jueves, 23 de agosto de 2007
Atlanta EEUU Cinco héroes cubanos presos Imprisoned during 10 years cuban heroes Fidel speaks of them
ORGANIZACIÓN DE SOLIDARIDAD DE LOS PUEBLOS DE ÁFRICA, ASIA Y AMÉRICA LATINA
La Habana, martes, 14 agosto de 2007
Los Cinco estarán encerrados cuatro vidas y 75 años solo por combatir el terrorismo.
Fragmento de las palabras de Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, en el panel “La Democracia y el Socialismo del Siglo XXI”, de la VI Cumbre Social por la Unión Latinoamericana y Caribeña, el 1 de agosto de 2007, en Caracas, Venezuela.
América Latina es testigo de cómo, para impedir la caída, [Estados Unidos es capaz] de recurrir a cualquier cosa. Cometería una falta imperdonable si no mencionara por qué digo esto. A periodistas que me hacen las preguntitas de siempre -¿cómo está Fidel?, ¿cuándo vuelve al poder?, etc.-, yo les respondí: ¿dónde está Luís Posada Carriles? Es lo que deberían preguntar y, de paso, denunciar que hace más dos años la República Bolivariana de Venezuela ha solicitado la extradición de este hombre, para que siga el juicio que aquí se le hacía.
Frente a las dos posibilidades que tiene ante sí –lo extradita a Venezuela o inmediatamente lo juzga allá en Estados Unidos, como obligan los acuerdos internacionales-, Bush descubrió una fórmula mejor: ignorar el asunto, no hacer caso. Algún día puede ser que conozcamos algunos documentos escritos en la lengua del enemigo donde estos señores expliquen cómo fue que se confabularon en la oscuridad para salvar a Posada Carriles. ¿Qué significa eso en la práctica? Sencillamente decirle a Cuba, a Venezuela y a los demás pueblos de esta región que el que torturó, el que asesinó, el que mandó a matar a tanta gente inocente, va a seguir contando con el favor de los Estados Unidos. Y al mismo tiempo, nos presenta la otra cara de la moneda: la situación de los cinco cubanos, con cuatro cadenas perpetuas y 75 años de prisión, por descubrir los planes de los Posadas Carriles que ellos protegen y que se dedican a ejercer el terrorismo contra nuestros países.
The New York Times publicó la semana pasada las declaraciones del Departamento de Justicia, acerca de Leandro Aragocillo, un norteamericano de origen filipino condenado por espionaje. Nada más y nada menos le ocuparon 733 documentos secretos de la Casa Blanca, el Pentágono, el Departamento de Defensa y de otros lugares. Lo condenaron a diez años de prisión. Tengo compatriotas condenados a cuatro cadenas perpetuas, sin haberle encontrado ni un pedacito de papel comprometedor. Los condenaron sin haber presentado pruebas contra ellos, sino además después que el tribunal escucharon los testimonios de los testigos que allí concurrieron, que dijeron que allí no hubo espionaje alguno. La moraleja: cadena perpetua, si tú vas a vigilar a Posada Carriles; diez años de prisión, si tú realmente practicas el espionaje, incluso en la Casa Blanca.
El Departamento de Justicia agregó una frasecita que a mí me emocionó, francamente: diez años es la condena máxima; si tiene buen comportamiento en la prisión, el filipino puede salir mucho antes.
Nuestros cinco compañeros son profesores en sus prisiones: enseñan inglés, matemática, español. Trabajan en las oficinas de esas cárceles con una disciplina ejemplar. Jamás se les ha criticado por mal comportamiento, pero estarán encerrados cuatro vidas y 75 años solo por combatir el terrorismo.
¿Cuál es el mensaje para nuestros pueblos? Se ha implantado en Estados Unidos un régimen que es capaz de recurrir a todo. No son omnímodos, pero tienen suficiente fuerza para destruir la Tierra y destruirnos a todos nosotros. Por eso, en un momento de auge de las aspiraciones revolucionarias particularmente en América Latina, en un momento de grandes posibilidades y también de enormes desafíos, necesitamos mucho pensamiento, mucha reflexión y sobre todo mucha unión.
The Five will be Locked in Four Lifetimes and 75 Years Only Because they Combated Terrorism
antiterroristas.cu
2007-08-04
Fragments of the words by Ricardo Alarcón, president of the National Assembly of People’s Power of Cuba, at the panel “Democracy and Socialism in the 21st Century”, Caracas, Venezuela, August 1, 2007
Latin America witnesses how [the United States], in order to prevent the fall [is capable] of resorting to anything. I would be committing an unforgivable fault if I did not mention why I say this. To journalists who ask me the usual questions: How is Fidel? When will he be back in power? etc., I answered: Where is Posada Carriles? That is what they should ask, and at the same time denounce that the Bolivarian Republic of Venezuela has been requesting for more than two years now the extradition of this man to continue the trial proceedings followed against him here.
In the face of the two possibilities he has –either he extradites him to Venezuela or he immediately judges him there in the United States, as mandatory by the international agreements, Bush discovered a better way: to ignore the matter, not to pay attention. Maybe someday we will be able to become acquainted with some documents written in the enemy’s language, in which these gentlemen explain how it was that they confabulated in the dark to save Posada Carriles. What does that mean in the practice? Simply telling Cuba, Venezuela and the rest of the peoples of this region that he who tortured, who murdered, he who ordered the death of so many innocent people will continue to enjoy the protection of the United States. And at the same time it presents us with the reverse of the coin: the situation of the five Cubans, with four lifetime sentences and 75 years in prison because they discoverd the plans of the Posada Carriles they protect who are dedicated to practice terrorism against our countries.
Last week, The New York Times published the statements of the Department of Justice about Leandro Aragocillo, a U.S. citizen of Philippine origin sentenced for espionage. No more and no less than 733 secret documents of the White House, the Pentagon, the Department of Defense and other places were found in his possession. He was sentenced to ten years in prison. I have fellow countrymen who have been sentenced to four lifetime sentences without one little piece of compromising paper having been found on them. They were sentenced without presenting evidence against them, and in addition, after the jury had heard the testimonies of the witnesses who appeared there, who said there had been no espionage whatsoever. The moral: life sentence if you are going to keep an eye on Posada Carriles; ten years’ sentence if you really practice espionage, even inside the White House.
