jueves, 12 de marzo de 2015

Obama enloqueció saltó al vacio América latina amenazada por Estados Unidos Chaubloqueo Museo Che Guevara Caballito a17

 

 

 

 

Entorno con emisiones periódicas centra su información en el acontecer internacional. Contiene espacios noticiosos y de opinión, seleccionados de medios de prensa internacional o generados desde nuestro país.  ISSN 1819-4052

 

 

 

Año 13 Número 20 | Fecha 2015-03-12

TITULARES

Nota a nuestros lectores

VENEZUELA BAJO ASEDIO DEL IMPERIO por Consejo Editorial Entorno

Opinión

DEFENDER LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA ES UN DEBER IMPOSTERGABLE ANTE LA HISTORIA 

EL SALTO AL VACÍO DE OBAMA por Nydia Egremy

ESTADO UNIDOS AMENAZA A LA SEGURIDAD NACIONAL EN VENEZUELA por Alfredo Serrano Mancilla

AISLAR A VENEZUELA Y A RUSIA, NUEVO OBJETIVO GEOPOLÍTICO DE EE.UU. por Juan Manuel Karg

DE WASHINGTON A CARACAS, EL REY SE DESNUDA por Nils Castro

LAS 7 ACCIONES QUE TOMARÁ EE.UU. PARA JUSTIFICAR SU ATAQUE CONTRA VENEZUELA  por Carlos Santa María

Nota a nuestros lectores

VENEZUELA BAJO ASEDIO DEL IMPERIO

por Consejo Editorial Entorno

Este número esta dedicado íntegramente a Venezuela.

La Orden Ejecutiva decretada por la cabeza visible del Imperio, ha puesto en alerta a los gobiernos y pueblos de nuestro Continente. Les ofrecemos una selección de materiales con fuentes y autores diversos dedicada a analizar desde varios ángulos este nuevo paso en la escalada de agresiones de Estados Unidos contra el hermano pueblo venezolano, para que nuestros lectores cuenten con mayores elementos de información acerca de las causas, el alcance de estas medidas, su inserción en el plano geoestratégico y sus probables consecuencias en todos los órdenes para el presente y futuro de la América Nuestra.


Consejo Editorial Boletín Entorno

Fuente: Cubarte

Para enviar comentarios acerca de este artículo haga clic aquí

ir a titulares

Opinión

DEFENDER LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA ES UN DEBER IMPOSTERGABLE ANTE LA HISTORIA


El imperio tiene miedo, y cuando
el imperio tiene miedo es más peligroso
Hugo Rafael Chávez Frías


Nosotros, Intelectuales, Artistas, Movimientos Sociales, Líderes Ecuménicos, Luchadores Sociales y Pueblos del Mundo rechazamos y condenamos las recientes declaraciones del Presidente Obama y del imperio estadounidense en contra de la República Bolivariana de Venezuela, que amenazan de manera directa y abierta la Paz y la Soberanía en Nuestra América.

Consideramos que la declaración de "emergencia nacional" de Estados Unidos ante la "amenaza" que representa Venezuela, es una declaración explícita de guerra contra la Revolución Bolivariana y un paso más en la escalada estadounidense para aplastar las voces anti-imperialistas que desde la tierra soberana de Bolívar y Chávez se levantan y extienden por todo el continente.

La irrupción de la Revolución Bolivariana significó una renovación de las luchas de liberación de Nuestra América y los Pueblos del Sur. Hoy es una de las principales trincheras de batalla en la construcción de un mundo más justo, un mundo multipolar, un mundo equilibrado.

El legado del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías es la principal arma de lucha para la descolonización de las conciencias. Su pensamiento y acción constituyen uno de los motores fundamentales que impulsan en el Siglo XXI el anti-imperialismo y los procesos de liberación en todo el mundo.

La República Bolivariana de Venezuela es dueña de la principal reserva mundial de petróleo, grandes reservas de gas, biodiversidad, agua dulce y minerales estratégicos, lo que la convierte en un botín siempre ambicionado por el Imperio y los grandes capitales mundiales.

Por consiguiente,

Hacemos un llamado a los organismos multilaterales soberanos, CELAC, UNASUR, ALBA-TCP y PETRO-CARIBE para que se pronuncien de manera categórica e irrestricta en favor de la defensa de la legalidad internacional, la soberanía y la autodeterminación del pueblo venezolano y de la paz en la región.

Alertamos a todos los pueblos del mundo que con las declaraciones de Obama se cierne sobre la tierra libre de Bolívar una posible y cada vez más inminente invasión abierta de los Estados Unidos en Venezuela.

