Sin dudas, se da la batalla cada cual como cree... pero
aún no estamos a mitad de esta partida de ajedrez viral, y la vacuna clásica
demorará: hay experiencias Buenas en distintos lugares, y personal cubano
especializado en Norte italiano ha ayudado a disminuir la legalidad de la
covid-19. Mientras, las medidas orientadas o la OMS y la Comunidad científica
desde el Nasobucos hasta el aislamiento de las personas unido a una higiene
cotidiana es garantía de evitar esta amenaza y disminuir su capacidad de mutar
e infectado tras personas. En Cuanto hasta ayer habían
"Véneto está controlando el coronavirus porque no ha
seguido a la OMS"
Sergio Romagnani, fue uno de los primeros científicos en
advertir el riesgo que corría Europa y ha tutelado el experimento más exitoso y
uno de los más esclarecedores en la lucha contra el coronavirus
AUTOR ÁNGEL VILLARINO
07/04/2020 05:00 - ACTUALIZADO: 07/04/2020 12:47
Sergio Romagnani ha visto muchas epidemias, pero dice que
esta es la primera en la que él personalmente se considera un “objetivo”. “Soy
consciente de la gravedad que tendría un contagio a mi edad. Nunca me he
encontrado ante algo así. El VIH, por ejemplo, era muy grave, pero se
solucionaba con medidas muy sencillas”, dice por teléfono desde su casa. Tiene
81 años, es profesor emérito de la Universidad de Florencia, una eminencia en
el campo de la inmunología y la medicina interna, y uno de los 30 científicos
italianos más citados. Estos días anda tan atareado que para entrevistarlo
hemos tenido que localizar a su hija.
Romagnani empezó a alertar a la opinión pública toscana
antes de que casi nadie se tomase el problema en serio en Europa y ha sido
precisamente uno de sus discípulos, Andrea Crisanti, de la Universidad de
Padova, quien está consiguiendo el que quizá sea el primer retroceso del
Covid-19 en territorio europeo: la 'batalla' de Véneto. Allí, el virus brotó
con violencia, pero se bate en retirada tras una serie de medidas que otros
territorios no supieron adoptar a tiempo.
Si Lombardía (Milán/Bérgamo) es la cruz de la moneda,
Véneto (Pádova/Venecia) es la cara. En el último recuento oficial, Véneto
registraba 662 muertos y 11.000 casos confirmados. Mientras, Lombardía,
superaba los 9.200 fallecidos y roza los 52.000 casos. ¿La clave? Con cifras
tan dispares, las dos han realizado casi el mismo número de test.
Sergio Romagnani. (EC)
PREGUNTA. En la localidad de Vò Euganeo (Véneto, norte de
Italia) se produjo uno de los primeros brotes. Decidieron hacer test a toda la
población, a los 3.500 habitantes, y aislar a todos los positivos, incluidos
los asintomáticos. Y la epidemia se frenó en seco, al revés de lo que ocurrió
en Lombardía... o en Madrid.
RESPUESTA. Vò es una localidad en la que había una
situación muy parecida a la de Codogno (Lombardía). De hecho, había habido
contactos entre los dos pueblos, que están muy cerca aunque pertenecen a
regiones distintas. E igual que en Codogno, Vò se convirtió en 'zona roja'
desde el principio y se cerró completamente a la población. La diferencia es
que aquí entró en juego mi discípulo, Andrea Crisanti, con quien he hablado
mucho estos días. Aconsejadas por él, las autoridades decidieron hacer test a
todos los habitantes del pueblo.
P. ¿Y cuál fue el resultado?
R. El resultado se obtuvo sobre una muestra muy pequeña,
pero aun así es muy revelador. Un total de 58 personas dieron positivo en los
test realizados entre el 22 y el 25 de febrero y, de todos ellos, 33 eran
totalmente asintomáticos. De los menores de 50, la mayoría lo eran.
Establecimos la hipótesis de que entre el 50% y el 70% de los infectados no
estarían desarrollando síntomas, que recogieron los periódicos italianos. Y lo
más importante: 10 días después solo dieron positivo 19 de los asintomáticos y
10 de los que tenían síntomas.
