¡ Cosas veredes Sancho ! En el barrio de Caballito de la ciudad autónoma de Buenos Aires desde hace doce años
los vecinos contemplan curiosos - algunos molestos otros divertidos - las andanzas de una pareja de argentinos
que en la calle Rojas 129 - frente a la flamante Plaza del Caballito - reclama por la libertad de cinco cubanos presos.
Tras solo once años la afamada entidad Amnistía Internacional acaba hace días de plantear al gobierno de Estados
Unidos la libertad de los héroes cubanos.
Solo queda el Santo Padre ó Papa Ratzinger para que se pronuncie.
Si el no lo llegara a hacer, tal vez el mundo se entere azorado que un carro de fuego descendió del cielo sobre cada
una de las cinco prisiones norteamericanas y se llevó volando a Antonio, Fernando, Gerardo, Ramón y Rene a su
de la Libertad. Cuba que le dicen.
Eladio González toto director del Museo Ernesto Che Guevara en Buenos Aires
Amnistía Internacional se une al reclamo para que el gobierno de los EEUU libere a los Cinco.
Amnistía Internacional es un movimiento global de 2 millones 200 mil personas en más de 150 países. El pasado 5 de octubre en un informe de 22 páginas repartidas en 12 capítulos, se refirió al caso de los Cinco. El documento fundamenta largamente las dudas de la organización acerca de la imparcialidad del juicio a que fueron sometidos Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González.
Dice textualmente: “Habiendo revisado el caso extensamente durante años, entendemos que existen serias dudas sobre la limpieza e imparcialidad del juicio, dudas que no han sido resueltas durante el proceso de apelación.”
El documento hace especial hincapié en la decisión del panel de tres jueces de la Corte de Apelaciones de Atlanta que, en agosto del 2005, revocaron las sentencias y ordenaron la realización de un nuevo juicio. Según la conclusión a la que los magistrados llegaron por voto unánime, el profundo prejuicio en contra del Gobierno Cubano existente en la jurisdicción de Miami Dade, unido a otros factores crearon una “tormenta perfecta” que afectó seriamente el derecho de los acusados a tener un juicio imparcial. Esta decisión, que hubiera permitido acabar con esta injusticia desde hace años, fue apelada por el Gobierno de los EEUU y, posteriormente revertida por el Pleno de la Corte de Atlanta en agosto del 2006 por un fallo mayoritario de 10 votos contra 2.
“Habiendo revisado los fundamentos de ambas partes - dice el informe – entendemos que de las cuestiones más amplias consideradas por el panel del 11º Circuito, en agosto del 2005, surgen inquietantes preguntas y dudas acerca de la imparcialidad de haber desarrollado el juicio en Miami, las cuales no han sido despejadas por el pronunciamiento del Pleno de la Corte, en agosto del 2006”.
“El pedido de los acusados de un cambio de jurisdicción era un pedido modesto: trasladar el juicio de Fort Lauderdale a sólo 24 millas de Miami Dade”, agregan. Y más adelante: “desconocemos la existencia de obstáculos para que ese traslado se llevara a cabo, lo cual torna aún más preocupante las reiteradas negativas del gobierno para que el proceso se realizara fuera de Miami”.
Amnistía Internacional comparte también las conclusiones del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ex Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas que, en junio del 2005, declaró que la detención de los Cinco es arbitraria y contraviene los derechos humanos elementales y tratados internacionales firmados por los EEUU.
Nos hacemos eco- dicen- de la preocupación del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de las Naciones Unidas que encontró que el haber mantenido a los acusados en confinamiento solitario durante parte de su larga detención previa al juicio, provocó que tuvieran acceso limitado a la evidencia, señalando además que, la clasificación de todos los documentos encontrados en las computadoras de los Cinco, sin importar su contenido, debilitó la posibilidad de una defensa adecuada y minó la igualdad de posibilidades entre la fiscalía y los abogados defensores, afectando el principio fundamental de “igualdad de recursos” y el derecho de todo acusado a tener condiciones adecuadas para la preparación de su defensa.”
No faltan en el pronunciamiento las referencias al amplio apoyo internacional que acompañó el pedido de revisión del caso presentado ante la Corte Suprema de los Estados Unidos , subrayando que este apoyo incluyó amicus curae presentados por numerosos individuos y organizaciones incluyendo 10 Premios Nobel, colegios de abogados de varios países y otras entidades jurídicas tales como la Asociación Internacional de Abogados Democráticos, la Federación Ibero Americana de Ombusdsmen, la Federación Internacional de Derechos Humanos, además de las consultorías del Proyecto Nacional de Jurados de California, Minnesota, Nueva Jersey y Nueva York.
“La mayoría de los amicus centraron su preocupación en el impacto perjudicial de la sede en que se llevó a cabo el juicio y varios de ellos hicieron mención específica a la actuación de los grupos anticastristas de Miami en la década anterior al juicio con numerosas acciones hostiles y ataques contra individuos u organizaciones considerados pro cubanos”, dicen.
Y agregan: “La Corte rechazó el pedido sin dar explicaciones… Lamentamos que haya preferido no considerar estos aspectos, teniendo en cuenta la importancia fundamental del principio de juicio imparcial involucrado”.
El capítulo 11 se refiere largamente al cargo de conspiración para cometer asesinato levantado contra Gerardo, meses después de iniciado el proceso, adjudicándole falsamente responsabilidad en el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate, ocurrido el 24 de febrero de 1996, cuando sobrevolaban el espacio aéreo cubano. Ese incidente acabó con el saldo lamentable de la muerte de dos pilotos y dos acompañantes. José Basulto, fundador de Hermanos al Rescate y verdadero responsable de la muerte de sus compañeros, piloteaba una tercera avioneta y resultó ileso en el incidente.
El documento señala que en la petición de revisión ante la Corte Suprema, los abogados de la defensa recuerdan que los acusados habían acordado con la Corte de Miami que el cargo de conspiración para cometer asesinato requería que el gobierno probase más allá de toda duda razonable que los conspiradores planeaban derribar los aviones en la jurisdicción de los EEUU. Este requisito no fue cumplimentado según la opinión de varios de los magistrados actuantes, entre ellos, la jueza Kravitz que fundamentó su postura en una larga y sólida exposición de 13 páginas, en las que rechaza sólidamente la posibilidad de que Gerardo tenga alguna responsabilidad en el derribo de las avionetas.
En sus conclusiones, Amnistía Internacional declara que “las preocupaciones expuestas precedentemente se combinan para elevar serias dudas acerca de la imparcialidad de los procedimientos que condujeron a las condenas, en particular, el impacto perjudicial de la publicidad acerca del caso sobre un jurado de Miami”.
“Sería nuestro deseo que esto pudiera remediarse a tiempo en las instancias judiciales pero de no ser esto posible, dadas las largas condenas impuestas y el tiempo que los acusados han pasado ya en prisión, apoyamos los pedidos de revisión del caso ante las autoridades ejecutivas del gobierno de los EEUU, a través del procedimiento de clemencia ejecutiva ”.
Comité Argentino por la libertad de los Cinco
(22 de octubre del 2010)
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