Llamamos a todas las voces anti-imperialistas del mundo para que denuncien el atropello mediático internacional que pretende acallar el despertar de un pueblo y tergiversar el conocimiento de la realidad que vive la Venezuela del siglo XXI, que decidió ser independiente.

Solicitamos a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU que se pronuncien sobre la injerencia descarada e hipócrita de los Estados Unidos en los asuntos políticos de la República Bolivariana de Venezuela.

¡El imperio le teme a la autodeterminación de los pueblos!
¡Unidad es nuestra divisa!
¡Yankee go home!
¡Viva Nuestra América Libre e Independiente!

Fuente: Red en Defensa de la Humanidad

Para enviar comentarios acerca de este artículo haga clic aquí

ir a titulares

EL SALTO AL VACÍO DE OBAMA

por Nydia Egremy


Este lunes pasará a la historia como la fecha en que el presidente estadunidense Barack Hussein Obama II optó por la confrontación con Venezuela, un país que con las fuerzas progresistas de América Latina y el Caribe lucha por su derecho a la autodeterminación, a la paz y a la seguridad. Al afirmar sin comprobar, que Venezuela es una amenaza "extraordinaria" para la seguridad de Estados Unidos, el mandatario demócrata –hoy acosado por su propio Congreso en rubros vitales para su Gobierno- firmó hoy una orden ejecutiva que ordena emprender y ampliar las sanciones contra el Gobierno Bolivariano de Venezuela.

Los venezolanos no han sido ni constituyen una amenaza para el país que lanzó bombas atómicas contra ciudadanos indefensos en Hiroshima y Nagasaki para declararse vencedor de una guerra, tampoco lo son para el país que ha apostado a matar de hambre y enfermedad a 11 millones de cubanos sólo por el capricho de no tolerar la Revolución Cubana ni lo son para el poder que desató una sangrienta guerra fratricida en Nicaragua bajo pretexto de expulsar a la URSS y cuyos efectos persisten hasta ahora.

Si esa medida no fuese tan dramática, en tanto que agudiza la confrontación entre Washington y Caracas y alienta a la oposición de ultraderecha fascista, la exposición de motivos de la orden ejecutiva resultarían risibles. Sin probar, la orden ejecutiva señala que el Gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro "erosiona" las garantías a los derechos humanos, "persigue y reprime" a los opositores políticos, lo que supone un "riesgo inusual" y extraordinario para la seguridad y política exterior de Estados Unidos. Para "lidiar" con esa amenaza, Obama declara en su orden una situación de emergencia nacional.

Esa medida, diseñada desde las oficinas del poder corporativo imperial, cierra más el cerco contra la Venezuela Bolivariana. Detrás de ella están: la frustración tras el desmantelamiento de la trama golpista del 12 de enero, la exhibición pública de la red de apoyo abierto y encubierto de la embajada estadunidense en Caracas a la asonada, la orden del presidente Maduro para que Washington redujera a su personal en esa sede en los siguientes quince días y el anuncio de que el país bolivariano exigirá visado a todos los ciudadanos estadounidenses que visiten Venezuela.

La reacción a esos hechos anticipaba la furia imperial: el 3 de marzo Washington anunció que respondería por vía diplomática. Lo que llegó fue el anuncio del 44 presidente de Estados Unidos de una acometida contra los hombres que constituyen la primera línea de defensa del Gobierno de la Revolución Bolivariana. Naturalmente, la venganza imperial al desafío bolivariano se centra en siete objetivos estratégicos: funcionarios en activo y exfuncionarios como el director general del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) Gustavo Enrique González López y el exdirector de Operaciones de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) Antonio Benavides Torres.

Los siguen el excomandante general de la GNB Justo José Noguera, la fiscal nacional de la Oficina del Ministerio Público Katherine Nayarith, el director de la Policía Nacional Manuel Eduardo Pérez; el exdirector general del SEBIN Gregorio Bernal y el inspector general de las Fuerzas Armadas Bolivarianas (FANB) Miguel Alcides Vivas. A todos se los sanciona por su supuesta responsabilidad "en las graves violaciones a los derechos humanos de ciudadanos venezolanos" y cometer acciones o políticas que "socavan procesos o instituciones democráticas" ¡Gulp!

Mientras esa noticia da vuelta al mundo y crea incertidumbre y temor en los ciudadanos venezolanos además de inquietar la región, se silencia el gesto de real politik que tuvo el presidente Maduro el 3 de febrero cuando solicitó al secretario de la Unasur, Ernesto Samper, asumir una iniciativa diplomática en busca de un mecanismo de diálogo con Estados Unidos.

