viernes, 16 de septiembre de 2011

Hoy he dado mi firma para la paz equi1

 

Un solo canto por la Paz en el mundo.

 

“En  el 201 Aniversario de la Independencia de México”

La lucha por La Paz, y dos poetas mexicanos,  Efraín Huerta quien dio su firma de amor por amor, y lo explica en su  poema  titulado Hoy he dado mi firma para la Paz una firma que no morirá ; y el otro poeta es Javier  Sicilia quien  hace cinco días camina al frente de alrededor de 600 personas en una  marcha que partió de  Ciudad México a  Guatemala, guiados por el  llamado del “Movimiento Mexicano Caravana por La Paz con Justicia y Dignidad”, que alza el mensaje de Paz,  por la ruta de los indocumentados, conocida como la  ruta del infierno, trazada  por los migrantes desde Honduras, Guatemala, México hasta la frontera de los Estados Unidos, donde se cometen lo más detestables hechos contra mujeres, niños y hombres víctimas del tráfico de drogas, armas y seres humanos.

 

“Hoy he dado mi firma para la paz”

Autor: Efraín Huerta

 

“Hoy he dado mi firma para la Paz.

Bajo los altos árboles de la Alameda

y a una joven con ojos de esperanza.

Junto a ella otras jóvenes pedían más  firmas

de amor al amor, de gracia por la gracia,

de una luz a otra luz.

Hoy he dado mi firma por la Paz.

Y conmigo, en cien países, cien millones de firmas,

cien orquestas del mundo, una sinfonía universal,

un solo canto por la Paz en el mundo.

Hoy no he firmado el poema ni los pequeños artículos,

ni el documento que te esclaviza,

no he firmado la carta que no se siente

ni el mensaje que durará un segundo.

Hoy he dado mi firma para la Paz.

Para que el tiempo no se detenga,

para que el sueño no se inmovilice,

para que la sonrisa sea alta y clara,

para que una mujer aprenda a ver crecer a su hijo

y las pupilas del hijo vean como su madre es cada día más joven.

Hoy he dado una firma, la mía, para la Paz.

Un mar de firmas que ahogan y aturden

al industrial y al político de la guerra.

Una gigantesca oleada de  gigantescas firmas:

la temblorosa  del niño que apenas balbucea la palabra,

la que es una rosa de llanto de la madre,

la firma de humildad –la firma del poeta.

Hoy he elevado en una  el número mundial de firmas por la Paz.

Y estoy contento como un adolescente enamorado,

como un árbol de pie,

como el inagotable manantial

y como el río con su canción de soberbios cristales.

Hoy parece que no he hecho nada

y sin embargo, he dado mi firma para la Paz.

La joven me sonrió y en sus labios había una paloma viva,

y yo seguí mi camino en busca de un libro  para mis hijos.

Pues ahí estaba mi firma, precisa y diáfana,

al pie del Llamamiento de Berlín.

Parece que no he hecho nada

Parece que no he hecho nada

y sin embargo, creo haber multiplicado mi vida

y multiplicado los más sanos deseos.

Hoy he dado mi firma para la Paz.”1)

 

1952          

 

Nota:  Efraín Huerta, Poesía Completa, Letras mexicanas , p.166 y 167