foto: esqueleto de Toto
MERCENARIOS CONTRA EVO
por Jean Guy Allard
El complot contra Evo: empresarios, neonazis y... CIA
Eduardo Rózsa Flores, el jefe de origen húngaro de la conspiración para asesinar al Presidente boliviano Evo Morales, pertenecía a círculos de la extrema derecha de Hungría cercanos al partido neonazi Jobbik quien mantiene ilegalmente una organización paramilitar, la Guardia Hungara.
Nacido en 1960 Bolivia, Rózsa Flores tiene una trayectoria digna de un Lee Harvey Oswald.
Vive luego sucesivamente en Chile y en Suecia para finalmente radicarse en el país de su padre, Hungría, donde recibe un entrenamiento militar, y se suma a la Juventud Comunista.
Sin embargo, según una biografía publicada por el sitio web Hungarian Spectrum, se suma al principio de los años 90 al ejercito de Croatia, participa en varios combates y está herido tres veces.
Sospechado de trafico de armas y de droga, abandona el territorio croata y regresa en 1994 a Hungría.
De manera muy extraña, Rózsa Flores reaparece en el 2003, afirma haberse convertido al Islam y se pretende portavoz de una facción “independiente” iraquí.
Luego se acerca a los neonazis de Jobbik, un partido fascista quién reclama el restablecimiento de la pena de muerte y la erradicación de los Rom (gitanos). Su Guardia Hungara ha sido denunciada en numerosas oportunidades por su implicación en incidentes violentos, notablemente contra la comunidad roma.
Colaboró activamente con el sitio web ultraderechista Kapu y se hace amigo de su director, Zoltán Brády.
Dos de sus cómplices también presentan biografías que terminan en los círculos de extrema derecha.
Árpád Magyarosi, muerto en el asalto, Elod Tóásó, en detención, son húngaros de Transilvania (Rumania) que se sumaron en 2002 a la Székely Légió (Legión Siculus). , una organización paramilitar que proyectó ataques de comandos contra el territorio rumano.
Por su parte, el irlandés Michael Martin Dwyer, un "soldier of fortune," gatillo alegre obsesionado por las armas, fue mercenario en los Balkanes y conoció posiblemente ahí al líder del grupo en Croatia.
Queda esclarecer como Rózsa Flores y su tropa terminan de ejecutores de los planes de la oposición boliviana de la región de Santa Cruz que dispone de amplios recursos para financiar a una tal operación.
Rózsa Flores reconoce en su perfil de Facebook estar en contacto con la red ultraderechista encabezada por el croata fascista Branko Marinkovic Gora Jovicevic, ex presidente del Comité Cívico Santa Cruz.
Este hijo de nazi controla a Santa Cruz de tal forma que no se puede concebir que la tropa de mercenarios pueda haber actuado sin su consentimiento.
Rozsa estuvo también vinculado con Jorge Mones Ruiz, capo de UnoAmérica, fundación fascista conectada a la CIA desde la época de la Operación Cóndor
La presencia de explosivos C-4, el material favorito del personal cubanoamericano de la CIA, lleva a toda una serie de interrogantes. En Venezuela, el fiscal Danilo Anderson ha sido víctima de un atentado realizado con explosivos C-4 colocados debajo de su carro con imanes y detonados a distancia. El intento de magnicidio de Panamá contra el líder cubano Fidel Castro, urdido en el 2000 por Luis Posada Carriles, se había planeado con una bomba de varios kilos de este explosivo militar de fabricación norteamericana.
Este tipo de artefacto se usó en múltiples oportunidades en el pasado, en toda la trayectoria terrorista de los extremistas cubanoamericanos de Miami.
La inteligencia norteamericana mantuvo durante décadas una enorme red de colaboradores en la región andina y fue hasta situar en territorio boliviano a asesinos profesionales como el el criminal de guerra nazi Klaus Barbie y el terrorista cubanoamericano Antonio Veciana quién trabajó de asesor bancario de la USAID.
UNA INTERNACIONAL DE ASESINOS
“Creo que la CIA trabajó bien los "combatientes de la libertad" en Europa del Este de la misma forma que generó la mafia de Miami en el caso de Cuba o los llamados "Afganos" para destruir la Argelia socialista luego de la guerra-provocación de Afganistán", comenta desde Paris, Bruno Drewski, historiador y politologo, especialista de Europa del Este.
Según Drweski, hay que recordar “el asesinato del Secretario general del partido comunista sudafricano, justo antes de la caída del apartheid, por un polaco recientemente emigrado ahí”.
El especialista también señala el alineamiento de los ex “disidentes” del Este a favor de la ocupación de Irak y el papel de los ex "refuzniks" sovieticos (Chchtaranski, Lieberman) en apoyo a los peores excesos de Israel.
“Mucha investigación queda por hacer sobre estas redes turbias para descubrir los fundamentos de esta internacional de asesinos”, dice el experto francés.
Bolivia ha presentado una solicitud oficial a Interpol para que pueda facilitar el movimiento migratorio de los cinco mercenarios.
Fuente: Kaos en la Red