LA POESÍA VINO A SALVARME…
Mensaje Poético de Antonio Guerrero a
los participantes en el VIII Festival Internacional Poesía LA PALABRA EN EL
MUNDO
Por: Acela Caner Román
La poesía tiene un espacio privilegiado
en el Festival Internacional LA PALABRA EN EL MUNDO que, en plena primavera, abre sus puertas en Venecia, Italia. A este evento excepcional –promovido por el Círculo "Vittorio Tommasi, de la Asociación Nacional de Amistad Italia Cuba, la
Asesoría de la política Educativa y de la ciudadanía de la Comuna de Venecia y
el Departamento de Literatura de la Universidad de Ca´Foscari- llegan los poetas para cantar al amor y a la paz.
Invitados por el Comité organizador
encabezado por la doctora Giuliana Grando y la poetisa Anna Lombardo -
Presidenta y Directora Artística respectivamente-, del 10 al 12 de mayo del
presente año, poetas de diferentes las latitudes acudieron a la octava edición
de este Festival Internacional de Poesía.
Entre ellos, se
encontraba Antonio Guerrero Rodríguez quien desde la cárcel –PRESENTE EN LA
DISTANCIA–, ha tenido una participación destacada en ediciones anteriores. A
pesar de los barrotes de la Prisión Federal de Marianna, Tony y su poesía han abierto caminos y ganado voces para romper el
manto de silencio con que la prensa imperialista intenta cubrir el caso de los
Cinco cubanos juzgados y condenados injustamente por luchar contra el
terrorismo organizado y financiado por la mafia miamense.
Así, un momento de especial
significación en el VIII Festival
Internacional LA PALABRA EN EL MUNDO, tuvo lugar el
11 de mayo en el Auditórium de la Universidad de Ca´Foscari, sito en
Campo Margarita, cuando Sergio Marinoni, Presidente de la Asociación Nacional de
Amistad Italia Cuba, presentó a Tony y habló emocionado del Caso de los Cinco,
de René, de Fernando, de Ramón y de Gerardo y de la lucha que se libra en Cuba
y en el mundo, por su regreso a la Patria.
Luego, en español, cinco poetas dieron
lectura al Mensaje Poético que Antonio Guerrero enviara a los participantes a
este Festival Internacional, mientras que en una gran pantalla se proyectaba el
texto del mensaje traducido al italiano por la periodista Gioia Minuti.
Una gran ovación y el compromiso de
luchar por la libertad de los Cinco, cerró la lectura del mensaje de Antonio
Guerrero que dice textualmente:
A los participantes
en el VIII Festival Internacional de Poesía La Palabra del Mundo
Queridos poetas y amigos
El 12 de septiembre de 1998 fuimos arrestados por agentes del Buró
Federal de Investigaciones de Miami cinco cubanos, cuya misión en territorio
estadounidense era monitorear e informar a Cuba sobre las actividades de grupos
y organizaciones responsables del financiamiento y la ejecución de actos
terroristas contra nuestra patria.
Desde ese día, fuimos aislados en celdas de castigo del llamado
"hueco" del Centro de Detención Federal de esa ciudad. Aquel brutal
castigo, psicológico y físico, duro 17 meses.
No puedo explicarme, por lo cual, no puedo explicarles cómo,
encerrado por 24 horas dentro de una celda, vino la poesía a salvarme, a
salvarnos. De súbito, comencé a escribir poemas, día tras día.
Tras ocho meses sin comunicación con el mundo, un 10 de mayo, pero
de 1999, escribí estos versos.
AQUÍ
Aquí
veras tan solo
Detrás de
mí la sombra,
no hay
sol ni natalicio
ni rocío
ni copas.
Manadas
de maltratos,
penas
vertiginosas,
asedian
día y noche
la miel
de los que adoran.
Yo no
tengo rencor,
mi canto
no se agota,
yo grito
amor y vienen
volando
las palomas.
