Una pareja envidiable
La voz del patrimonio cubano
Una pareja envidiable
10 de julio de 2017
|
Adys Cupull y Froilán González
Durante los festejos para celebrar la semana de la cultura centro habanera (del 2 al 9 de julio) Adys Cupull y Froilán González han sido reconocidos por su labor comunitaria con la Distinción Habana del Centro, otorgada por la Dirección Municipal de Cultura de ese municipio.
En su propia casa tienen una galería, en las paredes del amplio comedor, que han bautizado Galería 14 de junio, conformada con imágenes de Ernesto Guevara: disímiles retratos, pinturas, fotos, grabados del Guerrillero Heroico,que les han sido regladas por diversas personas, tanto de este país como de Bolivia y de otros sitios. La galería guarda también algunos diplomas de reconocimiento a esta pareja, otorgados por su amplia labor de investigación, divulgativa y cultural, donde se incluyen la réplica del Machete de Máximo Gómez, la Gitana Tropical, la Placa José María Heredia, la distinción Félix Elmuza por la UPEC y la Distinción por la Cultura Nacional.
Además de su trabajo como investigadores, cuyos frutos se han materializado en una treintena de libros (sobre algunos hablaremos más adelante), ellos integran o colaboran en otros proyectos comunitarios como el Callejón de Hammel, el Callejón de la Paz, el Callejón del Poeta y otros proyectos culturales de Centro Habana, municipio donde viven, en la populosa calle de San Lázaro.
Además, ambos se desempeñan como profesores en los Institutos Pedagógicos de La Habana. Sus investigaciones las han desarrollado tanto en Cuba como en otros países de América Latina: México, Bolivia, Argentina. Han impartido conferencias y seminarios en regiones de América, Europa, Asia y África.
En 1964 unieron sus vidas Adys y Froilán, pero un poco antes los había unido el trabajo. Primero fueron alfabetizadores en las montañas de la Sierra Maestra, cuando ambos eran adolescentes; luego coincidieron en el mismo centro de enseñanza, en La Habana, donde ambos trabajaran un mismo tema por separado y cuyo resultado, según el parecer del profesor que lo había asignado, unieron para completar aquella primera investigación. Ese fue el germen, según cuenta Froilán, del acercamiento entre ambos jóvenes, aunque, según él, ya se había fijado en Adys desde la alfabetización, pues entonces ella cantaba y "lo hacía muy bien".
En su propia casa tienen una galería, en las paredes del amplio comedor, que han bautizado Galería 14 de junio, conformada con imágenes de Ernesto Guevara: disímiles retratos, pinturas, fotos, grabados del Guerrillero Heroico,que les han sido regladas por diversas personas, tanto de este país como de Bolivia y de otros sitios. La galería guarda también algunos diplomas de reconocimiento a esta pareja, otorgados por su amplia labor de investigación, divulgativa y cultural, donde se incluyen la réplica del Machete de Máximo Gómez, la Gitana Tropical, la Placa José María Heredia, la distinción Félix Elmuza por la UPEC y la Distinción por la Cultura Nacional.
Además de su trabajo como investigadores, cuyos frutos se han materializado en una treintena de libros (sobre algunos hablaremos más adelante), ellos integran o colaboran en otros proyectos comunitarios como el Callejón de Hammel, el Callejón de la Paz, el Callejón del Poeta y otros proyectos culturales de Centro Habana, municipio donde viven, en la populosa calle de San Lázaro.
Además, ambos se desempeñan como profesores en los Institutos Pedagógicos de La Habana. Sus investigaciones las han desarrollado tanto en Cuba como en otros países de América Latina: México, Bolivia, Argentina. Han impartido conferencias y seminarios en regiones de América, Europa, Asia y África.
En 1964 unieron sus vidas Adys y Froilán, pero un poco antes los había unido el trabajo. Primero fueron alfabetizadores en las montañas de la Sierra Maestra, cuando ambos eran adolescentes; luego coincidieron en el mismo centro de enseñanza, en La Habana, donde ambos trabajaran un mismo tema por separado y cuyo resultado, según el parecer del profesor que lo había asignado, unieron para completar aquella primera investigación. Ese fue el germen, según cuenta Froilán, del acercamiento entre ambos jóvenes, aunque, según él, ya se había fijado en Adys desde la alfabetización, pues entonces ella cantaba y "lo hacía muy bien".
Distinción Habana del Centro, otorgada por la Dirección Municipal de Cultura de ese municipio
Entre sus libros destacan los dedicados a José Martí, Mariana Grajales, Tina Modotti y el último título recién salido de una imprenta boliviana, este sobre Tamara Bunque, la única mujer de la guerrilla boliviana, dirigida por el Che Guevara
De Martí han hecho adaptaciones para los niños de varios libros, no solo de "La Edad de Oro". Para ellos escribieron también "Cuando el Che era Ernestito".
Pese a tener casi medio siglo de trabajo investigativo que dieron lugar a sus obras impresas, no solo en Cuba sino también en otros países, tanto de habla hispana como de otros idiomas a los cuales también han sido traducidos, ellos hablan con fervor de dos de esas investigaciones centradas en el asesinato de dos grandes hombres del siglo veinte: el del cubano Julio Antonio Mella, en México, y el de Ernesto Guevara en Bolivia.
"Julio Antonio Mella en medio del fuego. Un asesinato en México", vio la luz en 2002 gracias a Ediciones El Caballito, de Tlalpan, México. Es una exhaustiva investigación alrededor de la figura de Julio Antonio, sus padres, su familia, sus amigos, sus amores, y, por supuesto, todo el proceso de su lucha revolucionaria, que le costara la cárcel durante la dictadura machadista, y su exilio en México donde la muerte, ordenada por el tirano Gerardo Machado, ciega su vida en 1929.
Sobre el asesinato del Che, Froilán y Adys investigaron en Bolivia entrevistando lo mismo a revolucionarios que a soldados y oficiales que tuvieron que ver con la persecución a la guerrilla del Che. De esas investigaciones surgió "De Ñacahuasu a la Higuera", en el cual relatan los últimos días vividos por el Che y cómo ocurre su muerte. También gracias a esas investigaciones complejas, que ocasionaran riesgos y sospechas, logran rescatar las trece páginas que faltaban en el Diario del Che, publicado por primera vez en Cuba poco después de conocerse su asesinato; el rescate de esas páginas perdidas posibilita la publicación de una nueva edición que se titula sencillamente "Diario del Che en Bolivia". Y gracias a los testimonios de familiares y allegados de la familia Guevara de la Serna, dedican el libro "Canto inconcluso" a la madre del Che, Celia de la Serna, una mujer adelantada para su época, que supo trasmitirle a su hijo tanto conocimientos de otro idioma como el francés, y le inculcó los mejores valores humanos.
Ese trabajo de investigación, de enseñanza, de divulgación y participación en diferentes proyectos culturales no impidió consolidar la familia con la llegada de tres hijos varones que han seguido el camino de sus padres. Ellos han contribuido al aumento del núcleo de los González Cupull con seis nuevos miembros. En realidad, una pareja envidiable con una familia admirable.
Ese trabajo de investigación, de enseñanza, de divulgación y participación en diferentes proyectos culturales no impidió consolidar la familia con la llegada de tres hijos varones que han seguido el camino de sus padres. Ellos han contribuido al aumento del núcleo de los González Cupull con seis nuevos miembros. En realidad, una pareja envidiable con una familia admirable.
Galería de Imágenes