P. Un estudio posterior, en China, incide en que
alrededor del 80% de los contagios lo provocan infectados no detectados, entre
ellos asintomáticos.
R. Claro, porque son muchos y son una fuente formidable
de contagio. Por eso hay que aislarlos inmediatamente. La mayoría eran personas
jóvenes y sanas. Pero lo más interesante de todo es que cuando los contagiados
asintomáticos fueron aislados en Vò, el porcentaje de enfermos disminuyó de
golpe del 3,2% al 0,3%. ¡Más de 10 veces! Llegamos a la conclusión de que la
circulación del virus alrededor de una misma persona, aunque ya esté infectada,
agrava su patología.
P. Antes de seguir con eso, me queda una duda, ¿los
asintomáticos no presentaron síntomas después del primer test, no?
R. No, no. Ya le digo que a los 10 días les volvieron a
hacer el test y ya más de la mitad dieron negativo. Creo que en todo el brote
allí solo ha muerto una persona. ¡Compárelo con Codogno, donde ha habido
tantísimas víctimas! La impresión de Crisanti, que comparto, es que quizá fue
el aislamiento de los asintomáticos positivos lo que frenó la epidemia. Es una
hipótesis, pero creemos que cuando el virus circula muchas veces por el mismo
ambiente, potencia su acción.
"Es como si las insignificantes mutaciones que el
virus va sufriendo lo hiciesen mucho más peligroso para aquellos que están
expuestos continuamente"
P. Eso explicaría por qué el personal sanitario ha
sufrido la enfermedad más que otros colectivos, no solo por riesgo de contagio
sino por evolución de la patología.
R. Los pacientes de Vò que desarrollaron una enfermedad
grave eran ancianos que vivían en comunidad, mientras que aquellos que aislamos
tuvieron una evolución mucho menos grave. Creemos que la exposición repetida lo
agrava todo. Es como si las insignificantes mutaciones que el virus va
sufriendo lo hiciesen mucho más peligroso para aquellos que están expuestos continuamente
a su presencia.
P. Imagino que está al tanto de la evolución del Covid-19
en España.
R. Lo sigo por las noticias. Yo creo que en Madrid está
ocurriendo lo mismo que en Lombardía. En Lombardía no han hecho test a los
asintomáticos, solo a los que tienen ya síntomas. Y no han querido llevar
mascarillas. Dos enormes errores estratégicos, que son los que han desatado la
tragedia. Lombardía está como Madrid, ya lo sabe: tenemos muchas personas en
terapia intensiva.
P. En las residencias de ancianos españolas la situación
está siendo infernal. ¿En Italia?
R. Es que son un incubador trágico del virus. Lo hemos
visto también aquí: se ponen todos los ancianos enfermos. ¿Por qué? Porque no
hicieron test al personal que trabaja allí, a quienes los cuidan, que son en
muchos casos asintomáticos y son los que han llevado el virus a los ancianos.
Es gente que hacía una vida normal, entraba allí, infectaba a los viejos y se
desataba el fin del mundo. Aquí tenemos residencias donde se ha infectado hasta
el 50 y el 80% de la gente.. La única manera de frenarlo es hacer test a todo
el personal que trabaja allí y sacar inmediatamente a los que den positivo. Si
no lo hacemos, seguirán muriendo.
P. Entiendo que otra cosa que se ha hecho muy bien en
Véneto es evitar la hospitalización de todos los pacientes con síntomas. Mantenerlos
alejados.
R. El virus es muy peligroso en ambientes cerrados donde
hay muchas personas. Por eso hay que actuar enseguida en hospitales y
ambulatorios médicos. El desastre de Bérgamo empezó precisamente en unas
Urgencias, donde no se dieron cuenta de que había llegado un paciente con
síntomas, que fue el que infectó a los médicos, a las enfermeras, a todos los
pacientes… El que pasaba por allí salía con el virus. Así explotó la epidemia
en Bérgamo. Esa es la verdad.