The Department of Justice added a small phrase that frankly touched me: ten years is the maximum sentence; if he shows good behavior in prison, the Philippine may come out much earlier.
Our five comrades are professors in their prisons: they teach English, Mathematics, Spanish. They work at the offices of those prisons with exemplary discipline. They have never been criticized for bad behavior, but they will be locked in four lifetimes and 75 years only for combating terrorism.
What is the message for our peoples? A regime has been established in the United States that is capable of resorting to anything. They are not all-embracing but have sufficient force to destroy the Earth and destroy us all. That is why at a moment of boom of the revolutionary aims, particularly in Latin America, at a moment of great possibilities and also of huge challenges, we need to think much, to give things much reflection, and above all, to be strongly united.
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Chávez exige liberación de los Cinco
Artículo del The New York Times contrasta encarcelamiento de los Cinco y libertad del terrorista Posada Carriles
6 de agosto de 2007
Reimpreso de Granma Internacional
CARACAS, 5 de agosto.— El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, exigió hoy la liberación de Cinco luchadores antiterroristas cubanos presos en Estados Unidos mientras el gobierno de ese país protege al criminal internacional Luis Posada Carriles.
Chávez exige liberación de los Cinco Chávez calificó a los Cinco cubanos "héroes presos del imperio" y convocó al mundo a demandar su liberación y exigir respeto para los pueblos.
En su habitual programa radiotelevisado Aló, Presidente, el mandatario venezolano indicó que ambos casos constituyen dos caras de un mismo problema y consideró que Estados Unidos utiliza la presunta lucha contra el terrorismo como una excusa.
Recordó que Posada fue jefe de operaciones de la policía política venezolana (DISIP) y responsable de preparar asesinatos de líderes políticos y sociales, de torturas, persecuciones y desaparecidos.
La denuncia de Chávez siguió a comentarios en el programa del presidente de la Asamblea Nacional de Cuba, Ricardo Alarcón, quien consideró que el caso de Posada Carriles demuestra la justeza de la actuación de los Cinco cubanos. (PL)
DIFUNDE THE NEW YORK TIMES CAUSA DE LOS CINCO
WASHINGTON, 5 de agosto.— El diario The New York Times destacó el caso de los Cinco antiterroristas cubanos presos en Estados Unidos, condenados a severas penas de cárcel en un turbio proceso judicial celebrado en Miami. El periódico reseña aspectos relevantes del caso, entre ellos la vista oral donde fueron sentenciados, las apelaciones, la audiencia del próximo 20 de agosto, y resalta el prestigio de que gozan los Cinco en la isla, donde son reconocidos como Héroes de la República de Cuba. Desde el 12 de septiembre de 1998 Fernando González, Antonio Guerrero, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y René González están en prisiones estadounidenses por el solo hecho de informar a su país sobre acciones terroristas preparadas en la Florida.
The New York Times también refleja la hostilidad de las autoridades norteamericanas, que han impedido mediante la negación de visas que las esposas de Hernández y González, Adriana Pérez y Olga Salanueva, respectivamente, visiten a sus esposos.
El diario contrasta el prolongado encierro de los Cinco con la reciente liberación del terrorista internacional Luis Posada Carriles, lo cual evidencia la falsedad del discurso antiterrorista de Washington.
Chávez demands liberation of the Cuban Five
New York Times article contrasts imprisonment of the Five and release of terrorist Posada Carriles
August 6, 2007
Reprinted from Granma International
CARACAS, August 5.— Venezuelan President Hugo Chávez today demanded the release of the Cuban Five, anti-terrorist fighters imprisoned in the United States while the government of that country is protecting the international criminal Luis Posada Carriles.
Chávez described the Cuban Five as “heroes imprisoned by the empire” and called on the world to demand their release, as well as respect for the peoples.
On his weekly radio and TV program Aló, Presidente, the Venezuelan leader said that the two cases were two sides of the same problem, and that the United States is utilizing its supposed fight against terrorism as a pretext.
He noted that Posada was head of operations of the Venezuelan political police (DISIP) and responsible for planning the assassinations of political and social leaders, as well as torture, persecutions and disappearances.
Chávez’ statement followed commentaries made on the same program by Ricardo Alarcón, president of the National Assembly of People’s Power, who said that the Posada Carriles case shows the justice of the actions taken by the Cuban Five.
THE NEW YORK TIMES PUBLISHES ARTICLE ON THE FIVE
WASHINGTON, August 5.— The New York Times newspaper published an article on the case of the Cuban Five, anti-terrorists imprisoned in the United States, who were sentenced to long jail terms after a shady legal process in the city of Miami. The newspaper highlights relevant aspects of the case, including their sentencing, their appeals and an upcoming hearing on August 20, and notes the prestige of the Five in Cuba, where they are recognized as Heroes of the Republic of Cuba. Since September 12, 1998, Fernando González, Antonio Guerrero, Gerardo Hernández, Ramón Labañino and René González have been held in U.S. prisons solely for having informed their country about terrorist actions planned in Florida.
The New York Times article also reflected the hostility of U.S. authorities, which have denied visas to the wives of Hernández and González, Adriana Pérez y Olga Salanueva, respectively, preventing them from visiting their husbands.
The article contrasts the long imprisonment of the Five with the recent release of international terrorist Luis Posada Carriles, showing the falseness of Washington’s anti-terrorist rhetoric.
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Entrevista con Leonard Weinglass
6 de agosto de 2007
Traducción por Juanita López
Exclusivo a www.freethefive.org
Entrevista con Leonard Weinglass, abogado de la apelación de Antonio Guerrero, realizada el 1ro. de agosto de 2007 por Gloria La Riva, coordinadora del Comité Nacional por la Liberación de los Cinco.
Gloria La Riva: Sr. Weinglass, la audiencia de la vista oral en la apelación de los Cinco Cubanos tendrá lugar ante el 11no. Circuito de la Corte de Apelaciones de Atlanta, el día 20 de agosto. Por favor, ¿puede usted explicar en qué situación se encuentra actualmente el caso de los Cinco Cubanos? ¿Cuáles son los argumentos que presentará la defensa?
