sábado, 18 de abril de 2015

Casa de las Américas Eduardo Galeano Gabriel García Marquez Patricia Martinez argentina y compositora ganadora Premio 2015 Chaubloqueo Museo Che Guevara

 

Número 505 (Nueva Etapa)

17 de abril, 2015

En esta edición

  • Eduardo Galeano: homenajes 
  • A las puertas de "Diversidad Cultural en el Caribe"
  • Colombia reverencia al Gabo

 

Y además...

  • "Este Premio me inunda de luz". Entrevista a Patricia Martínez, ganadora del Premio de Composición 2015

 

 

 

EDUARDO GALEANO: HOMENAJES

 

Un grupo de trabajadores de la Casa de las Américas visitó el pasado jueves la Embajada de la República Oriental del Uruguay en Cuba para firmar el libro de condolencias por la muerte del escritor Eduardo Galeano. Aquí van algunas imágenes de ese modesto tributo al amigo de la Casa. El poeta y ensayista cubano Roberto Fernández Retamar, presidente de la Casa de las Américas, encabeza la lista de los firmantes: "Hasta siempre, hermano Eduardo; tu casa en nosotros".

 

 

 

 

 

El próximo miércoles 22 de abril a las tres de la tarde, tendrá lugar en la Casa de las Américas el Homenaje de la América Latina y el Caribe a Eduardo Galeano

"Fe de erratas. Donde dice: 12 de octubre de 1492, debe decir: 28 de abril de 1959. En ese día de abril fue fundada, en Cuba, la Casa que más nos ha ayudado a descubrir América y las muchas Américas que América contiene. […] Esta Casa es mi casa…"

Así dejaba inaugurada la edición 53 del Premio Literario Casa de las Américas en enero de 2012: el mismo certamen que había reconocido un año antes su libro Espejos. Una historia casi universal, con el Premio de narrativa José María Arguedas, y que había marcado el recorrido continental y universal de su obra más conocida, Las venas abiertas de América Latina.

Desde que vino por primera vez como jurado de Cuento (1970), Galeano dejó una profunda huella en escritores, artistas, lectores de todas las generaciones; dio charlas, presentó libros, estuvo en exposiciones y conferencias, participó una vez más como jurado e hizo una última y afectuosa visita familiar —"…mis nietos tenían que ver esto", dijo cuando estuvieron frente a la Che Guevara, en el tercer piso.

En esa misma sala, el próximo miércoles 22 de abril, será el homenaje del Continente.

 

Ante la noticia del fallecimiento este lunes de Eduardo Galeano, el poeta y ensayista Roberto Fernández Retamar, presidente de la Casa de las Américas, recuerda que "la Casa y Eduardo tienen la misma finalidad: defender la realidad cultural, espiritual de nuestros pueblos, de lo que Martí llamó Nuestra América"

"Para nosotros es un gran dolor la pérdida de esa gran figura que fue Eduardo Galeano, quien efectivamente estuvo muy vinculado a la Casa de las Américas, casi desde los primeros momentos", dijo a La Ventana, y anunció que el Fondo Editorial de la Casa prepara en estos momentos una reedición de Espejos. Una historia casi universal, el libro que presentó aquí durante su última visita (enero de 2012) y que había sido reconocido el año anterior con el Premio de Narrativa José María Arguedas.

"Uno de los premios que obtuvo en la Casa fue una mención, paradójicamente, con su libro más famoso, Las venas abiertas de América Latina, que publicamos en varios ocasiones. Como se recordará, fue el libro que Chávez le entregó a Obama para que se instruyera sobre la realidad de la América latina; ese gesto inolvidable de Chávez revela lo que significa y seguirá significando Eduardo para nosotros en la América latina y el Caribe. Es una gran pérdida, lo vamos a lamentar siempre, pero lo tendremos en nuestro recuerdo y en nuestra esperanza", añadió.

