Nicaragua,
Afganistán, Venezuela: las guerras privadas de EEUU a través de la CIA
© AP Photo / Petr David Josek
La participación de soldados
estadounidenses en la incursión marítima que intentó desembarcar en Venezuela,
recuerda a otras operaciones que la CIA financió, armó y entrenó para
desestabilizar otros gobiernos, anteriormente. Un repaso desde los ‘Contras’ de
Nicaragua hasta los mercenarios de Silvercorp.
La detención de dos
ciudadanos estadounidenses, tras la frustrada incursión marítima en las costas
de Venezuela, el 3 de mayo, volvió a poner sobre la mesa la estrategia de EEUU
de apoyar, de forma no oficial o a través de sus empresas militares
contratistas privadas, la formación y el entrenamiento de guerrillas o grupos
armados con mercenarios, para derrocar gobiernos
latinoamericanos.
En los años 80, los
‘Contras’, como se conoció a los contrarrevolucionarios o Resistencia
Nicaragüense, buscaron derrocar al gobierno revolucionario del Frente
Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que había accedido al
poder tras la Revolución de 1979.
En su afán de derrocar al
gobierno sandinista, los ‘Contras’ llevaron a cabo más de 1.000 ataques
terroristas, entre 1980 y 1991. Se destacaban por tener armamento muy potente
para tratarse de un grupo guerrillero, lo que ya daba pistas de que contaba con
potente financiamiento. En efecto, usaron en sus operaciones fusiles de asalto
y metralletas de origen estadounidense. Incluso, llegaron a utilizar, con éxito
(derribaron
varios helicópteros sandinistas) misiles antiaéreos Red Eye, fabricados por EEUU.
El propio ex integrante de
los ‘Contras’ Oscar Sobalvarro —conocido como el ‘Comandante Rubén’— reconoció,
en una entrevista con el diario nicaragüense La Prensa, que el gobierno
estadounidense les había proporcionado 270 misiles Red Eye, para combatir los
helicópteros y aviones que la Fuerza Aérea Sandinista había importado desde la
Unión Soviética. El ex contrarrevolucionario admitió que la entrega de los misiles,
por parte del gobierno de EEUU, se realizaba en "operaciones
encubiertas".
En el marco de su apoyo a
los ‘Contras’, la CIA fue responsable de las operaciones de minado de varios
ríos y puertos de Nicaragua. Los ‘Contras’, también, supieron practicar
torturas y ejecuciones a civiles y campesinos sospechosos de ser sandinistas.
Muchas de esas técnicas las habían entrenado, meses antes, en instalaciones
militares de California y Florida, cuando recién comenzaban las operaciones
anti-nicaragüenses, desde Washington.
El apoyo estadounidense a
los terroristas nicaragüenses quedó, finalmente, demostrado en 1986, cuando el
Ejército Popular Sandinista derribó un avión militar de El Salvador, que
sobrevolaba suelo nicaragüense. El único sobreviviente de ese vuelo acabó confesando
que la nave transportaba armamento destinado a los ‘Contras’.
© REUTERS / Marco Bello
El hallazgo fue una de las
puntas de un escándalo que acabó demostrando la existencia de un plan del
gobierno estadounidense de Ronald Reagan, para vender armas a la República de
Irán, en ese momento en guerra con Irak. El plan era una triangulación que
incluía utilizar los fondos de esas ventas para apoyar a los nicaragüenses. La
mente detrás de aquella operación era Oliver North, un ex militar, devenido en asesor
de Reagan.
La comprobada participación de la CIA en las operaciones y el
financiamiento de los ‘Contras’ llevó al gobierno sandinista a denunciar a EEUU
ante la Corte Internacional de Justicia, en 1984, asegurando que había
suficientes elementos para comprobar la asistencia militar y logística de la
potencia del norte hacia el grupo armado ilegal.
En su fallo, emitido el 27 de
junio de 1986, la Corte Internacional de Justicia no pudo establecer que
Washington había creado al grupo paramilitar, pero sí "consideró
probado" que, desde el país norteamericano, "habían
financiado, adiestrado, equipado, armado y organizado en gran parte al FDN (Fuerza Democrática Nacional), uno de los elementos de
esa fuerza".
