CAPITAL FEDERAL, Mayo 05 (Agencia NOVA) En la TV argentina sigue todo igual, lamentablemente, nada ha cambiado. Hay nuevo interventor, Gabriel Mariotto, y lo que se ve y escucha no dista nada pero absolutamente nada de lo que se vio en el 2007. La salvedad es que Mariotto recién se está acomodando en su sillón de funcionario que debe velar por contenidos apropiados para el público infantil.
En ShowMatch (Canal 13), Marcelo Tinelli sigue exponiendo a niños entre culos, tetas y el peor lenguaje en un programa que se emite en un horario en el que no debería haber pibes en las tribunas. Es más, hay una Ley de Radiodifusión que establece que está prohibida la presencia de menores (de 16 años) en programas que se emiten en vivo entre las 22 y las 8.
Pero las dos primeras semanas de ese programa digno de la TV basura se volvió a registrar el mismo panorama de siempre: Un conductor que cuando apela al lenguaje grasa y a la baba que deja caer por entre las tetas y los culos de las modelos que participan en el ciclo de “Bailando por un sueño” –de curiosa y rara concepción solidaria- no pone a resguardo a una teleplatea infantil que asiste a Ideas del Sur, y a los niños se les permite ingresar como si se los estuviera invitando a un programa de contenido familiar con contención para menores.
Por otra parte, en Intrusos en el espectáculo (América 2), Jorge Rial y Luis Ventura siguen apelando al peor lenguaje en cada una de sus emisiones. Viven desafiando al Comfer, en realidad no les importa nada. Son una máquina de insultar y de difundir escarnios de la misma manera que lo hace Viviana Canosa en “Los profesionales” (Canal 9) cuando alude a las operaciones “de concha” a las 18.
También pasó, el último sábado (3 de mayo) que en Televisión Registrada (TVR), Canal 13, se emitió el segmento denominado “Lo peor peor de la tele” con imágenes y el peor vocabulario, soez, procaz, ideal para una teleplatea madura pero que estaba colmada de pibes ¿A quién le importa que haya niños en un estudio de TV?
Las denuncias de Agencia NOVA sobre la TV del 2007
Cuando estaba a punto de irse del Comfer Julio Bárbaro (impresentable e inoperante como funcionario que debió velar por el Horario de Protección al Menor y terminó rifándolo al mejor postor), desde Agencia NOVA denunciamos (14-01-08) que en la tele está todo permitido, aún pisotear los derechos del niño a pesar de que la Argentina adhirió a la Convención Internacional y otorgó rango constitucional a esos Derechos, todo con la única finalidad de que, parodiando al inigualable Pappo Napolitano, “nadie se atreva a tocar al matrimonio de los Kirchner” como lo hicieron (Marcelo Tinelli, sobre todo) con Fernando De la Rúa.
Paro nada es gratis en la vida de un funcionario público. La historia de la televisión argentina recordará a Julio Bárbaro por haber posibilitado –y hasta cuasi alentado- la virtual “entrega” de la teleplatea infantil a la TV prostibularia: 2007 fue el año en que se impuso la increíble moda de que los niños de la Argentina convivan entre tetas y culos en casi todos los programas de los canales líderes y en todos los horarios.
Fue el año de la defunción del Horario de Protección al Menor y de la irrupción y presencia de pibes en tribunas en programas con fines supuestamente solidarios y contenidos de teatros de revistas y cabarets.
No existe un sólo ejemplo en el mundo de programas televisivos con estudios colmados de pibes cuando el lenguaje, imágenes y situaciones no son adecuadas para ellos.
En la Argentina no hubo un solo legislador que levantara la voz o pidiera explicaciones a Julio Bárbaro; tampoco Eduardo Mondino, defensor del Pueblo de la Nación ni Graciela Muñíz, de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, nadie parece haberse percatado de la realidad de la exposición de los menores en la TV vernácula y de burlesque.