Para Retamar, la Casa de las Américas y Eduardo Galeano han tenido la misma finalidad: "defender la realidad cultural, espiritual de nuestros pueblos, de lo que Martí llamó Nuestra América. No hay que olvidar que la última vez que estuvo en Cuba, cuando dijo la palabras iniciales del Premio, él tituló esas palabras como 'Mi Casa'; es decir, él sentía que la Casa de las Américas también era su casa. Eduardo representó y representará siempre lo mejor de aquello que nosotros aspiramos".

 

 

LA CASA ANUNCIA PRÓXIMA REIMPRESIÓN DE ESPEJOS

 

En enero de 2012, Eduardo Galeano agradecía a la Casa de las Américas "por todo lo que ha hecho y hace para la revelación de nuestras energías creadoras…". El Fondo Editorial trabaja en la reimpresión de uno de los libros que más han contribuido a esa "revelación": Espejos. Una historia casi universal, obra de Galeano que mereció en 2011 el Premio de narrativa José María Arguedas.

El Fondo Editorial de la institución, de la cual fue íntimo amigo, ha registrado sus letras desde el año 1971, cuando su reconocido ensayo Las venas abiertas de América Latina, considerado un clásico de las letras latinoamericanas, obtuviera una mención del Premio Literario Casa de las Américas.

Años más tarde, en 1979, el título fue reimpreso, y se reeditó en 1999, 2004 y 2009 como parte de la colección Literatura Latinoamericana y Caribeña. Sin embargo, un texto como ese no pierde vigencia, razón por la que está entre los planes del Fondo realizar una nueva edición.

Días y noches de amor y de guerra mereció en 1978 el Premio en la categoría de Testimonio. Sobre este libro, el jurado (José Vicente Abreu, de Venezuela; Luis Báez, de Cuba; Ernesto Cardenal, de Nicaragua; Socorro Díaz, de México; Fernando Morais, de Brasil y Rodolfo Puiggrós, de Argentina) refirió: "Con altura literaria poco frecuente, la obra engloba la dramática lucha de los pueblos situados en el Cono Sur de nuestra América, enfrentados a dictaduras neofascistas. En el texto, el autor denuncia la realidad del exilio, el asesinato y la persecución; pero también mantiene como valor relevante, un canto de amor y de esperanza. Bajo el aliento literario, la vida de los luchadores latinoamericanos adquiere una dimensión global y configura el material de una epopeya contemporánea".

La obra de Galeano también ha quedado registrada por la colección La Honda: El libro de los abrazos (1997) y Memorias del fuego (Tomo I, 1998; Tomos II y III, 1990).

La Casa, además, ha contado con su presencia como jurado del Premio Literario en 1970, en la categoría de Cuento, y en 1981 y 1989, en la de Testimonio. A propósito de este lauro, en 2012 fue su última visita a la institución.

Por estos días, el Fondo Editorial trabaja en la reimpresión de Espejos. Una historia casi universal, obra que mereció en 2011 el Premio de narrativa José María Arguedas. La Ventana comparte algunos fragmentos de los cuentos que aparecen en ese volumen. 

...

¿Cómo pudimos?

Ser boca o ser bocado, cazador o cazado. Esa era la cuestión.

Merecíamos desprecio, o a lo sumo lástima. En la intemperie enemiga, nadie nos respetaba y nadie nos temía. La noche y la selva nos daban terror.

Éramos los bichos más vulnerables de la zoología terrestre, cachorros inútiles, adultos pocacosa, sin garras, ni grandes colmillos, ni patas veloces, ni olfato largo.

Nuestra historia primera se nos pierde en la neblina. Según parece, estábamos dedicados no más que a partir piedras y a repartir garrotazos.

Pero uno bien puede preguntarse: ¿No habremos sido capaces de sobrevivir, cuando sobrevivir era imposible, porque supimos defendernos juntos y compartir la comida? Esta humanidad de ahora, esta civilización del sálvese quien pueda y cada cual a lo suyo, ¿habría durado más que un ratito en el mundo?

Caminos de alta fiesta

¿Adán y Eva eran negros?

En África empezó el viaje humano en el mundo. Desde allí emprendieron nuestros abuelos la conquista del planeta. Los diversos caminos fundaron los diversos destinos, y el Sol se ocupó del reparto de los colores.

