Ciudad de La Habana, 27 de Nov/2013.
“Siglo de la Consolidación de la Gran Patria de Bolivar”
Querido hermano Toto:
se que te sorprenderá mi carta pues hace justamente seis años que no te
escribía. Desde los últimos meses de
Barrio Adentro (misión médica en Venezuela).
Después de leer la última carta general que nos enviaste hace
aproximadamente un año, en la que mencionaste mi descripción del CDI (consultorio
venezolano) recién estrenado donde realizaba mis guardias médicas, me sentí en
deuda afectiva contigo y decidí escribirte, lo cual no pudo ser de
inmediato porque esa personita que llegó a esta casa hace ya 3 años (su nietito) es ahora la que distribuye
mi tiempo. Fueron él, los problemas de
salud de Sirita (su hija) y mi edad
los que determinaron mi jubilación.
Hace un rato estuve leyendo algunas de tus cartas de la década de los 90
y sentí nostalgia de aquellos tiempos por lo cerca que estábamos siempre. El 31 de Dic/2004 próximo a cumplir 2 meses
en Venezuela, me acordé que un año atrás exactamente estábamos todos juntos, la
comida en familia, el Ballet al día siguiente, ¡ el báculo ! En fin, quiero que sepas que no te he
olvidado en el tiempo transcurrido. Nada
de lo vivido a través de tus cartas de “Chaubloqueo”, del encuentro feliz en el
aeropuerto, la reunión en una casa del Vedado con otras chaubloqueistas, ni
mucho menos los esfuerzos de todos ustedes para enviarnos material escolar,
alimentos, etc., unido a la entereza de nuestra querida Irene para viabilizar
la salida de las cajas soportando vejaciones en el aeropuerto, podremos
olvidarlo nunca. Y que decir de la cuota
de amor y aliento que recibíamos con tus cartas.
Han transcurrido 20 años de tu primera carta
a Sirita con fecha 11/4/93. Después hay
otra donde dices que tienes frente a ti una hoja en la que se te recuerda que
tienes las piernas muy sensibles y tu comentas que parece que tiene relación
con los capricornianos. Más adelante
escribes : “..... te imaginarás lo que significa esto, no hay futuro para nuestra
juventud, no habrá una vejez digna para mí, ¡ bah ! hubiera sido una sorpresa después de haber
vivido una vida sin dignidad”. Y llegó
Cristina de América, la de Bolívar. Ya
ustedes tienen también la felicidad de ser dueños de su país y de su
futuro. Los cubanos hemos seguido toda
la evolución de la salud de tu presidente hasta el alta, hasta que comenzó a
trabajar. Al inicio preocupados y ahora
felices. Creo que venció la fuerza del
deseo, no podía ser de otra forma. Le
deseamos mucha salud, grandes logros en su empeño y muchas felicidades para
todos los argentinos, especialmente para ti por todo esto, por los nuevos y
buenos tiempos, por el año nuevo y porque comenzamos a VIVIR en la gran patria
que soñó Bolívar.
Te abraza y te quiere siempre tu hermana cubana.
Sira Abreu Armenteros