ARTISTA PLASTICO PINTA LA PAZ ESCRIBIENDO Y PIDIENDO TAMBIEN LIBERTAD PARA LOS CUBANOS HEROES PRISIONEROS EN ESTADOS UNIDOS

Jorge Jorge González es amigo mío,  excelente artista plástico y docente de su especialidad, que imparte amorosamente a tres centenas de niños cubanos, en el barrio de La Lisa de La Habana.

 

Hoy su pincel perdió pelos y apareció el grafito, léanlo.   Toto

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PAZ Y TAMBIÉN LIBERTAD PARA LOS CUBANOS

 

 

Por JORGE JORGE GONZÁLEZ

Para GUATINÍ , Estados Unidos y DESACATO, Brasil

 

 

Una señora de Miami, Estados Unidos -  muy respetuosa, por cierto-, me escribe y me dice, a propósito del concierto PAZ SIN FRONTERAS, organizado por el cantante colombiano Juanes , en La Habana, el pasado domingo 20 de septiembre, lo siguiente: "Aunque estoy contenta que se haya celebrado este concierto y no comprendo por que razón la gente en Miami se apasionó tanto en protestar, creo que aquí  en este país, los Estados Unidos, todos tenemos voz y voto.  No estoy de acuerdo en manifestaciones bestiales o que causen heridas a nadie.  Tenemos que aprender a expresarnos mas civilizadamente."

 

"Ahora Usted dice que no pusieron transporte ni obligaron a nadie.  Yo he oído diferente.  Tengo entendido que a las ciudades alejadas de La Habana si les pusieron un medio de transporte para estar allí en el concierto. Quiero añadir, que  Celia Cruz no fue a Cuba por que no le permitieron entrar ni siquiera para el entierro de su madre."

 

Aunque le respondí personalmente, le dije que escribiría una nota sobre  determinados temas planteados por ella para ser publicada en los medios alternativos, porque quería dejar bien sentada mi posición sobre algunos de  aquellos, que es lo que hago ahora.

 

Muchos sabemos que la comunicación entre los cubanos residentes en la Isla y los que prefirieron tomar el camino del exilio hacia los Estados Unidos u otras partes, ha sido  bien difícil en los últimos  cincuenta años; que muchas familias han quedado divididas entre dos aguas y dos ideologías diametralmente opuestas y, al parecer, irreconciliables, mientras no exista la  voluntad necesaria para llegar a puntos coincidentes, lo que sería  el sueño dorado que todos esperamos. Por  suerte, de mi parte no he tenido que lamentar separaciones de mis seres queridos, salvo algún familiar lejano: todos han vivido dentro del país, acá han nacido, han muerto por vejez, enfermedades incurables o accidentes, pero nunca tuvimos que llorar a un familiar en la distancia …muchos de los cubanos que viven en Estados Unidos no pueden decir lo mismo, ni una gran cantidad de los que residen acá en el Verde Caimán, tampoco, lo cual lamento mucho como ser humano.

 

No soy quién para cuestionar por qué alguien partió hacia el exilio o se quedó en Cuba, ese es un derecho soberano pero yo, que debido a mi labor artística he podido recorrer una buena parte del mundo, le  cuento que no puedo estar fuera de Cuba por más de un mes ya que en el exterior no puedo pintar nada, de nada y regreso siempre, no por sentido patriótico –que me sobra- o revolucionario –de lo que vivo orgulloso-, simplemente porque aquí están mis raíces, mis  costumbres más queridas, el  sabor de las especias con que elaboro  los alimentos de la casa, el ruido de los autobuses que odio-amo, los gritos de las personas en los edificios, el ladrido de los perros callejeros, el maullar de los gatos en los tejados, la música escandalosa a toda hora a la que hasta extrañas cuando no la oyes, los chismes del barrio, la basura en las calles y, fundamentalmente, la familia, elementos todos que me retroalimentan y me permiten seguir la magia de la creación cada día de mi vida.

