por Nuria Barbosa León (cubana)
Una noticia nos conmovió a todos esta semana, el alumno Cho Seung-Hui
asesinó a mansalva a 32 estudiantes de la Universidad Politécnica del
Estado norteamericano de Virginia.
Pero meses antes leímos que el 20 de enero de este año un estudiante
estadounidense de 16 años mató con un cuchillo a un compañero cuando
caminaba por uno de los pasillos de una escuela de secundaria en el
norteño estado de Massachussets.
En América Latina el panorama no es muy distinto, en Colombia, los
alumnos del colegio Jhon F. Kennedy, en la ciudad de Barrancabermeja,
Santander, realizaron una protesta para exigir mejoras en las aulas
debido a que faltan pupitres; las puertas de los baños están
deterioradas, no cuentan con un espacio de expresión artística y en
términos generales el estado del centro educativo no es óptimo para
recibir clases.
Mientras que en Argentina, el docente Carlos Fuentealba fue fusilado con
un disparo en la nuca por el policía Darío Pobrete, por defender a los
trabajadores de la educación para que se le aumentara el salario.
Nada de eso ocurre en Cuba porque existe un sistema de educación
obligatorio, gratuito y al alcance de todos, sin importar raza, religión,
ingresos personales ó sexo. Existe un sistema de enseñanza laico, general
para todas las escuelas, y atendiendo a los principios globales de la
ciencia y la técnica.
En Cuba los niños visten un uniforme único, sus textos y materiales de
estudios responden al grado del escolar pero con el mismo formato desde
oriente hasta el occidente de la Isla, con un programa educativo válido
para todos los centros docentes y atendiendo a las características de
cada localidad.
A partir del año 2000 se introdujeron reformas a la enseñanza, fueron
remodeladas la totalidad de las escuelas del país y se concibió el plan
de maestros generales integrales, ello quiere decir que el maestro se
prepara en primaria para impartir clases a sólo a 20 alumnos por aula y
en secundaria a 15.
El profesor de secundaria imparte, según su interés, las asignaturas de
ciencia o de letras y en ambos campos debe impartir un grupo de materias
y no una sola como es la práctica a nivel mundial.
Además el muchacho, tanto de primaria como de nivel medio, recibe
colateralmente computación, inglés, educación física y educación musical.
Cada salón docente está equipado con un módulo de televisión y vídeo para
las teleclases transmitidas por canales de televisión.
Las escuelas tienen un laboratorio de computación, así como su rincón
histórico, su biblioteca, sus áreas deportivas, así como la asistencia de
instructores de arte que fomentan la cultura en todas sus variedades.
En el país existen escuelas rurales que tienen menos de cinco niños
matriculados en sus aulas y muchas con un solo estudiante, en ellas se
realizan las mismas actividades de las demás.
Para todas las escuelas está concebida la doble sesión, el niño entra al
colegio a las 8:00am y termina a las 4:20 de la tarde, hay garantía de
almuerzo para la totalidad de los niños, aunque existe el régimen
seminterno para las madres no trabajadoras y que desean que sus hijos
almuercen en la casa.
También están concebidas las secundarias internas para los estudiantes
que desean continuar sus estudios en esta modalidad, así como para las
familias de bajos ingresos y con problemas sociales. El ciento por ciento
de los educandos tienen garantizados la continuidad de estudios y junto
al título de graduado de enseñanza técnica y profesional se le otorga su
ubicación laboral.
Los maestros reciben salarios decorosos y se acogen al tiempo lectivo
para su superación, actualmente hay muchos matriculados en maestría en
pedagogía.
El nivel educacional de los cubanos se elevó al 12 grado y los jóvenes
que por alguna razón abandonaron los estudios antes de concluir pueden
realizarlo en los cursos nocturnos donde reciben un estipendio y se
vinculan a los programas de la Revolución en la formación de nuevos
maestros, trabajadores sociales, personal técnico para la salud y hasta
para las especialidades militares.
La educación también llega a los niños con limitación física, ciegos,
sordos-mudos y con retardo ó retraso en el aprendizaje porque en todas
las provincias hay escuelas especiales que cuentan con transporte para
el traslado de los educandos.
No hablo de una fantasía, ni de una utopía por alcanzar, hablo de un tema
sensible para el mundo entero, la educación, que en Cuba es un problema
resuelto desde el mismo momento del triunfó de la Revolución en 1959.
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