sábado, 15 de octubre de 2011

Lucha es la vida, y no hay que rehuirla Adys Cupull y Froilán González historiadores cubanos

Froilan y Adys [mailto:froilan@cubarte.cult.cu]

 

foto: Froilán habla, su esposa Adys apoya,

ambos luchan por su Patria, que es la Humanidad.  

 

Lucha es la vida, y no hay que rehuirla

Por Adys Cupull  y Froilán González      15 de Octubre de 2011

 

"Lucha es la vida, y no hay que rehuirla. Sólo los que se saben sacrificar llegan a la vejez con salud y hermosura”José  Martí, Patria, 13 de agosto de 1892

El encuentro del luchador antiterrorista René González Sheweret con sus  hijas,  su padre y su hermano, representó un acontecimiento muy emotivo para el pueblo cubano.   René  no está libre,  continúa preso y sobre su cabeza una mirilla de grueso calibre apunta: La amenaza y las prohibiciones que le imponen las autoridades norteamericanas. Hecho que preocupa a los que defendemos la justicia y la paz.

 Debemos estar alertas a las provocaciones y atentados, en el país donde se autoriza el uso ilimitado de armas de fuego y los terroristas anticubanos caminan y actúan  libremente. 

A su madre y   esposa  les fue negada la entrada a Estados Unidos.  Las imágenes del  primer día,  captadas por su hija Irmita dejaron una huella indeleble en cada familia cubana. Vimos que en los ojos  profundos y expresivos de René  las palabras brotaban por ellos, mientras las estrechaba en  un abrazo compartido.

Las miradas del Héroe,  decían tanto,  tanto, que no existió el silencio. Un recibimiento en el que la música y letra de  “El Mayor”  composición de Silvio Rodríguez,  en la voz de las hijas y de René, dió fuerzas para detener el sentimiento de tristeza a punto de salir. Estábamos ante uno de los cinco Héroes que con su actitud indoblegable es continuador de las virtudes  de Ignacio Agramonte, Mayor General de la Guerra de Independencia de Cuba, el  cubano del Camagüey,  que José Martí, calificó como “… diamante con alma de beso.” A quien el cantautor cubano dedicó la obra que escuchamos, símbolo de cultura, educación  e identidad.

Irmita tomó también la imagen de su abuelo que iba delante,  cuando volteó la cabeza, vimos  una mirada tierna  y austera que mucho decía: ¡ Trece años prisionero injustamente!,  por defender la vida de su pueblo contra  el terrorismo engendrado en las entrañas del imperio norteamericano.   ¡Trece años de venganzas y odios! Y ahora tres años  más, amenazado. Un nuevo castigo.

Nada puede detener el viento que pasa clamando  justicia. Así  continuará  la lucha,  unidos, de norte a sur y de este a oeste, exigiendo  el regreso  a Cuba de los cinco Héroes:  René González,  Gerardo Hérnández, Antonio Guerrero, Fernando González y Ramón Labañino.