"Cuando llegaron los médicos enviados por China, se
quedaron estupefactos. Nos decían que si estábamos locos"
P. Y en el Véneto se hizo distinto, ¿no?
R. En cuanto crearon la ‘zona roja’, aislaron a todos,
también los asintomáticos… Paralizaron el brote. En el norte, en el área de Bergamo
(Lombardía), hay grandes industrias que producen mucho. Se valoró distinto por
motivos económicos quizá. Y ya ve el resultado… Al final hemos tenido que
paralizar la nación entera por esos errores iniciales.
P. Usted dice que otro error fue aconsejar a la población
no llevar mascarillas.
R. Eso ha sido un error enorme. ¡Enorme! Las mascarillas
es obvio que no dan una protección al 100%, pero si las lleva todo el mundo
baja muchísimo el riesgo de contagio. Cuando llegaron los médicos enviados por
China, se quedaron estupefactos. Nos decían que si estábamos locos. Ellos es
verdad que están acostumbrados a llevarlas por la contaminación, etcétera, pero
no se podían creer que en Italia las autoridades recomendasen lo contrario.
P. ¿La gestión de los países asiáticos ha sido tan buena
como se percibe desde aquí?
R. Muy buena. Mire, un lugar muy peligroso son los
ascensores. Los chinos tienen pañuelos desinfectantes dentro como protección.
¡Y en Corea del Sur lo han hecho todavía mejor! Allí han hecho como en Vò, pero
además usando medios tecnológicos para rastrear los teléfonos. Tienen el
control de todos los positivos, saben adónde van, con quién han tenido
contactos… e inmediatamente los aíslan. El 27 de enero, ¡el 27 de enero!, se
reunieron los responsables de su centro de control de epidemias y en siete
semanas tenían test para todos, adquiridos a la empresa más fiable. Han hecho
cientos de miles de test. Como en Vò, pero a lo grande.
P. Al inicio de la epidemia, se cuestionaba el gasto
económico de comprar y hacer tantísimos test.
R. ¿Cuánto cuesta un test? ¿Una decena de euros? ¿Algo
más? Lo digo porque tener en terapia intensiva a un paciente durante 20 días en
Italia cuesta entre 50.000 y 60.000 euros.
"Hay que empezar ya a hacer test masivos a las
categorías que pueden ser vector de contagio por el trabajo que
desarrollan"
P. Teniendo en cuenta cómo ha avanzado la epidemia,
¿deberíamos hacer test a toda la población?
R. Es imposible hacer test a todo un país, eso es
imposible. Pero lo que se puede hacer es elegir a quién lo haces y no parar. Se
tiene que empezar con las categorías que pueden ser vector de contagio por el
trabajo que desarrollan. Médicos, enfermeros, personal sanitario, trabajadores
de supermercados, agentes de policía, farmacéuticos, etcétera. A esos hay que
hacerles test a todos.
P. Usted vio venir esto mucho antes que el resto. Está
negro sobre blanco en los artículos publicados en la prensa toscana.
R. Soy profesor emérito, estoy prácticamente jubilado,
pero he entendido la gravedad precozmente, muy precozmente. El gobernador de
Toscana, que me conocía bien, me contactó y por eso empezaron a hacer test a
los médicos aquí, a los enfermeros, etcétera. ¡En Lombardía no se los hacían ni
a los médicos! ¡En los hospitales no se hacían a nadie! Lo peor es que seguían
las recomendaciones de la OMS, que decía que había que hacer test solo a los
que tenían síntomas.
P. Con las mascarillas también ha habido rectificación.
¿Ha fallado la OMS?
R. Ha sido desastroso, totalmente desastroso. Hasta hace
10 días, aquí seguían diciendo por televisión en mensajes oficiales que las
mascarillas no servían para nada, que los test a los asintomáticos no servían
para nada. Al final, Véneto está controlando el coronavirus por no seguir a la
OMS. Ahora están cambiando el discurso y están diciendo lo que yo dejé escrito
hace dos meses. Pero ahora llega tarde. Hacía falta hacerlo entonces para
frenarlo.