Ahora las mujeres y los hombres, arcoiris de la tierra, tenemos más colores que el arcoiris del cielo; pero somos todos africanos emigrados. Hasta los blancos blanquísimos vienen del África.

Quizás nos negamos a recordar nuestro origen común porque el racismo produce amnesia, o porque nos resulta imposible creer que en aquellos tiempos remotos el mundo entero era nuestro reino, inmenso mapa sin fronteras, y nuestras piernas eran el único pasaporte exigido.

Breve historia de la civilización

Y nos cansamos de andar vagando por los bosques y las orillas de los ríos.

Y nos fuimos quedando. Inventamos aldeas y la vida en comunidad, convertimos el hueso en aguja y la púa en arpón, las herramientas nos prolongaron la mano y el mango multiplicó la fuerza del hacha, de la azada y del cuchillo.

Cultivamos el arroz, la cebada, el trigo y el maíz, y encerramos en corrales las ovejas y las cabras, y aprendimos a guardar granos en los almacenes, para no morir de hambre en los malos tiempos.

Y en los campos labrados fuimos devotas de las diosas de la fecundidad, mujeres de vastas caderas y tetas generosas, pero con el paso del tiempo ellas fueron desplazadas por los dioses machos de la guerra. Y cantamos himnos de alabanza a la gloria de los reyes, los jefes guerreros y los altos sacerdotes.

Y descubrimos las palabras tuyo y mío y la tierra tuvo dueño y la mujer fue propiedad del hombre y el padre propietario de los hijos.

Muy atrás habían quedado los tiempos en que andábamos a la deriva, sin casa ni destino.

Los resultados de la civilización eran sorprendentes: nuestra vida era más segura pero menos libre, y trabajábamos más horas.

 

 

EDUARDO GALEANO, COLEGA

 

 La Ventana comparte el siguiente texto del escritor cubano Leonardo Padura, a propósito del la muerte de Eduardo Galeano

Por Leonardo Padura Fuentes

En realidad, Eduardo Galeano no ha muerto. Ni siquiera ha dejado de escribir. El hecho de haber vivido como lo hizo, de haber escrito como lo hizo, son la garantía de una trascendencia que, convertida en presencia, nos acompañará durante muchos años.

Su extraordinario poder de inmortalidad radica en el hecho de haber pensado como pensó, de haber sido fiel a las esencias de sus conceptos de la vida, del mundo y de la justicia, pero manteniéndose siempre en evolución, en permanente revisión utópica y heterodoxa de sus ideas, y en haber legado el ejemplo tan poco frecuente de no haberse acomodado a sus conceptos e ideales y de atreverse a someter a crítica incluso las cosas en las que creía y amaba, e incluso hasta cuestionar, en circunstancias cambiadas, a las que había creado y defendido. Por esa actitud cívica y humana de profunda honestidad intelectual, como era de esperar, Eduardo Galeano se ganó el aprecio y la admiración de millones de personas en toda Latinoamérica y el mundo. Y, como corresponde, el odio y el desprecio de otros que nunca, nunca faltan, solo porque Galeano pensaba distinto a ellos…

Su muerte, curiosamente ocurrida el mismo día en que dejaba de existir el Premio Nobel de Literatura Günter Grass –otro hombre de una estirpe intelectual muy parecida a la de Galeano-, deja un vacío en el pensamiento y la literatura latinoamericana que resultará muy difícil de aliviar. Porque Eduardo Galeano fue, quizás, el más latinoamericano de los escritores de su generación, el más inquieto, el más progresivo, el más libre e incómodo, el que siempre se atrevía a señalar las heridas del presente y del futuro… y muchas veces a hurgar en ellas.

De todas esas virtudes de Eduardo Galeano mucho se ha escrito en estos días de justificado duelo por su muerte física y mucho se escribirá por largo tiempo, quizás a modo de exorcizar esa ausencia irrellenable. Pero, un escritor, polemista, pensador de su categoría necesariamente tenía que estar sostenido por una humanidad excepcional, con la que nos benefició a los muchos que alguna vez, con mayor o menor profundidad, lo conocimos y lo disfrutamos.

