martes, 22 de marzo de 2011

Tribuno de Jujuy Adriana Arédez hija de Olga Marquez a9

Mi hermana Adriana Arédez, en su casa de Tilcara - Jujuy, recordando a nuestra madre a:

 

seis años de su partida

La memoria de Olga Márquez de Arédez para recordar

Los relatos de su hija Adriana llevan luz a treinta y cinco años del golpe de estado que marcó a fuego a varias generaciones.

domingo 20 de marzo de 2011 Jujuy

ADRIANA AREDES.

ADRIANA AREDES.

Unos cuadernos de tapa dura sobre la mesa, con letra impresa a birome, son el regreso de la palabra de Olga Aredes, quien este 17 de marzo cumplió cinco años sin decirnos ya esa palabra apasionada que la caracterizaba.

 

Hablando con su hija Adriana, cuyo padre fuera médico e intendente de Libertador, Olga parece estar con sus reflexiones, sus preguntas y, mate de por medio, iniciamos la charla.

 

Acaso Olga pertenezca a la última generación que se negó a escribir en un teclado. Por eso su letra carga con una personalidad que se pierde en los tipos de la pantalla, cuando Adriana nos confiesa que ella también escribe en esos cuadernos, "pero algunos días nada más, ella escribía para no olvidar", nos cuenta. "Mi vieja siempre decía que empezó a escribir el día en que detienen a mi papá, porque no podía entender y, como todos, pensaba que iba a salir."

 

Olga escribía para sus nietos hechos cotidianos "porque después uno, con los años, se olvida", nos dice Adriana. "La memoria va dejando de lado hechos, y la cuestión era dejar registro. Ella quería que sus nietos sepan lo que había sucedido, lo que vivimos y lo que vimos." Fue un principio, personal, de verdad y de justicia, "justicia que es bastante lenta acá en Jujuy", nos dice Adriana. "Cosa que es lamentable y muy dolorosa."

 

Adriana nos cuenta que habló con la presidenta Cristina Fernández, de ese "lidiar constantemente con jueces como Olivera Pastor, juez federal del Juzgado Nº 2, que llama a testimoniar a los represores y genocidas, los aloja en hoteles, cosa pagamos que todos los jujeños, y luego los pone en libertad y los manda a su casa. Acá parece que la provincia de Jujuy pertenece a cualquier país menos a la Argentina."

 

Nos cuenta que sigue haciendo lo que hace treinta y cinco años empezó con su madre: "reclamar en lugares públicos, presentando las mismas pruebas y denunciando a la misma gente. Lo que queremos es que se haga justicia con la ley en la mano, y para eso está la cárcel de Villa Gorriti, donde ha estado detenida tanta gente digna, entre ellos mi padre."

 

Hay un cuaderno de Olga, de 1984, donde se pregunta por el silencio y el compromiso de los cristianos. "Yo hablo más bien de los católicos", dice Adriana al respecto, "no voy a decir cristianos, sino los representantes de la institución iglesia. Ya sabemos el papel del obispo Medina, que iba a los campos de concentración, a las cárceles, y recibía a las madres escondiendo, detrás de los cortinados, a alguien que anotaba todo lo que le decían."

 

 

Lo fueron a ver "porque en algún lugar uno tenía que refugiarse", recuerda, "y éramos católicos. Ella hablaba muchísimo de eso, del papel de la iglesia en la dictadura. Y no hacíamos más que pedir un auxilio espiritual, una clemencia, que intercedieran por los presos políticos y los desaparecidos, porque ya sabíamos lo que estaban haciendo."

 

Recuerda que "en Ledesma, quienes se acercaban eran las pobres madres, con mucho miedo, y las viejas amistades, los pacientes de mi viejo, los amigos de ir a pescar, los obreros, los trabajadores. Iban a las marchas, y si no iban se paraban en la calle, se acercaban a mi vieja y le decían: estamos con ustedes, pero tenían miedo."

 

 

Olga nunca perdió la esperanza en la justicia, "pero sostenía que va a venir en la medida en que nosotros sigamos denunciando firmemente, y uno aprendió a vivir de este modo. No te olvides que la primera madre que Néstor Kirchner reconoce es a Olga. Mi viejo era militante desde la universidad, mi abuelo era peronista de la primera hora, obrero de las fábricas azucareras del Tucumán. Mi mamá no, era hija de uno de los cañeros independientes más grandes de entonces." El abuelo Aredes mandó a Luis a estudiar a la universidad. "Eran siete hermanos y papá llegó a ser médico.

 

Cuando en el gobierno de Cámpora le ofrecen ser intendente, habla con el abuelo, porque era su padre y porque era peronista. Entonces, el abuelo le respondió: te van a perseguir. Caerás en la cárcel, vos sabés que es así, vos sabés que en este país no se deja gobernar al que quiera hacer un poco de justicia social." El 24 de marzo lo detienen.

Luis Aredes tenía dos cuentas en la farmacia, una para la familia y otra para la gente que no podía comprar remedios. "Mi vieja es lo que es por lo que hicieron con mi viejo.

 

Si no, hubiera sido, como le decíamos nosotros, una señora gorda. Ella arranca con el ejemplo de mi viejo. Cuando la época más dura, cuando yo me voy a vivir a Ledesma con ella para ver a mi viejo en la cárcel, ella recibía mucho dolor de las mujeres de los obreros que estaban presos.

 

A veces las llevábamos en el auto para que puedan ver a sus maridos, y se hacía una canasta común para llevarles comida. Eso cuando estaban presos, cuando desaparecieron ya fue el desbande."


 

la siguiente información viene de gente intachable (*) 

Marcos Aguinis, Gerardo Sofovich, Joaquín Morales Solá,  Juan Carlos Sebrelli, Baby Echecopar, Petinato, González Oro, Mirtha Legrand, Pepe Eliaschev, Pacho O´Donnell,  Salvia , Chiche Gelblung, Nelson Castro, Feinman ; Mariano Grondona, Cristina Walger, Hola Susana y Jorge Lanata y sus lanatos..

 

(*) intachable - que no entran en un tacho de basura, precisan varios.