Abuelos monstruos
Piden la destitución del hijo del ex juez que abusó de
tres nietas
El 14 de mayo de 2014
Para el denunciante, el juez en lo civil conocía y ocultaba
los abusos sexuales de su padre con sus nietas. “Dejó a la intemperie de toda
protección a las menores víctimas, cuando era su obligación en su condición de
Juez y nada menos que de esa materia”, dice el escrito presentado ante el
Consejo de la Magistratura.
Un abogado pidió al Consejo de la Magistratura la
destitución del juez en lo civil Félix Gustavo de Igarzábal, hijo del ex
magistrado Félix Romeo de Igarzábal, por considerarlo "cómplice" de
los abusos que cometió su padre contra tres de sus nietas. “Lo que proponemos
desde el estudio es la complicidad que tiene el magistrado en relación a
silenciar este acto aberrante. Hicimos una compilación de datos que nos llevó a
pensar que existió un nexo entre la negación de esta persona y el ocultamiento,
por eso que proponemos que lo enjuicien”, dijo a Infojus Noticias el abogado
Sixto Martín Almeyda.
En la presentación de 19 carillas, Almeyda pidió al
presidente del Consejo, Alejandro Sánchez Freytes, que envíe a jury al juez
civil Félix Gustavo de Igarzábal para que pueda ser destituido. El abogado pudo
presentar la denuncia porque la Ley orgánica del Consejo de la Magistratura
permite a sus integrantes a “proceder de oficio o ante denuncia que le efectúen
otros órganos del Poder Judicial, magistrados, funcionarios o particulares que
acrediten un interés legítimo”.
El documento presentado al Consejo cita a los estudios de
UNICEF sobre los casos de abuso infantil. Para el denunciante, Igarzábal hijo
es cómplice de los hechos de su padre y a la par fue incapaz de denunciarlo,
“dejando a la intemperie de toda protección a las menores víctimas, cuando era
su obligación en su condición de Juez y nada menos que de esa materia”.
"La reconocida aferración al catolicismo a ultranza del
magistrado podría ser sólo un cartel para ocultar la conducta de su hogar de
origen, que en el marco del más absoluto cinismo y silencio, justificaba la
conducta del condenado modelo de religiosidad, transmitida a su hijo, abusaba
de sus nietas y quien sabe a otros nietos", consideró el denunciante.
En el pedido de jury, además del apartamiento de Igarzábal
se pide al Consejo que se “audite las causas del Juzgado de familia para tener
un conocimiento acabado de la conducta y resoluciones que adoptó en casos
análogos a la disfuncional conducta de su padre”.
Para el estudio, con las decisiones de Igarzábal los
justiciables quedaron privados de tener un juez imparcial ya que “la trama
intrafamiliar lo apartó de conservar su condición de autoridad neutral frente a
los intereses en pugna en un conflicto”. Y además inmoral, puesto que “su
conducta no fue consistente en todos los ámbitos de su vida, esto es, en lo
institucional, profesional, menos familiar y ni hablar de lo personal”
Abuso y silencio
Los abusos empezaron en 1999, cuando las tres hermanas
tenían 6, 10 y 12 años. Y siguieron hasta 2006. Según el relato de las chicas,
“Veco”, como llamaban al abuelo, también había abusado de otros integrantes de
la familia. Pero “el resto de la familia eligió el camino del perdón por
aquellos sucesos, el mismo camino que algunos tíos pretendieron que ellas
siguieran. Y las mandaron a hablar con “curas” para sanar sus heridas”, según
una investigación de Página/12. Después de años de sufrimiento y sin el
consentimiento de parte de su familia, las jóvenes se animaron a denunciarlo en
2010. De Igarzábal es padre de 10 hijos, casi 40 nietos e inclusive bisnietos.
La figura legal con la que fue condenado Félix Romeo de
Igarzábal, de 92 años, es “abuso deshonesto agravado por el vínculo reiterado y
abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo en concurso real
entre sí, cometidos a tres nietas”. En pleno trámite de la causa penal,
Igarzábal pidió a las nietas que no lo denunciaran y que tuvieran misericordia,
anteponiendo su ultra catolicismo. El 1 de diciembre de 2010 les escribió unas
notas que fueron aportadas a la causa. Los peritos caligráficos confirmaron
habían salido de su puño: “Lamento haber permitido que pasara tanto tiempo sin
darme cuenta que te había dañado. Recién ahora tomo conciencia y pido perdón.
Apoya a tus padres, que te necesitan, y ten misericordia de mí”.
Igarzábal, que durante años estuvo a cargo de la Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Civil de la CABA, fue condenado en 2012 a ocho
años de prisión por el Tribunal en lo Criminal Cuatro de San Isidro por abusar
de sus nietas en el sótano de una casa de tres plantas, ubicada en la zona más
residencial de Vicente López. Al fijar como lugar de condena el mismo inmueble
donde pudieron haber ocurrido los abusos, el TOC Nº 4 obligó a notificar a los
padres y/o abuelos de los niños que visitan el lugar la exigencia de evitar que
permanezcan a solas con el criminal.