lunes, 21 de mayo de 2007

Poesía - Unamuno - Antonio Agüero - Miguel Hernández - Gelman - Lorca - Roque Dalton - Gioconda Belli - Silvio Rodríguez - Nazim Hikmet

De poetas y trincheras por Jorge Etcheverry

Se dice que Platón habría expulsado de su república a los poetas.
Cualesquiera que hayan sido sus motivos, eso demuestra que ya desde entonces
los poetas eran como una pulga en la oreja, jodían, molestaban, y en una de
éstas hasta tenían, o se creía que tenían, algún efecto. Sin embargo es
curioso que uno de los lugares comunes más socorridos contra la poesía sea
el de su inutilidad, ¿Para qué sirve la poesía?, es una pregunta corriente.
Ser poeta puede ser sinónimo de inútil, desubicado, loco, y en algunas
ocasiones vivo. En este último caso tenemos a ese poeta madurón, suiticón y
embaucador con eso de la poesía de señoras de buen pasar aburridas en sus
casas, personaje que Don Miguel de Unamuno nos presenta en su novela corta
Nada menos que todo un hombre'de 1931. En general los detractores de la
poesía y por ende de los poetas, vienen de variados campos. En Así hablaba
Zaratustra, Federico Nietzsche pone en boca del narrador que "los poetas
desean hasta cosas que las viejas se cuentan en la noche". Claro que el
ilustre filósofo, además de federico o por eso mismo era bastante misógino,
ya que en otra parte de ese libro el mismo profeta poeta peripatético que es
el personaje central del libro dice "Si vas con las mujeres no olvides el
látigo". Y ese tipo de cosas es más o menos corriente. Es decir, que en
general entre los enemigos de la poesía y de los poetas se suele encontrar
gente con opiniones bastante desagradables, esto definido de una manera muy
sencilla: si esas ideas tuvieran vigencia universal sería el acabose, o al
menos vastos sectores padecerían harto sufrimiento y daño, bastante más de
lo que ahora existe, que no es nada de despreciable. Por lo general el poeta
termina por situarse en el bando de los 'buenos' en el conflicto de que se
trate, por lo menos en los tiempos contemporáneos. Es muy conocida la
posición que adoptaron Federico García Lorca y Pablo Neruda en la guerra
civil española, y cómo esto le ocasionó la muerte al poeta español. Hay
muchos e ilustres nombres de poetas hispánicos entre las innumerables
víctimas que llenan los cementerios de lo que con justeza podemos llamar la
'causa popular'. Basta mencionar a Miguel Hernández, Javier Heraud, Otto
René Castillo, Roque Dalton, de trágico fin ante pelotones de fusilamiento,
asesinatos o estadías en las cárceles. A estos se puede agregar al joven
activista cultural y poeta James Oscco, muerto no hace mucho por escuadras
de la muerta en el Perú. Tampoco se restringe este sino al mundo hispánico.
Hace un par de años un joven estudiante turco fue arrestado por leer un
poema de Nazim Hikmet, el famoso poeta comunista turco muerto en el exilio
en 1963.
Si bien es cierto que artistas y periodistas, en general quienes se dedican
a representar la realidad por trabajo o vocación, siempre son algo
peligrosos para el así llamado 'sistema', si no se avienen a entrar en
arreglos con los 'poderes fácticos', los poetas ocupan en esto un lugar
privilegiado. Si bien no representan las cosas con el detalle convincente y
detallado de la prosa o la fidelidad a la realidad que sería parte del
mandato de los periodistas, el poeta acarrea desde la antigüedad un halo
profético, mediúmico, chamánico, ligado quizás al carácter básica y quizás
definitivamente oral de la poesía y su innegable componente lírico. El poeta
recita, expone, pero junto con eso está su expresión personal, sentimental,
su posicionamiento acentuado frente a lo que se trate. Por ejemplo, Gunther
Grass es un gran novelista contemporáneo, pero conozco personas nada de
estúpidas que no pudieron seguir leyendo algunas de sus novelas y yo voy a
tener que confesar que me pasa algo parecido con Marcel Proust. Pero un
poeta famoso no se puede dar el lujo de ser latoso. Es casi un estereotipo
imaginar o representarse a poetas con una causa que se dirigen a las masas.
Los primeros tiempos de la revolución rusa son inconcebibles sin Vladimir
Mayakovsky y Sergei Yesenin, ni sus últimas décadas sin Evgenii Evtushenko.
El experimento socialista democrático chileno que culmina en el gobierno de
Allende es impensable sin Pablo Neruda, ni el intento sandinista en
Nicaragua sin Ernesto Cardenal. La incepción y consolidación de la
revolución cubana se vieron acompañadas de la voz de Nicolás Guillén.
Actualmente Roberto Fernández Retamar, Juan Pablo Fernández y Nancy Morejón
son sus embajadores poéticos y culturales. Quizás una de las cosas que el
proceso bolivariano en Venezuela esté necesitando sea un vate nacional que
lo cante para el mundo.
Pero no quiere decir que sólo la así llamada izquierda sea un campo fértil
para que brote la poesía. Quizás sea mayoritario, ya que las causas por así
decir 'positivas' tienden a aglutinar a los poetas. Pero siempre ha habido
excepciones. El poeta anticastrista Armando Valladares recorre el mundo
denunciando al régimen cubano actual. A Ezra Pound lo pusieron en una jaula
en los últimos días de la segunda guerra mundial por sus alegadas tendencias
fascistoides. El himno de batalla de los nazis, el Horst Wessel, fue escrito
por un poeta. Y no hay tampoco un monopolio de lo que los lectores ingenuos
denominan 'calidad', --el conjunto de predilecciones institucionalizadas en
un momento dado--. Entre los poetas de la izquierda a veces se producen
himnos conmovedores y otras panfletos latosísimos. Si me hubiera tocado
pasar junto a la jaula de Pound a lo mejor le tiro su piedrecita huacha,
aunque es uno de mis poetas favoritos y uno de los padres de la poesía
contemporánea, cuya huella se deja sentir en muchos grandes poetas de la
izquierda. Pero a lo que íbamos al principio. En la actualidad hay una gran
movilización entre los poetas por causas como el medio ambiente, la paz
mundial y la justicia y equidad sociales. Un organismo de este carácter, que
cuenta con más de 2.000 poetas miembros en el mundo y cuya sede central está
en Chile, me hizo el honor de nombrarme embajador suyo en Canadá. Se llama
Poetas del Mundo y recibe adhesiones de poetas en
http://www.poetasdelmundo.com/contacto.asp.