Leonard Weinglass: La presentación de la vista oral será ante un tribunal compuesto por dos jueces. Posiblemente este tribunal sea aumentado a tres jueces, pero eso solo lo sabremos una semana antes de la presentación. Este es el mismo tribunal que inicialmente analizó el caso y decidió, en agosto de 2005, que los Cinco no habían tenido un juicio justo en Miami.
Esta decisión del año 2005 fue revertida por un panel completo de 12 jueces del 11no. Circuito, que votaron 10 a 2, por lo que el tema de la sede ya no lo podremos volver a presentar. Pero el resto del caso – apartándonos del tema del juicio justo y la sede – ha retornado al tribunal original, compuesto ahora por dos jueces, con la posible adición de un tercero, para la consideración de todos los aspectos restantes. El tercer juez se retiró hace aproximadamente dos años. Ahora tenemos un panel de dos jueces. Es posible que el tercer juez sea designado para la audiencia de este caso, pero nosotros lo sabremos solamente una semana antes de la presentación de los alegatos en la vista oral.
GLR: ¿Cuáles son los temas para la apelación?
LW: Tenemos una cantidad de temas que nos quedan, pero yo voy a resaltar los tres más importantes, que son los que tienen más posibilidades de ser incluidos en el alegato.
El primero es el referido a si procede o no la Causa No. 3, que alega una conspiración para cometer asesinato, contra Gerardo Hernández, surgiendo del derribo por parte de Cuba de dos aeronaves en el año 1996, y si se vaya a ser sostenida en la apelación.
La defensa está argumentando que la evidencia acerca de esa alegada conspiración es insuficiente desde el punto de vista legal. El argumento es sólido porque el gobierno en un punto del litigio reconoció que sus evidencias eran muy frágiles, y que de hecho no podían probar esa acusación. También está impactada por el hecho de que la corte de apelaciones, cuando nosotros argumentamos en un principio el caso en marzo de 2004 (el primer argumento oral ante el panel de tres jueces), también expresó su opinión acerca de que las evidencias en esta acusación eran frágiles. Por eso inicialmente nos concentraremos en eliminar la Causa 3.
Yo debo también puntualizar que esta es la primera vez en la historia en que un individuo ha sido responsabilizado por la acción de un estado soberano en defensa de su espacio aéreo. La Causa No. 3 nunca debió haber sido formulada, en primer lugar porque Cuba tenía el derecho de defender su espacio aéreo derribando esa aeronave. Pero aún asumiendo que fuera legalmente viable, nunca fue probada.
El segundo argumento que tendrá una significativa atención de la corte es el referido a la mala conducta en el proceso judicial, particularmente del fiscal (el Fiscal de los EEUU John Kastrenakes) en su alegato final ante el jurado.
El alegato final está constreñido por reglas muy precisas, que le prohíben al abogado argumentar más allá del alcance de la evidencia. En otras palabras, un fiscal no puede hacer afirmaciones en el alegato final que no estén sustentadas en evidencias o pruebas en el caso. En esta instancia particular el fiscal fue más allá de los límites del propio alegato.
Por ejemplo, él aseveró en un punto que los Cinco llegaron a los Estados Unidos no a monitorear las actividades de la red terrorista que había estado agrediendo al pueblo cubano, sino que, en lugar de eso, él alegó que el objetivo de los Cinco era destruir a los Estados Unidos. Esto fue mencionado no una, sino tres veces durante su alegato. Los Cinco estaban desarmados, no tenían explosivos, no cometieron actos de sabotaje o incendios, no amenazaron a nadie, pero aún así el fiscal hizo esa acusación.
Nosotros sostenemos que esta es una atroz mala conducta del fiscal y que, debido a ello, las dos acusaciones que alegan conspiración para cometer asesinato y la que alega conspiración para cometer espionaje, que son acusaciones con argumentos muy parecidos, deben de ser puestas a un lado. Y un nuevo tribunal debe ser otorgado con base de las mismas.
El tercer argumento en importancia es el referido a la sentencia de tres de los Cinco que fueron acusados de conspiración para cometer espionaje (Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino). Cada uno de los tres que fueron acusados recibió sentencia de cadena perpetua. Una sentencia a cadena perpetua ahora significa que usted realmente permanecerá toda su vida en prisión, sin salir, hasta su muerte. Este caso fue el primero en la historia de los Estados Unidos donde no hubo ningún documento clasificado. Es decir, no había nada referido a documentos sobre seguridad nacional en este caso.
Históricamente los casos notables de espionaje son casos que involucran a individuos que le pasan a un país extranjero datos, a veces cientos y miles de secretos estatales. En esos casos esas personas – los más notables de ellos son personas como Robert Hansen, del FBI, Aldrich Ames de la CIA, Robert Walker de la Marina de Guerra, que entregaron cientos, sino miles, de documentos— cad uno recibió cadena perpetua.
Pero en el caso de los Cinco no se presentaron documentos de ese tipo. Sin embargo, los tres están guardando prisión por las mismas sentencias a cadena perpetua como en los casos de esos notables espías. Entonces nosotros estamos alegando que esta sentencia, dados los hechos de este caso, es opresiva, irracional y está fuera de los límites establecidos por la ley. Esta era una sentencia que, obviamente, estaba reservada para los patriotas cubanos, quienes tomaron la responsabilidad de revelar y tratar de prevenir el terrorismo que emana de los Estados Unidos dirigido contra Cuba.
Estos son los dos principales cargos de las 26 acusaciones, y el tercero es la mala conducta del fiscal.
Si triunfamos en estos aspectos, significará un largo trecho recorrido para llevar a los tres que están sentenciados a cadena perpetua, y a todos los Cinco, de regreso a sus hogares con sus familias y compatriotas en Cuba.
GLR: Usted mencionó que la fiscalía no presentó evidencias para probar sus acusaciones de conspiración para cometer asesinato contra Gerardo Hernández. Esta es una acusación extremadamente no usual e irregular dado que incluso el fiscal durante el juicio fue al 11no. Circuito de Apelaciones con un “mandato de prohibición” acerca de las instrucciones del juez, porque el fiscal dijo que no tenían evidencia para declarar culpabilidad. ¿Qué se requería específicamente para declarar culpabilidad en este caso en que al fiscal le faltaron las pruebas?
