Homenaje a dos jóvenes que alguna vez fueron preadolescentes. Alexis y Ernesto
Inolvidables pichones de anarquistas, a los que
descaradamente usamos para que nos estimularan con su para nada inocente
militancia.
Nosotros los adultos a los ponchazos, sin experiencia, ni teoría,
solamente trabajando nuestros sueños actuábamos, movidos por amor, para
incomodidad de muchos (demasiados lamentablemente) y sorpresa de algunos, pocos
(para nuestro gusto).
Fueron como el nieto o el hijito que sacude la mano del
adulto con el que esta parado ante la barrera y lo saca de su ceguera
cuando con su vocecita entusiasmada exclama ¡ El Tren !.
Y gracias a ellos dos y a muchos otros quinceañeros y menores aún afortunadamente pudimos ver mejor, focalizar detalles olvidados de la solidaridad, y sumaron su frescura adolescente pintándonos estrellas insurgentes a lo largo de las cuatro paredes del museo y como no era raro que Irene y yo nos apoyáramos en algún momento contra esos muros sagrados, hasta nos las pintaron en el alma.
Hoy todavía los visitantes se asombran de nuestra
pasión, que es en realidad combustible generado desde hace veintiun años por
las estrellas de Alexis y Ernesto.
Se lo debemos y esa deuda se saborea
diariamente. Honra tener amigos así.
Seguro que entraron al Museo del Che en Alta Gracia y se encontraron con todos esos maravillosos sentimientos que ambos vivenciaban y practicaban desde niños.
Exhibidos para turistas, como si ellos hubieran armado el museo, como si alguno
de los dos hubiera sido Alberto Granado y el otro Ernesto Guevara el Che, o
viceversa, pero nutriéndose mutuamente para atreverse a más, a más, a
más............
Los quiero mucho Alexis y Ernesto y por conocerlos a ambos me
siento más seguro sobre el futuro de mis biznietos.
Eladio González Rodríguez Toto fundador director
Museo
Ernesto Che Guevara de Buenos Aires, Caballito.