Hermanos chilenos queridos:
El Museo Ernesto Che Guevara de Buenos Aires, Argentina adhiere y difunde emocionado el homenaje a la memoria de los chilenos del MIR caídos en lucha por un mundo mejor. Eladio González toto director
Centenares de miristas y familiares de los caídos se reunieron este sábado 8 de marzo para inaugurar un memorial en homenaje a sus camaradas caídos en la lucha, en un emotivo acto realizado en el ex centro de tortura de Villa Grimaldi. La obra contiene los nombres de 580 miristas detenidos desaparecidos y ejecutados políticos, víctimas todos de una política de represión y exterminio sistemático que la dictadura militar llevó a cabo contra la izquierda chilena y en especial contra el MIR. Una proporción significativa de miristas caídos estuvieron secuestrados en el recinto, convertido actualmente en el Parque por la Paz de Villa Grimaldi y sitio de referencia a nivel mundial en la difusión, promoción y defensa de los derechos humanos. Más de 800 personas repletaron el espacio de actos del lugar, participando en un acto sencillo dirigido por la actriz y sobreviviente de la represión, Gloria Lazo. En él actuó un quinteto de cuerdas que interpretó una pieza clásica e intervinieron las sobrevivientes Margarita Romero, a nombre de la Corporación que administra el recinto y Gladys Díaz, ex editora de El Rebelde, periódico oficial del MIR. En su alocución Margarita Romero rindió especial reconocimiento al señor Pedro Órdenes, presente en el lugar y padre del militante Sergio Órdenes Albornoz quien fuera recientemente identificado e integrado al listado del memorial.
El discurso central de acto fue realizado por Gladys Díaz, (consultar audio) quien describió el momento histórico en que surgió el MIR, rindió homenaje a los caídos, culminando la alocución con la pregunta inevitable que surge al analizar el desempeño de la agrupación revolucionaria, surgida a mediados de los años 60: "qué fueron y qué fuimos finalmente ¿héroes, altruistas, idealistas, ingenuos? Todo eso y mucho más. Fuimos parte de una camada continental, de una casta de mujeres y hombres, encantadores de ideales e idearios, ajenos a toda autorrealización, dispuestos a esfumarse en el colectivo y dar la vida si era necesario por la coherencia política. Nadie le puede quitar a nuestros hermanos desaparecidos y asesinados la memoria de lo que fueron, y a ellos y a nosotros mismos, nada ni nadie nos puede quitar el inmenso orgullo de haber sido los revolucionarios de nuestro tiempo, forjadores de futuro, de sueños inconclusos que aún esperan ser retomados por las nuevas generaciones".
Si uno los recuerda, no están muertos El acto reunió a generaciones de miristas, sobrevivientes muchos de los duros combates contra la dictadura y otros más jóvenes, chicos adolescentes, hijos e incluso nietos. La convicción general sobre el sentido de este acto fue reflejado por muchos. Uno de ellos, el escritor Renard Betancourt manifestó: “mientras los compañeros caídos permanezcan en nuestra memoria, no van a haber caído del todo. En ese sentido, nuestra tarea es ser capaces de trasmitir la experiencia que nosotros vivimos, como revolucionarios, como personas comprometidas con una causa cuyo objetivo central era trasformar el mundo para el bien de las grandes mayorías, cosa que no logramos, pero está claro que a lo largo de la historia en algún momento eso se va a conseguir; otras generaciones lo harán…" En ese mismo sentido se expresó otro asistente: "Yo pensé: Bueno, si uno no los recuerda… ¡¡están muertos!!”. Realmente, mientras los recordemos van a estar siempre vivos, esa es la razón porque vine… Por su parte Mauricio declaró: Es un gesto de reconocimiento a todos nuestros hermanos de lucha que entregaron su vida por un proyecto de un mundo mejor, más humano, más justo; esos principios, esa ética, es imperecedera. También lo veo como una oportunidad de reencuentro entre camaradas, hermanos, amigos y compañeros en momentos que necesitamos construir la unidad para hacer frente al sistema, al gobierno que hoy domina; ahí tenemos un enorme desafío y en ese sentido, yo veo este acto como un gesto desde la memoria, pero hacia el futuro… Consultado Manuel Cabieses, director de la revista Punto Final, expresó: Todavía no tomo el peso de lo que significa este acto, pero sin duda que es algo muy importante para conservar la memoria, en acordarnos de nuestros compañeros caídos; esto no sólo es un deber, sino que tiene un valor político muy grande; no se trata de rehacer lo que está deshecho, no; no se trata de juntar los pedazos de lo que fue, pero este tipo de acto sirve para alimentar nuevas esperanzas y nuevos proyectos…
Discurso de Gladys Díaz