miércoles, 27 de junio de 2007

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Mar del Plata, Miércoles 6 de junio de 2007

Diálogo con Suhail Hani Daher Akel a 40 años de ocupación de Palestina

"Israel no quiere la paz" dijo el ex embajador palestino en Argentina
El ex diplomático del Estado Palestino, considera que su país ha puesto "voluntad" haciendo "concesiones dolorosas". Pero que Israel, "una potencia expansionista y colonialista", quiere "tener hostilidades con sus vecinos".

"Israel no quiere la paz" dijo categórico el embajador Suhail Hani Daher Akel ayer, día en que se cumplieron 40 años de ocupación de territorio palestino por parte de Israel.
Akel fue el responsable de instalar la primera oficina palestina en Argentina y su más alto representante hasta mediados del año pasado.


El diplomático estuvo Ayer en Mar del Plata invitado por la agrupación estudiantil Cauces de la Facultad de Ingeniería, para brindar una charla sobre este conflicto, que se inició primero en 1947 cuando las Naciones Unidas autorizaron a Israel a instalarse en un sector del territorio Palestino y que recrudeció en 1967 cuando Israel ocupó mayor cantidad de territorio del designado, incluyendo la capital, Jerusalén.

Akel, se considera a si mismo y a su pueblo "víctima del expansionismo de Israel, de los azotes israelíes, de la limpieza étnica de las fuerzas israelíes contra la población civil palestina, los asesinatos selectivos y del muro de apartheid, que hoy supera los 720 kilómetros cuando nuestra línea verde que es supuestamente la línea fronteriza de 1967 es de apenas 356 kilómetros".

El diplomático aseguró en diálogo con este medio que Israel no solo quiere tener su territorio, sino que "quiere Jerusalén, Palestina y quiere tener el resto de los países árabes" porque, según definió "es una potencia expansionista, colonialista".
Akel, es uno de los tantos palestinos exiliados de Jerusalén cuando era apenas un niño y a la que pudo volver una sola vez, en 1995. "Hoy Jerusalén, nuestra capital, está totalmente amurallada y los palestinos no tenemos derecho de entrar" dijo.

"Israel hace alegatos sobre Jerusalén que no tienen nada que ver, la historia de Jerusalén no les pertenece. Hablan de 3.000 años de historia judía en Jerusalén, cuando nosotros tenemos 5.500 años de historia palestina en Jerusalén, fundamos a Jerusalén" aseguró recordando que "los hebreos entraron a Jerusalén, 20 años antes de Cristo".

Pero más allá de la cuestión histórica y de los textos bíblicos, aseguró que "según la resolución de las Naciones Unidas de la partición de palestina -para la creación del Estado de Israel- Jerusalén iba a estar dentro del territorio árabe Palestino, muy lejos de la frontera de Israel y como ciudad internacionalizada", agregando que Israel no sólo "ocupó un territorio mayor" del designado sino que "ocupó también el sector occidental de Jerusalén y la consideraron ciudad indivisible, capital de Israel". Si bien la ONU "refutó" esta decisión, le exigió el retiro y pidió a sus países miembro tener su sede diplomática en Tel Aviv "Israel, que nació de la probeta de la ONU nunca cumplió ninguna de sus resoluciones".

Akel lamentó que los cambios de gobierno que se dieron en Israel no contribuyan a generar el diálogo entre ambos países. "Además de estar sometidos a la ocupación israelí estamos sometidos a la democracia israelí. Cada vez que Israel tiene que tomar un compromiso de los que asume internacionalmente, con nosotros o cada vez que la situación se le pone difícil le resulta más fácil cambiar de gobierno. Viene un nuevo gobierno que desconoce absolutamente todo lo que hizo, firmó prometió el gobierno anterior y comienza una nueva etapa con el mismo estilo de ocupación y sometimiento", definió.

En ese contexto recordó que Barak "tuvo en sus manos el visto bueno para llegar a un acuerdo" -incluso la recordada reunión en Camp David con Bill Clinton y Yasser Arafat- pero no se animó porque Israel no es un país que ama la paz, quiere estar en guerra". Más adelante, Akel, que ha estudiado ciencias políticas, sociología y ceremonial, aseveró que el problema entre Israel y Palestina no tiene nada que ver con religiones. "Se minimiza el conflicto diciendo que son luchas fratricidas religiosas, pero no es un conflicto religioso. Históricamente en Palestina vivieron las tres religiones monoteístas que nacieron allí -judía, cristiana y musulmana- en paz; hasta principios del siglo pasado los judíos vivían en Palestina como parte de nuestro pueblo porque el judío que nace en Palestina es palestino, al igual que el judío que nace en Argentina es argentino". En ese sentido consideró que en este conflicto "no se pone en juego la religión sino la identidad de las personas".

Akel también habló del controvertido tema del terrorismo, con el que es común que los palestinos sean identificados, señalando que "nosotros enfrentamos a los israelíes con nuestra voluntad, con la piedra de nuestros hijos, con armas caseras, simples y sencillas y nos enfrentamos a un robot preparado para matar, a F16, a blindados, a un poder militar que es uno de los principales internacionalmente, con la sencilla voluntad de ser libres", asegurando que las mismas Naciones Unidas dice que "los pueblos deben hacer lo necesario para poner fin al dominio extranjero, incluso llegar a tomar las armas".

De todas formas aseguró que "obviamente no queremos que mueran ni más palestinos ni más israelíes, queremos definitivamente lograr un entendimiento y por eso hicimos nuestras concesiones dolorosas, como reconocer al estado de Israel con mayor cantidad de territorio, aceptar un acuerdo sobre Jerusalén, restituir un estado Palestino con el 22 por ciento del territorio histórico de Palestina. Hemos puesto mucha voluntad".