sábado, 2 de junio de 2012

Celia Hart Santamaría no se olvida está viva en Buenos Aires Irene Perpiñal Museo Che Guevara

De: Celia Hart Santamaria [chart@cubarte.cult.cu]
Enviado: Sábado, 02 de Septiembre de 2006 01:10 p.m.
Para: Museo Che Guevara
Asunto: sábado en Buenos Aires

 

Si hermanos mios.  Gracias. vamos a cuidar a Fidel, y el sabe que " Dios le esta

pidiendo un aliento mas, para terminar de conocernos los que debemos hacerlo,

para limar las asperezas que los sistemas corruptos e ingratos con el hombre

nos han heredado, para ver si podemos salvarnos.

Chavez anuncia la republica socialista de Venezuela. Muchos se nos han

despintado , pero otros comienzan a pintarse de nuevo.

Gracias por tus palabras y recuerda que la única frontera que reconozco

es la del corazón.    Por tanto...somos compatriotas.

Vuestra siempre.    Puede que el año que entre vaya a Buenos Aires y ya

compartiré con mi museo preferido.

 

                                                                            Celia 

 

From: Museo Che Guevara

To: 'Celia Hart Santamaria'

Sent: Saturday, September 02, 2006

 

sábado en Buenos Aires

 

comenzar un sàbado con una lágrima y el corazón estrujado por tanta

emoción , después de haber visto por todos los medios de difusiòn algo 

que tanto les duele: ,mostrar un Hombre, un gigante, un sabio bueno,

un padre universal, y luego recibir tu verbo, Celia , tus pensamientos

agitados al mundo y en el mundo estoy yo, que tanto los absorbo y me

liberan  de tanta perversidad diseminada, de tanta ferocidad contaminada,

digo me pertrecha de fuerza y me prepara para seguir esta lucha desigual

que nos asecha y que CUBA maestra, nos enseña como sacàrsela de

encima una y otra vez y avanzar con la frente en.alto, impermeable a  los

miserables de siempre.   Te conocì en un lugar sagrado, un lugar  aùn con

el aroma de tu querida madre, de tu inolvidable tio, de todos aquellos

jóvenes,  gigantes del Moncada , una tardecita llegaste arrolladora, sonriente

y muy cubana y ahí nomàs con Toto y los demàs nos empezamos a querer,

con esos cariños que vienen desde siempre, desde el olor, desde los sonidos

de la vida vivida en miles de lugares donde nos revelaba una injusticia

cometida o donde nos encantaba un acto de amor.  lo que siguió es historia,

nos cobija, nos arropa como una madre gigantesca y nos cuida para volver

a nacer todos los dìas y volver a encontrarnos en el querido Museo de los

Santamaria .

Gracias querida Celia, cuidennos  a Fidel.   ¡ Venceremos !   Irene.