ARRECIAN LAS CAMPAÑAS EN VENEZUELA Y EE UU CONTRA CHÁVEZ
¿Qué tiene Chávez que las derechas le desean cáncer y muerte?
La derecha venezolana ya tiene un candidato joven y millonario, pero dedica muchas energías y dinero en denostar a Chávez. Lo dan por muerto dos por tres. ¿Será que temen otra victoria chavista en octubre?
EMILIO MARÍN
En Venezuela hay periodistas especializados en escribir sobre la salud de Hugo Chávez. Como son de la oposición no hacen diagnósticos sino que extienden directamente un certificado de defunción cada semana.
Otros periodistas y médicos publican en el Nuevo Herald de Miami, de la cloaca antibolivariana que es la SIP. Allí aseguraron que el venezolano tenía cáncer y metástasis hacia el hígado.
La CNN y el ejército mediático mundial que hostiga a Venezuela siguiendo las órdenes del Departamento de Estado, dieron por buena esa carne podrida. En Buenos Aires, “Gaceta Ganadera” y “Clarinete”, dieron curso a esos dictámenes de los que la medicina y la verdad huyen despavoridas.
En cada coyuntura esas campañas mediáticas procuran alcanzar un objetivo político. Ahora quiere desmoralizar al 60 por ciento del electorado venezolano que tiene en alta estima al jefe de Estado. Como carambola a dos bandas, se pretende dar patente de ganador a Henrique Capriles Radonski, el candidato de la derecha unida para los comicios del 7 de octubre.
Ese político fue consagrado el 12 de febrero pasado, en comicios internos de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), venciendo a cinco oponentes. Gobierna el estado de Miranda, el este rico de Caracas y contaría con un capital de 2.7 millones de votos, que serían los participantes en esa interna. Serían, en potencial, porque el médico argentino Rodolfo Carballo, residente en Cumaná, como muchas personas, sospechó fraude. Carballo escribió: “Si en todas las mesas, cada tres minutos permanentemente se está votando uno tras otro ininterrumpidamente, no pueden votar más de 1,5 millones de personas. Matemática pura, 8.000 (mesas) x 9 (horas) x 60 (minutos), darían 4.320.000, dividido x 3 (minutos por voto) resultan 1,4 millón de votos posibles”.
Esas sospechas se agrandaron porque la cúpula de MUD quemó inmediatamente los cuadernos o actas de mesas, con el argumento de que no querían que el gobierno “dictatorial” supiera quiénes habían sufragado. Los candidatos que tenían denuncias se quedaron con las ganas de hacerlas. Las actas se incineraron.
De todas maneras, nadie debería subestimar el poder económico y mediático de esa derecha que puede tener un piso electoral de 4 o más millones de votos. Le faltan muchos para empardar los 7.3 millones que captó Chávez en su reelección. Confiado en sus fuerzas, el presidente dijo que la burguesía y la antipatria ya tienen candidato en Capriles. Y prometió darle una monumental paliza en octubre, con el 70 por ciento de los votos, unos 10 millones. ¿No será mucho?
Tercer quirófano
Chávez tiene mucho apoyo. En setiembre pasado la Consultora GIS XXI le daba una imagen positiva del 59,3 por ciento e Hinterlaces un puntito menos. No han sucedido hechos de importancia para pensar que esos guarismos hayan cambiado. Sin embargo lo que le está creando problemas es su salud. En junio pasado fue operado de un absceso pélvico en La Habana y unos días más tarde, de un cáncer en la misma zona. Entre julio y setiembre se realizó cuatro sesiones de quimioterapia, hasta que de la última surgió que no había rastros de cáncer.
En octubre de 2011 el presidente informó a su población y el mundo que de los análisis surgía que se había librado del mal. Su ritmo de trabajo en Miraflores, sus giras, su rol activo en la creación de la CELAC en diciembre de ese año, sus reuniones con el iraní Mahmud Ahmadinejad en enero pasado, etc, mostraron signos evidentes de recuperación física. Volvieron en enero los programas “Aló presidente” suspendidos durante siete meses. Chávez estaba mucho mejor de salud, se notaba incluso en su aspecto.
Sin embargo, un control médico en Cuba la semana pasada determinó que tiene una lesión en la misma zona donde fue extirpado el tumor anterior. Siguiendo la regla comunicacional de su administración, Chávez informó de esta lamentable circunstancia el martes 22/12 durante un discurso de dos horas en su natal estado de Barinas, al inaugurar una fábrica de vehículos.
