Carta homenaje al orador de mayo 1810
Castelli condenado al silencio como los pueblos originarios
Mikaela Bass
Hoy doce octubre se cumplen doscientos cuarenta y cinco años de tu triste partida. Vos ilustrísimo abogado, abnegado político que naciste en esta ciudad un 19 de julio de 1764 y paciente esperaste el último abrazo de tu primo Belgrano, para partir a las pocas horas aquel 12 de octubre de 1812. La historia oficial te recuerda poco o nada, que padeciste cáncer de lengua, y te acalló el poder señalando enardecías a los pueblos con tu "equivocada concepción de democracia" , acusándote hacías soñar a hombres simples –como los pueblos originarios, los esclavos- con una igualdad impensable ante la casta de un patricio como vos; que eras "usurpador del sosiego universal", espantabas con tu "fuego seductor" y tu "genio malévolo" ; así ganaste el odio visceral de clases notables que por más de cincuenta años prohibieron tu nombre en el Alto Perú.
¿Te habrá resultado familiar el altanero reproche "¡porqué no te callas!" a un líder de este tiempo, en el heredero de aquella corona?. Siempre acallar voces que dicen verdades, que molestan, porque valientes denuncian tramoyas del poder, este poder opresor que viene sosteniendo por siglos el orden injusto y cruel en que vivimos. Para el caso, era Chávez quien denunciaba la participación del ex presidente Aznar en el golpe de estado a su país. Lamento hayamos retrocedido, y todavía estemos empantanados en el dilema de la unidad, que sabiamente adverstiste en Oruro aquel febrero de 1811: "…y toda América del Sur no formará en adelante sino, una numerosa familia que por medio de la fraternidad pueda igualar a las mas respetadas naciones del mundo antiguo", pero que si no "todos los males de la tierra se difundirán y ya nada podrías hacer por nosotros.
¿Ya veías la incapacidad de unirnos y por ello fueron tus últimas palabras: "…si ves al futuro dile que no venga "?. ¿Ya sabías que por siglos estaríamos todavía aquí con estas asignaturas pendientes?. Por fortuna tantos como yo que te redescubrí en una clase en filo, a pesar del silencio y olvido impuesto, se difundirá tu legado, y seguirás vivo en los corazones, en el espíritu de cambio que hoy recorre nuestra patria grande, la que pretendías se hermanara. Orador infatigable de la revolución, que encabezaste la primera expedición al Alto Perú, cumpliendo órdenes drásticas para salvaguardar la revolución, porque había la contrarrevolución en marcha para la reinstauración de la corona. Partiste a expandir con tu voz la revolución y con tu ejército liberando pueblos; homenajeando el pasado inca, bautizando bajo el nombre de Túpac Amaru a uno de los pocos cañones que tu ejército contaba.
Se te recuerda en los días decisivos de mayo de 1810 , las reuniones secretas en casa de los Rodríguez Peña, en la jabonería de Vieytes, o -supuestamente- en las partidas de caza. Especialmente tu alegato en el cabildo abierto del 22 mayo, donde te eligieron tus compañeros por tu gran oratoria a la hora de persuadir, que apoyado en la doctrina de Suárez, tantas veces debatida y analizada en tu época de estudiante en Chuquisaca. La que habías ensayado el año anterior en tu defensa al amigo Rodríguez Peña. Tu planteo fundante que nos forjó patria, era que al caducar la corona la soberanía recaía en el pueblo, y por tanto era ilegítima la instalación del Consejo de Regencia, y por tanto proclamabas "el derecho de Buenos Aires para constituirse y gobernarse por leyes fraguadas a su antojo."
El ilustrísimo Real Colegio de San Carlos donde estudiaste con tu entrañable primo Belgrano y compañeros Moreno, Monteagudo, etc; cambió muchas veces de nombre, pero sigue en pié. Continúa su alta consideración académica, bajo el nombre de Colegio Nacional de Buenos Aires. En textos de círculos pequeños, todavía se suele invocar las altas valoraciones del rector cuando egresaste, también el de Córdoba donde continuaste tus estudios, cuando al egresar señaló que habías sido uno de los estudiantes mas valiosos desde la fundación de ese Colegio Monserrat. Valoraciones que dan cuenta de tu carácter fuerte y apasionado, de tu personalidad aptas para llevar a cabo tareas graves y enérgicas -como las que luego asumiste-, y ya en aquel momento asustaba al rector, por lo cual recomienda cuidado a las influencias que te acompañen.