La respuesta de la Casa Blanca a ese gesto fue agria en forma y fondo: instó a Caracas a comunicarse directamente con el Gobierno estadunidense sin recurrir a Unasur. Sagaz, el presidente venezolano sabía que al imperio le disgusta hablar de frente y a plena luz pues lo suyo es lo encubierto y la arrogancia.

Resulta paradójico que Obama actuara tan provocador e impertinente el mismo día que Samper informaba a la Unasur el resultado de su visita a Venezuela. Al frente de la comisión de cancilleres de Colombia, Ecuador y Brasil, Samper se reunió con el presidente Nicolás Maduro y algunas figuras de la oposición y convino que las partes mostraron voluntad democrática para avanzar hacia una solución de la crisis política interna.

También, la medida imperial ocurre tras el anuncio del Consejo Nacional Electoral de Venezuela de que las elecciones primarias de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática se celebren el 17 de mayo y las del Partido Socialista Unificado de Venezuela se realicen el 21 de junio. Ambas consultas son el paso previo para las elecciones legislativas, previstas para fines de este año, donde se renovará la totalidad de escaños de la Asamblea Nacional. Para ese proceso es necesaria la estabilidad, la paz democrática que tanto vocea la oposición y que hoy su principal aliado pone en riesgo con tan temerarias declaraciones.

Obama decidió socavar este proceso y ese salto al vacío nos hace formular una sencilla pregunta ¿Por qué?

Fuente: Telesurtv.net

Para enviar comentarios acerca de este artículo haga clic aquí

ir a titulares

ESTADO UNIDOS AMENAZA A LA SEGURIDAD NACIONAL EN VENEZUELA

por Alfredo Serrano Mancilla

Basta de disimulos. Obama ha decidido no marear más la perdiz y dejar los subterfugios diplomáticos para otro momento. El Presidente de los Estados Unidos ha dado una orden ejecutiva sin necesidad de pasar por el Congreso para declarar una "emergencia nacional" frente a Venezuela por la "amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior". En la misma declaración, como no podía ser de otra manera, el Premio Nobel de la Paz presume de estar "comprometido en hacer avanzar el respeto por los derechos humanos".

Lo curioso es que esto es afirmado por el mismo país que no ha firmado la Convención Americana sobre Derechos Humanos, considerada como una de las bases principales del sistema interamericano de promoción y protección de los derechos humanos. Así, Estados Unidos, el país de Guantánamo, el mismo que reconoció luego que no hubo nunca jamás armas de destrucción masiva en Irak, el país que no firma el máximo acuerdo en derechos humanos en toda América, es nuevamente quien pone el grito en el cielo contra Venezuela.

Lo llamativo de esta declaración de amenaza de Estados Unidos contra Venezuela, y no al revés como afirma el anuncio, es que se realiza apenas 48 horas después de la visita oficial de Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) a Caracas para tratar de promover el acercamiento entre ambas partes, entre oposición y Gobierno. Esta delegación conformada por el secretario de Unasur, Ernesto Samper, unido a los tres cancilleres designados para esta tarea (Brasil, Colombia y Ecuador), abandonó el país dejando claro los siguientes tres puntos: 1) "Unasur no avalará cualquier intento de interrumpir la democracia en Venezuela"; 2) "todos los estados de Unasur, sin excepción, rechazarán cualquier intento de desestabilización democrática de orden interno o externo que se presente en Venezuela"; 3) "las elecciones parlamentarias son el mejor medio para dirimir las diferencias".

Esta declaraciones no gustaron en absoluto a la oposición venezolana. María Corina Machado aseguró que solamente cree en un diálogo que permita avanzar hacia la democracia y no para estabilizar la dictadura, y por su lado, Capriles fue muy crítico contra este organismo que representa a una organización conformada por doce estados de Suramérica. La oposición venezolana además de no saber perder elecciones tampoco saben perder cuando un organismo regional no les da la razón. Ni tienen los votos necesarios adentro, ni tampoco el apoyo latinoamericano afuera.

Este descontento seguramente explica en parte que el Norte se haya precipitado en este intento de no respetar la soberanía vigente en el nuevo Sur. Estados Unidos no entiende el cambio de época en América Latina; no acepta que un pueblo, el venezolano, siga eligiendo mayoritariamente en las urnas a la opción bolivariana en vez de la opción gringa; tampoco acata que el Sur latinoamericano, con sus Presidentes elegidos democráticamente, decidan tener mecanismos propios para resolver cualquier conflicto que se pueda suscitar en la región.

Son muchos los nuevos espacios de los que dispone América Latina para no tener que seguir subordinado al Norte. Donde antes estaba la importancia de cualquier Cumbre Iberoamericana, ahora está la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC); cuando antes el FMI imponía políticas de austeridad, ahora los gobiernos consultan a su mayoría por si prefieren más políticas de inversión social; si antes la inversión extranjera directa dependía de Estados Unidos y Europa, hoy en día cada vez es mas importante la relación con China y Rusia.

