| El 30 de abril de cada año se conmemora el Día del Coraje Civil como reconocimiento a la primera ronda de Madres de Plaza de Mayo (30-04-1977) alrededor de la Pirámide por la búsqueda ante la desaparición de sus hijos/as.
 Con motivo de celebrarse el Día del Coraje Civil y como cierre del Proyecto distrital “Juntos por la Memoria”, los chicos de 6º y 7º de la Escuela 19 de Villa Pueyrredón junto a sus docentes, directivos y familiares, invitaron a sus compañeros de las Escuelas 17 y 6 del mismo distrito para compartir una cálida jornada por la Memoria, la Verdad y la Justicia.
Carmen Loréfice –Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora- y Buscarita Roa –Abuelas de Plaza de Mayo-, acompañadas por el Programa Educación y Memoria compartieron esta jornada que se inició con un delicioso desayuno compartido con chocolatada caliente y bizcochuelo.
Antes de escuchar los conmovedores relatos de las invitadas, los chicos de cada escuela mostraron los trabajos que realizaron referidos a la Memoria y la última Dictadura cívico-militar.
La Escuela anfitriona mostró un video que reflejaba las distintas etapas del trabajo áulico. Natalia, docente de 6º y 7º, explicó: “Leímos testimonios de hijos de desaparecidos, de Madres, de Abuelas; hicimos debates y talleres; diseñamos afiches en informática; subimos los trabajos al blog y realizamos una interpretación artística de lo vivido en el Parque de la Memoria y de los sentimientos y emociones de esa visita.”
Hernán, alumno de la Esc. 19, quiso compartir su experiencia en la visita al Parque de la Memoria y relató: “Me impactó la escultura del chico en el agua, que representaba que los tiraban al agua para que no hablaran. Era muy fuerte… También me gustó una que tenía muchas casitas y se llamaba El Escape.”
La Escuela 17 presentó el diseño de un mural colectivo en homenaje a los docentes desaparecidos, que una vez terminado será instalado en distintos espacios públicos, entre ellos, el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires. Leticia, profesora de Plástica de esta escuela, explicó el sentido de este trabajo e invitó a sus alumnos Guido y Julián a contar cómo diseñaron el mural. “El tema salió de la Memoria, sobre todo lo que nos pasó. En grupos, cada uno hacía un cuadradito que será un azulejo y cuando lo terminemos se armará como un rompecabezas.”
Claudio Altamirano -coordinador del Programa Educación y Memoria- enmarcó este Proyecto explicando que “en la época de la dictadura muchos compañeros nuestros fueron desaparecidos porque querían una sociedad mucho mejor, tenían un sueño, un proyecto. Poner ese mural hecho por ustedes en el Ministerio de Educación es continuar ese sueño con los sueños de ustedes.”
Roxana, maestra de la Escuela 6, comentó que sus alumnos habían escrito cartas para las Madres y Abuelas, que llevarán próximamente cuando las visiten en sus respectivas Casas. En ese momento, los chicos leyeron su Carta Abierta para las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, resaltando que “nos parece admirable eso de que transforman la bronca de perder un hijo o un familiar en esperanza para encontrarlos”, y concluyeron con un mensaje esperanzador: “nosotros nos encargaremos de continuar su lucha y en el caso de encontrarlos, sabremos que ustedes estarán orgullosas del gran esfuerzo. ¡No bajen los brazos!”.
Al terminar el desayuno, Mónica Lamas -supervisora del distrito- invitó a Carmen y Buscarita a tomar el micrófono y dar sus testimonios ante un auditorio infantil ávido de escucharlas.
Carmen Loréfice
“Yo siempre voy a las escuelas y ustedes lo saben porque algunos ya me conocen. Nosotras vamos a escuelas, institutos y hospitales pero especialmente a las escuelas porque los chicos son el futuro y tienen que saber.”
Carmen contó a los alumnos, los recuerdos que ella guarda en su corazón sobre su hijo:
“Mi hijo era alegre, tenía sueños pero también pensaba, pensaba mucho y en este país en esa época no se podía pensar porque te tomaban por subversivo. Y él pensaba y luchaba contra la pobreza, por la justicia social…”
Más tarde, siguió contando cómo fue la experiencia de las Madres durante la última dictadura cívico-militar, todos aquellos problemas que tuvieron y cómo ellas mismas fueron víctimas del secuestro y desaparición:
“Nosotras al principio nos juntábamos y no teníamos miedo. Luego, pasó lo de Azucena y otras madres que nos desaparecieron y sí tuvimos mucho miedo. Pero seguimos adelante…”
Buscarita Roa
Buscarita quiso compartir con los alumnos y alumnas la historia de su hijo, quien sufrió un terrible accidente de tren en Chile, para luego viajar a Argentina, recuperarse y comenzar la lucha por los derechos de los lisiados. En el camino conoció a su mujer con quien tuvo una beba, hasta que comenzó la dictadura cívico-militar de 1976 y tanto él como ella fueron secuestrados y desaparecidos. Así, Buscarita pasó a formar parte de las Abuelas de Plaza de Mayo:
“Un coronel se apropió de mi nieta. Le cambió el nombre, el apellido, la fecha de nacimiento y la crió como hija propia. Yo la encontré a sus 22 años pero no me volví a mi casa, sigo luchando con Abuelas y ya hemos encontrado a 103 nietos que en su mayoría están contentos y no es sencillo. Es duro, es difícil, todavía faltan 400 nietos que ya tienen casi 35 años. Entre todos hemos podido encontrar nietos, hacer los juicios y seguimos adelante.”
“Es duro contárselo a ustedes porque también se entristecen, pero es importante que sepan la historia desde chicos para que esto no vuelva a pasar nunca más… Nunca más jóvenes desaparecidos, nunca más bebés robados, nunca más deben existir ni Madres ni Abuelas…”
Despidiendo una jornada tan emotiva como constructiva, Mónica Lamas se dirigió a los chicos reafirmando el sentido de este camino que emprendieron juntos por la Memoria: “Verlos a ustedes con todo lo que saben, todo lo que trabajaron, toda su sensibilidad, nos da una alegría enorme porque el futuro son ustedes . Y con ustedes tenemos la garantía de que esto no vuelve a pasar NUNCA MÁS.”
Finalmente intercambiaron regalos. Carmen les dedicó unos versos que escribió para su hijo Enrique titulados “¿A quién pregunto?” mientras que la comunidad educativa agasajó a las Madres y Abuelas obsequiándoles coloridos ramos de flores, unos dulces bombones y unos representativos platos de cerámica confeccionados por los chicos para la ocasión.
Así, con el alma llena y un futuro más justo en marcha, todos los presentes siguieron los pasos que Madres y Abuelas recorren desde hace 34 años, alrededor de una simbólica Pirámide de Mayo construida por el alumnado en el patio central de la escuela. Mientras todos los grados salían de sus aulas para sumarse a esa ronda señalada con pañuelos blancos, flameaban carteles celestes y blancos con un deseo cada día más próximo a concretarse: Memoria, Verdad y Justicia. |