MI GALEANO PERSONAL

La primera prueba patente e íntima de la bondad de Eduardo Galeano la tuve aquella tarde de enero de 1981 en que lo conocí personalmente y, además, debuté como entrevistador periodístico, tratando de entrevistarlo precisamente a él. Si recuerdo con absoluta claridad lo sucedido aquella tarde se debe no solo al hecho de que me iniciaba como entrevistador con una figura ya emblemática de la literatura latinoamericana, sino por el modo en que transcurrió el diálogo, sostenido en la sala de la redacción del mensuario El Caimán Barbudo a cuyo equipo de trabajo yo recién me había incorporado al terminar mis estudios en la Universidad.

Aun no sé por qué fui el escogido para entrevistar a la estrella de los jurados del Premio Casa de las Américas de aquel año, pero el primer problema para mí fue que apenas tuve un par de horas para prepararme periodística y sicológicamente para aquella faena. En mi haber tenía la lectura de Las venas abiertas de América Latina y La canción de nosotros y mi gigantesca capacidad de atrevimiento. Así, con unas pocas preguntas y una vieja grabadora me enfrenté a Galeano para hacer no solo la primera de las muchas entrevistas que he realizado en mi vida sino… la que me ha resultado más fácil de hacer. Porque un periodista de la categoría de Eduardo, con sus largas horas de vuelo en el oficio, tuvo que descubrir mis abrumadoras incapacidades y, a cada una de mis tímidas y de seguro que trilladas preguntas, respondió larga, concienzudamente, pero, sobre todo, con su asombrosa coherencia verbal, ¡las respondió ya redactadas!, como para facilitarme el trabajo y garantizarse, él mismo, una mínima calidad por su esfuerzo y tiempo invertido con un novato de la profesión… Pero lo que mejor recuerdo fue el instante en que se acercó a la charla el redactor estrella de la revista y, para ayudarme, me dijo que le preguntara a Galeano algo sobre la inspiración. Eduardo siguió respondiendo mis preguntas y cuando el otro redactor se marchó, me dijo en voz baja: "Nunca preguntes tonterías. Ni preguntas que no tengan respuestas, sino fórmulas."

Desde aquel encuentro fueron varios los que sostuve con Eduardo, en Cuba, en Montevideo, en España, y, a diferencia de otros escritores de su categoría y popularidad, jamás sentí en él la pose del maestro, la altura del consagrado, sino la cercanía del colega con la que me distinguió y, creo, distinguió a tantos otros colegas escritores y periodistas con los que se relacionó.

En 1988, durante su estancia en La Habana como presidente del jurado del Premio Latinoamericano de Periodismo José Martí, organizado por Prensa Latina, tuve otro de mis más reveladores encuentros con Eduardo Galeano. A diferencia del encuentro de El Caimán, no recuerdo en que hotel habanero me dio cita el día en que se hacía público el fallo del jurado para decirme personalmente que mi serie de trabajos periodísticos, enviados por la dirección de Juventud Rebelde al concurso, habían merecido la primera mención. Mi alegría, por supuesto, que fue mayúscula, pero Eduardo la multiplicó cuando me susurró al oído: "Para mí eras el premio. Has hecho un periodismo que es para hoy y para mañana. Y no te has olvidado de que siempre, siempre, lo más importante es la palabra"… Y esa noche, cuando se efectuó la premiación del evento, me atreví a preguntarle cómo había sido la deliberación y por qué, siendo el presidente del jurado, su preferencia no había triunfado. Y Galeano me respondió: "No siempre el mejor es el que gana. Ni siquiera en el fútbol. Y acostúmbrate, que no es la primera vez que te va a pasar. A mí me ha pasado muchas veces"… y sonrió, pensando tal vez en la mención (en lugar del premio) que había merecido Las venas abiertas de América Latina, libro imprescindible en su género si los hay. Veinticinco años después aquellos textos periodísticos "mencionados" en el Premio Latinoamericano de 1988 siguen publicándose y leyéndose en el mundo. Otra vez Eduardo había tenido la razón.