P. ¿Cómo es posible que haya fallado tanto la OMS?
R. Nos hemos hecho esa pregunta nosotros también muchas
veces estos días. Yo creo que fundamentalmente han fallado porque son
burócratas que han hecho carrera dentro de oficinas, pero no han vivido la
experiencia de campo, no han estado ni en los laboratorios manejando virus ni
implicados en situaciones epidémicas en otros países. Los políticos se han
dejado aconsejar por burócratas, en lugar de por expertos. Los políticos están
siendo muy criticados, pero la verdad es que han tomado decisiones aconsejados
por lo que les decían los técnicos.
"Los políticos están siendo muy criticados, pero la
verdad es que han tomado decisiones aconsejados por lo que les decían los
técnicos"
P. ¿Alguna experiencia que haya tenido usted le ha permitido
entender mejor que sus colegas lo que podía estar pasando?
R. Yo creo que me he preparado durante toda mi vida para
entender este momento. Mi discípulo lo entendió incluso antes. Era un chaval
genial en la universidad, se ha convertido en un investigador famoso en el
campo de la malaria. Estaba trabajando en Londres, en el Imperial College, pero
hemos tenido la suerte de que la Universidad de Padova lo trajese de vuelta a
Italia. Ha sido la bendición del Véneto. Gracias a él, que es un verdadero experto,
un virólogo, el gobernador del Véneto está frenando la epidemia.
P. ¿Por qué se han fiado más de él que de la OMS o del
Gobierno central?
R. El gobernador del Véneto es de la Liga Norte, donde no
tienen particular simpatía por el Gobierno central italiano. Así que ha hecho
las cosas como le ha dado la gana, a su manera... Con la suerte de que ha dado
con Crisanti.
P. Asumiendo que hemos perdido la oportunidad de hacerlo
como se hizo en Véneto. ¿Qué podemos hacer ahora?
R. Buscar los anticuerpos del virus en la sangre es muy
fácil. Y nos permitiría saber cuántas personas han tenido la infección. A
partir de ahí, podríamos avanzar mucho en la investigación epidemiológica para
saber dónde estamos. Luego se podría utilizar a las personas con anticuerpos
para trabajar en lugares como residencias de ancianos, fábricas o donde hagan
más falta. Y tercero: podríamos utilizar el plasma de esas personas para curar
a pacientes. Esta terapia ya se está utilizando y puede funcionar como una
vacuna pasiva: anticuerpos metidos directamente a la sangre.
P. También permitiría saber cuánta gente ha pasado la
enfermedad sin síntomas o con síntomas ligeros, claro.
R. Las cifras exactas no se van a conseguir. Los estudios
de anticuerpos no detectan a todo el que lo ha pasado sin síntomas, solo a dos
tercios. En cualquier caso... En el hospital de Florencia lo hemos hecho con
todo el personal sanitario y hemos encontrado que en torno a un 5% de médicos y
enfermeros había pasado ya la enfermedad sin síntomas. Eso a pesar de que es un
hospital que no estaba en primera línea y donde no ha habido apenas pacientes
con coronavirus.
"El virus tiene mucho margen todavía, muchos cuerpos
que infectar, muchas vidas en riesgo"
P. Aquí mucha gente fantasea con la idea de que medio
Madrid ha pasado ya el coronavirus.
R. En Italia pasa algo parecido. Pero ojo, porque yo creo
que el porcentaje de población europea que lo ha pasado todavía no es muy
grande. El virus tiene mucho margen todavía, muchos cuerpos que infectar,
muchas vidas en riesgo.
P. Usted es de los que se metieron en cuarentena antes de
que fuese obligatorio.
R. Llevo ya más de un mes. De todos modos, como profesor
emérito, mi actividad no era tampoco muy intensa. Cuando empezó esta historia,
ya llevaba tiempo evitando el contacto con gente. Ya había entendido lo que iba
a pasar. Piense que tengo 40 años de experiencia, de investigación, y tengo
amistad con los principales expertos. Anthony Fauci, el que está al frente en
Estados Unidos, es buen amigo mío. Oiga, ¿le puedo hacer ahora yo a usted una
pregunta?