En cartas de Lupe a Moreno –que suponía en Londres- le contaba que " del pobre Castelli hablan incendios, que ha robado, que es borracho, no saben como acriminarlo hasta han dicho que no los dejó confesar a Nieto y los demás que pasaron por las armas en Potosí... .está visto que los que se han sacrificado son los que salen peor que todos, el ejemplo los tienes en vos mismo..." , al tiempo que le comentaba habías pedido al gobierno autorice el ataque a Goyeneche, pues sospechabas de sus intenciones, luego corroboradas con su traición al armisticio y ataque sorpresivo a tus tropas.
En esta triste fecha cómo no recordar, aquel primer aniversario de la Revolución de mayo, cuando desatendías invitaciones de notables y elegías festejar con el pueblo aymara, para "estrecharnos en unión fraternal, en grata memoria de sus mayores… ", homenajeando con salva de artillería sus antepasados, en el olvidado escenario de Tiahuanacu, parapetado nada menos que en la puerta del sol, en el Kalasasaya, para anunciarles en quechua y español, que quedaban anulados los derechos de los soberanos españoles sobre América, promovías el repartimiento de tierras, de escuelas en sus pueblos, la supresión de tributos, emplazando a cortar los abusos en perjuicio de los indios, etc. De ahí que te amaban como a un dios pagano, y que en tan poco tiempo conociste la gloria y el despojo mas cruel, fuiste irresistible para las mujeres e implacable para sus adversarios. En Tiahuanacu dos siglos después, un dignísimo mandatario vuelve –no
casualmente- a retomar ese escenario, para su asunción presidencial, me refiero al Pte. Evo Morales del Estado plurinacional de Bolivia.
Como señalara el poeta "…la memoria prepara sus sorpresas ", "…es la que nos da esa energía y cada vez fortalece más los humos y las raíces de nuestra vida…funda la nación…" y nuestro Rodolfo Walsh invitaba al conjuro de que "nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas."
Te saludo proclamando que en ese camino andamos, soñando el Bicentenario cual grito libertario y con tu legado a mano, para el conjuro del olvido de amigos y compañeros partidarios del proyecto liberador de la patria grande, tan largamente anhelado.
FUENTES:
Frías, Bernardo. Historia del general Don Martín Guemes. En: Cap. xi-xiii T.2, Buenos Aires, Grau, 1907.
Goyeneche, José Manuel de. Informe sobre los acontecimientos ocurridos en La Paz.1812. Archivo de La Paz.
Piña, Felipe. Castelli, la utopía revolucionaria. Clarín, Zona, 20-7-2008.
Ibidem.
Cháves, Julio César. Castelli, el adalid de mayo. Buenos Aires, leviatan, 1957. pp.133-146.
Ibidem.
Cuenca de Moreno, María Guadalupe. Cartas de Guadalupe a Mariano enviadas a Inglaterra ignorando que él había muerto en la travesía. En: Miguens, Silvia. Lupe. 2ª.reimpr. Buenos Aires, Tu Quets, 1997. ppp.271-294.
Cháves, ibídem. Pp.253-259.
Conferencia inaugural Premio Memoria Nuestra. Lezama Lima, José. La Luz, nº 1, mayo 2008.
Castelli condenado al silencio como los pueblos originarios
Mikaela Bass
Hoy doce octubre se cumplen doscientos cuarenta y cinco años de tu triste partida. Vos ilustrísimo abogado, abnegado político que naciste en esta ciudad un 19 de julio de 1764 y paciente esperaste el último abrazo de tu primo Belgrano, para partir a las pocas horas aquel 12 de octubre de 1812. La historia oficial te recuerda poco o nada, que padeciste cáncer de lengua, y te acalló el poder señalando enardecías a los pueblos con tu "equivocada concepción de democracia" , acusándote hacías soñar a hombres simples –como los pueblos originarios, los esclavos- con una igualdad impensable ante la casta de un patricio como vos; que eras "usurpador del sosiego universal", espantabas con tu "fuego seductor" y tu "genio malévolo" ; así ganaste el odio visceral de clases notables que por más de cincuenta años prohibieron tu nombre en el Alto Perú.