LW: Lo que se requería para declarar la culpabilidad, según las leyes de los Estados Unidos, era una prueba más allá de una duda razonable, de que Gerardo Hernández había llegado a un acuerdo cuyos objetivos eran llevar a la muerte a las cuatro personas que murieron cuando sus aviones fueron derribados. No existe evidencia alguna de que Gerardo Hernández tuviera algún conocimiento de que el derribo de los aviones iba a ocurrir. Por lo tanto el caso se cae en cuanto a las evidencias.
Más allá de eso, no debió, incluso, haber existido una acusación de esa naturaleza. Esta acusación era improcedente debido a que Cuba, un estado soberano, estaba protegiendo su propio espacio aéreo, y haciéndolo sus aeronaves militares derribaron aviones intrusos. Esta actividad nunca antes había resultado una acusación contra una persona que no estaba de forma alguna involucrada en la acción militar.
GLR: ¿Y la fiscalía no planteó también que Gerardo Hernández sabía que los aviones iban a ser derribados en aguas internacionales? Sin embargo, Gerardo no formaba parte de plan alguno para derribar los aviones, aunque este fue un acto justificado y legal realizado por Cuba.
LW: Correcto. No existe evidencia de que él supiera que iban a ser derribados. La única evidencia en el juicio fue que él recibió un mensaje desde Cuba de que sus compatriotas no deberían de volar en los aviones de Hermanos al Rescate durante aquel periodo.
[Nota: BTTR había invadido el espacio aéreo cubano en numerosas ocasiones en 1995 y 1996, a pesar de las repetidas advertencias de Cuba. El líder de BTTR, el terrorista sentenciado José Basulto, se había jactado públicamente, en declaraciones a la prensa de Miami, de que el 24 de febrero de 1996, su organización volaría sobre Cuba, y persistió en ignorar las advertencias de varias autoridades de los Estados Unidos y de Cuba. El gobierno de Cuba, el Departamento de Estado y la Administración de la Aviación Federal de los Estados Unidos notificaron a Basulto que Cuba estaba preparada para tomar acciones directas, con el fin de detener nuevas incursiones no autorizadas en el espacio aéreo cubano]
Donde fueron derribados los aviones no era directamente relevante, sin embargo el alegato del fiscal fue que Hernández era supuestamente parte de un acuerdo para derribar los aviones en aguas internacionales.
A Gerardo no le fue informado por qué sus compatriotas infiltrados en BTTR no deberían de volar, y tampoco fue informado acerca de lo que estaba sucediendo. Simplemente le informaron que sus compatriotas, que estaban allí con él, no deberían de volar. Esto estaba muy lejos de decir que él tenía conocimiento acerca de que iba a tener lugar un derribamiento de aviones.
GLR: Refiriéndonos a las sentencias a cadena perpetua, usted había explicado que en la prisión federal no había posibilidad de salir en libertad condicional, o de una puesta en libertad antes doctrina del término, excepto cuando el prisionero muere. ¿Esta política de cadena perpetua sin libertad condicional ha existido siempre, y si no es así, cuándo cambió?
LW: La libertad condicional fue abolida en el sistema federal en los Estados Unidos y yo creo que el cambio ocurrió aproximadamente en 1994. El caso de los Cinco surgió en 1998, después del cambio, por lo tanto los Cinco fueron sentenciados bajo la nueva regla con la libertad condicional abolida.
GLR: ¿Los prisioneros que fueron sentenciados a cadena perpetua antes de 1994 tienen derecho a la libertad condicional?
LW: Sí. Yo creo que ellos comienzan a tener ese derecho cuando han permanecido en prisión aproximadamente 32 o 34 años.
GLR: ¿Cómo afecta este caso las garantías a una justicia legal en que la mayoría de las personas en este país se han fiado en las cortes? ¿Y que más se puede hacer para los Cinco en cuanto al asunto de la sede?
LW: La decisión sobre la sede – que nosotros pudiéramos apelar en una etapa posterior ante la Corte Suprema de los Estados Unidos — afecta a todos los que son llevados ante la barra de la justicia en América. Las reglas sobre la sede, antes de esta decisión, eran reglas designadas para proteger a un defendido de ser llevado a un juicio ante una comunidad que se encuentra excitada como resultado del prejuicio en contra del acusado. Esta parte fundamental y legal del sistema de justicia penal fue socavada por la decisión del panel de los 12 jueces del 11no. Circuito en agosto de 2006.
Si nosotros perdemos ante este panel actual, entonces tenemos el derecho de plantear el tema de la sede ante la Corte Suprema de los Estados Unidos. Por lo tanto, esto afecta a todos los que son llevados a juicio en América.
El asunto de la sentencia afectará también a todos los que sean acusados de conspiración para cometer espionaje, debido a la naturaleza draconiana de la sentencia de los Cinco.
El cargo de conspiración para cometer asesinato contra Gerardo Hernández sentará un precedente primario, al acusar a una persona en los Estados Unidos de conspirar para acometer asesinato por un derecho soberano foráneo para proteger su propio espacio aéreo. Este caso en muchas formas tendrá su impacto sobre el estado de ley en los Estados Unidos.
GLR: A pesar de los obstáculos impuestos por el juez en el juicio, los abogados de la defensa de los Cinco trataron de mostrar la larga historia de terrorismo en Miami y la sola razón existente para la misión de los Cinco en Miami de detener el terrorismo. Desde que fueron condenados se han hecho descubrimientos, revelaciones de planes continuos en contra del pueblo cubano por los terroristas con base en Miami. Y, desde luego, en mayo, uno de los más notables, Luis Posada Carriles, fue liberado para ir a acompañar a sus cómplices en Miami. ¿Qué papel pueden jugar el descubrimiento de estas acciones en la lucha por la liberación de los Cinco?
LW: De los nueve aspectos que serán argumentados ante el panel de dos jueces, yo solo mencioné los tres principales. Existen otros seis aspectos. Uno de ellos es el de la justificación. Según la ley americana una persona acusada de un delito puede reconocer la comisión de tal delito, y después argumentar que la comisión del delito estaba justificada por la necesidad de evitar un daño mayor. Esta es una forma de defensa propia, extendida a actos que protegen a otras partes. Esto fue argumentado en el juicio primario. Pero la jueza del tribunal [Joan Lenard] apartó este tema del jurado, por lo que nunca fue tomado en cuenta por el mismo. Nosotros planteamos que esto era un error. Nosotros estaremos argumentando que la “defensa de la necesidad” debería haber sido sometida al jurado, porque los Cinco llegaron a los Estados Unidos con el fin de evitar más violencia, lesiones y daños a otros.