La transición geopolítica hacia un mundo multipolar incomoda excesivamente al Departamento de Estado que no sabe como recuperar su hegemonía unipolar. Venezuela es justamente el país que en América Latina inició a finales de siglo XX un camino diferente a aquel que venía fijado desde el Norte, y que tuvo un efecto-dominó en todo el continente. Desde ese momento, después que ganara Chávez las elecciones en 1998, no ha existido ninguna victoria electoral opositora a los nuevos procesos de cambio en América Latina; en Venezuela, Hugo Chávez ganó cuatro veces consecutivas la disputa presidencial (1998, 2000, 2006, 2012) y Nicolás Maduro una (2013).

En Argentina, los Kirchner vencieron también en tres ocasiones sucesivas (2003, 2007, 2011); en Brasil, Lula da Silva ganó dos veces (2002, 2006) y Dilma Rousseff otras dos más (2010, 2014); en Bolivia, Evo Morales venció tres veces seguidas (2005, 2009, 2014); en Ecuador, Rafael Correa también logró tres victorias ininterrumpidas (2006, 2009, 2013); en Uruguay; el Frente Amplio (con Tabaré Vázquez y Pepe Mujica) ganó tres (2004, 2009, 2014). Visto lo visto, la oposición en la región sólo ha logrado cambiar de signo político mediante golpes antidemocráticos tanto en Honduras (2009) como en Paraguay (2012); hasta el momento nunca por la vía electoral.

En Venezuela, ni la muerte de Chávez, ni los dos años complejos en lo económico, ni la caída de los precios del petróleo, ni los intentos de desestabilización interna mediante las guarimbas con sus muertes, nada de eso ha permitido cambiar el gobierno que hasta el momento es el apoyado por la mayoría venezolana cada vez que se acude a una cita electoral. Este es año de elecciones parlamentarias en Venezuela y el año próximo podría haber convocatoria para revocatorio. Estados Unidos parece haber tirado la toalla por la vía electoral como así lo hizo en el año 2002 cuando apoyó el golpe de Estado contra Chávez.

Torpeza absoluta si supieran desde el Norte que cada vez que el enemigo de afuera saca sus garras, adentro, en Venezuela, la mayoría social se vuelve a unir, sin fisuras, priorizando esta unión frente a cualquier debate que pueda surgir en relación a los nuevos desafíos internos. Como decía Evo Morales en el año 2005 cuando ganó por primera vez las elecciones en Bolivia, "yo no necesito jefe de campaña electoral mientras tenga criticándome al embajador de los Estados Unidos". Esto parece que siguen sin entenderlo en la Casa Blanca.

Fuente: Público.es

Para enviar comentarios acerca de este artículo haga clic aquí

ir a titulares

AISLAR A VENEZUELA Y A RUSIA, NUEVO OBJETIVO GEOPOLÍTICO DE EE.UU.

por Juan Manuel Karg


Las recientes sanciones de EE.UU. contra Venezuela, anunciadas el pasado 9 de marzo, constituyen probablemente la noticia más relevante de lo que va del año para la región en terminos geopolíticos. Hay factores internos y externos que podrían ayudar a comprender -y no justificar, claro- el trasfondo de esta decisión de Barack Obama, que, paradójicamente a lo que se podría creer, parece incluso no ayudar a una oposición venezolana dispersa, y con imposibilidad concreta de denunciar a Washington -frente a un gobierno que ahora muestra, nuevamente, a un "enemigo" externo claro y preciso-.

En lo interno, el reciente paso del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu por el Capitolio -congreso estadounidense-, invitado por el Partido Republicano, sirvió para golpear -por derecha- a Obama, nada menos que en Washington, en torno a su política internacional. Allí, Netanyahu criticó duramente las negociaciones sobre el programa nuclear que EE.UU. lleva adelante con Irán, y presionó al presidente norteamericano para que no haya acuerdo -omitiendo que, del diálogo al que hacía referencia, participan también Rusia, China, Francia, Alemania y el Reino Unido-. Sumado a esto, la administración Obama ha logrado un principio de reestablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba, con lo que ello ha implicado en términos concretos para la política interna: un fervoroso rechazo de un sector concreto del Partido Republicano, que se opone a ello y persiste en que el bloqueo a la isla continúe.