En ningún país del mundo –salvo en el Planeta Julio Bárbaro- se vio lo que emitió Canal 13 (ShowMatch) en la noche del 29 de mayo del 2007: 100 chicos de entre 3 y 10 años presenciando un show semipornográfico protagonizado por Nazarena Vélez –baile del caño- y exacerbado por el hombre que más antecedentes tiene en la Justicia y el Comfer por no respetar los Derechos del Niño en la televisión: Marcelo Tinelli.
Fue Moria Casán (y no una Virgen Inmaculada) la que calificó al show de la Vélez como semipornográfico antes de calificar la osadía y destape de la vedete con 10 puntos en el programa de Ideas del Sur que permitió consagrar en lo más alto a la TV prostibularia, grosera, obscena y de lenguaje soez y procaz.
Cien pibes vieron en vivo ese espectáculo en el canal que llevó al banquillo de los acusados al cura Julio César Grassi por supuesto abuso de menores, y que organiza año a año su colecta anual denominada “Un sol para los chicos”. Lo de esa noche –deben pensar los directivos del 13 e Ideas del Sur y Julio Bárbaro- estuvo lejos de ser considerado como corrupción de menores.
El Comfer nunca informó si cobró las multas que impuso al canal de Constitución y a la productora por esa transgresión de las normas de la televisión argentina.
Al Comfer sólo le interesa que los medios no se entrometan con Cristina y Néstor Kirchner.
Hubo de todo en la pantalla. Gran Hermano (Telefé) inundó de excesos la TV a toda hora y Pablo Sirvén escribió en La Nación, el último domingo 6 de enero, en el marco de una nota titulada `Con Lalola , la televisión se asoma a lo sexual sin ser berreta´, que “el recientemente pasado fue el año en que la televisión abierta chapoteó en los barros más inmundos de su historia, agravados por la obsesiva repetición de sus patéticos circos sexuales, escatologías infantiloides de cualquier tipo y a toda hora, lenguaje soez de altísimo voltaje y un pretendido `realismo´ periodístico sólo obsesionado con el submundo carcelario, los personajes reventados de la noche y las más burdas rarezas sexuales”.
También escribió, Sirven, que sobre que este panorama se desarrolla con el tácito consentimiento de las cámaras empresariales del sector (que sólo despiertan de su catalepsia permanente para chillar cuando tienen que actualizar salarios), los anunciantes (que autorregulan los contenidos de sus avisos con esmerada aplicación para terminar pautando en los programas más contaminados) y el Estado (que con un Comfer en irreversible rigor mortis mira para otro lado y consiente todo con la única condición de que los canales no molesten a la pareja doblemente presidencial).
¿Mientras no se metan con Cristina y Néstor Kirchner van a seguir permitiéndose los excesos del 2007? Esa es la pregunta y la respuesta está en la esfera del organismo estatal a cargo de Julio Bárbaro.
Repercusiones de aquel escándalo de Tinelli y Nazarena ante 100 pibes
Walter Domínguez escribió el viernes 1º de junio del 2007 en la sección espectáculos de Clarín: “Que el COMFER sancione si tiene que sancionar, que se cuide el horario de protección al menor y que alguien explique el por qué de los chicos en la tribuna de ‘Bailando por un sueño’".
El espectáculo de Nazarena Vélez tuvo para los adultos mil interpretaciones. Enrique Pinti exige, como lo dijo a Clarín Espectáculos en aquella producción del viernes 1º de junio, "una llamada de atención urgente. Hay que cuidar el buen gusto. El baile del caño lo hemos visto en 1.500 películas norteamericanas, pero lamer el caño es otra cosa. Hemos visto bailar desnudo a Julio Bocca y nadie se escandalizó, porque es erótico, pero de buen gusto. El erotismo barato hay que dejarlo para el video condicionado".
Si a una persona mayor, como Pinti (quien de antemano se cubrió al expresar también que “soy enemigo de cualquier tipo de censura. Siempre pongo la sensatez por sobre la censura”) la actuación de la Vélez le originó esta posición, ¿se comprende el por qué de la gravedad de la presencia de chicos en los estudios de Ideas del Sur aquel martes?