La Corte dispuso que EEUU
debía indemnizar a Nicaragua por los daños ocasionados; algo que nunca hizo y
que le fue perdonado, en 1992, por el gobierno antisandinista de Violeta
Chamorro. El caso de los ‘Contras’ nicaragüenses quedó en la Historia como uno
de los ejemplos más claros del apoyo estadounidense a disidentes, en otros
países.
Afganistán, Irak y los
ejércitos privados
Sin embargo, no fue el
primero. La Guerra de Afganistán, entre 1978 y 1992, había tenido la
intervención de EEUU en el entrenamiento y apoyo armamentístico y económico a
los rebeldes islámicos conocidos como muyahidines. También, en ese caso, la CIA
entrenó a rebeldes reclutados para combatir a las fuerzas de la Unión
Soviética, que apoyaban al gobierno afgano.
© Sputnik /
En el siglo XXI, Afganistán
e Irak fueron escenario de un nuevo modelo de participación de EEUU en los
conflictos. Ya no lo hacía directamente la CIA, sino a través de ejércitos privados
con contratos con el gobierno estadounidense. La empresa Blackwater
—actualmente llamada Academi— es un ejemplo de esa estrategia, cuyo ejército privado
participó de intervenciones armadas y hasta ejecuciones extrajudiciales, en el
marco de sus contratos con la CIA.
El uso de mercenarios y
ejércitos privados en incursiones militares contra el gobierno de Nicolás
Maduro ya había sido mencionado en 2019, cuando la agencia Reuters divulgó
que la Empresa tenía preparado un contingente de entre 4.000 y 5.000 soldados,
para ingresar a Venezuela desde Colombia.
Silvercorp, la empresa
contratada por Guaidó para derrocar a Maduro
Finalmente, la que sí
intentó colarse en territorio venezolano fue Silvercorp, otra empresa privada
de seguridad estadounidense, según quedó al descubierto luego de que un
artículo del Washington Post revelara un contrato firmado entre
representantes del opositor Juan Guaidó y la Compañía.
"Silvercorp
USA fue fundada con un solo propósito en mente. Proveemos a gobiernos y
corporaciones soluciones realistas y a tiempo a problemas irregulares", es el mensaje de presentación
que la firma muestra en su sitio web.
La Empresa, instalada en
2018 en el Estado de Florida, asegura operar en más de 50 países, ofreciendo
los servicios de "planificación y consultoría, manejo de riesgo,
proyectos especiales y análisis de riesgo de infraestructura crítica".
Dentro de su personal, la Empresa dice incluir "líderes de su
industria, ex diplomáticos, ex jefes de seguridad de multinacionales y los más
experimentados militares, agentes del orden y profesionales de inteligencia de
la actualidad".
© Sputnik / Leo Alvarez
Silvercorp ofrece a sus
clientes el conocimiento "técnico y táctico" de sus asesores
para combinarlo con la "visión local" de quien los contrata.
La cara de Silvercorp en el
contrato con Guaidó es Jordan Goudreau, un ex militar estadounidense (aunque nació en Canadá) de 43 años, que ahora se
desempeña en la Empresa. Goudreau, según el acuerdo que quedó registrado en una
grabación difundida por el Gobierno de Venezuela, encabezaría la Operación, con
la misión, según quedó plasmado en el acuerdo, de "capturar/ detener/
destituir a Nicolás Maduro".
Goudreau ya había estado en
la frontera entre Colombia y Venezuela, en febrero de 2019, cuando fue
contratado para integrar la seguridad del concierto Venezuela Live Aid, en la
ciudad colombiana de Cúcuta. La presencia del norteamericano está registrada en
la propia cuenta de Instagram de Silvercorp, que indica que estuvo "controlando
el caos en la frontera venezolana".
Por la operación completa
—que fue denominada Operación Gedeón—, la Empresa recibiría 212.900.000 de
dólares, 50 millones de los cuales debían ser pagados en una primera etapa.
Pentágono admite: China
derrotará a EEUU en una posible guerra
Buques
chinos en el mar del sur de China.
MRZ/NCL/MRG
- 16 de mayo de 2020
El
Pentágono admite la vulnerabilidad de EE.UU. ante China y dice que cualquier
ataque del gigante asiático causará significativos daños al país
norteamericano.
