sábado, 14 de febrero de 2015

Armenia en Argentina contra el golpe blando Museo Che Guevara de barrio Caballito en CABA Argentina Toto Chaubloqueo


COMUNICADO DE LA
UNIÓN CULTURAL ARMENIA

En una clara avanzada desestabilizadora y golpista, los sectores reaccionarios, la oligarquía y el fascismo cierran filas, y con el apoyo indisimulado de una gran parte de los partidos opositores de centro y de derecha, y de la poderosa maquinaria comunicacional liderada por el monopolio “Clarin” y sus más de 300 repetidoras en el país, intentan utilizar el suicidio del Fiscal Alberto Nisman para satisfacer sus mezquinos intereses corporativos, de clase y antinacionales.

Lejos de querer encontrar la verdad, se escudan tras el caso Nisman para poder exteriorizar, de manera “independiente”, claro, su servilismo sin límites a los intereses de los Estados Unidos y de los centros de poder occidentales.


Alberto Nisman, transitando hoy por un vergonzoso proceso de querer ser presentado como héroe nacional o víctima, no es otro que el fiscal que investigó en la causa AMIA durante más de 10 años y con millones de pesos de presupuesto gastados lo único que supo hacer es imputar a la presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner, al canciller Héctor Timerman, al dirigente Luis D’Elía y al diputado Andrés Larroque “por presunto encubrimiento de los iraníes involucrados en el atentado a la sede de la AMIA en julio de 1994”.


Alberto Nisman no es otro que aquel fiscal que a lo largo de estos años recibió órdenes de la Embajada de los Estados Unidos (así lo demuestran casi 200 cables secretos de la representación diplomática yanqui y el Departamento de Estado) y sostuvo “la pista iraní” sobre la base de los informes preparados por los servicios secretos extranjeros (CIA norteamericana y MOSSAD israelí) que le acercaba un agente de los servicios de inteligencia nacionales.


Alberto Nisman no pudo encontrar nunca a los ideólogos, responsables y culpable del mortal atentado a la AMIA, pero sí tuvo la “capacidad de descubrir” el supuesto encubriento encabezado por la más alta autoridad nacional, la Presidente Cristina Fernández, la misma que denunció a Irán desde los estrados de la ONU y la misma que jamás ejerció ningún tipo de presión en el curso de la investigación (no existe una sola denuncia al respecto de Nisman, de los familiares de las víctimas, ni de las entidades como la AMIA y la DAIA). 


“El silencio es salud”, rezaban los carteles y los adhesivos distribuidos por las autoridades de la genocida dictadura cívico-militar, intentando amilanar al pueblo para que se mantenga callado y quieto frente a las atrocidades que cometía.


A la “Marcha del silencio” convocan en memoria del Fiscal Nisman, quienes nada tienen para decir más que expresar su odio de distintas maneras.


Allí, en la marcha del 18 de febrero, estarán codo a codo quienes defienden a los genocidas junto a quienes reprimieron y asesinaron el 19 y 20 de diciembre de 2001; quienes desguasaron el país en los noventa con quienes destruyen la ciudad desde hace más de seis años; quienes acusan de corruptos y narcotraficantes a  sus aliados de mañana, con quienes se dicen progresistas y defienden a los Fondos Buitres; quienes se autoproclaman sin ruborizarse “periodistas independientes” y quienes ayer denunciaban a quienes hoy les pagan sus salarios.


Desde la Unión Cultural Armenia, y en este difícil momento de país, nos sentimos obligados a manifestar públicamente nuestro rechazo a la denominada “Marcha del Silencio” y nuestro repudio al accionar desestabilizador de quienes derrotados una y otra vez en las urnas, no reparan en nada con tal de poner a resguardo su poder y sus intereses.


Así como durante los años oscuros de la dictadura genocida estuvimos en la resistencia junto al campo popular; así como en los años 80 estuvimos en la calle repudiando las nefastas leyes de Obediencia Debida y Punto Final y la intentona golpista carapintada de Semana Santa; así como en los noventa estuvimos enfrentando al neoliberalismo y al indulto menemista; asi como en los años 2000 y 2001 estuvimos en las calles resistiendo la entrega radical-frepasista y la criminal represión delaruista; hoy, no dudamos en seguir junto a quienes están decididos a enfrentar el poder de los monopolios y la oligarquía locales e internacionales, a quienes están dispuestos a seguir defendiendo la unidad de Nuestra América, a quienes no bajan los brazos y continuan luchando contra el capitalismo genocida y explotador, poniendo las bases para la construcción de la nueva sociedad sin explotadores ni explotados, con paz y solidaridad entre los pueblos.


Unión Cultural Armenia
Buenos Aires, 13 de febrero de 2015

Publicado hace 1 hour ago por Adrian Norberto Lomlomdjian
  




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