8.5.20.
El mundo y Cuba: Barcos negreros, colas y escaseces
en tiempos de Covid-19.
Por Iroel Sánchez
De inmediato recordé la imagen incluida en uno
de los libros de historia que me acompañaron en la escuela primaria: El
barco negrero. Aquellos hombres hacinados, como piezas de una geometría
perfecta hecha con seres humanos.
Aunque esta vez no se trataba de historia, sino
de actualidad. Las imágenes que han recorrido el mundo desde las cárceles de El
Salvador, muestran cómo trata a sus desechos el sistema que se erige en modelo
para el mundo.
Cierto que son delincuentes, miembros de bandas criminales que
ejercen una violencia extrema, fruto de las condiciones económicas y
sociales que el modelo impuesto desde Estados Unidos a su “patio trasero”
ha dejado muchas veces como única opción para los jóvenes de familias humildes.
Pero nada justifica el trato humillante y casi animal a seres humanos, mucho
menos su politiquera y demagógica exhibición mediática, como ha hecho el
gobierno salvadoreño.
Sin embargo, los vigilantes de los Derechos Humanos en la
región, aquellos que desde Washington sancionan países en nombre del respeto a
lo que llaman “valores universales” no han tenido más que silencio
ante semejantes hechos.
Las cárceles latinoamericanas en tiempos de
pandemia por el virus Covid-19 han vivido desde contagios masivos (Perú),
motines por no garantizar mínimas condiciones de salubridad para quienes las
ocupan (Argentina, Colombia, Brasil…), hasta espectáculos que recuerdan el
fascismo como lo que testimonian las imágenes de las cárceles salvadoreñas. Hay
excepción, pero no es noticia.
El gobierno cubano ha informado que no se
reportan casos de Covid-19 en sus establecimientos penitenciarios y en medio de
esta situación global ha excarcelado a 421 personas en prisión provisional y a
6158 les concedió la libertad anticipadamente.
¿Cómo es posible? Una sociedad
donde no hay crimen organizado, en la que la primera misión de las
instituciones penitenciarias es reeducar, y su sistema de salud, con el mayor
número de médicos per cápita del mundo, alcanza también a las prisiones, puede
hacerlo a pesar de tener una economía a la que Estados Unidos se empeña en que
no le llegue un solo dólar ni un barco con combustibles, tampoco medicamentos
ni equipos relacionados con la salud.
Pero Cuba es observada con lupa. Mientras el
vecino poderoso, que la bloquea y supera en 30 veces su población, igualaba con
el Covid-19 las muertes de su guerra más cruenta (Vietnam), llegando al millón
de contagios, la noticia para una revista estadounidense acreditada en La
Habana era que 48 nuevos casos del contagioso virus eran detectados por
el sistema de salud cubano en un día, y The Washington Post hablaba
sin pruebas y con una sola fuente no contrastada de que “los cubanos
combaten la censura de su gobierno en plena pandemia” porque
supuestamente no se le permite a una persona lucrar con la escasez que la
política del gobierno de Estados Unidos busca provocar y a la vez presentarla
como algo que nada tiene que ver con esa política.
Eso hace un medio de
comunicación del país que persigue con saña a Edward Snowden y Julian Assange y
tiene de aliados en la OTAN a “democracias” como la española
que sólo en 2019 impuso 766.416 multas en razón de la llamada “Ley Mordaza”,
con una cuantía total de 416.527.489 euros.
Cuba acumulaba hasta las 12 de la noche del sábado
2 de mayo 1 649 personas positivas al SARS-CoV-2, 67 fallecidos y 827
pacientes ya recuperados, según informó este 3 de mayo en conferencia de prensa
el doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del
Ministerio de Salud Pública.
¿Hay colas en Cuba? Sí y muchas. ¿Hay escasez?
También la hay. ¿Es única y exclusivamente el bloqueo la causa de los problemas
económicos cubanos? No, y el primero que lo ha dicho es el gobierno cubano,
pero también, como ha reconocido una abrumadora cifra de países en la ONU, ha
planteado que el bloqueo es el principal obstáculo al desarrollo de la Isla y
la principal violación a los Derechos Humanos de su pueblo.
Hace sesenta años
que un funcionario del Departamento de Estado le escribió un memorando al
Presidente estadounidense diciendo que la estrategia eficaz para derrocar a la
Revolución cubana es provocar carencias y escaseces para que el pueblo se canse
y derribe al gobierno, política que nadie ha llevado más lejos que la
administración de Donald Trump.
