cubano. No tienen dinero, no tienen transportes ultrasofisticados pero tienen lo que muchos no tienen…. El PLASMA. Que no es un modelo de televisor chato, es la concreción de un hecho amoroso que los seres humanos deben practicar… la donación de sangre. Y en Cuba rebosan los bancos de sangre porque jóvenes y adolescentes acuden dos veces por año voluntariamente a aportar amor o "combustible" para los cuerpos de sus semejantes en el mundo. En Georgia, Estados Unidos, de la Escuela Militar han egresado miles de militares extranjeros convertidos en TORTURADORES deshumanizados (hoy siguen egresando). En La Habana miles de jóvenes extranjeros del tercer mundo han egresado tras seis años de estudios gratuitos, prácticas y el Juramento de Hipócrates como MEDICOS y ejercen el amor con los pacientes pobres de sus pueblos. Hoy siguen egresando de la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana y de la Primera Escuela de Medicina de Santiago de Cuba, fundada por un petizo pícaro, argentino, cordobés que a instancias de su íntimo amigo Ernesto Che Guevara dejó fama y dinero en Venezuela para compartir su suerte con los pobres de la tierra de la Revolución Cubana y fundó dicha Universidad. ¡ Honor a Alberto Granado Jiménez el dueño de la moto "Poderosa" y fabricante de médicos para el mundo !. Cuba cuenta solo en el paupérrimo nordeste brasileño con CINCO MIL médicos solidarios. Estados Unidos envía marines y soldados a matar a cualquier lugar del mundo. El periodismo argentino al servicio de los medios hegemónicos cumple su triste, traidora y miserable misión. Ocultaron medio siglo y ocultan hoy estas realidades y acompañan el coro de mentiras que fabrican los gobiernos norteamericanos. Malhaya triste destino periodistas argentinos, traidores a la patria, anexionistas culturales destructores de la memoria histórica nacional para injertar en alma y cerebro de nuestros niñitos y preadolescentes un cóctel de Harry Potter, He Man, Pokemon y el Hombre Araña. Reiteraría nuestra poetisa María Elena Walsh su…"Argentina es un país Jardín de Infantes". Ciudadanos y medios INTACHABLES: (no entran en un tacho de basura). ¿ QUÉ TIENEN EN COMUN ? Ambito Financiero, Ariel Corbat, el diario Clarín, La Nación, Baby Echecopar, Chiche Gelblung, Ernestina Herrera De Noble, González Oro, Hadad, Feinman, Lage, Jorge Lanata, Mariano Grondona, Mario Markic, Mirta Legrand, Nelson Castro, Openheimer, Petinato, Rolando Hanglin, Susana Gimenez, Marcos Aguinis, Gerardo Sofovich y Pepe Eliaschev ya fallecidos pero no me olvido, Julio Bárbaro, Leuco (padre) Chiche Duhalde, Jorge Giacobbe, Felipe Solá, Beatriz Sarlo, Alejandro Fantino, Joaquín Morales Solá, Juan Sebrelli, Salvia, Mauro Viale, Tenenbaun, Majul, Pablo Docimo, Santiago del Moro y algunos otros. Aunque "siniestro" es sinónimo de izquierda, entre estos comunicadores sociales, medios y personajes políticos hay muchos de derecha (diestra). Eso sí, todos coinciden siniestramente en denostar con fruicción a las Revoluciónes cubana, venezolana, boliviana, ecuatoriana y es que son soldados del colonialismo. Trabajan para que "democráticamente" la administración Macri nos esclavize al máximo.
"El objetivo primo de la guerra psicológica es crear, en el o los adversarios, un clima mental, una serie de sentimientos que, conduciéndolos por las sucesivas etapas del miedo, del pánico, de la desorientación, del pesimismo, de la tristeza, del desaliento, en fin, los lleve a la derrota." Dr. Ramón Carrillo Ministro de Salud de la Nación 1946-1954 - presidencia Perón.