La razón por la cual yo no la mencioné inicialmente es que las cortes en los Estados Unidos tienen la tendencia a desacreditar a la defensa, particularmente en el contexto político en el que surgió este caso. De todas maneras, observe las revelaciones relacionadas con Posada Carriles, Orlando Bosch y otros, quienes el gobierno ha reconocido que estaban involucrados en acciones de terrorismo.
Los Cinco vinieron aquí para frenar sus actividades. Este caso presenta un record más fuerte que ningún otro caso de los que yo haya estado al tanto, por el argumento de que las actividades de los Cinco estaban justificadas y eran necesarias para salvar vidas.
GLR: ¿Tiene usted ejemplo del uso de “la defensa de necesidad”?
LW: Yo lo usé con éxito en la defensa de la hija del presidente Carter, Amy. Ella ocupó un edificio, con otros estudiantes, en la Universidad de Massachusetts, protestando porque los agentes de la CIA llegaron al campus a reclutar estudiantes para la CIA. Ella reconoció que ella ocupó el edificio y que eso era un delito, pero argumentó que estaba justificado por la doctrina de la necesidad, porque la CIA estaba comprometida entonces en una guerra ilegal en Nicaragua.
Esto fue argumentado al jurado y Amy Carter y los otros dieciséis estudiantes acusados fueron todos absueltos.
GLR: Si en esta apelación no se consigue una atenuación suficiente para los Cinco, ¿existe alguna otra posibilidad de apelación, sobre la base del argumento original de su misión antiterrorista?
LW: Bueno, en el juicio los abogados hicieron un buen trabajo mostrando a la corte y al jurado 35 pruebas demostrativas de la larga historia de violencia terrorista dirigida contra Cuba desde el área del sur de la Florida. También presentaron testigos en vivo quienes estuvieron involucrados en estas acciones, para que el jurado viera y oyera. De hecho, nuestro panel original de tres jueces, cuando escribió una opinión de 93 páginas revirtiendo el caso, debido a los prejuicios en Miami, cita en las notas al pie la evidencia que fue presentada en la corte, y se refiere a Posada Carriles como un terrorista. (La opinión de 93 páginas, con fecha 9 de agosto de 2005, está disponible en nuestro sitio web).
Esto fue todo ante el juez en el tribunal original, pero el juez apartó este tema de la vista del jurado. Ahora, si nosotros perdemos esta apelación, ¿podemos archivar una nueva apelación sobre habeas corpus, incorporando algunas de estas nuevas informaciones que han llegado a aclarar a partir del final del juicio? La respuesta es probablemente que sí, y esto es algo que nosotros, sin lugar a dudas, investigaremos, porque estamos llevando registros de todas las informaciones nuevas, una vez que el argumento está concluido, y una vez que tengamos una decisión.
GLR: La defensa está enfocada en tres aspectos principales en el alegato oral. ¿Es así porque el tiempo del equipo de la defensa está limitado a 30 minutos, o por los límites que ustedes tienen en total en la apelación?
LW: La apelación comprende un record de 119 volúmenes de transcripciones, 20 000 páginas de pruebas. Nosotros hemos recibido un total de 30 minutos para argumentar los nueve aspectos. Si los distribuyes, esto nos da tres minutos para cada aspecto. Como sucede con todas las apelaciones, los abogados tienen que analizar cuáles aspectos argumentarán. Después de la reunión con todo el equipo nos hemos concentrado en tres aspectos que nosotros sentimos que pueden llevarnos a revertir las acusaciones principales, y sentar las bases para la liberación de los Cinco.
Pero esto todavía nos da solo 5 o 6 minutos para cada uno de los aspectos que estamos tratando de argumentar. El límite de 30 minutos estipula los aspectos que nosotros seremos capaces de argumentar y qué tiempo le podremos dedicar a cada uno de ellos.
GLR: ¿Pueden ustedes tratar todos los aspectos en los informes escritos?
LW: Todos los aspectos están tratados detalladamente. Existe una limitación en el número de palabras que se puede poner en un informe escrito, y nosotros hemos usado todo el espacio que se nos ha asignado para argumentar los nueve aspectos.
GLR: Ha estado usted en comunicación recientemente con alguno de los Cinco Cubanos?
LW: Yo estoy en comunicación con más frecuencia con Antonio Guerrero. Justamente acabo de recibir una carta suya fechada el 19 de julio. Su moral, como es usual, está muy alta. Él está completamente consciente de lo que está pasando en la corte, y los argumentos que estamos próximos a presentar. Se mantiene fuerte y optimista.
GLR: Usted tiene una larga historia defendiendo a activistas políticos desde el año 1960. En este caso, con el movimiento existente en los Estados Unidos y en todo el mundo para apoyar la liberación de los Cinco, ¿cómo usted valora la importancia del apoyo político con relación a este caso?
LW: Este es el primer caso en nuestra memoria que será argumentado por tercera vez en apelación. Para todas nuestras memorias colectivas, esto no había sucedido nunca antes. ¿Por qué está sucediendo en este caso? Nosotros creemos que es por la atención interna e internacional que ha recibido este caso. Como abogados conocemos que tenemos el derecho de argumentar y el derecho de escribir apelaciones. Pero sabemos también, por experiencia, que el hecho de que los argumentos sean oídos o no, o de que las apelaciones sean tomadas seriamente depende, frecuentemente, de la intensidad del apoyo y de cuán amplio sea el interés en el caso.
Es gracias a todos aquellos que han trabajado diligentemente para llevar el caso de los Cinco Cubanos a la atención pública, que nosotros podemos tener la oportunidad de hacer una tercera presentación oral. Nosotros no podemos descansar hasta que Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino, René González y Fernando González estén en sus hogares en Cuba con sus familias.
Muchas gracias.
Interview with Leonard Weinglass
August 6, 2007
Exclusive to www.freethefive.org
This interview with Leonard Weinglass, appeals attorney for Antonio Guerrero was conducted by Gloria La Riva, coordinator of the National Committee to Free the Cuban Five, on August 1, 2007.