Según
un artículo publicado, este sábado, en el diario británico Daily Mail, en paralelo con la
reciente escalada de tensión entre China y EE.UU. por las desavenencias sobre
el origen del nuevo coronavirus, un nuevo informe del Departamento
estadounidense de Defensa (Pentágono) subraya que una simulación mostró
que, en el año de 2030, cuando Pekín tendría nuevos submarinos de ataque,
portaviones y destructores, Estados Unidos sería
completamente derrotado por el Ejército chino, en una posible guerra en el Indo-Pacífico.
Sin embargo, los expertos del Pentágono han alertado
de que esta amenaza del gigante asiático puede ser más inmediata que 2030, y
aseguran que, actualmente, las bases estadounidenses en el Indo-Pacífico
corren peligro de ser atacadas, desde que China ha aumentado su
suministro de misiles de mediano alcance.
China ha aumentado su capacidad defensiva en medio
de las crecientes actividades militares de EE.UU. Un experto chino asevera que
Pekín tiene derecho a desplegar armas, debido a las crecientes amenazas
contra su país.
El informe del Pentágono ha revelado que,
según Bonnie Glaser (directora del Proyecto de Energía de China en el Centro
de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington), actualmente, China es
considerada la mayor amenaza para el Departamento de Estado de EE.UU. y la Casa
Blanca.
“China cuenta con misiles balísticos antibuque de
largo alcance y misiles hipersónicos [más de cinco veces la
velocidad del sonido]”, indicó la
funcionaria del Pentágono.
La rivalidad militar entre los dos países sigue en
aumento, tras el estallido de la COVID-19, mientras esta enfermedad también ha
servido al gobierno estadounidense, presidido por Donald Trump, para
incrementar sus presiones contra el gigante asiático.
EE.UU.
trató de afianzar la idea de que el coronavirus es un “virus chino” y,
en la actualidad, indica contar con pruebas que constatan que China fabricó
el patógeno en un laboratorio en Wuhan; teoría rechazada tanto
por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como por el
epidemiólogo Anthony Fauci, el médico que lidera la lucha de EE.UU. contra
la COVID-19.
En las últimas semanas, han ido en aumento las
misiones de los buques y bombardeos estadounidenses en el Pacífico. EE.UU.
envió tres veces bombarderos B-1 a la Región, incluidos el Mar del Sur de
China y la Isla de Guam. Washington ha realizado, además, maniobras
provocativas cerca de las aguas en disputa en el Mar de la China Meridional. El
miércoles, envió un buque de guerra a través del Estrecho de Taiwán.
Barco con gasolina
iraní zarpa hacia Venezuela, EEUU reitera amenazas
Un
tanquero de la Compañía Nacional de Petróleo de Irán (NITC, sigla por su
nombre en inglés).
MYD/CTL/MKH
Nuevos
informes indican que un buque cisterna cargado con gasolina y con bandera iraní
está navegando hacia Venezuela, pese a las amenazas de EE.UU.
Según la
agencia británica Reuters,
citando los datos de rastreo de buques de Refinitiv Eikon, una
embarcación iraní, denominada Clavel, atravesó, el pasado miércoles, el Canal
de Suez, en Egipto, en su recorrido hacia Venezuela, después de cargar
combustible en el puerto iraní de Bandar Abás, a finales de marzo.
El
Medio afirmó que otras cuatro embarcaciones iraníes, del mismo tamaño, habían
sido cargadas con combustible en el aludido puerto y se dirigían al Océano
Atlántico, después de cruzar el Canal de Suez, agregando que se
desconocía el destino final de estos tanqueros.
Aunque
la noticia no ha sido, todavía, confirmada por las autoridades persas, Reuters estimó que el envío de
combustible podría aliviar las necesidades del gobierno venezolano, que
experimenta gran escasez de gasolina debido a las sanciones impuestas en su
contra por la administración estadounidense.
No
obstante, un funcionario de alto rango del gobierno estadounidenses, presidido
por Donald Trump, dijo el jueves a Reuters
que Washington estaría considerando tomar medidas en respuesta
al envío de combustible iraní a Venezuela.
“No sólo no es bienvenido por Estados Unidos, sino que
tampoco lo es por la Región, y estamos analizando las medidas que se pueden
tomar",
indicó a la Agencia el funcionario norteamericano, que habló bajo condición de
anonimato para, después, alegar que Caracas estaría pagando con oro,
a Irán, el combustible.