Ante ambas cuestiones, Obama parece ahora intentar "equilibrar" el ajedrez geopolítico de Washington, con dos "blancos" permanentes desde hace algunos meses: la Rusia de Vladimir Putin y la Venezuela de Nicolás Maduro. En ese intento, además, aparece un hecho innegable: la caída de los precios de petróleo a nivel internacional, que justamente impacta en ambas economías. No fue casual la alusión de Obama, durante su discurso del "Estado de la Unión" de enero de este año, a los problemas económicos por los que pasa Moscú tras esta coyuntura -cuando, también no casualmente, prefirió no pronunciarse sobre un deterioro de las perspectivas de crecimiento a escala mundial, algo reconocido hasta por el propio FMI-.

Veamos algo revelador: el 4 de marzo pasado, al anunciar la prórroga de sanciones contra Moscú, EE.UU. hizo alusión a que los hechos en el este ucraniano representaban "una amenaza extraordinaria a la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos", responsabilizando por ello a Putin. En la denuncia a Venezuela se repite el esquema. Con más grandilocuencia, la Casa Blanca declara la "emergencia nacional por la inusual y extraordinaria amenaza para la seguridad nacional y política externa de EE.UU. que representa la situación en Venezuela". Ambas declaraciones guardan similitud porque se trata, ni más ni menos, que de los dos nuevos objetivos de Washington, en un momento donde negocia simultáneamente con La Habana y Teherán.

Es interesante analizar el rol de los BRICS en estas decisiones de EE.UU. Tal como marca en su más recientemente artículo el economista Alfredo Serrano Mancilla, la aparición de nuevos polos de poder a escala mundial es un tema que inevitablemente preocupa en Washington: en bloquear a tiempo la "amenaza BRICS" reside buena parte del accionar sobre Moscú en los últimos dos años, mientras EE.UU. lleva adelante una "tensa calma" con China -la otra "locomotora" del grupo de los emergentes, quien va camino a convertirse en la primera economía a escala mundial-. Y en ese sentido, Venezuela, como cofundadora de múltiples instancias integracionistas que se vinculan con los BRICS -ALBA, CELAC y Unasur- ha ocupado un rol importante en la cooperación Sur-Sur, junto a otros países de América Latina que, con gobiernos de índole posneoliberal, han contribuido fuertemente en el mismo sentido.

Un hecho próximo también puede ayudar a entender el tema aún más: en abril se desarrollará, en Panamá, la Cumbre de las Américas. Hay un trasfondo interesante: será la primera ocasión en la que Cuba esté presente en esta reunión, luego de que su participación fuese sistemáticamente bloqueada por Washington. ¿Busca el gobierno de Obama, con estas definiciones y acciones, intentar "aislar" a Venezuela en pos de esta cumbre, como lo hizo en décadas previas con Cuba?

Si esa ha sido la intención, los pronunciamientos de los Jefes de Estado de la región, tras conocer esta noticia, no han sido favorables para EE.UU. Allí quedó demostrado que la unidad regional que supo conseguir el continente tras la creación de instancias como Unasur y CELAC continúa solidificándose. La propia Unasur, por caso, viene de efectuar un nuevo viaje a Caracas donde ha dejado en claro que no aceptará "injerencia externa" en la vida política venezolana, exigiendo que las diferencias internas se procesen en el marco de las próximas elecciones parlamentarias, pautadas para el mes de septiembre.

Fuente: Iberoamerica.net

Para enviar comentarios acerca de este artículo haga clic aquí

ir a titulares

DE WASHINGTON A CARACAS, EL REY SE DESNUDA

por Nils Castro

El repentino despropósito de que la Casa Blanca declare emergencia nacional alegando que la seguridad y la política exterior de su país están amenazadas por Venezuela, ha causado una coyuntura inaudita. Semejante argumento ofende la sensibilidad y la inteligencia de millones de latinoamericanos y abochorna a millares de ciudadanos pensantes en Estados Unidos. De nada vale la mojigata explicación de que con tal iniciativa se cumple un requisito legal norteamericano. No por eso deja de ser una torpeza que vuelve a dejar mal parado al presidente Obama, también ante sus asociados europeos, que rápidamente se han distanciado de ese discurso y sus inevitables consecuencias.

El contexto de este malpaso estadunidense es la contraofensiva que la derecha venía empujando en América Latina por medio de un puñado de viejos y nuevos métodos. Estos coinciden en desacreditar gobiernos legítimamente electos para derrocarlos de una u otra forma y, acto seguido, instaurar un orden "constitucional" a su gusto, mediante escenificaciones electorales propias de una "democracia" reducida a orquestar comicios periódicos que así lo mantengan y reproduzcan. Eso no se inventó ayer; así le serrucharon el piso a Getulio Vargas, a Perón y a Salvador Allende, entre otros. Pero ayer como hoy, todos sabemos que ese género de campañas no funciona localmente sino a escala global: para implementarla se necesita conspicuo apoyo político, logístico y mediático estadunidense.

