miércoles, 25 de julio de 2007

Héroe cubano preso en Estados Unidos Gerardo Hernández Nordelo Cuba y Argentina lo reclaman libre

















Agente cubano preso en EEUU espera anulación cargos
Martes 24 de Julio, 2007 1:20 GMT


Por Marie Frail

WASHINGTON (Reuters) - Gerardo Hernández considera que tras 10 años preso en Estados Unidos pagó por su trabajo como agente no declarado del Gobierno de Fidel Castro.

Por eso espera que una Corte de Apelaciones anule las dos cadenas perpetuas a las que fue condenado en el 2001 en Miami para, según dijo esta semana a Reuters durante una entrevista telefónica desde una prisión en California, saciar la sed de venganza de los exiliados cubanos que había infiltrado.

En Estados Unidos lo acusaron de intentar infiltrar objetivos militares y facilitar el derribo en 1996 por un MiG cubano de dos avionetas del grupo Hermanos al Rescate, en las que murieron sus cuatro tripulantes.

En Cuba, sin embargo, Hernández y los otros cuatro agentes arrestados en 1998 han sido condecorados por Fidel Castro como héroes de la república por infiltrar "grupos terroristas."
"Esperamos que la corte reconozca que el cargo de espionaje y el de derribar los aviones no tiene ninguna base y, básicamente, nos deje con el cargo de conspiración con una sentencia de 10 años," dijo desde la prisión de Victorville.

"Es muy diferente de ser condenado a cadena perpetua por algo que no hiciste," añadió Hernández, de 42 años, en una entrevista realizada en inglés a pedido de las autoridades penitenciarias de Estados Unidos.

Una corte de apelaciones de Atlanta tiene programada para el 20 de agosto una vista oral que podría reabrir el caso.

Tras su arresto el 12 de septiembre de 1998 por agentes del FBI de Miami, la fiscalía de Estados Unidos los acusó de tratar de infiltrar objetivos militares en busca de secretos. Uno de ellos trabajaba como limpiador en la base de entrenamiento naval en Boca Chica, cerca de Cayo Hueso.

Todos admitieron que recibían órdenes de Cuba.

"Siempre lo reconocimos. Es correcto, estábamos trabajando para Cuba," dijo Hernández.
"Por eso podríamos haber sido condenados a un máximo de 10 años," añadió.
La fiscalía no pudo demostrar que Hernández ayudó a Cuba a derribar las dos avionetas de Hermanos al Rescate.

Según Hernández, la operación para arrojar panfletos sobre La Habana había sido anunciado por el grupo de exiliados durante una conferencia de prensa.
Aún así, fue condenado en el 2001 por un tribunal de Miami, bastión de los exiliados cubanos donde los jueces, comentó, no resistieron la hostilidad hacia el Gobierno comunista de Cuba.

Un panel de la corte de apelaciones de Atlanta anuló las sentencias en el 2005, porque, dijeron, los prejuicios contra Castro no garantizaron un juicio justo en Miami.

La decisión fue desestimada el año pasado por ese mismo tribunal.

Según Ricardo Alarcón, el presidente del Parlamento cubano y principal asesor de Castro en su política hacia Estados Unidos, Hernández y los otros agentes fueron víctimas de la complicidad de Washington con los exiliados cubanos de Miami.

"Si hubiera un Gobierno decente en Washington el proceder sería retirar todas las acusaciones, pedir perdón y se acabaría todo," dijo esta semana durante una entrevista en La Habana.

Para Hernández, la puesta este año en libertad bajo fianza del ex agente cubano de la CIA, Luis Posada Carriles, acusado de la voladura en 1976 de un avión comercial cubano con 73 personas a bordo, demuestra que la justicia estadounidense es permeable a influencias políticas.

"En este país, si eres un terrorista contra Cuba no hay problema. Esos son 'buenos terroristas' del Gobierno de Estados Unidos o 'militantes anticastristas', como los llaman," añadió.

MANUEL EL DISEÑADOR

Para Hernández, que vivía en Miami bajo la cobertura de un diseñador gráfico llamado Manuel Viramontes, lo peor de sus 10 años de prisión ha sido no ver a su esposa Adriana Pérez, a quien Estados Unidos negó una visa en siete oportunidades.

"Nos están condenando de por vida a no verlos," dijo Pérez, una ingeniera química de 37 años, durante una entrevista en La Habana.

"Es una forma de presionarlos, de debilitarlos (...) Algo que no han podido lograr con ninguno de ellos," comentó y dijo que en septiembre volverá a pedir una visa para visitar a su esposo.

Hernández señaló que pasa su tiempo en la prisión escribiendo cartas a familiares, amigos y simpatizantes. Tiene derecho a 300 minutos mensuales de llamadas telefónicas, pero no le permiten usar el correo electrónico como al resto de los presos.

Según su biografía oficial, estudió relaciones internacionales en La Habana, combatió en una brigada de tanques en la Guerra de Angola y desempeñaba "peligrosas misiones" en Estados Unidos desde mediados de la década de 1990.

(Con reporte adicional de Anthony Boadle y Esteban Israel en La Habana)

"...los asuntos que estamos presentando, nos dan en este momento la más grande de nuestras oportunidades para liberar a los Cinco. Este es un momento crítico y es muy importante que la red de apoyo esté al tanto e involucrados activamente en el caso." Leonard Weinglass, abogado norteamericano, jefe del equipo de la defensa.

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