Gloria La Riva: Mr. Weinglass, the oral argument hearing in the Cuban Five appeals will take place before the 11th Circuit Court of Appeals in Atlanta, on Aug. 20. Can you please explain the current stage of the Cuban Five case? What are the issues which the defense will present?
Leonard Weinglass: The argument will be before a two-judge court. Possibly that court will be increased to a three-judge court but we won’t know that until a week before the argument. This is the same court that initially heard the case and decided in Aug. of 2005 that the Five did not receive a fair trial in Miami.
That 2005 decision was reversed by the entire 12 judge panel of the 11th circuit, voting 10 to 2, so the issue of venue is no longer available to us. But the rest of the case—aside from the issue of fair trial and venue—has been returned to the original court, now composed of two judges with the possible addition of a third, for consideration of all the remaining issues. The third judge retired from the bench approximately two years ago. Now we have a two-judge panel. It is possible that a third judge will be appointed to hear this case but we will not know that until a week before the arguments.
GLR: What are the issues on appeal?
LW: There are a number of remaining issues, but I will highlight the three most important ones most likely be addressed in the argument.
First is the issue of whether or not Count 3, alleging a conspiracy to commit murder against Gerardo Hernandez—arising out of the shoot-down by Cuba of two aircraft in 1996—can be sustained on appeal.
The defense is arguing that the evidence on that alleged conspiracy is insufficient as a matter of law. The argument is strong because the government at one point in the litigation acknowledged that their evidence was very weak and that they in fact could not prove that count. It is also impacted by the fact that the appeals court, when we originally argued the case in March of 2004 [first oral argument before the three-judge panel], also expressed its opinion that the evidence on that count was weak. So our initial focus is to remove Count 3.
I should also point out that this is the first time in history that an individual is being held liable for the action of a sovereign state in defending its airspace. Count 3 should never have been indicted in the first place because Cuba had the right to defend its airspace in shooting down these aircraft. But even assuming that it is legally viable, it was never proven.
The second argument that will take a considerable amount of the court’s attention, is the question of prosecutorial misconduct, particularly the misconduct of the prosecutor [U.S. Attorney John Kastrenakes] in his final argument to the jury.
Closing argument is constrained by very precise rules of law that prohibit counsel from arguing outside the scope of the evidence. In other words, a prosecutor cannot make claims in the final argument that are without any evidence or proof in the case. In this particular instance the prosecutor went far beyond the bounds of proper argument.
For example he claimed at one point that the Five came to the United States, not to monitor the activities of the terror network that had been assaulting the Cuban people, but instead he argued that their purpose in coming was to destroy the United States. That was mentioned not once but three times in the course of his argument. The Five were unarmed, they carried no explosives, they committed no acts of sabotage or arson, they threatened no one, and yet the prosecutor made that claim.
We contend that that is outrageous prosecutorial misconduct and because of that, both the count alleging conspiracy to commit murder and the count alleging conspiracy to commit espionage, which were closely-argued counts, must be set aside and a new trial ordered on those counts.
The third argument that will have prominence is the question of the sentencing of the three of the Five who were accused of conspiracy to commit espionage [Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino]. Each of the three who were so accused received a life sentence. A life sentence now means that you actually serve your entire life without getting out of prison prior to your death. This case was the first case in the history of the United States where there were no classified documents involved. That is, there was nothing in the nature of a national-security-published matter that was in this case.
The notorious cases related to espionage historically are cases involving individuals who turned over to a foreign country, scores, sometimes hundreds and thousands of state secrets. In those cases these individuals—the most notorious of whom are people like Robert Hansen, of the FBI, Aldrich Ames of the CIA, Robert Walker of the Navy, who gave hundreds if not thousands of documents—each received life.
But in the case of the Five there were no such documents. Nonetheless the three are serving the same life sentences as these most notorious spies. So we are arguing that this sentence, given the facts of this case, is oppressive, irrational and outside the bounds of the statutory scheme. It was a sentence that obviously was reserved for Cuban patriots who took up the responsibility of exposing and trying to prevent the terror that emanates from the United States directed against Cuba.
Those are the two main charges of the 26 counts, and third, the prosecutorial misconduct of the prosecutor.
If we prevail on those issues, that will go a long way toward bringing the three who are serving life sentences, and all five men, back home to their families and compatriots in Cuba.
GLR: You mentioned that the prosecution did not present evidence to prove their charge of murder conspiracy against Gerardo Hernández. This is an extremely unusual and irregular charge given that even the prosecution during the trial went to the 11th Circuit to appeal, with a “writ of prohibition” on the judge’s instructions, because the prosecution said they didn’t have the evidence to convict. Specifically what was required for a conviction which the prosecution failed to prove?
LW: What was required for a conviction under U.S. law was proof beyond a reasonable doubt that Gerardo Hernández had entered into an agreement whose objective was to bring about the deaths of four individuals who died when their planes were shot down. There is no evidence whatsoever that Hernández had any knowledge the shoot-down was to occur. And therefore the case failed in terms of its evidence.
Beyond that, there should not even have been a charge of that nature. That charge was unprecedented because Cuba, a sovereign state, was seeking to protect its own airspace, and in so doing, its military aircraft brought down intruding aircraft. That activity has never before resulted in an indictment against an individual who was in no way involved in the military action.
GLR: Didn’t the prosecution also claim that Gerardo Hernández knew the planes would be shot down in international waters? Yet, Gerardo was not part of any plan for the shoot-down, although it was a justified and legal act by Cuba.
LW: That is correct. There is no evidence that he knew that there was going to be a shoot-down. The only evidence at trial was that he received a message from Cuba that his compatriots were not to fly in the Brothers to the Rescue aircraft during that period of time.
[Note: BTTR had invaded Cuban airspace numerous times in 1995 and 1996 despite repeated warnings from Cuba. BTTR’s leader, convicted terrorist José Basulto, had boasted publicly to the Miami press that on Feb. 24, 1996, his organization would fly planes over Cuba, and he persisted in ignoring the warnings from various U.S. and Cuban authorities. The Cuban government, the U.S. State Department and the U.S. Federal Aviation Administration all notified Basulto that Cuba was prepared to take direct action to stop further unauthorized incursions into Cuban airspace.]
Where the planes were shot down was not directly relevant, although the prosecution’s argument was that Hernández was allegedly a part of an agreement to shoot down the planes in international waters.