Nuestro último encuentro físico ocurrió hace unos cuatro años, en un vuelo que nos conducía de Roma a Madrid, y tuvo como colofón la cena que organizamos esa misma noche, con nuestras esposas y la compañía del común amigo y colega español José Manuel Martín Médem… Fue una noche larga, de muchos vinos, cuando todavía se podía fumar en ciertos restaurantes madrileños, y hablamos mucho de Cuba, de Uruguay, de España, de nuestras respectivas crisis y esperanzas nacionales, y también de literatura y periodismo, de los muchos proyectos que lo asediaban y a los que quería dar feliz conclusión. Quizás el vino haya nublado algunos recuerdos de aquella grata noche madrileña –ni siquiera puedo precisar en qué restaurante cenamos-, y tal vez en esa ocasión no me dio ningún consejo ni me regaló ninguna profecía, pero, como siempre, me entregó el tesoro de su amistad y de su ética… y una advertencia, ya en el instante de salir a la calle: "Algunos miopes y fundamentalistas –me dijo- van a criticar a El hombre que amaba a los perros… Pero no los escuches: si no se revisa el pasado no se puede construir el futuro"…

La pérdida de Eduardo Galeano me ha conmovido entonces por muy profundas razones, que van desde las que comparto con todos sus lectores y admiradores hasta las que me pertenecen íntimamente, como regalos que me fue haciendo a lo largo de treinta años ese colega generoso y visionario. (2015).

Tomado de La esquina de Padura

 

 

 

A LAS PUERTAS DE "DIVERSIDAD CULTURAL EN EL CARIBE"

 

El Coloquio Internacional "La Diversidad Cultural en el Caribe" tendrá lugar del 18 al 22 de mayo de 2015. El evento se convoca cada dos años por la Casa de las Américas a través de su Centro de Estudios del Caribe, y en su quinta edición incluirá paneles, exposiciones, talleres, presentaciones teatrales, audiovisuales y de libros, conciertos y espectáculos músico-danzarios como expresión de las riquezas culturales caribeñas desde una perspectiva mutidisciplinaria y abarcadora de los enclaves continentales e insulares. Como parte de la conmemoración en Cuba por el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el diálogo y el desarrollo (21 de mayo), -razón que dio origen al evento bajo el coauspicio de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de la UNESCO-, y como escenario de confluencias de las expresiones culturales caribeñas, la presente edición del Coloquio definió como temática principal África y el Caribe en sus conexiones.

En la encrucijada de caminos que es el Caribe, se han tejido imaginarios culturales en los que África ha sido unode sus epicentroscomo reconocida matriz cultural e inagotable fuente creativa. Reconfigurada desde la palabra y la imagen, las historias ancestrales y las genealogías se repasan una y otra vez, para conformar una identidad  y desde la memoria se traduce en el ritmo del cuerpo que danza y canta. Pero África es también la reflexión imprescindible del ser caribeño que en ella ha encontrado parte esencial de su sustento y su libertad:es unconjunto de referencias para el pensamiento de esta región.

Diversos serán los acercamientos al tema en este Coloquio para deconstruir un universo de relaciones y vínculos históricos. África será entendida desde los saberes compartidos con los pueblos originarios del Caribe y desde ciertos códigos socioculturales caribeños como la familia, el territorio y el ambiente; así como a través delas mediaciones europeas en el trayecto de África hacia el Caribea partir dela arqueología, la etnografía, el arte y la literatura. El espacio de lo mágico, desde la palabra, la imagen y la ritualidad, constituye una zona de gran interés;  así como los cuerpos significantespor sus marcas, gestualidades y movimientos. Interesan a este encuentro de investigadores, académicos y artistas,  los itinerarios cruzados de la intelectualidad caribeña y africana, los procesos de descolonización y la visión de África en las proyecciones culturales contemporáneas, con especial énfasis en los estudios sobre África en el Caribe y en Cuba.Especial relevancia adquiere la amplia producción audiovisual que responde con mayor insistencia a las indagaciones culturales sobre estos temas en la región.