Para dorar la píldora, la jerga diplomática de Obama a eso ahora lo denomina "transición". Últimamente los ejemplos han evolucionado de unos golpes bastante burdos ‑como los perpetrados en Honduras y Paraguay‑ a operaciones metódicamente más sofisticadas, con importantes componentes mediáticos que luego inducen movilizaciones sociales supuestamente no‑partidistas y hasta no‑políticas, como está haciéndose en Argentina y Brasil.

En Venezuela el mismo esquema se aplicó desde los inicios del proceso revolucionario chavista. Las campañas mediáticas de los primeros años instigaron movilizaciones "apolíticas" y culminaron en un cruento golpe de estado. Luego, tras la elección de Nicolás Maduro, reprodujeron el esquema suponiendo que sin Chávez eso podía resultar. Pero tal conspiración, con sus "guarimbas" solo causó más muertes, destrozos y descrédito sin cumplir el objetivo de defenestrar el gobierno por medios no‑electorales. Fiasco que el reciente complot tampoco logró remontar.

Esta reiteración de fracasos deformó el modelo hasta volverlo contraproducente. Venezuela está en vísperas de elecciones legislativas a las que la derecha irá escindida entre quienes se obstinan en repetir la intentona golpista y quienes buscan un relevo constitucional. Si la oposición ganase, el Congreso podría convocar un referéndum para revocar el actual mandato presidencial.

Sin embargo, en el momento más inoportuno este traspié de Obama pone a la vista todas las cartas de Washington como protagonista visible de la crisis venezolana, destruyéndole la excusa de que los problemas y conflictos existentes en Venezuela se debían al malestar causado por desaciertos de su propio gobierno. Al hacerlo, desnuda a Estados Unidos como potencia intervencionista en las antevísperas de la venidera Cumbre de las Américas, donde la normalización de las relaciones ofrecía una notable oportunidad de reacercamiento con América Latina.

En medio de los graves líos en que Washington sigue envolviéndose alrededor del mundo, el presidente norteamericano estropea lo poco que parecía listo para salir bien. Hay dos figuras que eso recuerda: la del torpe que emborrona con el codo la fina caligrafía que una vez logró trazar, o la del rey que desfila desnudo ante la multitud... con la diferencia de que este monarca se desviste a si mismo sobre la marcha.

Fuente: TerceraInformación (3i)

Para enviar comentarios acerca de este artículo haga clic aquí

ir a titulares

LAS 7 ACCIONES QUE TOMARÁ EE.UU. PARA JUSTIFICAR SU ATAQUE CONTRA VENEZUELA

por Carlos Santa María

La reciente declaración del presidente Barak Obama señalando a Venezuela como una amenaza extrema e inusual posee dos sustentos que débilmente permiten un análisis racional por la extrañeza de la afirmación. Más bien, es factible comprenderla a partir de reacciones emocionales (preocupantes por cierto), que escapan al marco regulatorio de la diplomacia y las prácticas de respeto en el campo social, humano y político.

La primera base es el Excepcionalismo, doctrina fundamental del Gobierno estadounidense y atado a su cultura intrínseca, según la cual esta nación tiene un destino manifiesto que la obliga a ejercer el control y supervisión del mundo, para que se desarrolle acorde con sus propios criterios de lo que significa justicia y libertad. Dios los ha destinado a ser el pueblo elegido y ello implica que tiene el derecho a aplicar todas las herramientas terrenales para obligar a seguir su camino, obviamente torciendo el cuello o el brazo, a quien no acepte el discurso divino.


Esta concepción, comprendida dentro de los cánones de la siquiatría por su evidente desconexión con la realidad, implica que la injerencia es uno de los principales instrumentos, poderoso y legal, que lo autoriza a invadir pueblos y naciones.

La segunda base es su concepción de justicia, ligada a lo anterior, según la cual el Estado debe prevenir, curar o paliar todas las acciones internas y extranjeras que pudiesen afectar su estabilidad como país-potencia, estableciendo una legislación que interpreta lo correcto a partir de la mirada de las élites: todo aquello que atente a la propiedad debe ser condenado fuertemente por cuya razón la corrupción, por ejemplo, está en segundo lugar pues no afecta al paradigma mencionado. El orden es un pilar esencial, de allí que toda manifestación o voz deba ser silenciada por medio de la persuasión física, armada o psicológica, amparada en la legalidad. La tortura es aprobada sin dilación.