Hernández was not told why his compatriots who infiltrated BTTR were not to fly, and he was not informed of what was to happen. He was simply told that his compatriots who were there with him were not to fly. That was far from saying that he had knowledge that there was going to be a shoot-down.
GLR: With regard to the life sentences, you have explained that there is no possibility in federal prison for parole or early release except when the prisoner dies. Has this doctrine of life without parole always existed, and if not, when did it change?
LW: Parole has been abolished in the federal system in the United States and I believe that change occurred in approximately 1994. The case of the Five arose in 1998, it arose after the change, therefore the Five were sentenced under the new rule which abolished parole.
GLR: Prisoners who were sentenced to life before 1994, are they eligible for parole?
LW: Yes. I believe they begin to be eligible when they have served approximately 32 or 34 years.
GLR: How does this case affect the guarantees to legal justice that most people have come to expect in the courts? And what more can be done for the Five in court with regard to the venue?
LW: The ruling on venue—which we could appeal at a subsequent time to the U.S. Supreme Court—affects everyone who is brought before the bar of justice in America. The venue rules prior to this decision are rules designed to protect a defendant against being brought to trial before a community that is impassioned as a result of prejudice against the accused. This fundamental and hallmark part of the criminal justice system was undermined by the decision of the 11th Circuit sitting en banc in August of 2006.
If we lose before this panel, we will then have the right to raise the venue issue before the United States Supreme Court. So it affects everyone who is forced to trial in America.
The question of sentencing will also affect everyone who is charged with conspiracies to commit espionage, because of the draconian nature of the Five’s sentence.
The murder conspiracy charge against Gerardo Hernández will be a first-time precedent, charging a person within the United States with a conspiracy to commit murder for an outside sovereign’s right to protect its own airspace. So this case in many ways will have impacts on the state of the law in the United States.
GLR: Despite the obstacles imposed by the trial judge, the attorneys for the Five tried to show the long history of terrorism in Miami and the sole reason for the Five’s mission in Miami, to stop that terrorism. Since their convictions there have been discoveries, revelations of continued plots against the Cuban people by the Miami-based terrorists. And of course, in May, one of the most notorious, Luis Posada Carriles, was freed to join his accomplices in Miami.
What role could these developments play in the struggle for the Five’s freedom?
LW: Of the nine issues that will be argued before the two-judge panel, I only mentioned the three main issues that we will be arguing. There are six additional issues. One of them is the issue of justification. Under American law, a person who is accused of a crime could acknowledge committing that crime, and then argue that committing the crime was justified out of necessity to avoid a greater harm. It is a form of self-defense, extended to acts which will protect other parties. This was argued in the original trial. But the trial judge [Joan Lenard] took that issue away from the jury, so it was never considered by the jury. We claim that that was error. We will be arguing that the “defense of necessity” claim should have been submitted to the jury, because the Five came to the United States in order to prevent additional violence, injury and harm to others.
The reason why I didn’t mention it initially is that the courts in the United States have a tendency to discredit that defense, particularly in the political context in which it was raised in this case. However, look at the revelations involving Posada Carriles and Orlando Bosch and others, whom the government has conceded were involved in acts of terrorism.
The Five came here to curb their activities. This case presents a stronger record, than any case I am aware of, for the argument that the Five’s activities were justified and necessary in order to save lives.
GLR: Do you have an example of how the defense of necessity has been used?
LW: I used it successfully in the defense of President Carter’s daughter, Amy. She occupied a building, with other students, at the University of Massachusetts, in opposition to the CIA agents who came to the campus to recruit students into the CIA. She acknowledged that her occupation of the building was a crime but she argued that that was justified by the doctrine of necessity because the CIA was then engaged in an illegal war in Nicaragua.
It was argued to the jury and Amy Carter and her sixteen other student defendants were all acquitted.
GLR: If sufficient relief for the Five is not won in this appeal, is there any possibility of an appeal, on the basis of the original argument of their anti-terrorist mission?
LW: Well, the trial lawyers did a very good job in bringing before the court and jury 35 exhibits demonstrating a long history of terrorist violence directed against Cuba from the southern Florida area. They also produced live witnesses who were involved in those actions, for the jury to see and hear. In fact, our original panel of three judges, when they wrote a 93-page opinion reversing the case because of the prejudice in Miami, cite in footnotes the evidence that was produced in court, and refer to Posada Carriles as a terrorist. I think it is the first judicial finding that those activities directed against Cuba were in fact terrorist activities. [The Aug. 9, 2005 93-page opinion is accessible on our website.]
That was all before the judge in the original trial, but the judge took that issue away from the jury. Now, if we lose this appeal, can we file a new appeal under habeas corpus, incorporating some this new information which has come to light since the end of the trial? The answer is probably yes, and it is something that we will definitely look into because we are keeping records of all the new information, once this argument is concluded and once we have a decision.
GLR: The defense is focusing on three main issues in the oral argument. Is that because of the defense team’s time limit of 30 minutes or the limits you have overall in the appeal?
LW: The appeal comprises a trial record of 119 volumes of transcripts, 20,000 pages of exhibits. We have been given a total of 30 minutes to argue all nine issues. If you spread that out, it gives us three minutes per issue. As happens with respect to all appeals, the lawyers have to make a judgment as to which issues they will be arguing. After meeting with all counsel, we have focused on three issues that we will feel will bring about a reversal of the major charges, and set the path for the release of the Five.
But it still only gives us 5 or 6 minutes for issues that we are trying to argue. The 30 minute limit does dictate the issues we will be able to argue and how much time we can spend on each issue.
GLR: Are you able to address all issues in the written briefs?
LW: They are all addressed comprehensively. There is also a limitation on the number of words you can put in a written brief, and we have used all the space that has been allocated to us in arguing all nine issues.
GLR: Have you been in recent communication with any of the Cuban Five?
LW: I am in most frequent communication with Antonio Guerrero. And I just received a letter from him dated July 19. His spirits as usual are very high. He is fully aware of what is happening in court, and the arguments we are about to make. He remains strong and optimistic.
GLR: You have a long history of defending political activists since the 1960s. In this case, with the worldwide and U.S. movement of support for the Five’s freedom, how do you see the importance of the political support in regards to this case?