Por
su parte, el Departamento de Estado, la Oficina de Control de Activos
Extranjeros del Departamento del Tesoro y la Guardia Costera de EE.UU.
emitieron, el jueves, un aviso para alertar a la industria marítima sobre las
que llaman “prácticas de envío engañosas” para evadir sanciones, sobre
todo por Irán, Corea del Norte y Siria.
Trump sacó, en mayo de 2018, a Estados Unidos del acuerdo
nuclear con Irán —conocido como el Plan Integral de Acción
Conjunta (PIAC o JCPOA, siglas por su nombre en inglés)— y presionó a otros
países para que corten sus lazos económicos y “reduzcan a cero” la
exportación del petróleo con la República Islámica.
Irán,
uno de los grandes productores y exportadores de crudo, difícil de ignorar, ha
asegurado que frustrará las sanciones petroleras de EE.UU. y que la
retórica norteamericana sólo aumentará tensiones en el mercado mundial.
Irán
y Venezuela, dos principales víctimas de embargos estadounidenses, han
colaborado siempre para superar las presiones estadounidenses.
En
esta línea, el presidente iraní, Hasan Rohani, y su par venezolano, Nicolás
Maduro, acordaron “fortalecer” la “cooperación entre ambas
naciones” y luchar juntos contra las “sanciones crueles” de EE.UU., durante
un diálogo telefónico, el pasado 13 de abril.
EEUU reforzará su
presencia militar en América Latina
El
jefe del Comando Sur de EE.UU., el almirante Craig Faller, ofrece un discurso
en Florida (EE.UU.), 27 de julio de
2019.
NKH/KTG/MYD/RBA
El
jefe del Comando Sur de EE.UU. informó de incremento de su presencia militar en
América Latina, para finales de año.
“Habrá un aumento
de la presencia militar de Estados Unidos en el Hemisferio, más adelante, este
año; esto incluirá un mayor despliegue de barcos, aviones y fuerzas de
seguridad”, anunció,
el miércoles, el jefe del Comando Sur de EE.UU., Craig Faller.
El
almirante estadounidense reclamó que el objetivo de la medida es “tranquilizar”
a los socios del país norteamericano y contrarrestar una serie de amenazas,
entre ellas el “narcoterrorismo”. Faller denominó a América Latina como “nuestro
vecindario”, y afirmó que existen desafíos complejos donde se verá.
Asimismo,
alegó que mientras Rusia, China y Cuba “colaboran” con el gobierno
venezolano, “las democracias del mundo buscan una forma de conseguirle al
pueblo venezolano lo que se merece: una economía libre y próspera”.
Estas
declaraciones surgen tras la reunión del presidente brasileño, Jair Bolsonaro,
con las autoridades estadounidenses, el pasado domingo, cuando el mandatario de Brasil firmó un acuerdo bilateral de
cooperación militar con EE.UU., que implicará, para la industria
brasileña, un mayor acceso al mercado de defensa estadounidense.
Faller,
calificó de “histórico” lo suscrito, asegurando que fortalecerá “la
defensa” de la Región, “contra las amenazas” que, para ellos,
significa Venezuela.
Por
su parte, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, denunció el lunes nuevas amenazas
coordinadas de EE.UU., Brasil y Colombia, calificándose de un acto de guerra
sus iniciativas. Días atrás, también el presidente venezolano, Nicolás Maduro,
alertó que Estados Unidos, mediante sus acciones, buscaba empujar a Brasil a un
conflicto armado contra Venezuela, por lo que pidió a sectores humanistas
detener cualquier “aventura de Jair Bolsonaro, en coordinación con [el
presidente estadounidense] Donald Trump”.
Desde
2019, cuando el líder opositor venezolano Juan Guaidó se autoproclamó
‘presidente encargado’ de Venezuela, Washington empezó a adoptar medidas
punitivas contra el gobierno de Maduro, para deponerlo y, según alega
Caracas, hacerse con el control de los recursos naturales
venezolanos y ahora, incluso, amenaza a la nación sudamericana con una intervención
militar.
El
gobierno venezolano, a su vez, ha condenado las medidas coercitivas de EE.UU.
contra Caracas y ha interpuesto una demanda contra Washington ante la Corte
Penal Internacional (CPI) por sus crímenes de lesa humanidad.