 

Cuando escribí la nota: ¡AMOR! JUANES EN LA HABANA, con honestidad no tenía conocimiento de que la provincia de La Habana había puesto  algún refuerzo de transporte para que sus habitantes pudieran  llegar a la Plaza de la Revolución a ver el concierto y si fue así,  considero esto como otro logro más para el espectáculo pues realmente, aun cuando se han realizado  esfuerzos increíbles por mejorar la situación del traslado de pasajeros,  los recursos de la nación  no alcanzan para poner un ómnibus cada treinta o cuarenta personas y aun sigue muy deprimido este aspecto en el país. Creo  que esas personas tenían todo su derecho a participar de la fiesta como lo hice yo o la mayoría de mis vecinos del barrio; yo vivo en San Agustín, un sitio periférico de la Capital , donde como Delegado  del Poder Popular, tengo suficiente información para decir que allí no hubo refuerzos de ómnibus, ni varios puntos para el traslado - como es usual en los grandes actos políticos-, para que las personas puedan trasladarse sin problemas y de manera rápida; esta vez no fue así, muchos se estuvieron moviendo a pie, en los autobuses de ruta desde la noche anterior para estar cerca de las entradas que se habilitaron en la Plaza y que supuestamente abrirían a las doce del día….pero ya a las diez de la mañana un mar humano  comenzó a entrar a aquel lugar para irse acomodando cerca del escenario sin que ningún policía represivo –como siempre  les dicen a los de acá- les impidiera el paso,  ni encontrasen a los miles de  estudiantes, trabajadores, "afectos" al régimen, que supuestamente estarían en los primeros cien metros de la pasarela. En fin, mentiras y más mentiras, porque por algún lugar había que decir que el Estado comunista estaba metiendo sus manos en la organización del show, es más, lo que si puedo asegurar es que esas caras y cuerpos felices que se vieron por televisión no fueron obligadas por nadie a estar allí, a reír , a gritar  a favor de la paz, de la unión entre pueblos, fueron, porque sabían que estaban haciendo historia, lo que desconocían era que iban a ser protagonistas de uno de los acontecimientos culturales más gigantescos que la humanidad haya organizado hasta ahora –se habla del tercer espectáculo más concurrido de todos los tiempos y no precisamente por amigos de Cuba-, fueron allí porque sabían que este era un puente que se construí para tratar de unir a todos los cubanos, dondequiera que viviesen; porque estaban concientes que disfrutarían del talento artístico de algunos de sus ídolos y que ellos no los defraudarían, como así sucedió. Algunas agencias hablan de que el concierto fue visto por unos 800 millones de personas en el Planeta por la televisión y , para que nadie dudara fue transmitido en vivo, sin ediciones posteriores  que hubieran dado pie a miles de tergiversaciones y comentarios malintencionados por parte de los detractores de la Revolución cubana, porque lo más importante era mostrar la  verdadera Cuba, esa que defendemos los que vivimos aquí dentro.

 

 

Desconozco con certeza si a Celia Cruz le negaron la posibilidad de venir a velar los restos de su madre y si fue así, los motivos que se argumentaron en su momento para denegarle la entrada a nuestro país, lo que sí conozco es que tampoco los Estados Unidos han permitido a infinidad de cubanos y cubanas ir a los velatorios de madres, padres, hermanos, muertos allá, ni ha dejado –producto de las leyes aprobadas en aquel país y que estuvieron vigentes hasta hace sólo unos días-, trasladarse a Cuba a rendir el último tributo a sus  seres queridos, a muchos de los que viven en aquel lugar, porque no habían pasado tres años de su última visita familiar….Entonces, ¿debemos seguir hurgando en esas viejas heridas? , ¿no es hora de decir hasta aquí llegamos y vamos a iniciar la fabricación del  edificio de la confianza mutua desde los cimientos, no comenzando por el techo?

 

Aquellas personas cubanas que viven en el exilio, fundamentalmente en la Florida y en específico en Miami, conocen con seguridad cuantas veces mi amada Celia Cruz –de quien poseo todos sus discos, el video  del espectáculo homenaje que se le tributó a pocas horas de su fallecimiento-, siempre dijo horrores sobre la Revolución cubana, sobre sus líderes –que son los míos y de muchos millones más- y que no vendría a su país mientras Fidel Castro estuviera en el poder….Honestamente pienso que ella fue usada como quisieron por aquellos que perdieron el poder económico y político en Cuba en el año 1959, pero que aun continúan forzando las riendas del exilio, aunque ya se oigan voces de gente más joven que apuesta por el cambio en  las mentalidades, como también queremos una gran mayoría de mis compatriotas y yo, pero no pensemos que un concierto, por importante que haya sido,  va a producir el milagro esperado de un día para otro…no seamos ingenuos en ninguna de las dos partes. 