Entre los ejes temáticos del Coloquio se distingue el Seminario Especial Bob Marley: time willtell,queserá un momento de recordación a la legendaria figura de Robert Nesta (Bob) Marley (1945-1981) en el setenta aniversario de su natalicio. Su música deviene una expresión tangible de la decolonización desde la cultura popular en el Caribe, por lo que este Seminario constituye un merecido tributo de la Casa de las Américas, en el que tomarán parte investigadores, creadores  y defensores de su música.

Cerca de doscientos especialistas de una veintena de países de África, Europa y América se darán cita en La Habana para tratar sobre investigaciones y proyectos que responden a visiones históricas y contemporáneas que el público agradecerá por su actualidad y alcance sociocultural. Asimismo, programa se complementa con un amplio conjunto de actividades culturales para convertirse en un verdadero foro de la diversidad caribeña.

La sesión inaugural del Coloquio, en la Sala Che Guevara, estará dedicado a El Monte, de Lydia Cabrera, por ser la síntesis del universo africano a través de sus descendientes en Cuba. La Casa de las Américas se convertirá en un "monte" simbólico de cultura y pensamiento para conmemorar el aniversario sesenta de este libro  a través de lo más representativo del arte cubano contemporáneo.

Las sesiones del evento se realizarán en varios espacios en simultaneidad al interior de la Casa de las Américas y tendrá como subsedes otras instituciones como la sede de la revista Revolución y Cultura, la Facultad de Artes y Letras y la Casa de África. Para todos los interesados en temas caribeños, el evento brindará una nueva oportunidad de encuentro para el mejor conocimiento de esta región, y un excelente espacio para el diálogo y el intercambio.

 

COLOMBIA REVERENCIA A GABO

A un año de la muerte de Gabriel García Márquez se anuncian varias actividades de homenaje en Colombia

Bogotá, 17 abr (PL) El ministerio colombiano de cultura promueve una campaña de homenaje al novelista Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura, para realzar su legado transcurrido un año de su muerte, confirmaron hoy coordinadores del tributo.

Con el nombre de Gabo vive entre nosotros, la red de bibliotecas públicas promociona desde ayer materiales impresos relacionados con la vida y la trayectoria creativa del escritor, nacido en la localidad de Aracataca.

Adicionalmente la Feria Internacional del Libro de Bogotá estará dedicada a reverenciar al narrador y su fantástico universo macondiano, recreado en la reconocida obra Cien años de soledad, considerada una de las mejores piezas de su género escrita en castellano, después del Quijote, de Miguel de Cervantes.

La fiesta de las letras, importante vitrina editorial en el ámbito regional, comenzará el venidero 21 de abril y terminará el 4 de mayo.

Para recordar al autor de El amor en los tiempos del cólera y Crónica de una muerte anunciada, el Museo Nacional inaugurará a final de mes una exposición destinada a reflejar el entorno natural y cultural de la región del Caribe colombiano, donde creció.

Gabo falleció el 17 de abril de 2014 en México, víctima de un cáncer.

Durante todo el año sus coterráneos recordaron la impronta del también periodista, con piezas teatrales, exhibiciones de prendas usadas por el intelectual, conversatorios, además de la construcción de un monumento de mariposas amarillas, símbolo recurrente en sus escritos.

El Festival de Cine de Cartagena de Indias, uno de los más relevantes de Iberoamérica, dedicó igualmente un espacio para hablar de García Márquez y su pasión por el séptimo arte.

Laureado con el Premio Nobel de Literatura en 1982, dejó para la posteridad otros textos como Del amor y otros demonios, Memoria de mis putas tristes y una serie de cuentos.

Una pintura mural de grandes dimensiones inaugurada la víspera rinde tributo en esta ciudad al célebre escritor.

Artistas locales crearon la imagen en la fachada de una edificación situada en la Avenida Jiménez, entre las más concurridas de la urbe.

Es la evocación de un hombre quien nos mostró como somos, por qué estamos en guerra, pero también las razones por las cuales nos merecemos una segunda oportunidad sobre la tierra, afirmó el alcalde bogotano, Gustavo Petro.