Desde aquel día en que fuimos arrestados y conducidos a los
cuarteles del FBI tuvimos la posibilidad de "negociar" una corta
sentencia. Nos prometieron muchas cosas a cambio de decir que habíamos cometido
los cargos que nos fueron fabricados, los cuales solo pretendían dañar a Cuba,
a nuestro pueblo.
Bastaba decir: "culpable".
Pero, sin titubeo, firmes, cada uno de nosotros cinco, por
convicciones y decisión propias, optó por la respuesta digna:
"Inocente".
Sobre esto medité muchas veces y en aquel mayo, el día 20, lo
exprese en este poema
LA
PALABRA
La
palabra nació sin padres,
sin
dueños ni fronteras,
sin
porfía de ser una coqueta
y fue
creciendo
como
espuma, como fuego,
como
magia de mil caras ocultas
bajo
una simple cara.
Acéptala
o invéntala
en el
bullicio o en el silencio.
Conviértela
en un ala o una espada
pero
recuerda: basta
con una
sola palabra
y le
damos comienzo
a una
rotunda dignidad
o a una
abismal deshonra.
Se tramaba una colosal injusticia. Nuestro juicio no se aceptó
fuera en otra ciudad que no fuera Miami, cuna del terrorismo contra Cuba, en
donde no podíamos recibir un veredicto ni una sentencia justas. Recientemente
se ha descubierto que el gobierno hasta le pago a los periodistas locales para
escribir artículos y crear un clima en el que con seguridad fuéramos hallados
culpables.
Un día después de haber escrito el poema anterior, el 21 de mayo
de 1999, me brotaron estos versos.
CUENTA
HASTA DIEZ
Olvida por
un momento
quién
eres.
Cuenta
hasta diez.
Olvida tu
mundo material:
tu cama,
tu auto, todo.
Olvida
tus títulos,
tus
ocupaciones,
cada
papel que se quedó
encima de
tu mesa.
Olvida el
afán de confort,
el ansia
de poder.
Olvida
tus obligaciones,
los
intentos de justificar.
Olvida lo
que has visto
o
escuchado.
Olvida
los idiomas,
las
razas, las creencias.
Olvida el
tiempo
y mírame
de frente,
a los
ojos.
Cuenta
hasta diez.
Ya ves,
en nada
somos diferentes.
Entonces,
ahora júzgame:
defiéndeme
o condéname.
Nunca hicimos ningún daño a la seguridad de los Estados Unidos.
Nunca hicimos daño a nadie. Nunca portamos un arma. Nunca buscamos ninguna
información protegida. Salvar vidas, no solo de nuestro pueblo sino de
cualquier ciudadano del mundo, era la esencia de nuestra misión, penetrando y
luchando contra el terrorismo anticubano.
Un día de junio de ese año 1999, "descubrí" el soneto.
El 19 de septiembre, tras cumplir nuestro primer año en prisión
con 14 endecasílabos exprese:
LA
VERDAD ME NOMBRA
Quiero
nombrar la integridad blandida
por mi
invencible y única ternura,
con el
sabor de muro o cerradura
impregnado
en mi boca desmedida.
Nombrar
el patrimonio de mi vida
que se
estrelló contra la roca dura
y supo
conservar su herencia pura
a pesar
del gran golpe y de la herida.
Nombrar
todas las cosas deslumbrantes
que el
fiel amor colocara en mi pecho
durante
la existencia de esta sombra.
Nombrar
el odio, el crimen, los farsantes,
sin
miedo, sin reserva, sin despecho,
porque la
hacerlo la verdad me nombra.
Han pasado más de 15 años de injusto encarcelamiento. Rene y
Fernando, tras cumplir íntegramente sus sentencias, han salido en libertad,
pero sabemos que no se sentirán plenamente libres hasta vernos regresar a
Gerardo, a Ramón y a mí al seno de nuestro pueblo y familia.
En este largo cautiverio hemos perdido físicamente a un grupo de
familiares y amigos. Los golpes han sido duros, como una vez dijera Cesar
Vallejo en Los Heraldos Negros.