¿Te habrá resultado familiar el altanero reproche "¡porqué no te callas!" a un líder de este tiempo, en el heredero de aquella corona?. Siempre acallar voces que dicen verdades, que molestan, porque valientes denuncian tramoyas del poder, este poder opresor que viene sosteniendo por siglos el orden injusto y cruel en que vivimos. Para el caso, era Chávez quien denunciaba la participación del ex presidente Aznar en el golpe de estado a su país. Lamento hayamos retrocedido, y todavía estemos empantanados en el dilema de la unidad, que sabiamente adverstiste en Oruro aquel febrero de 1811: "…y toda América del Sur no formará en adelante sino, una numerosa familia que por medio de la fraternidad pueda igualar a las mas respetadas naciones del mundo antiguo", pero que si no "todos los males de la tierra se difundirán y ya nada podrías hacer por nosotros.
¿Ya veías la incapacidad de unirnos y por ello fueron tus últimas palabras: "…si ves al futuro dile que no venga "?. ¿Ya sabías que por siglos estaríamos todavía aquí con estas asignaturas pendientes?. Por fortuna tantos como yo que te redescubrí en una clase en filo, a pesar del silencio y olvido impuesto, se difundirá tu legado, y seguirás vivo en los corazones, en el espíritu de cambio que hoy recorre nuestra patria grande, la que pretendías se hermanara. Orador infatigable de la revolución, que encabezaste la primera expedición al Alto Perú, cumpliendo órdenes drásticas para salvaguardar la revolución, porque había la contrarrevolución en marcha para la reinstauración de la corona. Partiste a expandir con tu voz la revolución y con tu ejército liberando pueblos; homenajeando el pasado inca, bautizando bajo el nombre de Túpac Amaru a uno de los pocos cañones que tu ejército contaba.
Se te recuerda en los días decisivos de mayo de 1810 , las reuniones secretas en casa de los Rodríguez Peña, en la jabonería de Vieytes, o -supuestamente- en las partidas de caza. Especialmente tu alegato en el cabildo abierto del 22 mayo, donde te eligieron tus compañeros por tu gran oratoria a la hora de persuadir, que apoyado en la doctrina de Suárez, tantas veces debatida y analizada en tu época de estudiante en Chuquisaca. La que habías ensayado el año anterior en tu defensa al amigo Rodríguez Peña. Tu planteo fundante que nos forjó patria, era que al caducar la corona la soberanía recaía en el pueblo, y por tanto era ilegítima la instalación del Consejo de Regencia, y por tanto proclamabas "el derecho de Buenos Aires para constituirse y gobernarse por leyes fraguadas a su antojo."
El ilustrísimo Real Colegio de San Carlos donde estudiaste con tu entrañable primo Belgrano y compañeros Moreno, Monteagudo, etc; cambió muchas veces de nombre, pero sigue en pié. Continúa su alta consideración académica, bajo el nombre de Colegio Nacional de Buenos Aires. En textos de círculos pequeños, todavía se suele invocar las altas valoraciones del rector cuando egresaste, también el de Córdoba donde continuaste tus estudios, cuando al egresar señaló que habías sido uno de los estudiantes mas valiosos desde la fundación de ese Colegio Monserrat. Valoraciones que dan cuenta de tu carácter fuerte y apasionado, de tu personalidad aptas para llevar a cabo tareas graves y enérgicas -como las que luego asumiste-, y ya en aquel momento asustaba al rector, por lo cual recomienda cuidado a las influencias que te acompañen.