Por tanto, las verdaderas amenazas proceden de su forma agresiva de proceder frente a las voces o pueblos que consideren que su libertad está en riesgo y, como el mito de la caverna de Platón modificado, al ver la luz deberían ser cegados por la muerte, el golpe o las ataduras. Salirse de su eje significa una amenaza a la supervivencia pues el éxito se fundamenta en la expoliación.

¿Qué se pretende con Venezuela?

Hay que ser analíticamente profundo pues no es una simple advertencia sino que confirma que aún se sienten dueños de América del Norte, Centro y Sur, es decir, de todo un continente, corroborando la concepción entregada al comienzo.

Lo que inquieta a las democracias del planeta es que sus propias normas le facilitan una política de sanciones, destinada no únicamente a individuos vinculados al Gobierno, sino ya contra un Estado considerado contradictor. No obstante, cuando se ha solicitado justificar los procedimientos, la superficialidad es asombrosa. Según algunos funcionarios que prefieren permanecer anónimos para no ser sancionados también, esta orden ejecutiva "ayudará a proteger el sistema financiero de Estados Unidos de los flujos financieros ilícitos de la corrupción pública en Venezuela", como lo manifiesta BBC Mundo.

Otros no pudieron explicar de qué manera esos señalamientos impactan la seguridad nacional estadounidense. En tanto, los siete funcionarios castigados pertenecen al aparato de seguridad del Estado venezolano, se les impide la entrada a EE.UU. (aunque no les interese), y tienen cerradas sus cuentas (aunque no las posean), ya que Washington los responsabiliza de lo que considera excesos represivos de las manifestaciones (febrero 2014), cuyo resultado fueron 43 muertos, muchos de ellos gobiernistas, y cientos de lesionados.

Lo que se intenta desde la Casa Roja (ex Casa Blanca) es enviar varios mensajes, entre ellos, primero, que los dueños de este planeta por destino manifiesto son ellos y nadie puede oponerse ni racional ni irracionalmente; segundo, que su poder procede desde el Cósmico como un mandato sagrado por lo cual están obligados a usar la espada cuando el mensaje no sea aceptado sin dilación; tres, que solo se retrocede cuando es imperioso aunque el mandato es dar la batalla hasta lograr convencer o eliminar al contrario; cuarto, que lo conveniente al opositor es entregarse mansamente al dictado divino que ellos encarnan, permitiendo que sus colaboradores (los supuestos verdaderos patriotas, pues su mente está en el norte y no en Latinoamérica) privaticen toda la nación para favorecer a los fieles religiosos que los acompañen.

Las peligrosas medidas en acción

Ante ello, es urgente dejar en claro las acciones que tomará el Gobierno de Obama con el fin de justificar su ataque continuado a Venezuela, proyecto que lo ha desarrollado incansablemente también en otros continentes y contra países que sufren sus embates actualmente.

1. Bandera falsa: crear un conflicto real a través de un autoatentado con el fin de justificar el asesinato de latinoamericanos e intervenir Venezuela. Este podría ser un ataque a una embajada, funcionario, ciudadano estadounidense, por ejemplo, en cuya táctica hay muchísima experiencia acumulada.

2. Incrementar su ayuda militar y económica a la oposición a través de ciudadanos venezolanos interesados en devolver las riquezas del país a manos extranjeras, empleando organizaciones espurias.

3. Insistir en el ocultamiento de víveres y medicinas, fomentando el contrabando, con el fin de incrementar las dificultades que existen objetivamente en esos campos.

4. Bloqueo económico a través de sanciones directas o indirectas que logren debilitar la infraestructura nacional, cuyo paso más fuerte fue dado a través de la baja artificial del precio en el petróleo.

5. Campaña mediática interna y mundial con el fin de imprimir en la opinión pública las categorías de crisis insalvable, falta de autoridad, represión a la oposición, corrupción, con el fin de incentivar "La Salida" por fuera de las elecciones.

6. Fortalecimiento de las derechas existentes en todos los países latinoamericanos, como se ha estado viendo con la visita de Piñera, Calderón, Pastrana (todos afectos a Augusto Pinochet), a los golpistas y responsables de tragedias en el país.

7. Insistir en el uso de las agencias de inteligencia de carácter secreto o reservado para desestabilizar por otros mecanismos. Especialmente se recurrirá a aquellos venezolanos que vendan su nacionalidad o patria por denarios extranjeros, utilizándolos para propiciar la violencia y el aumento de sus índices.

Todas las medidas enumeradas están actualmente vigentes en tanto son parte de un proyecto "evangelizador" y, por dicha razón, supuestamente justificado.

