martes, 7 de julio de 2009
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Billy Joya, un dispositivo activado por Negroponte.
El gobierno de facto de Honduras nombró como ministro consultivo a Billy Joya, acreditado por disponer y administrar torturas y asesinatos durante los 80 luego de haberse instruido en los años de plomo para dirigir Escuadrones de la Muerte realizando ejercicios en la famosa “universidad” del batallón 601.
Dicho grupo de inteligencia famosamente recordado fue una prestación de inteligencia militar del Ejército Argentino, muy dinámico en la Guerra Sucia y la Operación Cóndor así como anoréxico y distraído en la Guerra de Malvinas. Bajo órdenes de Guillermo Suárez Mason y de la Junta Militar malvada dirigida por el presidente de facto de turno, participó en el "golpe de la cocaína" de 1980, de Luis García Meza Tejada en Bolivia, y formó a las unidades Contras en la base de Lepaterique (Honduras) entrenando también a los miembros de la formación hondureña Batallón 316.
Con respecto a nuestro país, el 18 de diciembre de 2007 se conoció la sentencia de una causa por la que se condenó a penas de entre 20 y 25 años de prisión a altos jefes militares, responsables de la desaparición de una veintena de militantes de la organización Montoneros, que reingresaron desde el exilio. Esto en la derecha argentina causa mucho escozor.
Tiempo atrás un militar muy cercano al dictador Jorge Rafael Videla, cabeza del tentáculo vernáculo en su primera etapa, confirmó que Henry Kissinger había dado vía libre al Plan Cóndor, a fines del '77, con un lacónico "hagan lo que tengan que hacer, pero háganlo ya".
De las dictaduras militares de aquellos años desventurados, participaban además los “beneméritos y catequistas” generales Augusto Pinochet, de Chile; Hugo Bánzer, de Bolivia, Alfredo Stroessner, de Paraguay; Joao Figueredo, de Brasil, más gobiernos neblinosos como el de Isabel Perón y Juan María Bordaberry, de Uruguay.
En Honduras, y ya diplomado, Joya integró el Batallón de Inteligencia
(3-16) y fundó el Escuadrón elite de represión "Lince", de los Cobras siendo el primer comandante de esa agrupación. El mismo “demócrata” hoy activado, desde 1984 a 1991 permaneció en dicho escuadrón de la muerte desempeñando diversos cargos bajo el seudónimo de "Licenciado Arrazola" y a él se le imputa la responsabilidad criminal directa en operativos especiales que dejaron cantidades de personas muertas y torturadas por sus vínculos con organizaciones progresistas. En esa época aparece emparentado a la instrucción del 3-16 el general Suárez Mason, uno de los mayores represores de la dictadura argentina.
Billy Joya no sólo estudió los métodos gauchos. Siendo cadete de la escuela militar Francisco Morazán de Tegucigalpa, marchó becado al Chile de Pinochet.
Dicha actuación fue denunciada en su momento. Sin embargo, este antecedente es válido y meritorio para Micheletti, cuyo régimen repudia hoy la comunidad internacional porque la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas adoptó una resolución por la que condena el golpe militar en Honduras y demanda la restitución inmediata del Presidente legítimo de esta nación, Manuel Zelaya. Resolución, adoptada por aclamación que hizo un llamado a los 192 estados miembros de la ONU a no reconocer el régimen militar que tomó el poder por la fuerza y a no mostrarse de acuerdo con un gobierno distinto al del mandatario legítimo.
Pero regresemos al pasado promiscuo, cuando Washington decidió cambiar de embajador en Tegucigalpa y John Dimitri Negroponte fue el elegido. Su currículo, impecable: antiguo jefe de la CIA en Vietnam.
Negroponte fue el hombre clave de la estrategia anticomunista de Washington en Centroamérica y en la creación de la Contra nicaragüense. Ingresó a la CIA destinado a Vietnam en donde se ocupó del Programa Phoenix. Fue consejero político en Saigón y desde 1971 a 1973, oficial a cargo del Consejo de Seguridad Nacional (CSN) para la sección encargada de Vietnam . Participó en las negociaciones de los acuerdos de París junto con Henry A. Kissinger.
Fue embajador en Honduras a principios de los ochenta durante la guerra civil en Nicaragua. Al final de estos años se convirtió en embajador de México.
Desde los 70 fue objeto de alguna controversia por sus actividades en Latinoamérica e implicación en Nicaragua, ya que dirigía las operaciones de la Contra desde su puesto de embajador en Honduras, armando, equipando y entrenando a la Contra con ayuda de Otto Reich, otro ágil funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos. A Negroponte, además, se le atribuye,un nebuloso papel en Chile, donde colaboró con Kissinger en la organización de la Operación Cóndor.
Inmediatamente después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 fue nombrado por George W. Bush embajador de la ONU, y más tarde de Irak luego de la caída de Saddam Hussein. El 17 de febrero de 2005 el Presidente Bush lo nombró jefe del nuevo Consejo de Inteligencia Nacional de Estados Unidos (DNI) con la misión oficial de evitar nuevos errores de Inteligencia como los del 11 de septiembre de 2001 y los deslices de análisis sobre Irak. El 21 de abril de 2005, su designación en la dirección del DNI fue aprobada casi por unanimidad del senado, por noventa y ocho voces contra dos.
El lóbrego andamio de la Operación Cóndor que promovieron los regímenes militares de América del Sur para combatir la "amenaza comunista" desapareciendo a casi toda una generación de jóvenes revolucionarios y ciudadanos obreros, deportistas e intelectuales, ha vuelto a quedar en evidencia con el sanguinario y bestial golpe contra autoridades legítimamente constituidas. Este esquema de colaboración tradicional de una multinacional del crimen y del terrorismo de Estado que en estos días cobra vigencia, lleva a Obama a tomar partido. Si no presiona demasiado, los cachiporrazos van a persistir.
Golpe en Honduras. Fiebre contra Chávez, Evo, Ortega y Correa. En Argentina se trata un traspié eleccionario como una derrota militar, cuando en realidad es un intercambio de figuritas.
Mi pregunta es una obviedad: ¿Dónde está el huevo de la serpiente?
ADRIANA VEGA