domingo, 5 de junio de 2011

Indignado cubano noqueó a gobierno español

 

El Centro de Extranjeros expulsa a un disidente cubano por agresión

Erick Caballero dice que le habían provocado y está en huelga de hambre porque «todo es una mentira» desde que llegó a España

 

03.06.11 - 00:08 - J. I. ARMINIO | TORRELAVEGA.

 

El Centro de Extranjeros de Torrelavega, perteneciente a Cruz Roja, expulsó ayer de forma cautelar al disidente cubano Erick Caballero Martínez, al que acusa de haber agredido físicamente a uno de sus trabajadores el pasado lunes. Tomó la decisión tras ser autorizado por la Dirección General de Integración de los Inmigrantes, que considera que Erick Caballero supone una amenaza para la seguridad e integridad de los trabajadores del centro, así como para el resto de residentes.

 

La presidenta de Cruz Roja en Cantabria, Carmen Moreno, afirma que se trata de una persona con una actitud «bastante violenta», que ha protagonizado «varias agresiones» y se niega a «cumplir las normas». Asegura que hay varios testigos del «puñetazo» por el que ha sido expulsado y que se envió un informe al Ministerio de Trabajo e Inmigración.

 

El disidente cubano dice que simplemente tuvo un «inconveniente» con el empleado por las «provocaciones» a las que ha sido sometido y porque le colgó el teléfono. Además, afirma que está en huelga de hambre desde que comenzó la semana al «no cumplirse» las ayudas que le prometieron al estar inmerso en el 'Proceso de Acogida e Integración Social a Personas Solicitantes de Protección Internacional', programa puesto en marcha por el Ministerio.

Preso político

 

Erick Caballero, de 27 años y miembro del partido Derechos Humanos en Cuba, fue preso político en su país durante nueve años. Llegó a España junto a seis miembros más de su familia el pasado ocho de abril. Tras pasar por un centro de acogida en Pamplona, residía en el Centro de Extranjeros de Torrelavega desde hacía varias semanas, dependencias que compartía con otras compatriotas (24 adultos y 6 niños).

 

El joven expulsado se queja especialmente de la alimentación y la asistencia sanitaria, y pone varios ejemplos: «Mi hijo lleva cuatro días pasando hambre porque la comida es caótica. Yo tuve una subida de tensión y fui atendido en un centro sanitario porque salí a la calle a parar un coche de la Policía». Yo no  pedí venir -añade-, me trajo el Gobierno español. Desde que llegamos, todo ha sido una mentira y un engaño. La única ayuda que recibimos son 49 euros al mes, el resto no se han cumplido». Tras ser expulsado, dice que no han sido tenidas en cuenta sus alegaciones y que seguirá en huelga de hambre...