Inspirado en las últimas líneas que Rene envió a su hermano
Roberto, nuestro hermano, unos días antes de su muerte, escribí estos versos.
AMAR LA
VIDA
A nuestro
brother Roberto
Amar
los días
de sol
y tierra.
Amar
los tiempo
que se
recuerdan.
Amar
las casas
nuevas
y viejas.
Amar la
luz
y las tinieblas.
Amar
los trillos,
las
carreteras.
Amar el
valle
como la
sierra.
Amar
las olas
sobre
la arena.
Amar el
mar
y las riberas.
Amar
los patios,
las
azoteas.
Amar la
noche
y las
cigüeñas.
Amar la
luna
y las
estrellas.
Amar la
lluvia,
la
blanca niebla.
Amar la
nieve,
la
primavera.
Amar
las flores
y las
abejas.
Amar el
brillo
de las
botellas.
Amar el
ruido
en las
escuelas.
Amar la
prosa
y los
poemas.
Amar la
arista
de las
sorpresas.
Amar
los sueños
que nos
desvelan.
Amar lo
justo
y la
certeza.
Amar el
mundo
que nos
contempla.
Amar la
patria
y la
bandera.
Amar la
gente
que ama
y que crea.
Amar la
paz,
nunca
la guerra.
"Amar
la vida,
luchar
por ella".
Nuestros principios y nuestros amigos, en las condiciones más
duras, a lo largo de estos años nos han hecho sentir libres.
Dijo José Martí, Apóstol de nuestra Independencia: "...el
aire de la libertad tiene una enérgica virtud que mata a las serpientes".
Expresando esa libertad que nadie nos puede quitar escribí:
LA
SIMPLE LIBERTAD
La simple
libertad, sustento de los sueños,
amor de
un solo rostro visible a flor de luna.
La simple
libertad, sin bridas y sin dueños,
libre
como ninguna.
La simple
libertad de la cumbre sin nombre
donde la
noche cae enterrada en su lanza.
La simple
libertad en donde siembra el hombre
la mágica
esperanza.
La simple
libertad, como la golondrina
que se
empeña en volar hasta perder las alas.
La simple
libertad bajo el cielo y la ruina,
cercada
por las balas.
la simple
libertad como la primavera
cantándole
a vida, desafiando a la muerte.
La simple
libertad, ficcion de una frontera
contra la
mala suerte.
La simple
libertad naciendo y repitiendo
ciudades,
calles, casas, libros, canciones, luchas...
La simple
libertad con quien vas conociendo
que tus
armas son muchas.
La simple
libertad ¡Oh, rostro del amor!,
en la
piel de la luna me pareció mirarte.
la simple
libertad, sentimiento y honor
que no
pueden quitarte.
Nuestro hermano Gerardo, quien cumple una injusta sentencia de dos
cadenas perpetuas, condenado a morir en una prisión, en nombre de los cinco le
ha dicho a todos: "Sabemos que la razón está de nuestra parte, pero para
ganar necesitamos un jurado de millones de personas en todo el mundo para dar a
conocer nuestra verdad".
Queridos poetas, sus palabras y sus versos son imprescindibles
para lograr ese jurado de millones y para construir el mundo mejor que sabemos
posible.
ATA UNA
CINTA AMARILLA
Bajo la
lluvia del tiempo,
entre
nuestras dos heridas,
por donde
viene la luz
ata una
cinta amarilla.
En el
balcón de tus sueños,
en el
árbol de la esquina,
en tu
puerta que es mi puerta
ata una
cinta amarilla.
para que
la vea el mundo
como una
flor extendida,
a la
punta de una estrella
ata una
cinta amarilla.
Aunque se
cuánto me amas,
cuánto es
tu vida mi vida;
aunque
bien sé que me esperas
ata una
cinta amarilla.
Éxitos en el Festival.
Eternamente agradecidos por su apoyo.
Cinco abrazos.
Antonio Guerrero Rodríguez
Prisión Federal de Marianna
2 de mayo de 2014.