Conclusión

Esta declaración de emergencia nacional es una herramienta para aplicar sanciones contra un país en determinadas situaciones y que le permite al presidente de Estados Unidos ir más allá de lo que se haya aprobado en el Congreso incluso posibilitando el Caos controlado.

Sin embargo, lo que debe provocar temor para el Gobierno estadounidense es su propia dirigencia que les ha impedido comprender la realidad mundial y que ahora tiene al país cada vez más solitario y en conflictos prácticamente en casi todo el mundo. Desafortunadamente para una potencia que podría aportar tanto a la paz y el desarrollo mundial, la percepción de la mayoría de países sobre este es negativa, vinculándolo incluso al terrorismo mundial.

La recomendación racional y humanizadora al mandatario Obama es que recupere la credibilidad a través de una política inteligente asociando la justeza a la defensa de los afroamericanos tan agredidos y asesinados, a los latinoamericanos que constituyen una importante fuerza laboral para la marcha industrial, a los sistemas de salud y educación privatizados en extremo dejando a millones a la intemperie, concentrando sus esfuerzos en resolver la difícil situación interna de emisión volátil de dinero sin respaldo que provocará una crisis impensable, en fin, promover la verdadera equidad en todos los escenarios donde pueda ejercer su actuación.

Se considera que, al exponer públicamente las acciones encubiertas que se pretenden, es factible que la intervención militar directa ya no sea posible por obra de la sorpresa, aunque el magnicidio sigue siendo una opción no descartada. De igual modo, debe preocupar sobremanera a los ideólogos estadounidenses que cada afirmación que proveen como verdad es exactamente lo contrario: no es Rusia la que se está aislando sino su propia nación y el incremento económico producto de nuevos convenios es erróneo pues está disminuyendo gravemente.

 La división de la Unión Europea ante temas sensibles como Ucrania u otros parece indicar que el debilitamiento es global. El otoño de este patriarca injusto comienza a perfilarse con mayor nitidez en la medida que no regrese a la arquitectura valórica fundada en la Equicracia: la soledad en que han quedado sus medidas, sin que nadie apruebe estas en el mundo, indican que el proceso reflexivo es su único camino para enderezar su concepción ideológica.

Lo que sí es veraz es que el cambio en Estados Unidos, pueblo al que muchos consideran hermano en Latinoamérica y el Caribe, demorará algún tiempo más pues es preciso un proceso de liberación de las ataduras en la conciencia y en la movilización, lo que conllevará una victimización alta. La esperanza es que el golpe suave en el interior no se podrá promover pues quienes lo inventaron… a sí mismos no se lo provocarán.

Finalmente aquí cabe con exactitud la letra de León Gieco quien en 1978, ante las dictaduras, conflictos bélicos y el exilio de Mercedes Sosa, escribió: "Solo le pido a Dios que lo injusto no me sea indiferente, que la guerra no me sea indiferente, es un monstruo grande y pisa fuerte toda la pobre inocencia de la gente, si un traidor puede más que unos cuantos que esos cuantos no lo olviden fácilmente".

Fuente: RT

Para enviar comentarios acerca de este artículo haga clic aquí

ir a titulares


Estos textos pueden ser reproducidas libremente (siempre que sea con fines no comerciales) y se cite la fuente.
Las opiniones del Autor no tienen que coincidir necesariamente con las del Consejo Editorial del Boletín.

Si no desea continuar recibiendo este boletin visite esta dirección.
http://listas.cubarte.cult.cu/sympa/info/entorno

Cubarte, 2008.

 

Ciudadanos y medios  INTACHABLES:  no entran en un tacho de basura.

¿ QUÉ TIENEN EN COMUN ?

Ambito Financiero, diario Clarín, La Nación, Adelina Dalesio de Viola, Baby Echecopar,  Chiche Gelblung, Ernestina Herrera De Noble, González Oro, Hadad,  Feinman, Lage, Jorge Lanata, Manzano, Mariano Grondona, Mario Markic, Mirta Legrand, Nelson Castro, Openheimer, Petinato,  Rolando Hanglin, Susana Gimenez, Gerardo Sofovich, Julio Bárbaro, Chiche Duhalde,  Jorge Giacobbe, Felipe Solá,  Beatriz Sarlo,  Joaquín Morales Solá, Juan Sebrelli,  Salvia, Mariano Grondona, Mauro Viale, Tenenbaun, Majul y algunos otros.   Aunque "siniestro" es sinónimo de izquierda, entre estos comunicadores sociales, medios  y personajes políticos hay algunos de derecha (diestra).  Eso sí, todos coinciden siniestramente en denostar con fruicción a la Revolución cubana y a la venezolana. 

 

 




El software de antivirus Avast ha analizado este correo electrónico en busca de virus.
www.avast.com