lunes, 29 de agosto de 2011

Arboles luz vida en extinción Shopping voraces ag1


                                                                           
SOS   CABALLITO


 

¿UN  CENTRO  COMERCIAL EN  LA  EX PLAYA  DE  CARGAS  DE  CABALLITO?

 

El P. Ejecutivo de la Ciudad de Buenos Aires presentó ante la Legislatura un proyecto de Ley por el que propone Normas Urbanísticas Especiales para un predio de dominio privado. Se trata de cambiar la zonificación residencial de un predio para admitir la instalación de un Centro Comercial de Servicios Terciarios y  Equipamiento. Son tres cuadras de terrenos en Av. Avellaneda, desde Andrade a Fragata Sarmiento, que se destinarían a un “shopping” con locales, cines y comederos más viviendas en lo alto.

 

Según la presentación, el PE envía este proyecto a la Legislatura atendiendo lo indicado por la Sección 9 del Código de Planeamiento Urbano. La misma el establece el derecho de vecinos, grupos de personas y entidades intermedias a presentar propuestas de modificación de dicho Código en función de resolver inconvenientes originados por las normas vigentes, a través del dictado de Normas Urbanísticas Especiales. El grupo de solicitantes deberá ser dueño de la mitad de la manzana involucrada y adjuntar la opinión certificada de los demás propietarios. La norma está claramente pensada para iniciativas de grupos de vecinos, organizados o no en instituciones intermedias, y no para un propietario único de gran superficie.

 

Los terrenos involucrados pertenecen a la empresa IRSA. Allí  se pueden construir viviendas y comercios, sin  “inconvenientes”, de acuerdo con la normativa actual, pero se ha abandonado el predio pensando en hacer un negocio mucho mayor, que la norma no contempla, y ahora se pretende su modificación.

 

El Proyecto de Ley debería ser rechazado, porque el Código lo indica y por un básico criterio democrático. Una modificación urbanística no puede hacerse atendiendo sólo a intereses económicos de una empresa. De avanzarse en su tratamiento, éste debe ser amplio y abierto a las necesidades urbanas generales.

 

La lógica del “shopping center” es la del autoaislamiento, sin la tradicional relación de los comercios porteños con el espacio público que caracteriza a Buenos Aires. Será una barrera que impedirá mejorar la actual trama urbana. Justo lo que no se necesita dado  que allí, según la misma presentación del proyecto, "se manifiesta la existencia cierta de un vacío urbano". Rechazamos un centro comercial de esas características.

 

Es necesario urbanizar el gran espacio vacío alrededor de la estación Caballito, apenas cubierto por las instalaciones de entidades sin fines de lucro, como Ferro Carril Oeste o La Estación de los Deseos y comercios que tienen tenencias precarias sobre algunos sectores. Cabe reconocer y atender al deseo de los vecinos que esperan que “algo” se haga por mejorar esa situación y que, ante el desamparo actual y la posibilidad propuesta, tenderán a optar por el “shopping”, presentado en el envoltorio atractivo de la actividad comercial, la iluminación, la seguridad, etc., que tratará de tapar impactos graves, entre otros sobre:

 

a. El medio natural, que será afectado de manera irrecuperable por un edificio de tan grandes dimensiones, por los problemas habituales de una obra y por el movimiento posterior del centro comercial.

 

b. El tránsito, que es muy alto sobre Av. Avellaneda, cuyo ancho, dos cuadras más adelante del sector planteado, se reduce a la mitad, convirtiéndose en un cuello de botella. Los errores en el diseño de accesos y salidas del puente sobre el ferrocarril lo hacen de tránsito lentísimo, con nudos que a diario aumentan el caos habitual de Av. Rivadavia y superan las cuatro cuadras. Cuando se realizan actividades multitudinarias en Ferro, la policía corta el tránsito de Avellaneda y lo desvía a las angostas calles internas, con semáforos que no prevén el paso de tantos vehículos, atascando la Avenida y calles adyacentes. ¿Qué pasará al sumar el movimiento de visitantes, trabajadores y vehículos de transporte propios de un centro comercial, todos los días y con horarios mucho más extendidos que los del uso del estadio?

 

c. El comercio del barrio, por la desigual competencia de un centro de enormes dimensiones. Caballito cuenta con varios sectores dedicados al comercio minorista, centros comerciales a cielo abierto. Muchos de sus dueños llevan varias generaciones en su tarea. Estudios sobre la relación de estos negocios con los Centros Comerciales Cerrados, identifican dos tipos: los ubicados en los zonas no céntricas, con la idea del acceso vehicular, no incomodan mayormente al comercio minorista de barrio por ocupar lugares alejados y atender franjas distintas de clientes, mientras que los implantados en zonas densificadas de la ciudad compiten con los centros comerciales tradicionales, en contra de sus posibilidades de permanencia.

 

¿No hay otra forma de mejorar ese “vacío urbano”? Desde el año pasado, se tramita en la Legislatura un Proyecto de Ley para crear, sobre el espacio de la ex Playa de Cargas, el “Parque del Bicentenario”.

 

Ese parque atiende la necesidad básica de la ciudad de ampliar sus espacios verdes, escasos ante lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud. Buenos Aires ha pretendido desalojar la naturaleza, perdiendo la comprensión de su importancia para quienes la habitan. Se entubaron los arroyos, se edificó en sus zonas de inundación, la construcción, sin control y obediente al “mercado”, obvió los espacios verdes.

 

En este insólito e interesado hacer se definieron una zona de atención y “progreso” constantes al norte y otra abandonada y “retrógrada” al sur. El Ferrocarril Sarmiento marca un límite visible entre ambos sectores, entonces, el Parque, ubicado sobre su traza y en el centro geométrico de la ciudad, será una llave entre ellos, un recorte en la trama construida remedando aquella naturaleza que se pretendió olvidar.

 

Convertir una zona degradada en un parque de uso público acorde con el desarrollo de la Ciudad a su alrededor, creará un “ombligo” forestado, un pulmón necesario en una zona donde la relación entre espacios verdes y habitantes es grave por lo ínfima. Es la ULTIMA POSIBILIDAD de hacerlo en el barrio y una de las pocas en la Ciudad. Su creación debe incluir la revisión de los Distritos Urbanísticos a su alrededor para evitar que siga superpoblándose Caballito y que el parque se convierta en un jardín privado para grandes edificios que podrían construirse allí, dejándolo a su sombra. Así, la edificación del Centro Comercial desde Andrade a Fragata Sarmiento, cerraría todo posible acceso directo desde la Av. Avellaneda al Parque.

 

Es necesario un desarrollo urbano que promueva la mejora del tejido y la integración social, con  planificación y orientación de la localización de inversiones. Entonces, parte de lo que reclamamos para parque, no debe entregarse a la especulación inmobiliaria, negocio de unos pocos que tanto daño ha hecho.

 

En los términos de la Sección 9 del Código de Planeamiento Urbano, proponemos que se analice la expropiación del predio involucrado para destinarlo al Parque del Bicentenario, no mediando pago alguno de dinero, sino otorgándose a la empresa propietaria otro predio similar, con las normas urbanísticas especiales indicadas en el proyecto de ley, en la zona sur de la ciudad, aún no densificada y necesitada realmente de emprendimientos edilicios y comerciales que colaboren con su desarrollo.

S.O.S. CABALLITO

 


 

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