Como Poncio Pilatos
Por su parte, desde el Comfer llegaba un testimonio a manera de Santo Pilatos. Claudio De Cousandier, director de Evaluación y Control de ese organismo oficial, dijo a Clarín que “si los menores están en una tribuna, la cuestión es responsabilidad de los padres. No tenemos poder de policía sobre el tema. Es importante saber que no podemos hacer nada respecto del buen o mal gusto de las imágenes. Sí sobre lo que es violatorio de la ley”.
El artículo 22 de la Ley de Radiodifusión, contrariamente a lo que expresa De Cousandier, establece que se prohíbe la presencia de menores en estudios donde se emiten programas en vivo entre las 22 y las 8 del día siguiente. El funcionario tiene la obligación de citarlo, más allá de que resulte obvio que el Comfer no tiene función de policía y no puede destinar un directivo para que verifique si ingresan menores a estudios de televisión entre las 22 y las 8.
Por otra parte, ese funcionario, dio los argumentos a Ideas del Sur para que ShowMatch violara esta norma echando mano a la figura de la Patria Potestad. De Cosandier lo explicó en un cable de la Agencia Telam. Desde esa nota esclarecedora de esta persona (a la que le pagamos el sueldo todos los argentinos para que cuide –por medio del Comfer- a nuestros hijos frente al ataque del rating de la TV) la productora de Marcelo Tinelli se escudó en esa figura legal para poblar los estudios de pibes.
En la modalidad Stripdance de Patinando por un sueño había mitad de público adulto y mitad de público infantil en el piso cuando los topples de Jéssica Cirio y Evangelina Anderson. La Fundación de Cecilia Baccigalupo llevó a sus chicos discapacitados a ver a las stripper tal vez como una terapia recuperatoria.
Además, Claudio De Cousanier tiene el curioso privilegio de formar parte del Comité Federal de Radiodifusión, gobierne quien gobierne, tal vez por ser funcionario de carrera. Pero, por este motivo, ha participado de todas las polémicas que ha protagonizado Marcelo Tinelli, sobre todo entre 1995 y 2007.
Todas tienen que ver con el no respeto por los chicos en sus programas de TV. Hasta fue denunciado por una asociación de pibes en 1998 cuando Ideas del Sur producía “Fugitivos” y las gemelas se bañaban como Nazarena Vélez en un parque y rodeadas de chicos.
El Comfer salió a través de Julio Bárbaro y De Cousanier a opinar una vez producido el escándalo, pero en los hechos, desde las gestiones de Carlos Menem, Fernando De la Rúa y el interinato de Eduardo Duhalde (con interventores como José Aiello, Carlos Caterbetti, Gustavo López) la burocracia que impera en ese organismo opera siempre en favor de los medios y esta etapa de Bárbaro no va a apuntar ni apuntó en otra dirección. “Tenemos una buena televisión” dijo el interventor del Comfer –sin ruborizarse- en un seminario realizado en La Plata.
La estructura y metodología de la evaluación de los contenidos está diseñada a propósito, con intencionalidad, para que las penas lleguen una vez que el producto televisivo cuestionado ya no está en el aire. Hablamos de intencionalidad. De una estrategia elaborada junto con los responsables de los medios, por supuesto que no la ideó Julio Bárbaro, pero el tiempo será testigo de que el accionar del actual interventor del Comfer terminará por favorecer a los medios que se encuentran bajo la lupa.
Por otra parte, ¿Nunca se va a contemplar la reincidencia de Tinelli? ¿El Comfer y Canal 13 van a permitir que en próximo ciclos ShowMatch organice nuevos concursos para chicos para reincidir en exhibirse como un producto para la familia después del escándalo del 2007?
La cuestión, el nudo central de la estrategia de Tinelli, es provocar el escándalo que asegure puntaje alto de rating. Siempre que llevó a cabo sus planes usó a los pibes de rehén, porque es la piedra que genera el escándalo, como la situación generada con la presencia de 100 chicos aquella noche del Baile del caño de la Vélez.