¿Hay colas en el capitalismo? Las hay. ¿Menos que
en Cuba? Menos. ¿Incluso en el capitalismo tercermundista hay menos colas que
en Cuba? Sí. ¿Por qué? Porque en el capitalismo la cola es la del ejército de
excluidos para sobrevivir en empleos precarios que apenas les dan para pagar
electricidad, agua y alquiler, si tienen alguna o varias de las tres cosas, y
cuando algo escasea, como ha sucedido ahora con el gel de alcohol o las
mascarillas por el Covid-19, se le multiplica el precio y ya está ¿Por qué
entonces vemos colas en estos días en ciudades de Estados Unidos y Europa?
Esas
colas son por acceder a comida gratuita para el número creciente de
desempleados y pobres y no están reguladas por la oferta y la demanda, aunque
en estos días hemos visto allí otras no presentes en Cuba: Colas para recibir
atención médica, colas para morir y colas hasta para ser enterrados. ¿Qué
ocurriría si sufrieran un bloqueo como el que sufre Cuba? Como ha afirmado el
Doctor en Ciencias Económicas Rafael Correa, ex Presidente de Ecuador:
“Evaluar el éxito o el fracaso del modelo
económico cubano, haciendo abstracción de un bloqueo criminal de más de 50
años, es pura hipocresía. Cualquier país capitalista de América Latina
colapsaría a los pocos meses de un bloqueo similar.”
Aún sin bloqueo, esta mega crisis provocada por
la pandemia de Covid-19 está haciendo visibles grietas en las cadenas
logísticas, incluso entre los más ricos, como plantea el diario The Chicago
Tribune:
“Después de semanas de preocupación por la
escasez en las tiendas de comestibles y las revueltas para encontrar la última
caja de pasta o rollo de papel higiénico, muchas de las granjas más grandes de
la nación están luchando con otro efecto espantoso de la pandemia. Se ven
obligados a destruir decenas de millones de libras de alimentos frescos que ya
no pueden vender.”
(…)
“La cooperativa lechera más grande de la
nación, Dairy Farmers of America, estima que los granjeros están
vertiendo hasta 3.7 millones de galones de leche por día. Un único procesador
de pollo está rompiendo 750,000 huevos sin eclosionar cada semana.”
A propósito, la analista económica Stacy Herbert
señalaba en el programa KeiserReport que cuando retornen los huevos será a
cuatro veces su precio anterior, por supuesto que no habrá colas para
comprarlos.
En estos días Cuba libra, como el mundo entero,
su batalla contra el Covid-19 junto a otras dos que sólo le tocan a ella y a un
grupo de elegidos por el gobierno estadounidense: la del bloqueo económico y la
guerra mediática.
Para la prensa que la juzga, todo lo que en la Isla esté mal
es culpa del socialismo, como todo lo malo que está sucediendo con el Covid 19
en Estados Unidos, solo es, cuando más, culpa de Donald Trump.
Mientras tanto,
la Cuba bloqueada, donde escasean los reos exhibidos como animales de presa en
barcos negreros, las colas de cadáveres sin enterrar y de enfermos sin atención
médica, va delante en la batalla mundial contra el Covid 19, y no le basta
luchar por ella sino que envía sus médicos a decenas de naciones en las que el
capitalismo ha fracasado para garantizar el más elemental de los derechos: la
vida.
Fuente: Al Mayadeen
Mi comentario detrás de las palabras que nos quieren explicar la realidad:
Jamás la imagen de la victoria del pequeño David bíblico frente y contra el bestial Goliath, ha sido más real y menos mitológica que nunca:
ante la derrota histórica del neoliberalismo monroista de EEUU frente a Cuba socialista y Venezuela bolivariana, quieren destruir su ejemplo y perpetuarse por la fuerzas al sur del río Bravo hasta Patagonia como si fueran los amos del mundo.
La inesperada pandemia de la covid-19 y sus consecuencias catastróficas para EEUU y el mundo todo, ha puesto al Imperio de EEUU en crisis total y puede ser aun mucho peor; y no saben, o 'se han hecho los suecos', que de iniciar 1, 2, 3, muchos Vietnam en nuestra América, sin dudas significaría la anticipación rápida del fin de ese Estado neofascista que oprime de hecho y sin derecho al 99% de la humanidad.
Fidel lo dijo:
"jamás tendrán a Cuba" y ni aún aplicando genocidio con todas sus bombas nucleares, podrán a estas alturas, borrar el ejemplo emancipador de la Revolución Cubana, y simplemente perdieron en este siglo XXI su dominio imperial sobre sus neocolonias en América Latina y el Caribe.
Este artículo muestra como internamente el sistema imperial de EEUU implota sin remedio en todos los órdenes:
o mueren de muerte natural o de muerte violenta; pero le llegó su hora final.
El Che Guevara lo predijo hace muchos años; y su visión se cumple como la rotación de la Tierra alrededor del Sol.
Ojalá sea pacíficamente; eso dependerá de la élite del.poder imperial.
|~Panta~|