“Me operarán de nuevo, me sacarán esa lesión, se verificará si tiene relación con el tumor anterior o no, y en base a eso informaremos a la población”, expresó el orador. ¿Acaso esa admisión significa que la campaña de la derecha venezolana y mundial estaba en lo cierto? No. No estaban diciendo la verdad. Es que estos señores quieren ver muerto al presidente y aseguraron que éste tiene un cáncer que ha hecho metástasis y se ha extendido al hígado y a otros órganos. Y Chávez aseguró que “los exámenes rigurosamente hechos en La Habana indican que no tengo metástasis en ninguna parte”.
El presidente irá por tercera vez al quirófano, pero su optimismo se basa en su compromiso de vida, los análisis médicos y la ciencia. La oposición está enferma de la cabeza y el corazón. De la cabeza porque miente, fabula y conspira sin una pobre radiografía en qué fundamentar sus dictámenes de exequias. Y del corazón, porque no tiene piedad. Es de la misma logia gorila, desalmada y cretina que pintaba “Viva el cáncer” en las paredes de Buenos Aires en 1952. Y que brindaron por la mala tiroides de Cristina Fernández, en enero de 2012.
El otro capital
Capriles Radonski es un empresario que devino en político en 1998 y gobierna el estado de Miranda. Su familia paterna tiene grandes inversiones en bancos y medios de comunicación, y la materna es dueña de los principales cines. Ha sido procesado varias veces. En un caso por haber firmado con su madre, ambos ex directivos de la petrolera PDVSA, la concesión de subsidios a favor de una entidad de la que él era integrante. La causa más grave, todavía abierta, data de abril de 2002, cuando el entonces alcalde de la zona donde estaba la embajada de Cuba en Venezuela encabezó una horda que atacó la legación. Eran los días del golpe oligárquico de Pedro Carmona, Fedecámaras y los gobiernos de España y Estados Unidos.
La derecha venezolana, los medios privados como Globovisión y El Universal, los medios del exterior como CNN, El Nuevo Herald de Miami, El Tiempo de Bogotá, La Nación de Buenos Aires y El País de España, ya tienen su candidato. Es una suerte de Mauricio Macri, joven, vital, rico y derechoso. ¿Por qué entonces no se centran en su propia campaña proselitista, en vez de atacar continuamente a Chávez? Según ellos, éste es un viejo y enfermo terminal. ¿Por qué tanta artillería en su contra? ¿No confían en su joven candidato?
La furia y el odio de esa derecha tan ligada a la Casa Blanca tienen su profunda razón de ser. Es que el jefe de Estado está cumpliendo trece años en el Palacio de Miraflores y conserva mucho apoyo popular. Es su gran capital.
Por ejemplo, el gobierno pagará este año dos nuevos programas sociales: “Hijos de Venezuela (madres de familia en pobreza extrema) y Amor Mayor (adultos mayores)” (LA ARENA 9/1). El presidente precisó que destinará a ambos unos 2.328 millones de dólares. Es una política de Estado inclusiva y humanitaria.
Esos planes sociales se financian con renta petrolera. ¿Tiene todavía mucho oro negro el país sudamericano? Sí, a principios del año 2011, el ministro de Petróleo, Rafael Ramírez, declaró que se contaba con reservas petroleras certificadas por 297.000 millones de barriles. Esa marca dejó en segundo lugar a Arabia Saudita, que tiene 266.000 millones. “Venezuela tiene petróleo para 200 años”, se congratuló Chávez.
Esa renta energética sirve para financiar proyectos de desarrollo, para alimentar los citados y otros programas sociales (como Saber y Trabajo, que creará 3 millones de puestos de trabajo en los próximos siete años). Incluso para compartir los beneficios de la Faja del Orinoco con otros países latinoamericanos y tercermundistas.
Todos estos avances se reflejan en lo educacional y cultural. Van algunos números. Se incrementó 193 por ciento el número de inscritos en educación superior, se aumentó en 320 por ciento el total de la matrícula en educación superior y en 143 por ciento el número de egresados anuales, en becas hubo un aumento de 578 por ciento en los estudiantes beneficiados. Para 2007, 78 de cada 1000 venezolanos estaba inscrito en una institución de educación superior.
Chávez tiene que lidiar otra vez con su salud. Lo que no está deteriorado es el apoyo popular y militante que mantiene, basado en afinidad política y hechos concretos. En pocos días más el presidente entrará otra vez a una sala de operaciones. La mayoría de su gente y de los 33 gobiernos latinoamericanos y caribeños asociados en la CELAC estará rogando que le vaya bien. Los del Departamento de Estado y los de “viva el cáncer” le prenden velas a la muerte.