viernes, 23 de abril de 2010

Palo de Escoba‏ milico asesino estigmatizado por Aldo Etchegoyen

 

Palo de Escoba‏.

Por Aldo Etchegoyen.(*)
Buenos Aires.

Recibió 17 años de prisión .

En su reacción, llena de rencor y violencia, dijo con voz militar refriéndose  a alguna fuerza militar sin aclarar cual,  "reemplazaron la espada por un vulgar palo de escoba". 

El palo de escoba sirve para muchas cosas, barrer, golpear, hacer una estaca, y poniéndolos uno al lado de otro,  un corral.

La frase me hizo pensar en la dictadura militar.

Lo primero que hizo  fue barrer la Constitución Nacional. También barrieron el Senado de la Nación y la Cámara de Diputados. La ley y el derecho para imponer su propia "justicia",  tribunal militar para civiles o  detenidos a disposición del Poder Ejecutivo, de esa forma  barrieron miles de personas que sin juicio ni proceso judicial  recibieron largos años de prisión.

Barrieron los sindicatos, los centros de estudiantes, los trabajos sociales en las villas, la libertad y la dignidad.  

No les alcanzó eso y siguieron barriendo a 30.000 estudiantes, trabajadores, líderes gremiales,  sociales, religiosos, docentes, profesionales, amas de casa  que desaparecieron. También la identidad de unos 700 niños y niñas. Eso no les pareció suficiente y siguieron su "limpieza" con los bienes de miles de familias a quienes les robaron sus efectos personales, dinero y propiedades  ¿cuántos millones fueron?  Finalmente barrieron y  quemaron toda la información de lo sucedido y al hacerlo intentaron barrer  la verdad.

No solo utilizaron el palo de escoba para barrer sino también para golpear y pegar y perfeccionaron el palo para transformarlo en picana y tortura.

Hicieron corrales que se transformaron en lugares clandestinos de detención y hasta utilizaron el palo de escoba para estaquear soldados rebeldes en Malvinas.

Barrieron   la pequeña  deuda externa  que tenía el país para elevarla a cifras record en pocos años. Así barrieron la libertad económica hacia centros internacionales del poder económico que supieron imponer sus controles sobre la economía de gobiernos democráticos.

Se perfeccionaron en barrer y barrer.

Lamentablemente hoy otros siguen haciendo lo mismo. 

Empresas agropecuarias y poderosos terratenientes barren comunidades indígenas para quedarse con  sus tierras en diferentes lugares del país con el silencio de gobernadores y la complicidad de políticos, funcionarios judiciales y policías.

La frontera sojera barre sus límites y cada día los lleva más lejos, más, más  y más.  

La Unidad de Control de Espacios Públicos en la ciudad de Buenos Aires barrió  muchas personas en situación de calle.

La explotación de minas a cielo abierto barre con  millones de litros de agua y contamina pueblos como Andalgalá.

Con palos, no de escoba, se castigan presos en muchas cáceles del país, en algunos casos se han transformado en picanas.

En verdad, la frase de Guañabens Perello ex director de la Escuela de Combate General Lemos me hizo pensar. 

 Pero, en todo este escenario rescato la esperanza que siempre resiste en juicios a los represores, denuncias contra hechos de violencia, luchas por sus derechos de pueblos indígenas, movilizaciones contra injusticias y trabajos para plantar árboles de verdad, justicia, dignidad y amor que no pueden ser barridos.

Sigamos plantando, vale la pena jugarse por el bosque.+ (PE)

 (*) Obispo (E) Iglesia Evangélica Metodista. Co-Presidente APDH.

PreNot 8833.
100423.

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