LW: This case is the first case in our memory that it will be argued a third time on appeal. To all of our collective memories, this has never happened before. Why is it happening in this case? We believe it is because of the international and domestic attention that this case has received. As lawyers we know we have the right to argument and we have the right to written appeals. But we also know from experience that whether or not the arguments are heard or the appeals are taken seriously frequently depends upon how extensive the support is, and how broad the interest is in the case.
It is a tribute to all those supporters who have worked diligently to bring the case of the Cuban Five to the public’s attention, that we have the opportunity to present oral argument a third time. We cannot rest until Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino, René González and Fernando González are home in Cuba with their families.
Thank you very much.
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Exigirán en Boston liberación de los cinco antiterroristas cubanos
ESTADOS UNIDOS, WASHINGTON, 9 de agosto de 2007. Representantes de varias organizaciones de solidaridad con Cuba se concentrarán frente a una estación del metro en Boston, Massachusetts, para exigir la liberación de los cinco antiterroristas cubanos presos en Estados Unidos.
En declaraciones a Prensa Latina, Alicia Jrapko, miembro del Comité Internacional por la Libertad de los Cinco Cubanos, informó que la manifestación se realizará en los próximos días, previo a la audiencia del próximo 20 de agosto en Atlanta.
Los participantes distribuirán información sobre el caso a los transeúntes y precisarán detalles de la audiencia, indicó Jrapko, quien prevé la presencia de abogados de todas partes del mundo en esa vista oral.
"Sabemos que asistirán juristas y abogados de Estados Unidos, Brasil, Ecuador, Italia, Espania, Belgica, Chile, representantes de la Asociación Norteamericana de Juristas y la Asociación de Juristas Mexicoamericanos", indicó.
La presencia de ellos, refirió la activista, garantizará que de regreso a sus países o a sus estados, puedan llevar el caso a sus organizaciones y sumarse a la lucha por la liberación de los cinco antiterroristas cubanos.
Desde el 12 de septiembre de 1998 Fernando González, Antonio Guerrero, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y René González están en prisiones estadounidenses por el sólo hecho de informar a su país sobre acciones terroristas preparadas en La Florida.
Las penas oscilan desde 15 años de cárcel hasta doble cadena perpetua, esta última a Gerardo Hernández.
En la audiencia del 20 de agosto, que tendrá por escenario el onceno circuito de la Corte de Apelaciones de Atlanta, la defensa de los patriotas cubanos denunciará las manipulaciones políticas del caso.
Según adelantó el abogado Leonard Weinglass, serán presentados tres temas de apelación a favor de los cinco antiterroristas.
Tenemos una cantidad de asuntos que vamos a exponer al panel de jueces, pero los más importantes son los referidos a si procede o no la Causa No.3 contra Gerardo Hernández, que alega una conspiración para cometer asesinato, apuntó Weinglass en entrevista con el Comité Nacional por la Liberación de los Cinco.
La defensa -agregó- argumentará que la evidencia acerca de esa alegada conspiración es insuficiente desde el punto de vista legal. El gobierno norteamericano reconoció que sus pruebas eran muy frágiles y no podían apuntalar esa acusación, dijo.
Otro punto que destacaremos, indicó Weinglass, es el referido a la mala conducta en el proceso judicial, particularmente del fiscal estadounidense John Kastrenakes, en su alegato conclusivo ante el jurado.
Este discurso final -recalcó- está constreñido por reglas muy precisas, que le prohíben al magistrado argumentar más allá del alcance de la evidencia. En esta instancia particular, Kastrenakes sobrepasó los límites del propio alegato.
De acuerdo con Weinglass, el tercer argumento a rebatir es el referido a las sentencias de Hernández, Guerrero y Labañino, condenados exageradamente a cadena perpetua, pese a que no se trataba de un caso de seguridad nacional. ( Cubaminrex- PL).
Liberation of the Five Cuban Anti-terrorists to be Demanded in Boston
UNITED STATES, WASHINGTON, August 9, 2007. Representatives of several organizations in solidarity with Cuba will gather in front of a subway station in Boston, Massachusetts to demand the liberation of the five Cuban anti-terrorists imprisoned in the United States.
In a statement to Prensa Latina, Alicia Jrapko, member of the International Committee for the Liberation of the Five Cubans, informed that the rally will take place in the coming days, prior to the hearing next August 20 in Atlanta.
The participants will distribute information on the case to passers-by and will specify details of the hearing, indicated Jrapko, who foresees the presence of lawyers from all over the world in that hearing.
“We know that jurists and lawyers from the United States, Brazil, Ecuador, Italy, Spain, Belgium, Chile and representatives from the American Jurists’ Association and the Association of Mexican-American Jurists will attend”, she indicated.
Their presence, said the activist, will ensure that upon their return to their countries or states they may inform their organizations about the case and join the struggle for the liberation of the five Cuban anti-terrorists.
Since September 12, 1998, Fernando González, Antonio Guerrero, Gerardo Hernández, Ramón Labañino and René González are in U.S. prisons for the mere act of informing their country about terrorist actions prepared in Florida. The sentences range from 15 years to double life imprisonment, the latter imposed on Gerardo Hernández
At the hearing on August 20, which will be held at the 11th circuit of the Atlanta Court of Appeals, the defense of the Cuban patriots will denounce the political manipulations of the case.
Lawyer Leonard Weinglass anticipated that three topics of appeal will be presented in favor of the five anti-terrorists.
We are going to present a large number of items to the panel of judges, but the most important ones are those that refer to whether or not Cause No. 3 against Gerardo Hernández –which claims a conspiracy to commit murder– is applicable, pointed out Weinglass in an interview with the National Committee for the Liberation of the Five.
The defense –he added– will contend that the evidence about that alleged conspiracy is insufficient from the legal point of view. The U.S. Government admitted that their evidence was very fragile and they could not sustain that accusation, he said.
Another aspect we will highlight, indicated Weinglass, is the one referred to the bad conduct in the judicial process, particularly of U.S. attorney John Kastrenakes in his conclusive plea.
This final address –he emphasized– is limited by very precise rules that prevent the magistrate from arguing beyond the scope of evidence. In this particular petition, Lastrenakes exceeded the limits of the plea.
According to Weinglass, the third argument to be refuted is the one referred to the sentences of Hernández, Guerrero and Labañino, exaggeratedly sentenced to life imprisonment even though it was not a case of national security. (Cubaminrex- PL).