Tomado de Prensa Latina

 

"ESTE PREMIO ME INUNDA DE LUZ"

 

La compositora argentina Patricia Martínez mereció el pasado viernes el Premio de Composición Casa de las Américas 2015, y compartió con La Ventana algunas consideraciones

Un abismo encendido de miradas —obra para voz, flauta, violonchelo y percusión— fue la obra seleccionada por el jurado, integrado este año por German Cáceres (El Salvador), Edesio Alejandro Rodríguez (Cuba), Eddie Mora (Costa Rica), Beatriz Corona (Cuba) y Darwin Aquino (República Dominicana), de entre las veinte obras procedentes de nueve países.

La compositora ha querido "expresar mi más profunda alegría y mi agradecimiento" a la Casa y a los miembros del jurado, "por apreciar mi obra, que, como toda creación que nace desde un lugar muy íntimo y personal, aspira a este encuentro con la mirada del otro como una instancia de conexión poética que le da su sentido y su vuelo".

Comenta que Un abismo… es una obra encargada por Ceibo 2009 —Encuentro Internacional de Compositores, organizado por Luca Belcastro (Germina.Cciones Latinoamericanas). Fue estrenada por el Ensamble Hilarión en el Festival Tsonami de Buenos Aires, y la versión grabada se corresponde con el estreno en Estados Unidos por el Stanford New Ensemble dirigido por Martín Fraile, interpretada por talentosos alumnos que iniciaban su acercamiento a la música contemporánea: Melanie Kramer Goldstein, violonchelo; Dorothy Pan, flauta, Eric Maggay Tuan, voz, Emiliano Ricciardi, violín, y Albert Young Pak, percusión.

La pieza es parte de Confío, ciclo de obras de cámara experimental en forma de movimientos modulares, realizada como tesis de doctorado de la Stanford University (2012). Está basada en Piend'amoroso affetto de Giulio Caccini (1546-1618), en la interpretación de Alfred Deller y en un poema de la propia compositora, y se acerca a la música antigua occidental, su espiritualidad y sentido de melancolía, desde una perspectiva personal y contemporánea.

Patricia Elizabeth Martínez es Doctora y Máster en Composición Musical con postgrado en Música Electroacústica. Actualmente se desempeña como compositora, pianista, investigadora, docente, cantante y directora. Es creadora y directora del Centro de Arte Sonoro y docente del Taller de Composición Musical y Creación Multidisciplinaria.

A partir de lo que ha sido el Premio como experiencia de convocatoria amplia hacia el campo de la creación artística, la compositora apunta que "el sostenimiento de las decisiones políticas en apoyo, por parte del Estado, al arte en las manifestaciones que no están vinculadas con la circulación comercial en el mercado puede ser la raíz de la construcción y profundización de un cambio hacia una sociedad más justa. Esta revolución, que sigue latiendo, crece con la mirada puesta en las nuevas voces de un continente que durante mucho tiempo vivió a la sombra de otras potencias económicas, políticas, militares, ysobre todo culturales, pero que hoy nos da cada vez más señales y nos abre la mirada para sacudirnos esas sombras y reencontrarnos con otras posibilidades de pensar, de escuchar, de sentir la realidad que nos rodea y que nos toca en la piel."

La argentina ha creado y dirigido ensambles experimentales y contemporáneos (La Nada, ThrYzas, Zéffiro, Seraphim), y sus obras han merecido numerosos reconocimientos nacionales e internacionales. Para ella, "está claro que elegir el camino del mucho por hacer, aquí, no es fácil. Por esto, necesitamos de todos y cada uno para poder constituir en una realidad sostenible las nuevas músicas latinoamericanas realizadas en y desde Latinoamérica. Creo que el desarrollo de la conciencia de la necesidad de la unión de los músicos y los compositores, y las músicas y compositoras, para lograr que nuestro trabajo sea reconocido como lo que es –un trabajo– por parte del Estado y de la sociedad, es también un compromiso al que espero poder hacer un aporte con mi obra. Por todo esto, vuelvo a celebrar esta importante iniciativa cultural y agradezco, nuevamente, este premio que me inunda de luz."

 


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