lunes, 19 de marzo de 2018

Irene Perpiñal espíritu tanguero de Bagatela orillero y reo Marcos bandoneonista tucumano Museo Che Guevara Buenos Aires

Hoy 25 de Junio como es martes vinieron los amigos de mi hijo Manuel Emiliano.  Guitarristas

y cantores de vereda todos, mi pareja actual Irene Rosa también deleitó a transeúntes y

vecinos con la emocionada interpretación del antiguo tango titulado “Mano Blanca” el grupo

de 22 individuos, aplaudieron con ganas parados algunos sobre la acera de Rojas 129 y otros

en la vereda de enfrente a la entrada de la Plaza del Caballito. (ojo que no son poca cosa 22

personas como público, he presenciado y disfrutado opiniones de 3 premios Nobel en el

Aula Magna de la Facultad de Medicina en la CABA y en total sumábamos (contándolos a

Rigoberta Menchu, la irlandesa que no recuerdo el nombre y a nuestro Adolfo Pérez Esquivel)

solo 195 seres humanos.  Asi que fue emocionante anunciarles a los presentes que entre ellos

estaba Eduardo, un siciliano de mediana edad que en su Italia viene recibiendo mis correos

electrónicos y que generosamente respondió a mi pedido trayendo y donándonos una bandera

de su patria.  La colgué bien alta en la vereda atrás de la antiquísima tabla de planchar que

sostenía una plancha de nafta antigua y era adornada por una combinación rosa de mujer que

sin duda debe haber pertenecido a una que se murió de amor. Aplaudieron todos con ganas.

La escupidera blanca de metal enlozado que colgaba abajo, la cabecera de la cama de plaza y

media de hierro con baranda de bronce, el cuadrito con la foto de Gardel (torcido), la herradura

mas abajo y la paleta de madera con tarugos) de frontón.  El siciliano a quien presente en la

vereda mediante micrófono fue muy aplaudido y nos abrazamos. No me costó abrazarlo porque

él estaba parado en la vereda y yo en el escalón del negocio que es mas alto. Prometí que

custodiaría el Museo del Che Guevara esa linda enseña patria de tanto inmigrante que dejó aquí

su sudor, sus sueños, su amor, y hasta su vida cuando militaron políticamente en la izquierda que

los genocidas militares pretendieron inútilmente destruir.  Y cantaron los 4 jóvenes vocalistas y

Rodrigo el guitarrista multiplicó sus 10 dedos por 4 y el público aplaudió con ganas.  Cuando

interpretaron vals criollo se vió a 2 parejas, una del lado norte (no sumaban 45 años) y la otra

del lado sur (acariciaban los 138 años) meciéndose felices en el juego del baile barrial.  Entre

el público tomaba fotos una joven de 25 años hawaiana, no vestía pollerita de paja ni bailaba

el Hula Hula, no nos había visitado 2 horas antes para conocer sobre el Museo del Comandante

Ernesto Che Guevara y estoy seguro de que obtuvo lo que buscaba.  Le propuse esperara

el acontecimiento cultural y pudo disfrutar como lo hizo el siciliano, de nuestros jóvenes

recuperando nuestra raíz cultural musical.  Interpretaron otro vals y la saqué a mi amiga Susana

viuda de Lerman, tras transcurrir 3 veredas decidí conmover al siciliano y se la dejé en los brazos,

ni lerdo ni perezozo el hombre arrancó y aproveché para sacar a la hawaiana que se adaptó bien. 

Como mi tarea no es disfrutar sino provocar “movidas” la entregué a uno de los jóvenes que

disfrutaban el espectáculo y el pibe la movió.   En suma que resultó una noche más ganada para

el barrio, para el tango y la milonga, para la Argentina, para la hawaiana, para el siciliano, para

un costarricense que apareció al final y está recopado. 

 

Irene Rosa Perpiñal,  la vocalista escribió y declamó esto:   

 

A todos ustedes que llevan metido el espíritu tanguero

más allá del gringaje copión  for export,

a ustedes que no solo lo tienen,

sino que como mi viejo con su fuelle,

lo daba a la gilada para hacerla mas nuestra, mas íntima,

y compartir su eterno misterio orillero y reo.  

 

                                                      Bienvenido  TANGO ,   HOY ES TU DIA.   

                                                                             Irene Rosa Perpiñal

 

REEMPLAZÓ  LA  QUE  ESTABA  ROTA

     

Niño de 12 años compró con sus ahorros una nueva bandera para su escuela

"Lo hice porque estaba rota y llegaba el día del juramento", dijo Wilson Acosta.

La historia de un pequeño gran orgullo nacido en tierras argentinas.

Un niño de 12 años perteneciente a una familia de humilde condición social compró con sus ahorros una nueva bandera para su escuela, en la ciudad cordobesa de Villa General Belgrano, a fin de reemplazar la enseña rota, para la ceremonia de jura de los chicos de cuarto grado.

"Lo hice porque estaba rota y llegaba el día del juramento", explicó Wilson Acosta, quien asiste al sexto grado de la escuela "Eloy Gómez", situada fuera del casco urbano de esa villa turística del valle de Calamuchita.

La maestra del niño, Giselle Canziani, relató que el pequeño vende copos de azúcar durante los partidos de fútbol que se disputan en una cancha de la zona, lo que le permitió ahorrar los 65 pesos que costó la nueva bandera.

"Otro chico quizás lo hubiese gastado en golosinas o en un juguete", advirtió la docente al diario La Voz del Interior.

La escuela pública a la que asiste el chico tenía una bandera desteñida y rota por lo cual, ante la inminencia del día patrio, cuando es tradicional que los alumnos de cuarto grado hagan la jura, Wilson decidió comprar una nueva.

Entre los chicos que prometieron la enseña patria este año se encontraba la hermana del niño, Jeniffer, de 10 años.

El acto por el Día de la Bandera se realizó ayer en el patio de la pequeña escuela rural, donde Wilson recibió el reconocimiento de las maestras y sus compañeros.

"El gesto nos llenó de orgullo y emoción, es un ejemplo de identidad nacional", destacó Graciela Molinero, directora de la escuela, que tiene solo 136 alumnos.

Los docentes relataron que los niños Acosta son condición socio económica muy humilde y viven en una situación algo precaria.

Los chicos se incorporaron a la escuela hace unos meses, ya que se mudaron junto a su madre desde Misiones, para cuidar a un hermano mayor, quien vive en esta zona de Córdoba y sufre graves secuelas de salud a raíz de un accidente en moto que tuvo tiempo atrás.

"Wilson se integró muy bien a la escuela y al grupo, es un niño tranquilo, sumiso, muy respetuoso", dijo su maestra.