P. Si, claro.
R. ¿Se ha hablado en España del partido
Atalanta-Valencia?
P. Sí, se ha comentado que fue fuente de contagio
importante, pero sobre todo para la gente de Bérgamo.
R. Es que fueron 40.000 de Bérgamo a Milán, todos juntos
en el estadio. Y claro… Y eso que al aire libre es mucho menos peligroso,
porque en ambientes cerrados el virus se queda en el aire durante un tiempo y
puede inhalarse directamente.
P. ¿Si?
R. Aún no está del todo claro, pero parece que aunque no
estés delante de la persona infectada, aunque no la veas, te puedes llegar a
infectar en ambientes cerrados.
"La vida a partir de ahora será mucho más complicada
y mucho menos bella"
P. ¿Cómo se imagina la vida dentro de unos meses?
R. Seguro, seguro que ya no va a ser como antes. Habrá
que ir con mascarillas todo el día, habrá que evitar las grandes
concentraciones, habra que cancelar todo tipo de espectáculos deportivos,
congresos, quedadas, discotecas, bares… Quizá los restaurantes se podrán volver
a abrir distanciando mucho las mesas. En definitiva, la vida a partir de ahora
será mucho más complicada y mucho menos bella.
P. ¿Confía en que se encuentre una vacuna?
R. Para que sea eficaz, hace falta mínimo un año. A ver
si se consigue. Lo normal es que sí, seamos optimistas, porque las
características del virus no son como las del VIH, por ejemplo. No entra en las
células, sino que se pega a ellas y el anticuerpo lo localiza. Quizá no será
una vacuna para toda la vida, pero entonces bastaría con una protección de año
en año, como con la gripe. Pero nunca se sabe. Y luego es que la producción
tendrá que ser gigantesca: todos los habitantes del planeta van a querer su
dosis.
P. ¿Es difícil desde el punto de vista de la materia
prima fabricar vacunas para todos?
R. No, eso no. El material no es un problema con la
tecnología actual. Una vez has aislado el virus y encontrado la proteína útil a
inyectar, se puede producir en cantidades ilimitadas. Pero es que somos muchos
millones… Habrá que empezar con categorías especiales: ancianos, enfermos,
etcétera.
P. Algo que sigue preocupando es que también mueren
personas jóvenes.
R. Creo que se distorsiona un poco ese mensaje. En
realidad es muy, muy rara la muerte de personas jóvenes. Por debajo de los 20
años, creo que han muerto 10 en total, al menos en los países donde se sabe lo
que está pasando. En África no tenemos ni idea de lo que puede estar
sucediendo.
P. Como inmunólogo ¿qué teoría le convence más sobre lo
selectiva que es en términos de edad la neumonía que provoca este virus?
R. Hay dos teorías. La primera dice que la respuesta
tumultuosa y excesiva causada por el sistema inmunológico natural, una tormenta
de citoquinas macrófagas que colapsan los pulmones... Una reacción excesiva en
los pacientes más ancianos. Los niños de dos o tres años que tienen un sistema
inmunológico muy poco eficaz, apenas formado, ni lo notan.
P. ¿Y la segunda teoría?
R. Se dice que una persona anciana ha tenido muchas
infecciones de otros coronavirus a lo largo de su vida y ha acumulado una
cantidad de anticuerpos tan grande que cuando se infecta con este virus nuevo,
reacciona anegando los pulmones con esos anticuerpos… Ninguna de las dos
teorías me convence, la verdad, yo los anticuerpos los he conocido siempre como
armas protectoras.
P. ¿Entonces? ¿Sigue siendo un misterio?
R. Sí, creo que estas hipótesis son precipitadas. Estamos
todavía en la fase del misterio. Esto es un enorme misterio y, como le decía,
yo llevo toda la vida preparándome para ello.