Antes lo hizo en Telefé. Ahora en Canal 13. De aquí en más habrá que aguardar la actitud que adoptará una emisora identificada con aquellas denuncias contra el padre Grassi y la imagen que deberán sostener para seguir organizando con la misma pureza de todos los años “Un sol para los chicos” después de estos escándalos que le provoca al canal de Constitución Marcelo Tinelli y su desaprensión para con los pibes.
Gran Hermano
Sobre Gran Hermano, como muestra, transcribimos la presentación de la producción de la revista Noticias (Edición 1588 del 1° de junio del 2007) titulada “El triunfo de la TV berreta”, que informa de que “la procacidad copó la pantalla, por qué los canales siguen levantando sus apuestas, el desconcierto de los anunciantes y las razones del público”.
Escribió Noticias: “Gracias al minuto a minuto (la posibilidad de acceder al ráting online), la tele está que arde. Y como no podía ser de otra forma, siempre hay alguien dispuesto a apagar el fuego. ¿Te perdiste el show urinario de las chicas de Gran Hermano Famosos? No importa. Rial y Canosa lo repiten a media tarde, con sonidos incorporados y efectos especiales diseñados a medida. ‘¿Pis?’, solíamos preguntar a nuestros hijos”.
“Ahora son los productores quienes, mirando en pantalla las mediciones, deciden la cantidad de centímetros cúbicos que estamos dispuestos a consumir. Charquito mediante, las niñas incontinentes del canal de las pelotas, cruzaron barreras que, hasta hace poco, parecían infranqueables. Porque una cosa es desnudarse o tener sexo (incluso explícito) frente a millones de televidentes, y otra muy distinta orinar en público, sobre el pasto, a plena luz del estudio de grabación; menester privado que intimida al más bravo de los animales salvajes”.
“En lugar de latir, la casa chorrea de lo lindo. Otro baldazo que lanza el nuevo GH es el siguiente: la exhibición televisiva no es apta para mayores de veinticinco. Juntos, confabulando en el patio, Mariana Otero, Jorge “Roña” Castro y Luis Vadalá (clon acuático de Isabel Sarli, quien se mostró tal cual Dios lo trajo al mundo), lucen recién salidos del geriátrico”. Sin más palabras. La descripción de Noticias fue tan espectacular como real.
Desde Agencia NOVA, así como lo hicimos al día siguiente de la emisión del programa cuestionado de Tinelli, insistimos en preguntar: ¿Por qué Canal 13, el Comfer y Tinelli permiten a niños ver shows de alto voltaje erótico en vivo? Hasta este último día del 2007 no hubo respuestas y el Comfer seguirá lavándose las manos y sin hacer efectiva multa alguna.
Los excesos siguieron en verano
El pasado jueves 10 de enero, Agencia NOVA también se preocupó por los contenidos del programa AM en una nota titulada `Leo Montero y Verónica Lozano instalan la TV prostibularia en la mañana de Telefé´ y en la cual se remarca que “la TV matinal tiene en estos dos protagonistas, el ejemplo más claro de que están desubicados y se exhiben absolutamente irresponsables por su lenguaje, las temáticas que abordan y el desparpajo que traspasa el límite del buen gusto para convertirse en un ciclo (AM, Telefé) no apto para la familia.
Mientras tanto, el interventor del Comité Federal de Radiodifusión, Julio Bárbaro, estuvo en el Chaco donde, junto a Jorge Capitanich encabezó la firma de convenios que tienen que ver con el área de ese organismo.
En definitiva, ¿El COMFER hizo efectiva alguna multa?. ¿Seguirá invitando la TV argentina a los pibes a deambular entre culos y tetas en programas de supuestos fines solidarios pero que venden -cual TV proxeneta- las almas de las modelos y vedettes al mejor postor?, preguntábamos desde Agencia NOVA al evaluar la TV del 2007.
El único responsable del desmadre que existió y existe en la televisión argentina es Julio Bárbaro, ex interventor del COMFER. Ahora la gestión está en manos de Gabriel Mariotto. La protección de los menores está en sus manos. (Agencia NOVA