En cartas de Lupe a Moreno –que suponía en Londres- le contaba que " del pobre Castelli hablan incendios, que ha robado, que es borracho, no saben como acriminarlo hasta han dicho que no los dejó confesar a Nieto y los demás que pasaron por las armas en Potosí... .está visto que los que se han sacrificado son los que salen peor que todos, el ejemplo los tienes en vos mismo..." , al tiempo que le comentaba habías pedido al gobierno autorice el ataque a Goyeneche, pues sospechabas de sus intenciones, luego corroboradas con su traición al armisticio y ataque sorpresivo a tus tropas.
En esta triste fecha cómo no recordar, aquel primer aniversario de la Revolución de mayo, cuando desatendías invitaciones de notables y elegías festejar con el pueblo aymara, para "estrecharnos en unión fraternal, en grata memoria de sus mayores… ", homenajeando con salva de artillería sus antepasados, en el olvidado escenario de Tiahuanacu, parapetado nada menos que en la puerta del sol, en el Kalasasaya, para anunciarles en quechua y español, que quedaban anulados los derechos de los soberanos españoles sobre América, promovías el repartimiento de tierras, de escuelas en sus pueblos, la supresión de tributos, emplazando a cortar los abusos en perjuicio de los indios, etc. De ahí que te amaban como a un dios pagano, y que en tan poco tiempo conociste la gloria y el despojo mas cruel, fuiste irresistible para las mujeres e implacable para sus adversarios. En Tiahuanacu dos siglos después, un dignísimo mandatario vuelve –no
casualmente- a retomar ese escenario, para su asunción presidencial, me refiero al Pte. Evo Morales del Estado plurinacional de Bolivia.
Como señalara el poeta "…la memoria prepara sus sorpresas ", "…es la que nos da esa energía y cada vez fortalece más los humos y las raíces de nuestra vida…funda la nación…" y nuestro Rodolfo Walsh invitaba al conjuro de que "nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas."
Te saludo proclamando que en ese camino andamos, soñando el Bicentenario cual grito libertario y con tu legado a mano, para el conjuro del olvido de amigos y compañeros partidarios del proyecto liberador de la patria grande, tan largamente anhelado.
FUENTES:
Frías, Bernardo. Historia del general Don Martín Guemes. En: Cap. xi-xiii T.2, Buenos Aires, Grau, 1907.
Goyeneche, José Manuel de. Informe sobre los acontecimientos ocurridos en La Paz.1812. Archivo de La Paz.
Piña, Felipe. Castelli, la utopía revolucionaria. Clarín, Zona, 20-7-2008.
Ibidem.
Cháves, Julio César. Castelli, el adalid de mayo. Buenos Aires, leviatan, 1957. pp.133-146.
Ibidem.
Cuenca de Moreno, María Guadalupe. Cartas de Guadalupe a Mariano enviadas a Inglaterra ignorando que él había muerto en la travesía. En: Miguens, Silvia. Lupe. 2ª.reimpr. Buenos Aires, Tu Quets, 1997. ppp.271-294.
Cháves, ibídem. Pp.253-259.
Conferencia inaugural Premio Memoria Nuestra. Lezama Lima, José. La Luz, nº 1, mayo 2008.
La revolución es para llevarla en el alma y morir por ella y no para llevarla en los labios y vivir de ella.
difunden: el 1er. Museo Histórico Suramericano "Ernesto Che Guevara", la Escuela de Solidaridad con Cuba "Chaubloqueo" y el Centro de Registro de Donantes Voluntarios de Células Madre
Irene Perpiñal y Eladio González - directores calle Rojas 129 local (Caballito) Capital -AAC1405-Buenos Aires-República Argentina telefax: 4-903-3285 email: museocheguevara@fibertel.com.ar
http://museocheguevaraargentina.blogspot.com/
colectivos 1 - 2 - 25 - 26 - 32 - 42 - 53 - 55 - 85 - 86 - 103 - 180
a solo 25 metros de la Estación "Caballito" del Ferrocarril Oeste y a cien metros de la Estación de Subterráneos "Primera Junta" de la vieja línea "A"
doná sangre, doná órganos, doná células madre, sé solidario, SÉ VOS.
¡Salven a los argentinos! "las ballenas"
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