 

El mensaje de la señora de Miami, con un lenguaje prudente, aunque cáustico en ocasiones, me retó a contestarle como su estuviese hablando conmigo mismo, sin medias tintas, porque nada resolvemos de esa manera, ocultando o falseando la verdad.

 

Casi a diario, los que poseemos alguna dirección electrónica de conocimiento público en Cuba, somos objetos de agresiones verbales cuando defendemos de alguna manera cualquier  arista de su  Revolución y, por regla general, no contesto ese tipo de mensajes porque mi tiempo libre es bien escaso y sólo cuando considero que tengo delante de mi a un interlocutor o interlocutora inteligente y educado –como es el caso-, dejo el sueño para más tarde y comienzo a escribir.

 

Como no soy un periodista "oficial", ni siquiera extraoficial , sino simplemente alguien que le gusta emborronar cuartillas como relajante muscular y mental y al que nadie le paga por escribir una línea, ni le dice qué tiene que  decir o poner, ni qué coma o qué punto quitar; me permito esas libertades en este país y las publico para que otras personas las lean, polemicen conmigo  o simplemente, las desechen en la papelera de reciclaje y eso,  que este ejercicio lo realizo en Cuba, donde nuestros enemigos plantean que existe una dictadura, donde nada se puede hacer sin  consultar antes a la Seguridad del Estado y otras sandeces similares que, de tanto repetirse, dan náuseas por  absurdas.

 

La señora se despide deseando: "Paz y también Libertad para los Cubanos", con lo que no puedo menos que estar de acuerdo porque PAZ, la necesitamos no sólo los cubanos, sino todos los seres que viven en esta Tierra, para poder  construir un  mundo mejor: sin guerras, sin egoísmos, sin racismo, sin discriminar a los que no piensan como nosotros pero son sinceros y no  andan por el mundo diciendo mentiras para ganar migajas de sus compradores de  ocasión,  aunque tengan que traicionar  al pueblo que los vio nacer por error un día…y LIBERTAD PARA LOS CUBANOS , sí, es honorable ese deseo, claro… en este caso me es confuso el mensaje porque los cubanos de acá, los que seguimos en la Isla ayudando a construir un sistema social más justo para todos.

 

Somos libres hace cincuenta cortos años , así que seguramente se refiera a aquellos otros cubanos que aun no son libres en lugares distantes de su tierra, porque siguen aferrados al pasado como única alternativa y  si es así, yo también  pido para ellos LIBERTAD , como la pido para Gerardo, Antonio, Ramón, Fernando y René, esos cinco valerosos hijos de este país que llevan once años de injusto cautiverio en los Estados Unidos por defender las causas más justas de este mundo y luchar contra el terrorismo, a los que se les ha dado un trato inhumano en ese tiempo y a  algunos de ellos, como es el caso de Gerardo y René, ni siquiera les han permitido las visitas de sus respectivas esposas Adriana Pérez y Olga Salanueva, algo que viola las propias leyes de aquel país y hace más cruel o doblemente cruel el castigo.

 

                                        Para ellos pido a todo pecho   LIBERTAD.

  

La Habana, septiembre del 2009

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No se bien si Dios es argentino.     Pero juro por lo que más quiero, que Ernesto Che Guevara   SI   lo es.     Toto
difunden: el 1er. Museo Histórico Suramericano "Ernesto Che Guevara", la Escuela de Solidaridad con Cuba "Chaubloqueo" y el Centro de Registro de Donantes Voluntarios de Células Madre
Irene Perpiñal y Eladio González - directores   calle Rojas 129  local (Caballito) Capital -AAC1405-Buenos Aires-República Argentina  telefax: 4-903-3285 email: museocheguevara@fibertel.com.ar
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colectivos 1 - 2 - 25 - 26 - 32 - 42 - 53 - 55 - 85 - 86 - 103 - 180
a solo 25 metros de la Estación "Caballito" del Ferrocarril Oeste y a cien metros de la Estación de Subterráneos "Primera Junta" de la vieja línea "A"
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¡Salven a los argentinos! "las ballenas"